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sábado, 10 de diciembre de 2016

CINCO PALMAS: SESENTA AÑOS DESPUES

Era el comienzo del siglo 20 y entre la agreste geografía surgía un barrio gracias al tesón y necesidad de un grupo de campesinos, entre ellos Román Anaya, en cuya finca nació una palma que parió desde su tronco otras cuatro.

Ya no era una sino cinco las palmas que dieron nombre a ese lugar que jamás apareció en los mapas hasta que un día un hombre grande pronosticó que con siete fusiles ya ganaba la guerra contra un ejército bien armado y entrenado.

Son las veleidades de una historia que se inició en la ruta por la que navegaba una pequeña embarcación atestada de jóvenes que por más armas surcaban el mar llevaban en el pecho el sufrimiento de la patria.

Con esos sentimientos a cuestas se arriesgaron en una travesía difícil que fue mucho mayor al desembarcar por aquel punto donde el manglar se les presentaba como un rudo rompecabezas.

Lo atravesaron temiendo ser descubiertos por la aviación batistiana que ya los buscaba por cielo, mar y tierra.
Agotados pero no vencidos escribieron una página llamada Alegría de Pío en la que los bisoños combatientes fueron diezmados, algunos capturados y asesinados para matar la idea, pero el adversario no logró ese propósito.

Fueron momentos muy tensos, complicados aun mas por la dispersión del grupo que trataba por todos los medios de reorganizarse para seguir cumpliendo el mandato de la patria sojuzgada.

Diecisiete días después del épico desembarco ocurría un hecho inédito en la historia cubana al reencontrarse Fidel y Raúl, precisamente en Cinco Palmas, un sitio que desde entonces aparece en las enciclopedias universales.

Aquel 18 de diciembre de 1956 el jefe de aquellos expedicionarios lanzó una profecía, que en aquel instante no era más que una quimera, con la diferencia de que la quimera quedó hecha trizas convirtiéndose en profética expresión.

Desde entonces, como dijo en Guisa el Comandante en Jefe, ¨¨nada es imposible¨¨, porque cuando la razón se levanta no hay fuerza capaz de destruirla pues se erige en voluntad, moral y principios.

Seis décadas han pasado de aquel pasaje de la guerra revolucionaria y no ha habido, ni habrá posibilidad de desmontar el valor de unas palabras dichas en el fragor de la lucha y que señalaron el camino de la victoria.

Hoy
Cuba entera, abrazada a una hermosa piedra, muy cerca de Céspedes y Martí, asume aquel principio que nos hizo vibrar de emoción aquel primero de enero de 1959: AHORA SI GANAMOS LA GUERRA!!!.



lunes, 5 de diciembre de 2016

NERIO GONZALEZ: UN MÚSICO BAYAMÉS EXCEPCIONAL

La música en Bayamo ha tenido excelsos cultores que han dejado no solo su historia particular, ya que están reflejados en descendientes que continúan laborando en aras de sostener la calidad de sus antecesores.
Realmente constituye un gran orgullo tener en la memoria de la ciudad a músicos de una valía insoslayable pues han cimentado el camino que hoy recorren las nuevas generaciones.
No es extraña esta realidad en nuestra villa, ya que desde tiempos atrás por estas calles anduvieron músicos y trovadores que dieron mucha luz en aquellas noches de bohemia con las conocidas serenatas.
Tampoco era sorpresa el canto de una trompeta con sonidos dedicados a la mujer que se amaba, demostrando todo el sentimiento que un hombre puede expresar a quien se merecía aquellas amorosas notas.
Cualquier instrumento era válido en pos de disfrutar del amor y la compañía de ese ser al que se rendía homenaje de amor en noches de luna o de estrellas solamente.
Nerio González Rivero es ese músico del que hablamos hoy y que desplegó una incesante actividad erigiéndose en un promotor de la cultura a través de los instrumentos que tocaba.
Con una trayectoria reconocida Nerio fue uno de esos hombres bondadosos que no guardó para sí los conocimientos que poseía pues los diseminó en todos aquellos que quisieron aprender de él.
Y un ser humano como Nerio González que no solo fue un buen músico sino un ciudadano ejemplar de la ciudad de Bayamo, merece todo el cariño de su pueblo que no olvida a sus hijos más distinguidos.
Nerio no solo se entregó a desarrollar sus aptitudes musicales, se preocupó las instituciones culturales de la ciudad y con el concurso suyo se organizaron bandas de música en este territorio.
Fue asimismo un digno sucesor de Rafael Cabrera Martínez conduciendo a la Banda de Música de la ciudad de Bayamo, etapa en la que se destacó elevando la calidad interpretativa de la gloriosa institución.
Nerio había nacido el 12 de mayo de 1913 en esta ciudad a la que entregó los mejores años de su vida, y falleció el 22 de diciembre de 1984 rodeado del amor de su familia, que sigue fiel a su legado.
Hoy cuando escuchamos la música de nuestros grupos, orquestas y conjuntos, vemos la obra de Nerio González Rivero un bayamés que se honró alegrando el alma de su pueblo que no lo olvida.

jueves, 22 de septiembre de 2016

LA CALLE JOSÉ ANTONIO SACO DE BAYAMO

La calle Jose Antonio Saco, de Bayamo, ha cobrado una vida inusitada, sin precedentes en la historia reciente de nuestra ciudad, lo que permite observar un colorido muy agradable y agitado.
Desde uno de sus extremos, frente a la Terminal Ferroviaria hasta el Paseo de la calle General Garcia, funcionan establecimientos estatales y de cuenta propia que generan mucho movimiento en ese tramo.
A ese panorama se une la existencia de una instalación que desde hace varias décadas ha estado sin actividad alguna, generando la lógica preocupación de los bayameses.
Se trata del Hotel Telégrafo, un símbolo de la ciudad, no solo por su belleza arquitectónica, sino por lo que ha significado para el desarrollo de la ciudad.
Asentado en la propia calle Saco, la instalación comenzó a deteriorarse por fallas en su estructura, lo que obligo al cierre de la misma, con la esperanza de reconstruirla cuando la economía del país lo permitiera.
Algunos bayameses recuerdan con agrado un sitio del antiguo hotel Telégrafo al que acudían personas de diferente estrato social y que era disfrutado con alegría.
Ese lugar se denominaba PapysBar, muy pequeñito y acogedor, muy visitado especialmente los fines de semana y en el que se ofrecían rones, cervezas y refrigerios.
Por suerte, gracia a la exposición de ideas relacionadas con la importancia histórica del hotel y de la necesidad de contar con mas instalaciones de este tipo en Bayamo, se decidió la reconstrucción.
Con toda esa historia, un día, de momento, llegaron al Hotel Telégrafo, constructores y equipos para comenzar la restauración de ese inmueble que amenazaba con desaparecer de la geografía bayamesa.
Eso hubiera sido una derrota, primero para la ciudad y en segundo lugar para el desarrollo turístico de la misma, aun por desarrollar de manera inteligente para contribuir al afianzamiento del mismo aquí.
La tristeza termino y comenzó entonces un periodo de alegría, pues se observa la celeridad que los constructores están demostrando en el cumplimiento del proyecto que devolverá la vida al hotel.
Una vez reabierto el Hotel Telégrafo ampliara el numero de sus habitaciones hasta 21, lo que propiciara una mayor cantidad de huéspedes en el recinto.
Pero los esfuerzos no quedaran ahí pues se estudia la apertura de una nueva instalación de esta naturaleza en nuestra ciudad, lo que ampliara la plataforma de habitaciones.
Enhorabuena la reconstrucción del Hotel Telégrafo, Bayamo lo agradece y por supuesto sera una entidad de mucho confort y de calidad para quienes tengan la posibilidad de utilizarlo.





MAYOR GENERAL JOSÉ MANUEL CAPOTE SOSA, UN DIGNO BAYAMES

El Mayor General del Ejercito Libertador José Manuel Capote Sosa nació en Bayamo el 16 de septiembre de 1842 y fue uno de los bravos combatientes que peleó en las tres guerras por la independencia.
Capote es uno de aquella pléyade que optó por ser libre o mártir en medio de las penurias a las que estaba sometido el pueblo de la isla debido a la presencia del colonialismo español.
Tomó las armas en Holguin el 13 de octubre de 1868 y tuvo una destacada participación en la toma de Bayamo en aquellos dias gloriosos, que culminaron con la victoria mambisa.
Ya Capote Sosa estaba comprometido con su patria en la búsqueda de la libertad ansiada dejando un legado hermoso a las generaciones que vendrian despues.
Tuvo la honra de combatir bajo las órdenes del Genealísimo Máximo Gomez en Naranjo-Mojacasabe, acción en la que recibió impactos de bala que lejos de amedrentarlo, lo impulsaron para seguir en la lucha.
Por su arrojo, se distinguió en la toma de Guáimaro, Las Tunas y Guisa, donde puso a prueba su propia capacidad de lucha y erigiéndose en ejemplo para los demas combatientes.
En la guerra necesaria organizada por José Martí, se alzo con cuatro decenas de hombres entre Cauto del Paso y Bayamo y luego se unió a las tropas del General Bartolomé Masó en la zona de Corralillo, Guisa.
José Manuel Capote Sosa asumió la responsabilidad que le correspondía, al igual que su hermano Gonzalo, Coronel del Ejército Libertador y que luchó también por la redención de la isla.
El ejemplo de José Manuel se une al sacrificio de muchos bayameses, que al igual que él, no midieron consecuencias y se lanzaron a la manigua buscando la plena independencia nacional.
Hoy recordamos al bravo mambí, en ocasión del aniversario 174 de su nacimiento en nuestra ciudad, cuya población lo tiene presente ahora y en las futuras generaciones..

viernes, 16 de septiembre de 2016

EL RÍO DE BAYAMO: SÍMBOLO DE LA CIUDAD

Bayamo es una ciudad afortunada por tantos elementos que a la luz de hoy, se han convertido en símbolos, referencias, que son imprescindibles en las conversaciones de los ciudadanos.
Uno de esos símbolos es el río que besa a la ciudad en un trayecto nada despreciable, dejando sus aguas en el manto freático para que no carezcamos de ese líquido insoslayable para la vida humana.
Nuestro río nace en las mismísimas entrañas de la Sierra Maestra recorriendo esos parajes hermosos que alimenta con esas aguas que hoy están represadas para beneficio de toda la sociedad.
Desde su origen el río va tejiendo amistades, a veces mudas, como las piedras y los arbustos pues lo acompañan sorteando curvas y bosques, creando espacios que sirven de sosiego sobre todo en la etapa del calor.
El río no solo nos da sus aguas, es testigo fiel, leal, de esos amores que han nacido a su vera o en su propio cauce, que ha propiciado la formación de familias que hoy recuerdan a aquel guardián de sus pasiones.
Cuántos bayameses habrán bañado su cuerpo con sus aguas divirtiéndose con sus familiares y amigos, haciendo nacer la alegría en sus orillas bajo la sombre de los arboles que por suerte están renaciendo ahora?
Cuantos de los nacidos en esta ciudad y otros que siempre la visitan dieron rienda suelta a sus impulsos y no solo se bañaron, sino que llevaron sus alimentos, los cocinaron y allí mismo los disfrutaron?
Quien puede olvidar, teniendo mas de 65 años, algunas partes del rió que constituían sitios de obligada presencia por los bañistas que aprovechaban cualquier altura para lanzarse al vacío y al agua?.
Están en la memoria aquel lugar llamado el recodo del río, donde el arroyo Manegua entrega sus aguas al rio Bayamo, muy cerca del acueducto, un lugar inolvidable por la belleza del entorno.
Mas abajo, donde esta hoy el balneario había una gran chorrera hoy más menguada, que hacía las delicias especialmente en los mas pequeños, quienes no podían estar en aguas profundas por el peligro que entrañaba.
Y así teníamos el área del puente del desvío, cerca de una gran algarroba desde la que se lanzaban al agua los adolescentes y jóvenes, algunos de los cuales se comían la guayaba saliendo de las aulas.
Podrían decirse muchas cosas mas acerca de nuestro río de Bayamo, pero las trataremos en otros momentos porque si larga es nuestra vía fluvial, mas largas son sus historias.



