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En los últimos días, medios de prensa y representantes de algunos
gobiernos tradicionalmente comprometidos con la subversión contra
Cuba han desatado una nueva campaña de acusaciones, aprovechando
inescrupulosamente un hecho lamentable: el fallecimiento de un preso
común, que quizás solo en el caso de Cuba, se convierte en noticia
de repercusión internacional.
El método utilizado es el mismo de siempre, que pretende
imponerse infructuosamente, a golpe de repetición, para satanizar a
Cuba, en este caso, a partir de la deliberada manipulación de un
acontecimiento totalmente inusual en nuestro país, a diferencia de
otros.
El denominado "preso político" cumplía una sanción de privación
de libertad de 4 años, tras un proceso justo durante el cual estuvo
en libertad y de un juicio conforme a derecho, por haber golpeado
brutalmente y en público a su esposa, agredir a los policías y
resistirse violentamente a la detención.
Esta persona murió a causa de un fallo multiorgánico asociado a
un proceso respiratorio séptico severo, a pesar de haber recibido
toda la atención médica necesaria, incluidos los medicamentos y el
tratamiento especializado, en la sala de cuidados intensivos del
principal centro hospitalario de Santiago de Cuba.
¿Por qué algunas autoridades españolas y de la Unión Europea se
apresuraron a condenar a Cuba sin intentar siquiera informarse sobre
el tema? ¿Por qué usan, siempre y de antemano, la mentira cuando de
Cuba se trata? ¿Por qué, además de mentir, censuran la verdad? ¿Por
qué a la voz y la verdad de Cuba se le niega, sin ningún disimulo,
el más mínimo espacio en los medios de comunicación internacional?
Se actúa con gran cinismo y doble rasero. ¿Qué calificativo le
darían ellos a la brutalidad policial puesta de manifiesto en España
y en la mayor parte de la "culta y civilizada Europa", muy
recientemente, contra el movimiento de los "indignados"?
¿Quién se ha preocupado por la dramática situación de
hacinamiento en las cárceles españolas que albergan a una población
penal inmigrante muy alta, que sobrepasa el 35 % del total de
reclusos en el país, según el último informe disponible del
sindicato de prisiones ACAIP, fechado el 3 de abril del 2010? ¿Quién
se ha preocupado por investigar el fallecimiento en julio del 2011,
en el centro penitenciario de Teruel, en España, de Tohuami Hamdaoui,
un preso común de origen marroquí, que perdió la vida tras una
huelga de hambre voluntaria que duró varios meses? ¿Quién ha
referido que el recluso se había declarado inocente?
¿Acaso ha perdido la memoria y la noción de la realidad el vocero
chileno que nos calumnia cuando afirma que el difunto era un
disidente político que se mantuvo 50 días en huelga de hambre? Debe
conservar recuerdos de sus días de líder estudiantil vinculado a los
militares golpistas de Pinochet que masacraron a su pueblo y
extendieron la desaparición y la tortura a todo el Cono Sur mediante
el "Plan Cóndor", pero no se le conocen declaraciones sobre la
brutal represión contra los estudiantes que se manifiestan
pacíficamente en defensa del derecho humano a la educación universal
y gratuita. ¿Será de los que quisieron rebautizar en los libros
escolares a la dictadura como régimen militar? ¿Habrá dicho algo
sobre la represiva y arbitraria Ley Antiterrorista que se aplica a
los mapuches de la huelga de hambre?
No podía faltar en esta campaña el gobierno de Estados Unidos,
principal instigador de cualquier esfuerzo por desacreditar a Cuba,
con el único propósito de justificar su política de hostilidad,
subversión y bloqueo económico, político y mediático contra el
pueblo cubano.
Impresiona la hipocresía de los voceros de Estados Unidos, país
que ostenta un pobre récord en materia de derechos humanos, tanto
dentro de su territorio como en el mundo. El Consejo de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas ha reconocido que en ese país ocurren
a diario graves violaciones en materia de los derechos de la mujer,
la trata de personas, la discriminación racial y contra minorías
étnicas, las condiciones inhumanas en las prisiones, el desamparo de
los reclusos, un patrón racial diferenciado y los frecuentes errores
judiciales en la imposición de la pena de muerte, la ejecución de
menores y enfermos mentales, los abusos del sistema de detención
migratorio, las muertes en la militarizada frontera sur, los actos
atroces contra la dignidad humana y los asesinatos de víctimas
inocentes de la población civil por parte de efectivos del ejército
estadounidense en Iraq, Afganistán, Paquistán y otros países, y las
detenciones arbitrarias y torturas perpetuadas en el ilegal centro
de detención de la Base Naval de Guantánamo que usurpa nuestro
territorio.