martes, 13 de septiembre de 2016

BAYAMO, CIUDAD ENCANTADORA

Los amaneceres bayameses son espectaculares porque combinan los colores de la llanura con esa imagen de la imponente cordillera que lleva el nombre de Sierra Maestra.
El despertar de los bayameses es una mezcla de sonidos que salen de las ramas de los árboles, colmadas de aves canoras que así reciben al sol, levantando vuelo para buscar sus alimentos.
Pero hay más en la aurora, chóferes que se empeñan en usar el claxon de manera indebida, molestando a la ciudadanía a tan temprana hora de la mañana y bici-taxistas que pugnan por poner a mayor volumen el reguetón.
El ajetreo se intensifica con esos pregones de los vendedores ambulantes que cantan a cada ventana los productos que arrastran por todas las calles, anunciando lo mismo viandas, verduras y condimentos.
Mientras, el sol sigue ascendiendo en el firmamento y el paseo de la calle General García de nuestra ciudad comienza a recibir oleadas de nativos y visitantes, quienes salen a encontrar lo que consideran necesario.
Es un ir y venir constante, entradas a las tiendas, a las cafeterías, a los establecimientos donde reparan relojes, celulares y otros donde exponen y venden ropa elaborada por la sastrería municipal con muy buen gusto.
Cuando la mañana está un poco mas cerca del mediodía, las agencias bancarias reciben a jubilados y a otros ciudadanos urgidos de hacer gestiones para obtener un crédito para arreglar sus viviendas.
Ya cuando el día se parte en dos y el sol quiere reventar el termómetro con números rojos, los restaurantes abren sus puertas para ofertar diferentes platos de la comida criolla, tan demandados por los citadinos.
Acuden muchos al restaurante España, especializado en pescado de mar, donde elaboran una exquisita sopa y sirven camarones y cócteles que son la delicia de los que tienen la ocasión de disfrutar de esa instalación.
Pero hay mas entidades como los restaurantes 1513, La Sevillana, El Vegetariano, La Bayamesa, El Senado, La Casona, El Manegua, que son muy visitados todos los días, especialmente los fines de semana.
Ya cuando el sol se cansa del dia para dar paso a su enamorada que es la noche, se escuchan nuevamente los trinos de las aves canoras que, agotadas, vuelven al remanso de las ramas de los arboles a descansar.
El ocaso también es bello en Bayamo, las sombras van tomando sus posiciones mientras las luminarias, ya encendidas, se empeñan en darnos la luz necesaria para que nuestros pasos encuentren los asideros y andar.
Esa es nuestra ciudad. Ese es nuestro Bayamo-

martes, 30 de agosto de 2016

GRUPO LEAL, NUEVA AGRUPACIÓN BAYAMESA DEFENSORA DE NUESTRAS TRADICIONES


Una autentica demostración de la valía de la música tradicional cubana se puso de manifiesto en la sede de la Uneac en Bayamo, a propósito del aniversario 55 de esa institución.
El hecho que tiene trascendencia e influencia en la música popular que se realiza en Bayamo, quedo marcado con la actuación de una nueva agrupación que con seguridad defenderá la mejor tradición.
Se trata de un sexteto, al estilo de lo mas rancio de los grupos tradicionales cubanos que tienen sus esencias en lo hecho por otros sextetos que están en la memoria musical de los cubanos.
En una noche hermosa y bajos los arboles frondosos de los jardines de la Uneac, mas de uno de los asistentes movió los pies y siguió con palmadas las interpretaciones del sexteto.
Buena música salio de los instrumentos y bellas voces pasearon por el recinto haciendo mas agradable la calurosa noche del 22 de agosto homenajeando a la institución cultural de tanto arraigo en el pis.
El líder de la agrupación es una figura muy conocida en los predios musicales bayameses, pues tiene una larga trayectoria en el mundo del pentagrama y ha pertenecido a varios proyectos.
Su nombre es Gilberto Leal Fonseca, natural de la comunidad de Mabay, muy cerca de Bayamo, ciudad en la que desarrolla sus actividades artísticas desde hace varios años.
Pero con ese nombre nadie lo reconocería en Bayamo pues tiene un apelativo que lo descubre en cualquier sitio donde se encuentre, es decir, un nombre artístico que todos conocen en esta ciudad.
Se trata de Motica, ese hombre de buen vestir, guitarra en mano y una voz peculiar que lo identifica ante sus espectadores que lo aplauden por su afinación y entrega absoluta a la música tradicional que promueve.
El grupo se denomina Sexteto Leal, pues sus integrantes son leales a los objetivos de la agrupación, leales a aquello que defienden y leales a lo mas autóctono de la música tradicional cubana.
Desde Bayamo, llevando toda la impronta de la dulzura que contienen las cañas de azúcar, el Sexteto Leal se proyecta en el horizonte de lo mas hermoso de esa música que sale de las entrañas de la tierra.

viernes, 10 de junio de 2016

¨¨SIENTO ORGULLO DE SER BAYAMES´´

Por tierras sudamericanas anda un joven médico cubano que atiende a los más desposeídos de esa región donde labora, y lo hace con alegría, sabiendo que la sonrisa se convierte en medicina cuando es sincera.

Se trata de un profesional, nacido en Bayamo y que lleva con orgullo en su corazón toda la historia de una ciudad que es gloria, pasión y esperanza para todos los que la habitan.

Es que Bayamo, cuna de grandes héroes no se ha quedado estancada viviendo de la historia que aquellos grandes hombre le regalaron con el machete, los fusiles y las ansias libertarias de entonces.

La ciudad, grande desde todo punto de vista no se ha detenido, sigue pariendo los héroes de hoy que pueden ser maestros, obreros, campesinos y médicos.

Ese es el caso porque hay un profesional de la salud que vio la luz en esta ciudad y que ahora ilumina recónditos parajes de una zona brasileña perteneciente al Estado de Goias.

En un municipio de esa demarcación, Flores de Goias, situado en el centro oeste del gigante sudamericano labora desde 2013 uno de los más de once mil médicos cubanos dispersados por la geografía carioca.

Roberto Álvarez González es su nombre y cada día construye un monumento al buen hacer y a realizar una digna labor como médico cubano a los más pobres de ese territorio.

Mediante el Programa Más Médicos, impulsado por la presidenta Dilma Rousef llego a Brasil para dar continuidad a una historia bien ganada por la medicina cubana en cualquier parte del mundo.

El doctor Álvarez González llego a la tierra de Lula con la experiencia vivida en el Estado Plurinacional de Bolivia donde dejo amplias muestra de simpatía por parte de la población indígena de ese país.

Con una solida preparación académica, Roberto pone ahora sus conocimientos a disposición de sus pacientes que ya le ven como una persona muy cercana dada la humanidad de sus acciones.

Por estas razones establecimos contacto mediante el correo electrónico con el médico Roberto Álvarez González para que los lectores de la página web de Radio Bayamo y de las redes sociales Facebook y twitter lo conozcan.

1.-¿Que sientes cuando estas ante un paciente necesitado de tus servicios?

Es una sensación indescriptible el poder sentirte útil ayudando a las personas que precisan de tu apoyo incondicional y humano.

Quienes acuden para verme es porque realmente lo necesitan y por eso siempre los recibo alegre y con una sonrisa porque soy de los que piensan que una sonrisa forma parte del tratamiento que como profesional pueda indicarle a cualquier paciente por lo que trato de trasmitirles confianza y empatía para que puedan ver en mí al amigo que está pronto para ayudarlos.

No pensaba siquiera ser médico porque siempre me idealizaba como Abogado, pero fue precisamente lo que sentí cuando visitaba el Hospital Pediátrico General Milanés de Bayamo, por un acontecimiento familiar, lo que me hizo cambiar de idea y sabía que mi destino sería salvar vidas al precio que fuera necesario.

Fue un sentimiento muy gratificante al cabo de los anos tener como profesores a los médicos que le habían salvado la vida a mi hermana y que hoy son mis colegas de trabajo y amigos. Por eso con el mismo sentido de pertenencia y amor que trataron a mi familia pues así mismo trato de retribuirles todo eso a mis pacientes.

2.-¿Cuál ha sido lo más impactante que has vivido en estas estancias en Bolivia y Brasil?

El poder cumplir una misión médica internacionalista deviene en escuela para cualquier profesional. Bolivia fue mi primera misión casi inmediatamente después de graduarme en el año 2009 y fui con los conocimientos que aprendí en las aulas de la Filial de Ciencias Médicas Bayamo (mi segunda casa) y en las salas de los Hospitales Céspedes e Infantil de Bayamo.

Fue una gran experiencia poder extrapolar todos esos conocimientos para aplicarlos en ese país andino de quien guardo muchas anécdotas. Una de las que más me marcó fue cuando llegué por primera vez al municipio Mairana, próximo a Vallegrande donde mataron a nuestro guerrillero heroico.

Allí vivía entre colinas y con temperaturas muy bajas, además de incorporarme a una nueva cultura e idiosincrasia del lugar, tuve que sobreponerme a todos esos factores externos para poder ayudar a los habitantes de esa ciudad.

A Brasil llego con la experiencia acumulada de Bolivia y Cuba. Lo que más me impactó aquí fue vivir todo el proceso de diagnostico, tratamiento y recuperación nuevamente a la sociedad de una paciente de escasos recursos que llegó a mí consulta refiriendo fuertes dolores de cabeza y cambios de conductas ocasionales que ya habían sido tratados anteriormente pero que continuaban ocurriendo por lo que quería la opinión de los médicos cubanos.

Al examinarla e interactuar con su familia sobre lo que estaba pasando , pues recordé a mis profesores del Hospital Céspedes y pude diagnosticar clínicamente que se trataba de una Tumoración Cerebral y posiblemente Frontal , lo cual corroboré con los resultados de los exámenes indicados y pudimos impedir posibles complicaciones al lograrla remitir sin perder tiempo para operarse rápidamente.

Hoy en día la paciente se encuentra totalmente reinsertada a la sociedad brasilera. Me abraza cuando me ve por la calle y dice que soy su médico particular. Me regala mangos porque tiene una mata en su patio y es eso lo que puede dar. Cuando la comencé a visitar en su casa interesándome por su pronta recuperación no podía creer que un médico visitara su humilde casa y le expliqué que los médicos cubanos éramos así y a partir de ese momento creamos una amistad que hasta hoy perdura!!!...Soy muy sociable y me gusta llevarme bien con mis pacientes. Los veo como si fueran mi familia.

3.-¿Que piensan tus pacientes del trabajo que desempeñas en Flores de Goias?

Constantemente me dan muchas muestras de afecto y cariño. Aquí la población tiene una gran cultura médica general y eso me obliga a prepararme cada día mejor para poder cumplir sus expectativas. Me reconforta cuando me hacen cualquier pregunta sobre algún tema de interés médico o social porque así aprendo todos los días.

4.-¿Que más extrañas de tu tierra?

Extraño de mi tierra los consejos de mi familia, a mi gente del barrio, a tomarme un buchito de café por las mañanas y un buen prú oriental dulce por las tardecitas. Extraño el ir y venir por la calle Figueredo.

5.- ¿Que comidas y dulces añorarías tener allá?

Quisiera tener acá el chícharo sabroso que prepara mi mamá.
Desearía como dulce una ensalada fría al estilo cubano o un buen flan de leche de los cubanos de verdad, jajajaja

6.-¿Como recuerdas a Bayamo?

Lo recuerdo como la ciudad donde nací y a la cual representaré siempre. Siento orgullo de ser Bayamés!!!

7.-¿Que mensaje enviarías a tu familia?

Un mensaje de alegría y optimismo, de satisfacción del deber cumplido. Que estén tranquilos que no los defraudaré como no lo he hecho hasta ahora. Me siento comprometido con mi pueblo y con todas las personas que contribuyeron a mi formación y eso me hace mantenerme firme ante cada reto, porque lo logrado hasta la fecha, ha sido con mucho sacrificio desde el seno de una familia humilde que me enorgullece tenerla. Pronto podré darles el abrazo que les debo y el apretón de manos a lo cubano!!!...ah y podernos tomar el anhelado prú oriental que tanto me gusta!!!

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TRAYECTORIA DEL DOCTOR ROBERTO ALVAREZ GONZALEZ.
Mejor Graduado Integralmente del Movimiento de Excepcional Rendimiento de las Ciencias Médicas de Granma : Mario Muñoz Monroy, durante el curso escolar 2009.

Con 32 anos de edad y 6 como médico de familia ya se formo como Especialista de Segundo Grado en Medicina General Integral y Profesor Asistente de la Cátedra Docente del Policlínico 13 de Marzo de Bayamo.

Mejor Graduado Integralmente así como en las Esferas de la Docencia y las Investigaciones Científicas de la Universidad de las Ciencias Médicas de Granma: Celia Sánchez Manduley durante el 2009.

Ostenta el Título de Oro de Mayor Promedio Académico del territorio hasta la fecha, al haber acumulado 7,36 puntos durante la carrera de Medicina.

Actualmente labora en el Municipio brasileño: Flores de Goiás perteneciente al Estado de Brasil: Goiás.

Cumplió Misión Médica Anterior en el Estado Plurinacional de Bolivia de 2010 hasta el 2012,donde logro convertir su Consultorio Médico en Referencia Nacional de la Brigada Médica Cubana.

Méritos Nacionales Obtenidos:

1.-Medalla: José Antonio Echeverría, conferida por el Consejo de Estado de la República de Cuba a propuesta del Comité Nacional de la UJC: 2009.

2.-Premio Nacional Anual para Estudiantes Investigadores de Cuba, conferido por la Academia de Ciencias de Cuba: 2008.

3.-Mención Nacional Anual para Estudiantes Investigadores de Cuba, conferido por la Academia de Ciencias de Cuba: 2007.

4.-Vanguardia Nacional de la FEU: 2008.

5.-Condición Nacional Estudiantil Universitaria: Joven Aniversario 50 del Triunfo de la Revolución, conferido por la Presidencia Nacional de la FEU : 2009.

6.- Sellos Nacionales: Forjadores del Futuro, conferido por la Presidencia Nacional de las Brigadas Técnicas Juveniles: 2007 y 2009.

7.- Vanguardia Nacional de los CDR, conferido por la Coordinación Nacional de los CDR: 2009.

8.-Sello Nacional Aniversario 70 de la CTC, conferido por el Secretariado Nacional de la CTC: 2013.


Desde el 2013 hasta la fecha permanece en Brasil formando parte de la Brigada Médica Cubana!!!!!





miércoles, 18 de mayo de 2016

JUAN JOAQUIN URBINA PIÑEIRO: UN BAYAMES DEL 24 DE FEBRERO DE 1895

Los bayameses no solo pelearon en sus propias tierras en aquellos oscuros días de la ocupación colonial española, sus esfuerzos se desplegaron en otras zonas del valiente oriente de la Isla.

Muchos fueron los que se destacaron en esas acciones, ganándose el respeto de los demás integrantes del Ejército Libertador y de los jefes que confiaron siempre en los bayameses por su valentía y fidelidad.

Uno de esos bayameses combatió bajo las órdenes de cuatro de los grandes generales de la gesta emancipadora cubana, lo que pone muy en alto los principios que defendió con esos bravos exponentes revolucionarios.

Juan Joaquín Urbina Piñeiro, nació en Bayamo en 1846 y falleció en Los Negros, Contramaestre el 21 de junio de 1941, dejando una huella extraordinaria de amor a la patria.

Urbina ofreció sus servicios a la liberación nacional siguiendo las orientaciones de Antonio Maceo, Calixto García, Saturnino Lora y Jesús Rabí, demostrando su valía como soldado de la revolución.

El 24 de febrero, en el reinicio de la guerra necesaria, se alzo en Baire, siendo uno de los que más personal aporto para apoyar la hermosa idea de José Marti para alcanzar la emancipación nacional.

Por la osadía plasmada en los combates obtuvo el grado de Coronel del Ejército Libertador, como gran soldado de las tres guerras de independencia, por lo que merece el recuerdo y el respeto de los cubanos.

Juan Joaquín Urbina Piñeiro llevo a los campos de batalla toda esa rebeldía bayamesa que propicio el Levantamiento de La Demajagua, pasando por el revés de Yara y la Toma de la ciudad aquel 20 de octubre de 1868.

Como él, numerosos hijos de esta ciudad se afanaron por hacer realidad los preceptos enarbolados por Carlos Manuel de Céspedes que se resumían en ver a una Cuba libre de esclavistas y explotadores.

Cuando recordamos las fechas más importantes de la patria, cuando reverenciamos a aquellos hombres y mujeres que lo dieron todo por la libertad, estamos homenajeando también a este gran bayamés.

Juan Joaquín Urbina Piñeiro tiene su nombre inscripto en el libro de oro de la nación cubana, por su arrojo, valentía y su amor infinito a la tierra que lo vio nacer.

lunes, 16 de mayo de 2016

OSCAR NO FUE SU UNICO HIJO: SE CUMPLIO LA PROFESIA

El 29 de mayo de 1870, una descarga de fusilería provoco el vuelo anticipado de los gorriones asentados en las inmediaciones de una instalación del colonialismo español en la ciudad de Camagüey.

Aquellas balas segaron la vida de un joven de 23 años cuyo único delito comprobado fue su disposición de pelear por la independencia de la patria, hollado su suelo por las botas de los soldados españoles.

El eco de los disparos tiene que haber llegado a los sentimientos de su padre, quien desde el 10 de octubre de 1868 se había convertido en el paladín de los anhelos patrios de libertad.

Aquel joven, ajusticiado en la flor de su juventud era Amado Oscar de Céspedes, hijo del Padre de la Patria, a quien quisieron sobornar conminándolo a escribir una carta a su padre para que depusiera las armas.

“Yo jamás traicionaré a mi Patria y mucho menos a mi padre”, esa viril posición, a la altura de la dignidad de los cubanos, resulto ser la sentencia de muerte para Amado Oscar de Céspedes.

No claudico ni siquiera ante la posibilidad de morir en manos de los enemigos colonialistas españoles, que utilizaron todos los medios posibles para quebrantar la moral del hijo de Carlos Manuel de Céspedes.

Amado Oscar había nacido en Bayamo el nueve de julio de 1847, poco tiempo después fue trasladado por la familia para Manzanillo donde curso los primeros estudios.

Quiso seguir los derroteros profesionales de su papa por lo que se traslado a La Habana donde culmino los estudios de segunda enseñanza matriculando luego en la carrera de derecho del alto centro académico.

Los acontecimientos del 10 de octubre de 1868 lo sorprendieron en la capital cubana y de ahí partió hacia Estados Unidos con el interés de enrolarse en alguna de las expediciones hacia la Isla e incorporarse a la lucha.

Luego de varios intentos infructuosos, pisa tierra cubana el 19 de enero de 1870, en un punto situado entre Manatí y Puerto Padre, no pudiendo casi disfrutar de ese momento de alegría pues comenzó la persecución española.

Esquivando esos y otros obstáculos, pudo al fin llegar al campamento de su padre en las cercanías de Guáimaro, satisfecho por poder estar en el frente de batalla por la eliminación de la presencia colonial ibérica.

El domingo 29 de mayo, se cumplen 145 años del atroz fusilamiento de Oscar Amado de Céspedes de quien su padre dijo: «Oscar no es mi único hijo, lo son todos los cubanos que mueren por las libertades patrias.»

LA HERMOSA Y VALIENTE MUJER BAYAMESA

La mujer bayamesa ha sido un formidable sostén revolucionario desde aquel luminoso día cuando en La Demajagua se escucho el hermoso grito de Viva Cuba Libre!

Desde entonces, y a lo largo de más de cien años de lucha, las bayamesas han desempeñado el rol que la patria ha demandado de ellas y en el presente siguen siendo los horcones en los que se asientan nuestros sueños.

Desde aquel día fundacional del primer comité revolucionario de Bayamo, ya estaban presentes, bien cerca de los acontecimientos mujeres de esta ciudad quienes también apostaron por la independencia.

Esa laboriosa entrega de las bayamesas no se detuvo ni siquiera en grandes momentos de peligro para sus vidas, aun así, no cejaron en el empeño dejando un legado que las generaciones femeninas de hoy han asumido.

Como olvidar aquellos tiempos en que las mujeres de entonces cosían banderas, ayudaban a los heridos en combate, hacían todo cuanto era necesario para apoyar los derroteros presididos por el Padre de la Patria.

Ese afán, ese amor por ver a Cuba libre de la presencia colonial española se mantuvo durante todo el siglo 20 en manifestaciones contra los gobiernos entreguistas de aquellos tiempos.

Al comenzar la última etapa por la liberación nacional se incremento la presencia de la mujer bayamesa en los trajines libertarios y no fueron pocas las que se destacaron en las actividades de la clandestinidad.

En este periodo tuvieron especial presencia en las actividades insurreccionales Flora Mirabal, Eloina Guerra Carmen Salcedo, Hermelinda Áreas, Fela Luisa Castro, Clara Rubio, Flora Mirabal y Dania Barrios.

También Ana B. Vázquez López, Mercedes de Varona, Luisa Roig, Ana María Rodríguez, Carmen Rodríguez, Enma R. Hechavarría, Carmen Rodríguez Corona, Dulce Serrano, Ofelia Millán y Dioclecia Saborit.

Otros nombres son los de Araceli Castro, Conchita Lacalle, Josefina Alcina, Dania Barrios, Eloina Guerra, Julita Guevara Casate, Melva Solís, Lucrecia Martínez, Clara Rosales, Enma Silva, Melva Solís y Cheita Varona.

Ellas no están olvidadas, forman parte de la historia de rebeldía de las bayamesas, que en todos los tiempos han aportado lo suyo en el camino de la redención cuyos frutos hoy disfrutamos.



BAYAMESES EN LA ULTIMA ETAPA DE LA LIBERACION NACIONAL

El pueblo de Bayamo tuvo una gran participación en la lucha que culmino el primer día de enero de 1959, con la participación de valientes jóvenes que deseaban terminar con la dictadura batistiana.