Apenas se conoce en el mundo que en noviembre del 2011, en los
Estados Unidos, tres personas murieron en medio de una huelga de
hambre masiva de prisioneros en California. Según los testimonios de
los presos alojados en las celdas contiguas, los guardias no les
ofrecieron ninguna asistencia, e incluso deliberadamente ignoraron
sus gritos de auxilio, a diferencia de su abusiva práctica de
someter a los huelguistas a alimentación forzada.
Semanas antes, había sido ejecutado el afroamericano Troy Davis a
pesar de la copiosa evidencia que demostraba el error judicial sin
que la Casa Blanca ni el Departamento de Estado hicieran nada.
En los Estados Unidos, 90 prisioneros han sido ejecutados desde
enero del 2010 hasta la actualidad, mientras que otros 3 222 reos
esperan su ejecución en el corredor de la muerte. Su gobierno
reprime asiduamente con brutalidad a quienes se atreven a denunciar
la injusticia del sistema.
Este nuevo ataque contra nuestro país tiene una franca intención
política que nada tiene que ver con una legítima preocupación por la
vida de las cubanas y cubanos. Se fustiga con la complicidad de
emporios financiero-mediáticos como el Grupo Prisa y el que
administra la CNN en Español, en el mejor estilo de las mafias de
Miami. Se acusa de manera irracional al gobierno de Cuba, al que se
culpa, sin siquiera haber investigado mínimamente la realidad de los
hechos. Se condena primero y se juzga, si acaso, después.
Es visible en este caso que ni las autoridades que se han
referido con inmediatez y torpeza a este hecho, ni el aparato al
servicio de la agresión mediática contra Cuba, se tomaron siquiera
el trabajo de confirmar la información. Poco importa la verdad si lo
que se pretende es fabricar artificialmente y vender una imagen
falsa de supuestas violaciones flagrantes y sistemáticas de las
libertades en Cuba que algún día justifique una intervención con el
fin de "proteger a cubanos civiles indefensos".
Resulta evidente la intención de imponer una matriz de opinión
diabólica, encaminada a mostrar un deterioro sensible de la
situación de derechos humanos en Cuba, construir una supuesta
"oposición victimizada que muere en las cárceles", donde incluso se
le niega el acceso a los servicios de salud.
El mundo entero conoce la vocación humanista de nuestros médicos
y personal de la salud, que no escatima esfuerzos ni los escasos
recursos con que cuenta el país —en gran medida debido al criminal
bloqueo que sufre nuestro pueblo desde hace más de 50 años— para
salvar vidas y mejorar el estado de salud de su pueblo y de muchos
otros en todos los confines de la Tierra.
Cuba cuenta con el respeto y la admiración de los pueblos y de
muchos gobiernos que reconocen su obra social en la isla y en el
mundo.
Los hechos hablan más que las palabras. Las campañas anticubanas
no harán mella en la Revolución cubana ni en su pueblo, que
continuará perfeccionando su socialismo.
La verdad de Cuba es la del país donde el ser humano es lo más
valioso: una esperanza de vida al nacer de 77.9 años como promedio;
una cobertura de salud gratuita para todo su pueblo; un índice de
mortalidad infantil de 4.9 por cada mil nacidos vivos, cifra que
supera los estándares norteamericanos y es la más baja en el
continente, ligeramente inferior que la de Canadá; toda una
población alfabetizada y con pleno acceso a todos los niveles de
educación de manera gratuita; un 96% de participación en las
elecciones generales del 2008, un proceso democrático de discusión
de los lineamientos económicos y sociales, previo al VI Congreso del
Partido.
La verdad de Cuba es la del país que ha llevado sus universidades
y escuelas a los centros penitenciarios, en los que los reclusos
fueron oportuna e imparcialmente juzgados, reciben salario igual por
su trabajo y disponen de elevados niveles de atención médica sin
distinción de raza, sexo, credo ni origen social.
Quedará otra vez demostrado que la mentira, por muchas veces que
se la repita, no necesariamente se convierte en verdad, porque "un
principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un
ejército".
Editado desde la ciudad de Bayamo, Cuba, por el periodista David Rodríguez Rodríguez.
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lunes, 23 de enero de 2012
VERDADES SILENCIADAS Y MENTIRAS AMPLIFICADAS SOBRE MUERTES DE PRESOS EN CUBA, ESTADOS UNIDOS Y ESPAÑA. (VIDEOS)
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Informes
poco difundidos sobre huelgas de hambre y muertes en prisión en Estados
Unidos y España, así como la situación de los prisioneros de conciencia
en el estado español son analizados en este video de Cubainformación, en relación con la campaña mediática desatada contra Cuba alrededor de la muerte por razones de salud de Wilman Villar, autor
de hechos de violencia contra una mujer y las autoridades que se ha
intentado presentar como un disidente en huelga de hambre.
Añadimos además un video anterior de la misma fuente sobre el caso de un emigrante marroquí fallecido
tras una prolongada huelga de hambre en julio de 2011 y otros
similares, en comparación con el tratamiento informativo y político dado
al del delincuente común cubano Orlando Zapata Tamayo, cuya madre
recientemente se fotografió en Miami con el terrorista Luis Posada Carriles.
http://www.youtube.com/watch?v=_826dHgtQOw&feature=player_embedded#t=0shttp:/
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=l_OAT4Fh-oE
LA VERDAD EMPIEZA A APARECER TRAS MUERTE DE WILMAN VILLAR
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Tímidamente, mientras algunos van
tratando de poner el parche antes de que salga el grano, la verdad
comienza a aparecer en medio de la inundación mediática desatada tras el lamentable fallecimiento en un hospital de Santiago de Cuba del recluso Wilman Villar.
Un cable de AFP trata de encubrir en
“fracturas ideológicas que dividen a miles de familias cubanas” el hecho
de que el difunto fuera “denunciado por su suegra a la policía tras una
pelea doméstica en julio de 2011″, y ambiguamente ubica su
incorporación “a las actividades disidentes a mediados de 2011″, cuando
todos los medios habían situado antes el debut político de Villar a fines de octubre.
Lo que AFP llama “fractura ideológica” es denominado por blogueros cubanos,
que dan el teléfono de la suegra de Villar como vía de verficación,
“golpiza” y “pateadura”, y no dudo que pronto aparezcan testimonios que
profundicen en esa dirección. Por si acaso, antes de que se caiga la
historia, como ha sucedido otras veces, la televisora CNN daba tribuna a Yoani Sánchez -más
célebre por sus relaciones con EE.UU. que por su lealtad a la verdad-
para sacar partido político al lamentable deceso, apuntando contra las
visitas a Cuba del Papa y de la presidenta brasileña Dilma Rouseff.
Como un buitre que al fin se topa con un añorado cadáver, Sánchez cree tener ahora la oportunidad que no le dio el retiro religioso en una iglesia de La Habana, ni el derrumbe de un edificio por el que inventó, en la misma CNN, -apenas 24 horas antes del fallecimiento de Villar-
un “colapso” inexistente en un importante hospital cubano. Pero no es
esta persona la única carroñera, los jefes de Yoani, en declaraciones
de la portavoz del Departamento de Estado difundidas en Miami,
salieron en clave electoral a proclamar que el dinero seguirá fluyendo
para que los buitres continúen su siniestra labor: “Continuaremos
apoyando, en las palabras del presidente ‘bolsas de libertad’ en Cuba, a
través de visitas familiares de Cubano-Americanos, remesas, viajes con
propósitos especiales y ayuda humanitaria a los disidentes y sus
familiares”.
Tomado de La Pupila InsomneLOS CAMBIOS POLITICOS EN CUBA
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Jesús Arboleya Cervera
Un criterio bastante extendido, es que las actuales reformas económicas en Cuba,
no implican cambios políticos relevantes. Así lo afirma el gobierno
norteamericano para negar su trascendencia, pero el propio discurso
oficial cubano alimenta esta percepción, ya que con tal de enfatizar que
no constituyen una negación del rumbo socialista del proceso, evade
resaltar su inevitable impacto en la esfera política.