En ese afán de erradicar aquel oscuro momento de la historia patria, se destacaron muchos jóvenes que poniendo su vida en peligro se entregaron de manera sincera para cambiar las circunstancias con las que sufrían.

Desde la temprana fecha del 24 febrero de 1956 se oficializa el Movimiento 26 de Julio, en el antiguo sindicato de torcedores, ubicado en la calle Pio Rosado, entre Parada y la calle Cacique Guama.

Esa reunión estuvo presidida por el extraordinario Frank País García un experto en la lucha clandestina en la zona oriental y allí también estaban varios bayameses entre los que se encontraba Robert Arnaldo Paneque.

Este hecho propicio la constitución de células clandestinas del Movimiento 26 de Julio en centros laborales y barrios de Bayamo y de su periferia dando de esa manera un fuerte impulso a las acciones contra la tiranía.

Julia, Mabay y Humilladero fueron barrios en los que los jóvenes revolucionarios se entrenaban para las futuras luchas anti batistianas, destacándose entre ellos Eloy Paneque, José Yero y Rafael Lapinel.

Un hecho destacado ocurrió el 26 de julio de 1957, en esa jornada ¨¨ desde varias casas, como las de Flora Mirabal y Eloina Guerra se soltaron globos, con propaganda revolucionaria.

En el devenir de la lucha revolucionaria centros laborales como la antigua Nestlé, fabrica de refrescos, fábrica de tabacos Moya y los sectores comercial y estudiantil se destacaron en el enfrentamiento a la dictadura.

Evidio Corona en la Nestlé, Manuel Concha entre los tabacaleros, Abigail González en la fábrica de refrescos, Rogelio Cedeño y Renato Alarcón entre los comerciantes y William Selva y Rafael Lapinel, fueron puntales en esas acciones.

Muchas organizaciones secundaron las tareas revolucionarias en Bayamo en esa etapa, Partido del Pueblo Cubano, Ortodoxo, Movimiento de Resistencia Cívica, y la Federación Estudiantil Clandestina Bayamesa.

También el Partido Socialista Popular, Partido Revolucionario Cubano, y el Movimiento 26 de Julio
De esta manera Bayamo sumo a muchos de sus hijos al combate, algunos de los cuales no pudieron disfrutar de la aurora del
primero de enero de 1959 porque abonaron con su sangre el camino hacia la victoria.

jueves, 12 de mayo de 2016

POETAS Y PATRIOTAS

¿Cuantos poetas en la historia de la humanidad habrán tomado las armas para luchar por la independencia de sus pueblos sojuzgados, explotados, masacrados?
¿En cuántas ciudades se habrán levantado los versos de los poetas en función de alcanzar la redención social de sus pueblos, ávidos de libertad y soberanía?
Bayamo es un ejemplo grandioso desde todos los puntos de vista en ese afán de exterminar la presencia colonial española y construir un país unido sin esclavitud para propiciar el clima de paz que se merecen los pueblos.
Ese camino estuvo aderezado con los versos, las poesías, los mensajes que solo los poetas pueden ofrecer cuando la patria necesita de todos y para el bien de todos.
Algunos de los poetas bayameses conocieron de los rigores de la manigua, a la que se fueron luego de quemada la ciudad aquel 12 de enero de 1869, en acto sublime de suprema rebeldía revolucionaria.
Allí no solo empuñaron las armas, también encontraron tiempo para dar rienda suelta a sus musas, esas que los acompañaron en toda la cruzada desde La Demajagua hasta nuestros días.
Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria cultivaba la poesía con tanta pasión como la manera en que asumió el rol que le deparaban sus deseos de ver a su tierra libre de la presencia ibérica.
Perucho Figueredo, autor del Himno Nacional, era un poeta consumado que nos ha dejado un legado extraordinario no solo acerca de ese andar por los vericuetos de los versos, sino de entrega absoluta como hombre de guerra.
José Joaquín Palma es otro de los de aquella generación que hizo lo suyo, no solo blandiendo su modo de pensar cabalgando por los versos de su poesía, sino uniendo para siempre a los pueblos de Guatemala y Cuba.
Elogio mayor recibió José Joaquín Palma al ser calificado por José Marti como el Poeta de la Patria, siendo el Apóstol la máxima expresión de esa manera de contar la vida.
Uno de los más recios conspiradores, José Fornaris, uno de los inspiradores de la canción La Bayamesa, conoció de los rigores del destierro, pero eso no impidió que continuara su lucha por la independencia.
Poetas y patriotas bayameses, hombres que lo dejaron todo materialmente hablando, pero no sus musas, que los acompañaron siempre por el camino resplandeciente de la libertad y la soberanía de la nación.

sábado, 7 de mayo de 2016

A BLADIMIR DESDE LAS PROFUNDIDADES DE UNA AMISTAD

Aun no he asimilado bien esa mala noticia. Preferiría que ha sido un sueño malo, pero la realidad es tan contundente que niega cualquier imaginación, entonces no me queda más remedio que aceptarla tal y como es.
Es probable que me quede en las manquedades al hablar de ese amigo que prefirió dejar sus huesos aquí en Bayamo, para acompañarnos desde bien cerca, vigilando nuestros pasos, para guiándonos en la oscuridad, y protegernos de las tempestades naturales y humanas.
Cuando aún era estudiante de preuniversitario ya se hablaba de sus dotes para el verso y la literatura y es que despunto desde aquel momento para seguir despuntando toda la vida y seguirá en esa línea aun después de su muerte.
Lo tengo muy presente desde que entro un día, felizmente a Radio Bayamo, emisora en la que desplego una intensa labor difundiendo lo mejor de la música cubana y lo más trascendente de la literatura en aquel programa Orbita, del que lamentablemente solo queda el recuerdo.
Su presencia en la radio revoluciono el cotidiano bregar y podía vérsele en los estudios lo mismo a las siete de la mañana que a las dos de la madrugada martirizando,, en el buen sentido de la palabra, a los realizadores de sonido especialmente al jubilado Zenen Labaut Pérez.
Era atípico en su concepción radial pues no entraba al estudio con el guion en la mano, todo lo que decía lo llevaba en su cabeza de buen pensador pues no expresaba nunca una palabra de mas, justamente lo que él quería para que llegara el mensaje a los oyentes.
Lo recuerdo defendiendo sus concepciones acerca del arte, blandiendo siempre la espada de la verdad, consecuente consigo mismo, trazando pautas, convenciendo, en lo que era sencillamente genial.
Un día que no deseo recordar me dijo que se alejaba de Radio Bayamo, nunca me dio las razones pero yo sabía que ante su monumental sagacidad e inteligencia, algunos trataron de levantarle un muro para la incomunicación, era demasiado grande para los burócratas de entonces.
Un hombre de su inmensidad pudo haber hecho una notabilísima labor en la radio de Bayamo, pero las incomprensiones, la ignorancia y la incultura de algunos decisores de entonces, lo obligaron a emigrar hacia la capital del país.
Qué bueno que no lo perdimos!!!
Qué bueno que no torció el camino!!!
Qué bueno que Bladimir Zamora Céspedes, nacido entre cañaverales de su Cauto del Paso, no renuncio a seguir acompañándonos desde esa trinchera de la cultura cubana que es el Caimán Barbudo!!
Yo no quiero imaginarlo entre los ángeles celestiales porque aunque partió hacia la eternidad, su voz, ronca a veces, susurrante otras, nos dice que sigue siendo muy terrenal, hacedor del bien y muy amigo de los que se empeñan en no dejar morir a la trova cubana.

viernes, 6 de mayo de 2016

MANUEL CEDEÑO, BAYAMES Y HEROE CONTINENTAL

Dicen que fue uno de los más bravos hombres en las cruzadas de Simón Bolívar en tierras de Nuestra América y su fue ayudante hasta los últimos momentos de su vida.

La historia recoge su nombre en la larga lista de aquellos hombres que solo llevaban como escudo la coraza de sus ideales y como arma la convicción de una justa lucha para alcanzar la independencia de Nuestra América.

Es que en esta parte del mundo, donde se asentó un día el poder
colonial español, surgieron seres humanos a los que no les gustaba para nada aquella acción ante la primera bofetada de poner la otra mejilla.

Uno de esos grandes hombres, cuya luz sigue iluminando a este continente, nació en la ciudad de Bayamo, precisamente el 6 de mayo de 1770, para iniciar así su peregrinar en busca de la redención de los pueblos.

Manuel de Jesús Cedeño, alcanzó los más altos grados en aquel ejército de Bolívar que tanto hizo por la libertad de nuestros pueblos, atenazados, expoliados, asesinados por el imperio español.

El general Cedeño, bravo entre los bravos, tendió su brazo solidario para desterrar la esclavitud impuesta por los colonizadores ibéricos.

Tanta sangre derramada por los efectos de los latigazos, encontró una respuesta revolucionaria en el, avanzada, para aquellos tiempos.

De Manuel de Jesús Cedeño no existen muchos documentos, pero se dice que partió de Bayamo hacia Haití, donde fue reclutado por Simón Bolívar para su proyecto de Patria Grande libre de explotadores coloniales.

El ejemplo de Cedeño no quedó como algo pétreo en nuestra historia cubana y latinoamericana pues muchos combatientes de diferentes nacionalidades pelearon por otras, haciendo real aquel sueño bolivariano.

Otros hombres, en otras circunstancias, también dejaron todo atrás y se lanzaron a la gloria luchando bajo las banderas de ese internacionalismo que Cedeño mostró con su incorporación a las huestes del Libertador.

Los bayameses tenemos una deuda con este extraordinario luchador anti-colonial que tanta hidalguía, valor y honestidad demostró en el afán de una América libre y soberana de cualquier poder explotador.

Hace algunos años en el Parque de La Olla, se hizo un intento de colocar la imagen de Cedeño, muy cerca de donde nació en la calle Máximo Gómez pero eso quedo en las intenciones.

Esa es una deuda que se mantiene y que ojala algún día se pueda tener su imagen en ese sitio para poder homenajearle en la ciudad donde nació en 1770




lunes, 2 de mayo de 2016

DE LA MUERTE A LA VIDA

Corría el mes de enero de 2008.

Una llamada telefónica a eso de las diez de la noche de uno de esos días, me despojo del sueño que trataba de rendirme.

Era una invitación para realizar un recorrido que nunca pensé que quedaría para siempre en mi memoria, debido al profundo impacto de humanismo que genero.

Subí al auto de Lázaro Expósito Canto, a la sazón, primer secretario del Partido en Granma y de entrada cometí una pifia al preguntar hacia donde nos dirigiríamos.

El me dijo, eso no se pregunta. Ya te enteraras de eso y del objetivo de este recorrido que paso, ampliamente, de la media noche fría, muy fría de entonces.

El vehículo se desplazo por la Avenida Francisco Vicente Aguilera y pensé que estaríamos en pocos minutos en el Hospital Infantil o en la fábrica de productos dietéticos.

Pues no. El auto siguió rumbo al puente sobre el rio Bayamo y a los pocos metros torció hacia la entrada al cementerio de la ciudad Monumento Nacional y se detuvo ante su cerrada puerta de metal.

Ya ante la entrada, Lázaro llamo al custodio que estaba acostada sobre un banco de madera atravesado en la puerta y envuelto en una especie de frazada para guarecerse del frio de la medianoche.

La puerta no se abría y Lázaro volvió a llamar, ya dando algunos golpes sobre el metal con la intención de que alguien escuchara sus reclamos para que se abriera.

De pronto, una voz se escucho desde el interior diciendo: ¨¨Quien coj… esta jodiendo aquí a esta hora?¨¨.
A lo que el Primer Secretario del Partido respondió: ¨¨ Soy Lázaro Expósito y quiero entrar al cementerio¨¨.

Como por arte de magia, la puerta se abrió y entonces pudimos entrar, siendo observados por aquel hombre que apenas pudo balbucear algunas palabras casi sin poder sostener sobre sus piernas.

El alcohol lo había vencido y pasaba la resaca sobre aquel banco de madera que le servía de cama en su horario laboral, cuando debía estar atento a su trabajo.

De inmediato nos dirigimos hacia el final del cementerio por su calle central, oscura enyerbada, dando una imagen deplorable para un sitio de tanto recogimiento, donde descansan nuestros familiares y amigos.

Era tan deprimente la imagen, que Lázaro comento: ¨¨¨Si me muero aquí no me entierren, esto está muy sucio, feo y oscuro¨¨.
Tomo el teléfono y llamo al funcionario al frente de esa esfera, al que pregunto si estaba descansando, este le respondió que
estaba ya en su casa y Lázaro le dijo: ¨¨ Y yo aquí haciendo tu trabajo. Aquí te espero.

Llego raudo, a tiempo para escuchar palabras muy fuertes, una crítica basada en la objetividad de lo presenciado en el cementerio y que justificaba el señalamiento.

El funcionario escucho sin interrumpir, al parecer tomo las señas de lo escuchado y solo pregunto qué hacía con el custodio, a lo que el primer secretario del Partido respondió: Edúcalo.

De allí salimos y pensé que todo había terminado. Otra pifia, pues el auto volvió sobre su recorrido por la Avenida Francisco Vicente Aguilera y entro al recinto de la funeraria de Bayamo.

Nadie de los presentes, ni los dolientes ni trabajadores esperaban tal visita ya pasada la medianoche, pero allí estaba el Primer Secretario del Partido en aquella invernal madrugada de enero.

Lázaro hablo con todos. Pregunto a los dolientes sobre la calidad del servicio fúnebre y a los trabajadores acerca de las condiciones laborales existentes en la funeraria.

Inmediatamente se traslado a la cafetería ubicada en esa instalación, comprobando la existencia de tazas para el café con las azas partidas y la poca cantidad para la venta.

Volvió a tomar el teléfono y llamo al funcionario al que le pregunto cómo podía dormir tranquilo con esa situación en la cafetería, reclamando su presencia en el lugar de manera inmediata.

El reloj marcaba la 1 y 30 ante meridiano y cuando nos disponíamos a salir de la funeraria, una trabajadora de la fábrica de coronas lo invito a visitarlas y hasta allí fue para atender una queja vinculada con el salario.

Me dije: ¨¨Ya nos vamos¨¨. Pensando yo en que tenía que entrar a trabajar a las cinco de la madrugada para preparar el programa Hoy en la Noticia, de Radio Bayamo que se inicia a las seis de la mañana.

Fue mi última pifia de la noche, ya ni preguntaría ni imaginaria más el final de aquel recorrido que deparaba aun algunas sorpresas que hoy me satisfago de haber vivido.

Nuevamente a la Avenida Francisco Vicente Aguilera, seguimos por la calle José Marti, Augusto Márquez, carretera central y el auto giro a la derecha, estábamos entrando al Hospital Carlos Manuel de Céspedes.

Allí el punto inicial fue la morgue, sabiendo lo que se hace en ese sitio, opte por esperar fuera de ese sitio que Lázaro culminara la razón de su estancia allí. No entre.

Al salir seguimos en el hospital y entramos en la Maternidad del centro asistencial, recorrimos el recinto, se escucharon las voces de las mujeres, algunas por parir, otras ya siendo madres.

Al final, el Primer Secretario del Partido, Lázaro Expósito Canto me dijo: ¨¨ David ahora si terminamos, hemos hecho un recorrido de la muerte a la vida¨¨.




jueves, 14 de abril de 2016

LA VALIENTE IVELISE

Emporio de mujeres bellas y patriotas, Bayamo sigue siendo una ciudad que atesora a distinguidas féminas que han demostrado un inmenso amor por la ciudad y la historia que se ha escrito.

A nuestras hermosas mujeres bayamesas las vemos cotidianamente en sus labores habituales, sean médicas, bancarias, dirigentes, limpiando nuestras calles, en las aulas forjando el porvenir.

Entre muchas hoy le dedicaremos nuestra sección Andares Bayameses a una mujer que ha dedicado su vida al magisterio, profesión en la que ha dejado señales de la fortaleza que la distingue.

Su andar por las aulas no ha sido nada fácil, pues ha ascendido montañas en busca de esos alumnos analfabetos a los que enseño las primeras letras y el modo de escribirlas y leerlas en el temprano año de 1961.

En ese periodo comprendió que dedicaría toda su vida a esa hermosa profesión desarrollada inicialmente en aquellos predios de San Pablo de Yao, montaña arriba en aquella memorable Campaña de Alfabetización.

Ni la distancia de la familia, ni las lógicas dificultades existentes entonces, le hicieron desistir de su empeño de ser maestra y aunque la vida le jugó una mala pasada, enfrento esa situación y salió vencedora.

Es una mujer decidida pues mientras algunas se espantan con ranas y lagartos serranas ella da la espalda a esos habitantes perennes de esa zona y desarrolla su trabajo con una dignidad de encomio.

Se trata de Ivelise Gala Valiente, una bayamesa que sigue siendo paradigma para los coterráneos que deseen subir la cuesta que supone convertirse en maestros, una profesión que solo destila amor.

Ivelise elevo hasta las montañas su segundo apellido porque valiente fue al partir hacia los parajes serranos, valiente fue su permanencia en las aulas y valiente porque jamás dejo de ser maestra.

Se alzo en la Sierra Maestra y las armas que llevo para esa cruzada de sensibilidad consistían en libros, libretas, lápices y una gran dosis de optimismo que alcanzaron la máxima dimensión el 22 de diciembre de 1961.

Aquel día, en la hermosa Plaza de la Revolucion José Marti, Ivelise Gala Valiente, miles de alfabetizadores y Fidel, proclamaron a Cuba como territorio libre de analfabetismo.

Desde entonces Ivelise sigue siendo una gloriosa mujer, una estupenda revolucionaria que enorgullece a Bayamo, nuestra ciudad que se honra de tenerla entre sus hijas.

miércoles, 13 de abril de 2016

PRESERVEMOS LA DECENCIA Y LA IMAGEN DE LA CIUDAD DE BAYAMO

Duele, si, duele mucho que con tanto esfuerzo que se realiza para que la imagen de la ciudad se mantenga de forma positiva, haya personas que se empeñen en demostrar lo contrario.

Duele, de verdad que duele, que los visitantes o los propios residentes veamos el espectáculo desagradable que de manera cotidiana se observa en algunos sitios de la ciudad de Bayamo.

¿Hasta cuándo se va a permitir que algunas personas, pasadas de trago, y que otras con evidentes trastornos mentales se conviertan en los protagonistas indeseables en la Plaza de la Revolución de Bayamo cuando se realizan actividades culturales?

¿Quién lo pondrá el cascabel a esos que en más de una ocasión han interferido en hermosos programas culturales en nuestra histórica plaza y que con su proceder echan por tierra el esfuerzo de muchos?

¿Hasta cuándo estaremos presenciando, sin la debida respuesta a esas personas que molestan a los turistas nacionales y extranjeros en el Hotel Royalton de Bayamo?.

En más de una ocasión estos individuos se han atrevido a despojar de copas y botellas a los visitantes, dando un mal ejemplo acerca de la proverbial hospitalidad bayamesa.

Queremos una ciudad bella, pero mientras se mantengan y permitan estas conductas no lograremos alcanzar esa imagen que todos reclamamos pero que otros se encargan de empañar.

Hemos hablado acerca de lo que sucede en la Plaza de la Revolución y el Hotel Royalton, pero hay otro punto de la ciudad, muy cercano a estos, donde la indecencia y el irrespeto campean sin el debido enfrentamiento.

Se trata del parque Francisco Maceo Osorio, lugar donde aparcan los ómnibus con turistas que hacen una parada para disfrutar de la música de grupos bayameses en la Casa de la Trova.

En ese lugar es donde el asedio cobra los matices más vergonzosos porque parece que estas personas que tanto molestan, son las responsables de dar la bienvenida a los turistas en el mismo estribo de las guaguas.

No hay exageración al afirmar que aquello ofrece una imagen insoportable, tanto para los visitantes como para los ciudadanos bayameses que observan el panorama con impotencia, pero con rabia interior.

En el parque Francisco Maceo Osorio estos individuos se disputan a veces a codazo limpio, un bolígrafo, una goma de mascar o cualquier cosa que los turistas, ya acosados puedan ofrecer.

¿Queremos una ciudad con esa imagen?

No

¿Queremos que los visitantes, sean del patio o de otras naciones nos recuerden por ese bochornoso espectáculo?

No

¿Debemos permitir, como sociedad, que algunos intenten menoscabar la imagen de una ciudad como Bayamo?

No

Entonces todos los involucrados en solucionar este problema tienen la palabra.


lunes, 4 de abril de 2016

MANUEL CABRERA SANCHEZ: UNA VOZ PARA RESPETAR

Hoy ne acerco a un hombre que nació en Holguín, y hoy vive su fecunda vida en el barrio de Julia, territorio perteneciente al municipio de Bayamo.

Manuel Cabrera Sánchez tiene una historia imposible de recoger en tan pocas líneas, desde aquella que refiere que ha estado ingresado 19 veces, muchas veces en estado crítico, pero le ha ganado a la muerte.

Se lleno de emoción cuando el 17 de diciembre de 1970 el periódico Ahora le publico una nota cultural de su centro de trabajo de entonces y ahí nació en él la inclinación por el periodismo.

Ha trabajado en disimiles posiciones, desde recogedor de ropa sucia en el hospital Lenin de la ciudad de los parques, alfabetizador, corresponsal de varios medios de comunicación, hasta divulgador de la liga azucarera.

Pero hay un detalle en la vida de Cabrera Sánchez que cobro vida en la Revista Informativa La Última de Radio Bayamo, en la que con elevado humor tocaba aspectos de la vida cotidiana.

Se recuerdan como aquel cuando un ladrón intentaba sustraer un chivito que pastaba a la vera de la línea del ferrocarril, hizo ese relato, que concluyo con la detención del individuo de una manera magistral y era noticia.

En otra ocasión narro como tuvo que correr en medio de un potrero buscando protección ante el ataque de unos búfalos salvajes que pudo costarle la vida.

Pero Cabrera no se amilano, corrió como nunca y pudo subir a un árbol desde el cual comprobó que la intención de aquellos animales no era cosa de juego.

Un día hablo de la productividad de una mata de plátanos que tenia 120 guineos, ponderando a la naturaleza, pero al siguiente día recordó el hecho para decir que se habían robado la marteña.

Y qué decir de aquella expresión: corren ríos de petróleo en Mabay, señalando el despilfarro de algunos carentes de conciencia que dilapidaban ese recurso energético.

Sirvan estas líneas para reconocerle a Manuel Cabrera Sánchez todo lo que ha hecho, fundamentalmente en la radio provincial, llevando la información con un toque humorístico a la población del territorio.

DOS INOLVIDABLES HOMBRES, DOS INOLVIDABLES HISTORIADORES

Bayamo ha sido asiento, temporal o definitivo, de muchos cubanos nacidos en otras partes de nuestro hermoso país, y que una vez aquí, dejaron una impronta maravillosa.

En muchas ramas de la vida esas personas se distinguieron por lo que ya son parte de la historia de la ciudad monumento nacional a la que honraron con su presencia.

Una de estas personas había nacido en tierras holguineras y se refugió en Bayamo para bien de los ciudadanos autóctonos porque nos doto de importantes investigaciones acerca de la historia de la ciudad.

Enrique Orlando Lacalle y Zouquet trabajo de manera incansable por la historia bayamesa, labor a la que dedico toda su vida dejando un legado que las generaciones actuales agradecen en toda su dimensión.

Lacalle tenía una proverbial manera de tratar a quienes buscaban conocer más sobre la actual capital granmense y jamás negó sus conocimientos ni a historiadores ni a estudiantes.

Otro historiador que dio mucha luz a los acontecimientos bayameses fue José Carbonell Alard, natural de Manzanillo, pero casi inmediatamente fue trasladado a Bayamo.

Su paso por esta ciudad estuvo matizado en ideas para la conservación de la historia y a él se debe un libro imprescindible que es fuente de consulta de los entendidos en esa materia y aquel que desee conocer más a Bayamo.

El texto, titulado Estampas de Bayamo, recoge vivencias acerca de la historia escrita en la ciudad, comenzó a gestarse por Carbonell en 1967, apoyándose en publicaciones de otras épocas.

Sin duda estos dos seres humanos contribuyeron al conocimiento de la historia de la ciudad y lo hicieron con una entrega absoluta demostrando amor por Bayamo, lo que se reconoce por nuestra sociedad.

Enrique Orlando Lacalle y José Carbonell merecen ser recordados por todos los que amamos a esta ciudad, pues dejaron sus mejores años en búsqueda de informaciones acerca de los principales acontecimientos de la misma.

Todo lo que hicieron investigando para que la historia bayamesa no muriera demuestra el cariño y el apego a esta tierra que aprendieron a amar y defender desde el ángulo de la historia local.

A ellos debemos muchas soluciones a los misterios que la propia historia genera, por lo que están siempre presentes en las nuevas generaciones de bayameses que aprecian en grado sumo todo lo que aportaron.

domingo, 27 de marzo de 2016

A 165 AÑOS DE LA CANCION LA BAYAMESA



Quizás no haya en el mundo una ciudad como la nuestra que posea una bella música, una bella letra, dedicada a la mujer que la habita, uno de los orgullos de la Ciudad Monumento Nacional.

Nadie puede soslayar el sentimiento que embarga a quienes tienen el placer de escuchar esa obra, dedicada a una mujer, que a su vez se ha convertido en un paradigma para sus coterráneas actuales.

Cierto es que la letra resume una situación de desencuentro, que a través de la música se desea resolver, por eso, aquella musa bajó con todas sus fuerzas cristalizando aquel día de serenata que expresó amor por doquier.

La mujer agraciada, jamás pensó que la pieza, exclusivamente dedicada a ella, trascendería de un siglo a otro, atravesaría las fronteras de la ciudad y del país, para dejarse escuchar en otros continentes.

No hay bayamés o bayamesa, que estando en otros lares, pueda sustraerse de ese instante supremo cuando voces, conocidas o no, se atreven a interpretarla.

El hermoso canto marcó un antes y un después en cuanto a la canción romántica en Cuba, sentó un precedente insólito hasta ese momento porque aun cuando han pasado 164 años, sigue intacta, vigente.

Un hecho interesante es que los autores de esta canción La Bayamesa, fueron José Fornaris y Luque y Carlos Manuel de Céspedes, hombres de tanta sensibilidad y que lucharon por la emancipación nacional.

La voz del tenor Carlos Pérez estremeció a la bellísima mujer, de la que estaba profundamente enamorado Francisco Moreno Castillo y fue tal el resultado que ambos se casaron y tuvieron siete hijos.

Luz Vázquez no era solo una mujer hermosa, llevaba en sus genes el amor a la patria y a su independencia contribuyó de manera extraordinaria.

Dos de sus hijos murieron, Pompeyo, el mismo día en que Bayamo fue libre el 20 de octubre de 1868 y Francisco, siguiendo los postulados libertarios de su padre, pero Doña Luz, no se amilanó ante el dolor.

Han transcurrido 165 años y La Bayamesa, ese himno al amor, sigue demostrando su permanencia no solo entre los bayameses, sino en aquellos que aman profundamente a la mujer cubana.

Luz Vázquez merece un monumento en su ciudad, como también habría que erigir uno a esa canción inmortal inspirada en ella.

Sobre la distinguida bayamesa dijo uno de los padres de la nación cubana Francisco Vicente Aguilera:¨¨...era una joya de inestimable valor¨¨.
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Letra de la cancion La Bayamesa
¿No recuerdas, gentil Bayamesa,
que tú fuiste mi sol refulgente,
y risueño en tu lánguida frente
blando beso imprimí con ardor?
¿No recuerdas que un tiempo dichoso
Me extasié con tu pura belleza,
Y en tu seno doblé la cabeza
Moribundo de dicha y amor?
Ven, y asoma a tu reja sonriendo;
Ven, y escucha amorosa mi canto;
Ven, no duermas, acude a mi llanto;
Pon alivio a mi negro dolor.
Recordando las glorias pasadas
Disipemos, mi bien, la tristeza;
Y doblemos los dos la cabeza,
Moribundos de dicha y amor.

viernes, 11 de marzo de 2016

RECIO EL PEQUEÑO GIGANTE

Hoy hablaremos de un bayames sencillo, un ser humano común y corriente, una persona que quizás haya estado en algún momento al lado de uno de nuestros oyentes.

Esa persona, como cualquier otra, tiene virtudes y también defectos, quizás piense que el que tenga toda la perfección humana posible que lance la primera piedra.

Nació el 8 de marzo de 1939 en el poblado de Julia, perteneciente al municipio de Bayamo y la vida lo fue acercando a la edad laboral que desarrollo en la Ciudad Monumento.

Fue zapatero, trabajo en contabilidad, técnico de medios básicos hasta que en 1994 comienza a laborar en la cadena de turismo Islazul y seis años después presenta su documentación dirigida a obtener la jubilación.

La persona de la que hablamos hoy es Manuel Enrique Recio Reyes por muchos años anotador de beisbol y colaborado en esa rama de la emisora Radio Bayamo, en la que estuvo un prolongado tiempo en esos menesteres.

Recio, conocido también como el Pequeño Gigante, ya venía en ese trabajo mucho antes de jubilarse de aquellas otras labores que hemos referido por lo que se convirtió en referente en los partidos de pelota que anoto.

Por ejemplo ya en junio de 1970 anota su primer juego de beisbol correspondiente a la primera categoría y un mes más tarde en los Juegos Escolares Nacionales efectuados en la ciudad de Holguín.

Recio goza de aprecio no solo entre sus vecinos, también en el mundo deportivo del territorio, especialmente en el ámbito de las bolas y los strikes en el que ha aportado mucho por mantenerlo.

Durante mucho tiempo compartió transmisiones de pelota en Radio Bayamo junto a Terencio Montero y Pachi Espinosa recorriendo todo el país en función de llevar a la afición los juegos del equipo de Granma.

Tiene un amplio conocimiento de las estadísticas de un deporte como la pelota que requiere de mucha dedicación dada la cantidad enorme de anotaciones que debe hacer un compilador de esa especialidad deportiva.

Manuel Enrique Recio sigue apegado a nuestro pasatiempo nacional y continua colaborando para que cada jugada, cada juego, se refleje en las estadísticas conformando la historia de cada pelotero.

http://www.ecured.cu/Manuel_Enrique_Recio_Reyes

viernes, 26 de febrero de 2016

JORGE CARLOS MILANES Y CESPEDES, OTRO BAYAMES EN LA HISTORIA DE LA PATRIA


El proceso revolucionario iniciado en Bayamo en la segunda mitad del siglo 19 propicio la incorporación al mismo de hombres que por su valentía se ganaron el nombre de patriotas.

Unos son más conocidos que otros, pero en definitiva aquella generación de valientes está inscripta en las páginas de oro de la patria, a la que se entregaron en la búsqueda de la independencia de la Isla.

Fueron tantos los de esa estirpe, pero ninguno olvidado en la memoria de los cubanos que hoy asumen, con la misma valentía de entonces, los desafíos del presente.

Uno de aquellos bayameses que se inmiscuyó de inmediato en los trajines gloriosos por la libertad de Cuba, nació en Bayamo el 19 de mayo de 1823, unido sanguíneamente al Padre de la Patria.

Obtuvo el título de abogado en la Universidad de La Habana, integrándose a ese gremio en la ciudad de Bayamo donde, según la historia, desarrollo con honestidad sus funciones.

A mediados de julio de 1886 ingreso en la masonería, lo que le sirvió para realizar sus actividades conspirativas contra el colonialismo español, integrando un año después el Comité Revolucionario de Bayamo.

Jorge Carlos Milanés y Céspedes, el patriota del que hablamos hoy, se incorporo de inmediato a las huestes que habían protagonizado el alzamiento en La Demajagua.

El 15 de julio de 1868 se une a Céspedes en Barrancas, y allí participa en los preparativos para el ataque y toma de la ciudad de Bayamo, victoria que se alcanzo cinco días más tarde.

Tres meses después, ante la imposibilidad de resistir el empuje de las fuerzas españolas, empeñadas en reconquistar la ciudad, fue de los primeros en quemar su casa y partir a la manigua redentora.

Jorge Carlos Milanés y Céspedes, hizo lo que correspondía en aquellos momentos oscuros que vivía la patria, dejando un ejemplo imperecedero para las generaciones actuales de cubanos.

Como él, fueron muchos los que acompañaron a Céspedes en una contienda muy difícil, pero enaltecedora como es la lucha por la emancipación de la patria a la que querían ver libre y soberana.

Recordamos a este ilustre bayamés, Jorge Carlos Milanés y Céspedes en ocasión de cumplirse hoy el aniversario 132 de su muerte, el 26 de febrero de 1884 en la ciudad de Santiago de Cuba.

miércoles, 10 de febrero de 2016

EL PADRE EN EL OLEO

Autora: Mónica María Ramírez Aguilar

Las iglesias dan sensación de lugar tranquilo donde Dios, en cualquier momento, se encontrará con la persona que reza; son un espacio donde la luz tenue y los altares crean un clima agradable para meditar. Asimismo, se convierten, sobre todo las católicas, en sitio de manifestaciones artísticas pues los cantos durante las misas, las pinturas y esculturas que en ellas se observan, captan la atención de feligreses y visitantes.

Tales calificativos se manifiestan en la Parroquia Mayor San Salvador de Bayamo, una edificación construida en sus inicios de madera y techo de guano, y poco a poco levantada de concreto en más de una ocasión pues los terremotos que azotaron a la ciudad y el incendio de 1869, la afectaron.

Los sacerdotes, también son incluidos en ese arte que se respira de los templos, ellos y sus tonos de voz en las liturgias sirvieron para decorar el área. Ese es el caso del padre Diego José Baptista, quien fue párroco de la catedral San Salvador de Bayamo y por su apoyo a la causa de la independencia es protagonista de un mural dentro del recinto.

El óleo se ve en el arco formero de la nave principal, trata sobre la bendición de la bandera de La Demajagua o la bandera de Céspedes y la primera interpretación oficial del Himno de Bayamo. Según los autores Juan Quijano y Rafael Couso, el hecho representado tuvo lugar cerca del altar y luego todos salieron al atrio, donde por primera vez es interpretada la marcha de guerra.

Fue pintado en 1919 por el dominicano Julio Desangles, en el aparecen personalidades como: Perucho Figueredo, Carlos Manuel Céspedes, Francisco Vicente Aguilera y a la izquierda de esas tres figuras, el padre Diego José; seguido por sus ayudantes y con todos los instrumentos que permiten bendecir la enseña nacional; acompañado de un pueblo a pie y otro a caballo deseosos que llegue la hora de su lucha.


Tiene una dimensión de 8.5 m de ancho x 4.5 m de alto, es la única pintura de tema civil ubicada dentro de un templo católico cubano. Posee elementos procedentes de la escuela del pintor español Sorolla quien caracterizó su plástica por pinceladas empastadas, sueltas y ágiles, la ubicación del punto de vista de la composición en alto y el reflejo de la luz que trasmite movimiento a la obra.

Vestido con túnica color blanco y dorado se aprecia al padre Baptista dibujado quien parece contrastar y, al mismo tiempo, componer aquel suceso, convertido en un representante más de los ideales de libertad y justicia. Mirar desde los bancos del interior de la catedral da la impresión de que el momento se repite en trazos, formas y colores, la mente es capaz de memorizar los detalles, no importa si están borrosos y entre el Jesús en la cruz, el silencio y los altares, la iluminación invita a contemplar al sacerdote en el óleo.

Fuentes:
Quijano, J. y Couso, R. (2000). El templo de El Salvador.
Roldós, R. y Rodríguez, R. (1997). Testigo de las llamas. Capilla de Nuestra Señora de los Dolores. Diócesis de Santísimo Salvador de Bayamo- Manzanillo.
Paradiso, M. y Roldós, R. (2012). “Capilla Nuestra Señora de los Dolores entre historia y misterio”. Ed. Iedizione

PADRE BAPTISTA: REQUIEM Y ALELUYA

Autor: Angel Lago Vieito

El siglo XIX fue un período definitorio para el imperio español de Ultramar. Tras la pérdida de sus posesiones coloniales en América, a causa de las guerras independentistas culminadas en la tercera década de la centuria, la metrópoli intentó retener a Cuba, y con ese fin aumentó el número de sus tropas en la Isla; decretó el régimen de las facultades omnímodas para el gobierno colonial, y además, en el ámbito eclesiástico, comenzó la sustitución del clero criollo por el peninsular.

Bayamo era uno de los pueblos cubanos que contaba con mayor número de templos, y en su caso específico se dio la circunstancia peculiar de que todos los clérigos, desde siglos atrás, eran siempre bayameses y miembros de las familias más distinguidas.

Se destacó el Padre Baptista como patriota y partidario de la independencia de Cuba, y muestra evidente de ello es su actuación desde antes del estallido de la guerra liberadora en 1868. Al respecto señalaba Maceo Verdecia:

Entre los varios hijos de Bayamo que habían abrazado la carrera eclesiástica, se encontraba el Padre Baptista, Vicario de la Arquidiócesis y uno de los más famosos oradores sagrados de la provincia. El espíritu abierto a las ideas reformistas que empezaban a vislumbrarse en aquella época; su generosidad para con los necesitados y la amabilidad de su carácter, hicieron que fuera el verdadero director espiritual de las familias bayamesas. A estas cualidades unía otra el Padre Baptista: su patriotismo. En esto era intransigente.

Al abundar sobre la posición patriótica del padre Baptista, el historiador bayamés precisaba: “Fue el verdadero precursor de los acontecimientos que debían surgir en el año 1868; es más: fue el padre de esos acontecimientos. La generación que debía animarlos, fue obra de sus manos. El hizo aquel espíritu; lo hizo y le dio vida,”

Un suceso acaecido en el mes de Abril del año 1864, puso de manifiesto el carácter íntegro del padre Baptista. Durante la procesión del Santo Entierro en la Semana Santa, reafirmó su derecho a organizar la procesión, y lo impuso ante las pretensiones del mariscal de campo don Luis de Monteblanch, quien de regreso con sus tropas de la frustrada empresa de Santo Domingo, se encontraba en la ciudad.

Otros episodios similares dan la medida de la osada y firme actitud patriótica del padre Baptista, entre ellos el hecho de haber permitido la primera interpretación instrumental de la marcha compuesta por Perucho Figueredo, a modo de Marsellesa, del movimiento conspirativo surgido en la ciudad, y que luego se convertiría en el Himno Nacional de Cuba.

El referido suceso tuvo lugar el 11 de Junio de 1868, apenas unos meses antes de la insurrección, después del Te Deum y también durante la procesión de la fiesta del Corpus Christi, en la Iglesia Parroquial Mayor y ante la presencia de las autoridades coloniales de la ciudad, entre ellos en propio teniente gobernador Julián Udaeta.

Pero sin dudas, el acontecimiento más trascendental de la vida patriótica del presbítero, fue la bendición de la bandera insurrecta de Carlos Manuel de Céspedes, efectuada también, en el mismo histórico escenario de la hoy Catedral bayamesa, el 8 de noviembre de 1868, días después de la toma de la ciudad por las fuerzas independentistas. En esa acción fue secundado por los sacerdotes Juan Luis Soleilac y Emiliano Izaguirre, perteneciente el último a la parroquia de Barranaca.

Cuando las tropas colonialistas recuperaron esta ciudad reducida en parte a cenizas el padre Baptista fue considerado infidente. Debido a su avanzada edad –tenía entonces 90 años- no fue castigado ni desterrado, sino que fue trasladado a Santiago de Cuba, donde murió de consunción, el 14 de febrero de 1876.

El longevo sacerdote criollo –vivió hasta los 98 años- a despecho de posiciones oficiales y del Patronato Regio ejercido sobre la Iglesia Católica, asumió valiente y dignamente su papel como hijo fiel de la tierra cubana.

Sirvan estas líneas –no es otro su propósito- como un tirón al manto del olvido, y de antecedente para un futuro y necesario trabajo, que indague y localice nuevas fuentes, y pueda ofrecer una imagen más acabada del religioso y patriota bayamés.

Queda entonces ese reto a los investigadores o interesados en general. Mientras, este es nuestro réquiem y a la vez nuestro aleluya.

Fuente: A propósito de Bayamo. Ediciones Simiente. Obispado Bayamo- Manzanillo (1999) p. 27 y 28.

lunes, 1 de febrero de 2016

DESVENTURAS BAYAMESAS

En el constante andar por las calles bayamesas pueden observarse hechos que en la mayoría de los casos son sustentados por las buenas conductas de los ciudadanos, pero siempre encontramos elementos negativos.

Esos ejemplos que no se quisieran experimentar suceden todos los días en nuestra comunidad y si bien hay autoridades responsabilizadas para la evitación de los mismos, es la propia ciudadanía la que puede erradicarlos.

Sera la policía, como guardiana del orden público, la única institución que debe luchar para que la armonía se manifieste en las calles, en los hogares, en la comunidad?


Si deseamos la convivencia en el barrio, los primeros que deben contribuir en ese empeño somos los ciudadanos, algunos de los cuales no tienen el comportamiento que se inculca en una sociedad como la nuestra.

Porque razón un vecino de un barrio cualquiera se esmera en que los demás, que descansan, ven la televisión o están enfermos, escuchen la música de su preferencia con decibeles tan acentuados que hacen daño?

No es un pecado oír la música que le gusta a alguien, lo descabellado radica en desear imponer al niño, al anciano, a la mujer, al vecino, esa preferencia, vulnerando la tranquilidad de sus semejantes.

Otro problema está centrado en la obsesión de algunos jóvenes de convertir cualquier espacio libre del barrio en un campo de futbol, obligando a los vecinos a vivir con puertas y ventanas cerradas.

Por lo general estos hechos ocurren no frente a la casa de residencia de esos jóvenes, sino en la puerta del vecino, mientras los padres de los infractores están tranquilamente en sus hogares.

Y ahí está una de las causas que originan estas indisciplinas sociales pues la familia tiene la obligación de velar por los hijos, donde están? que hacen en la calle? Con quienes se reúnen?

En cualquiera de nuestros barrios bayameses algunos que regresan después de una noche de fiesta, irrespetan a sus semejantes con escándalos, gritos y actitudes irrespetuosas.

Y qué decir de aquellos que mandan a la bodega a sus hijos menores a tratar de comprar cigarros y ron?

No vivimos en una sociedad perfecta, eso está totalmente comprobado, pero podría ser mejor si cada cual, desde la altura de la responsabilidad que tiene, contribuye a sanear nuestra ciudad de tales actitudes.

domingo, 31 de enero de 2016

MI BAYAMO

Caminar por las calles bayamesas siempre es un placer. De día, noche o madrugada siempre se siente la satisfacción de saber que se hace en una ciudad de tanta historia acumulada.

El Centro Histórico Urbano tiene sus encantos con sus plazas de la Revolución y del Himno, con la Catedral y la Casa Natal del Padre de la Patria, pero hay otros sitios que son símbolos.

Estos se encuentran diseminados cerca de los mencionados o más alejados geográficamente, pero son, asimismo, puntos de relevancia para la ciudad.

Uno de ellos es el lugar donde nació el poeta y patriota José Joaquín Palma en la actual calle Cisneros, donde una tarja recuerda el acontecimiento.

En Máximo Gómez, hay una casa donde nació Manuel de Jesús Cedeño, un hombre muy valiente que luchó junto a Bolívar por la redención latinoamericana.

En la actual calle Capotico, nació el Padre del Periodismo en Colombia, Manuel del Socorro Rodríguez, a quien se le atribuye la bella obra de Nuestra Señora de los Dolores de la Catedral.

La calle Céspedes tiene el lugar donde nació el primer presidente de la repùblica mediatizada Tomás Estrada Palma, frente a esta casa vivió también Carlos Manuel de Céspedes.

Liana de Lux, la excelsa poetisa, vivió tambien en la calle Céspedes, al igual que los historiadores Enrique Orlando Lacalle y José Carbonell.

Precisamente en la actual calle Céspedes vio la luz el gran patriota Francisco Vicente Aguilera, uno de los fundadores de la nación cubana que tanto luchó por la independencia nacional.

El autor del libro Bayamo, José Maceo Verdecia, nació en la calle Lora entre Mármol y General García, una tarja recuerda ese hecho para las actuales generaciones.

Por supuesto que se podrían citar mas lugares de la importancia de los mencionados porque Bayamo, a pesar del tiempo transcurrido desde su fundación, atesora aún sitios que enaltecen su gloria.

Así, caminando por las calles bayamesas podemos encontrarnos con estas reliquias de nuestra ciudad que se mantienen vivas con el paso de los transeúntes que en cada paso andan por su historia.

viernes, 29 de enero de 2016

EDUARDO FIGUEREDO RONDON: UN ARTIFICE DEL SONIDO RADIAL

La radio en Bayamo ha tejido una historia digna de todos los elogios por el papel que ha desempeñado en su función de informar, entretener y contribuir al gusto estético de la población.
Para lograr esos objetivos la radio ha contado en su historia local con decenas de trabajadores de diferentes especialidades que les dan vida a la programación concebida con tan nobles fines.
No hay duda de que para lograr un buen producto radial se necesita de un equipo de apoye desde sus posiciones, como el caso del locutor y el realizador de sonidos.
Esta especialidad es de suma importancia, pudiéramos decir, imprescindible en la realización radial por todo lo que aporta en ese propósito de entregar al oyente una obra, un programa.
Bayamo contó entre los realizadores de sonido con trabajadores de una alta calidad como Eduardo Figueredo Rondón, un maestro en aquella época donde los discos de acetato eran los utilizados para la música.
Y era uno de los que con maestría, trabajando en vivo, ponía la aguja en el surco exacto del tema de ese disco que el locutor había anunciado por petición de los oyentes.
Aquello era un espectáculo porque un programa en vivo requiere de atención, suma seriedad y por encima de todo de mucho talento, pues en ese sentido se ponía de manifiesto la calidad de la emisora.
Eduardo dejó una estela de simpatía entre los trabajadores de Radio Bayamo por su prolongada permanencia en esa interesante faena del realizador de sonidos.
Otro destacado en ese oficio fue Zenén Labaut Pérez, quien por cierto sigue acompañándonos y que al igual que Eduardo mostraba mucha calidad en su labor en los programas en vivo.
Franco Fonseca fue otro de los que marcó a la radio bayamesa, trabajando de manera abnegada en la labor que realizó durante su paso por este medio radial.
Cabe destacar además a dos mujeres que desempeñaron tales funciones en la radio bayamesa, una de ellas fallecida, Ramona Martínez Infante y Siria Infante y Rosita Santiesteban, aún entre nosotros.
Ellas dieron no solo su capacidad a la radio, sino belleza a esas cabinas de transmisión, donde predominaba en ese trabajo la fuerza masculina desde la irrupción de la radio en la Ciudad Monumento Nacional.
Hoy una pléyade de jóvenes, mejor preparados académicamente teniendo a su disposición las modernas tecnologías digitales, marca territorio, siguiendo la huella de aquellos que les precedieron.

TOMASITO, SIEMPRE CON LA SONRISA A FLOR DE LABIOS

Una de las esquinas más concurridas de Bayamo está ubicada en las intersecciones de las calles Canducha Figueredo y el Paseo General García en la que un hombre se crece cada día ante los obstáculos de la vida.
En su trayectoria ha realizado los trabajos más disimiles, pero siempre con la sonrisa a flor de labios, como símbolo de vida y de deseos de corresponder a los saludos y al cariño de su pueblo.
Desde niño fue olfateando los olores que emanaban de los dulces elaborados en su casa y poco a poco se fue adueñando de los conocimientos necesarios para continuar la tradición familiar.
¿Cómo entender entonces que este bayamés se haya entregado a esta labor habiendo sido trabajador agrícola y de la construcción?
La respuesta es sencilla: nunca olvido aquellos momentos en los que veía y hasta colaboraba en la confección de esas granjerías bayamesas, que se mantienen en la memoria popular que no las dejara morir.
Tomasito, ese es el hombre al que estamos dedicando esta sección de Andares Bayameses por todo lo aportado, por todo lo vivido en función de sostener esos productos que tanto se anhelan.
Las celebres rosquitas, matahambres, rosca blanda, maní, se mantienen en su puesto de venta, donde recibe el cariño del pueblo que sabe de sus esfuerzos, aun con su salud quebrantada, que no se deja vencer.
Y he ahí uno de los ejemplos que Eliberto Tomas Miniet Zamora, Tomasito, ofrece diariamente a los bayameses, sembrando en ellos su manera de ser, de actuar y de compartir.
En cada ciudad hay un gladiador que defiende el terruño, que es defender a la nación y a su cultura por lo que Tomasito desde la cúspide de su trabajo se empeña en preservar esa joya que son las granjerías bayameses.
Para él es insignificante el humo que le castiga sus ojos, sacándole lagrimas preparando todo lo necesario para elaborar las demandadas rosquitas que también son un símbolo de la Ciudad Monumento Nacional.
En la esquina de Tomasito reina la alegría, ese sitio es como el bálsamo que necesitamos los bayameses para impregnarnos cada mañana y salir a la calle a hacer lo necesario para que no mueran nuestras tradiciones.

CARLOS MARTI: BAYAMES POR DERECHO PROPIO

Bayamo tiene un capital humano extraordinario por ello es común encontrarnos con médicos, ingenieros, arquitectos, informáticos y licenciados en educación, historia del arte y en el deporte.
Ese conglomerado de especialistas le aporta a la ciudad sus conocimientos, experiencias, todo el talento que posee en función de hacer brillar sus respectivas ramas.
Es una suerte poder contar con esas personas que de manera cotidiana se esfuerzan desde sus posiciones de trabajo en alcanzar la excelencia en la calidad de sus labores.
Resulta una fortaleza para la ciudad esa pléyade de ciudadanos tan preparados y que aman profundamente lo que hacen y gozan cuando sus conocimientos son tenidos en cuenta.
En el deporte contamos con jóvenes que se afanan en encontrar esos diamantes en bruto que están entre nosotros para proyectarlos en las diferentes disciplinas de esa rama…
De manera particular hay uno de ellos que ha dejado, como se ha dicho, la piel en el terreno, en este caso de pelota, nuestro deporte nacional, tan urgido hoy de buscar las formulas para seguir brillando.
La persona de la que hablamos hoy ha sido consecuente con su tiempo, es un abanderado de la disciplina, la entrega, el tesón, elementos indispensables para lograr el triunfo.
Se trata de Carlos Marti Santos, quien nació el 16 de febrero de 1949 en Buey Arriba, uno de los directores de pelota de mayor experiencia e historia en nuestras series nacionales.
Su primer deporte, el futbol, lo desarrollo en edades tempranas y luego se entrego por completo al beisbol, deporte nacional que él defiende con la pasión que lo caracteriza.
Goza del respeto de los integrantes de su equipo y cuenta con una legión de seguidores que lo admiran por todo lo que ha logrado con el equipo Granma en los torneos nacionales.
Carlos Marti hoy se encuentra en una etapa de recuperación de su salud, quebrantada en pleno apogeo de la segunda fase de la 55 serie nacional de pelota que él sigue como apasionado de esa disciplina deportiva.
Le deseamos un pronto regreso al timón de los Alazanes, quienes desde el terreno de juego se esfuerzan para llevarle alegrías al director de tantas campañas y de tantas victorias.


EL RESPETO AL DERECHO AJENO

Andar por las calles bayamesas permite observar buenas acciones de la ciudadanía que hacen de la vida en esta villa un elemento que la distingue porque muestra el lado bueno, el que queremos, para la ciudad.
Los buenos ejemplos deben multiplicarse porque nos hacen mejores personas desde todo punto de vista, arraigándose los conceptos asociados a la vecindad deseada y que logra armonía para nuestras vidas.
Hablar de estos asuntos no es ocioso porque lo que hacemos hoy, bien o mal, repercute en las generaciones más jóvenes, proveyéndolas de buenas o malas costumbres que se convierten en hábito.
La perfección no existe aunque el ser humano siga empeñado en alcanzarla para la felicidad de todos, porque el solo hecho de querer amasarla hace que los individuos de cualquier sociedad, sean mejores.
Lamentablemente también, en ese camino, nos acompañan sombras que tratan de envolvernos para que surjan conflictos entre las personas y eso es totalmente criticable porque empañan nuestro cotidiano andar.
Lograr superar aquello que nos pueda separar, hacer el esfuerzo para que la armonía este por encima de las contradicciones, trabajar para lograr, desde la intimidad de la familia, tocar las sensibilidades humanas es muy bueno.
Las calles bayamesas nos muestran cada día la necesidad de borrar esas sombras que embrutecen a algunos que no se comportan debidamente lastrando las buenas actitudes en los espacios públicos,.
Son las sombras que se ciernen, por ejemplo, sobre aquel conductor de un vehículo que despoja del derecho en la vía a otro chofer que si cumple con lo dispuesto en las reglamentaciones del tránsito.
Son las mismas sombras que acompañan a un conductor de un vehículo que a las cuatro, cinco o seis de la mañana se empeña en llamar la atención de aquella persona a la que busca tocando el claxon inmisericordemente.
Esas mismas tinieblas mentales son las que impulsan a un chofer a circular por las calles bayamesas pobladas de seres humanos a una velocidad que excede lo dispuesto en el Código del Transito.
Cuando el conductor de un vehículo se cree infalible, asumiendo que posee todas las habilidades para conducir quizás llegue, en ese momento lo fatal que es un accidente que puede segarla vida a él y otros ciudadanos.
Lo mejor que se puede hacer es demostrar respeto por los demás, no vulnerar el derecho del prójimo a dormir en paz, a caminar sin el temor de la presencia en la vía de un chofer irresponsable. Eso es armonía.

viernes, 15 de enero de 2016

JORGE BERLANGA UN CIENTIFICO BAYAMES DE ALTURA

Bayamo ha tenido héroes y heroínas en todos los tiempos de su existencia.

Inolvidables los tiempos de la colonización española en los que surgieron las figuras de la Villa, que iluminaron a toda la Isla por todo lo que aportaron en el afán de libertad de la mayor de las Antillas.
Si bien conocemos la historia de hombres como Carlos Manuel de Céspedes, Francisco Vicente Aguilera, Perucho Figueredo, Manuel Muñoz Cedeño, entre otros, los tiempos siguientes nos acerca a los héroes de hoy.
Teniendo en cuenta ese legado que los bayameses guardamos celosamente en nuestros sentimientos, otros que han llegado posteriormente, también han alcanzado la estatura de los héroes pero lejos del campo de batalla.
Quizás no tan lejos de la beligerancia, porque los científicos en todo el mundo se empeñan en dar alivio a los dolores de los seres humanos y se adentran en los vericuetos, a veces misteriosos, buscando soluciones.
Y es en ese mundo en el que brilla un bayamés de pura cepa, quien aun viviendo en la capital cubana, asoma por una de las esquinas más céntricas de la ciudad para abrazar a su mama, la mayor inspiración de su vida.
Abrazando a su progenitora, recibe el calor de la ciudad, el aroma de los dulces más renombrados, el eco de ese sonido del coche tirado por caballos, el rumor del rio cercano y de las vecinas viejas de siempre.
Uno de sus mayores orgullos es decir que nació en Bayamo y en cualquier parte del mundo que ha recorrido se estremece cuando escucha el himno de la patria y lo canta con la fuerza que nuestra canción nacional merece.
Les hablo de un cubano que es reconocido en el planeta por su contribución al mejoramiento de la salud de millones de personas en todo el planeta y eso lo disfruta como aquel niño que salía a la Plaza de la Revolución a jugar.
Extremadamente modesto, uno de esos valores que hoy nos urge rescatar, y una voz casi queda, imperceptible, como deseando pasar por su ciudad casi de manera silenciosa.
Jorge Berlanga Acosta, uno de los creadores del medicamento HEBERT PROT- P, muy demandado en el mundo, dice que cuando cierre los ojos, este donde este, desea descansar para siempre en Bayamo ciudad que lo vio nacer.
El HEBERTPROT-P, actúa sobre la ulcera del pie diabético, reduciendo las amputaciones en más de un 71 por ciento y mejorando las condiciones de vida de las personas afectadas por esta enfermedad.
En el mundo sigue creciendo la cantidad de países que asumen la aplicación de este medicamento, orgullo del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.
Cierto es que ese prestigioso centro científico cubano, es motivo de orgullo para los que allí laboran, pero los bayameses también tenemos razones para sentir ese sentimiento en la persona de Jorge Berlanga Acosta.