Sin embargo,
ni la historia, ni lo que está aconteciendo, confirman esta
aseveración. Desde su origen, el modelo económico socialista cubano ha
estado más condicionado por exigencias políticas, que por estrategias
económicas ortodoxas. Es cierto que siempre existe la posibilidad de
escoger entre varias alternativas y a veces se acierta o fracasa por
culpa de la selección, pero estas opciones han estado particularmente
constreñidas en el caso de Cuba.
El modelo estatista centralizado que ha
regido, con más o menos rigor, la política económica cubana a lo largo
de cincuenta años, estuvo condicionado por el bloqueo y otras formas de
agresión de Estados Unidos; por la oposición al sistema de los
principales propietarios del país y su vinculación con los grupos
contrarrevolucionarios; por la emigración generalizada de gerentes y
profesionales en los primeros años y por la posibilidad casi exclusiva
de inserción económica que ofrecía el campo socialista, lo que
inevitablemente llegó acompañada de sus propias condicionantes
estructurales y políticas.
Hoy día se argumenta, muchas veces con
razón, las consecuencias negativas que tuvo esta inserción para la
economía cubana y se enfatiza la dependencia a estos mercados, sobre
todo el soviético, así como el retraso del parque tecnológico adquirido.
En realidad, se trató de una alternativa que ofrecía menores estándares
de desarrollo que el mundo capitalista industrializado, la pregunta es
si existían posibilidades mejores en las condiciones específicas
cubanas, incluso si esa integración alguna vez ha sido realmente posible
para los países pobres.
El modelo económico resultante de esta
alianza constituyó, sobre todo, el fruto de una estrategia de
supervivencia, lo que no niega la presencia de una pasión política que
limitó la capacidad crítica e indujo al mito de la “irreversibilidad”
del llamado socialismo real. A favor de los dirigentes cubanos, desde el
Che hasta Fidel Castro, está el hecho de que, a pesar de esto, alertaron como pocos respecto a sus problemas y desviaciones.
No comparto el criterio del “fracaso
absoluto” que muchos achacan a esta experiencia. Al margen de sus
imperfecciones, hubo un crecimiento económico que superó los niveles de
América Latina en su momento, generó un desarrollo humano relevante, así
como mejoras en el nivel de vida e indicadores sociales que aún
compiten con los mejores del mundo. Partiendo de sus premisas, se creó
un modelo de vida que sirvió de sustento al consenso social y, por
tanto, a las formas de hacer política, algunas veces también
imperfectas, pero asumidas como legítimas por la mayoría de la
población.
El problema es que ese modelo de vida
resultó insostenible al desaparecer el mundo que le servía de asidero.
El desmoronamiento del campo socialista europeo aceleró el proceso de
globalización y lo configuró a partir de las premisas del
neoliberalismo. Hoy día prácticamente no existe otro mercado que ese e
incluso experiencias integradoras de otro tipo, como el ALBA, no pueden
evadir sus influencias. El dilema para Cuba se traduce en cómo funcionar
bajo estas reglas en las condiciones leoninas que impone el bloqueo y
salvar, además, las metas socialistas que constituyen su naturaleza.
Se impone la construcción de un nuevo
consenso social, lo que implica cambios políticos considerables y
también conflictos para ser aplicados. Hay que transformar una
mentalidad, como ha dicho el propio Raúl Castro, la
cual no necesariamente era equivocada antes, sino que dejó de tener
sustento en la nueva realidad. La burocracia, siempre nociva, se resiste
a los cambios y tiene la capacidad para actuar contra ellos. Vale decir
que no me refiero a la necesaria función administrativa y de gobierno,
sino a un sector parasitario que, muchas veces sin conciencia de ello,
se alimenta de superfluos mecanismos de control, generando mediocridad,
oportunismo y corrupción, por lo que su eliminación constituye una
batalla política que transciende las medidas puramente económicas.
Más importante aún, las reformas
económicas en curso implican una relación distinta de los ciudadanos con
el Estado. Se calcula que, en poco tiempo, el Estado dejará de ser el
empleador de más de la mitad de los trabajadores del país y en las
empresas estatales se imponen mecanismos más participativos de
administración, toda vez que los trabajadores corren el riesgo de la
gestión y dependerán directamente de sus resultados. La
descentralización económica, asignando mayor protagonismo a las
estructuras locales, obliga también a una mayor participación y
fiscalización ciudadana de los gobiernos a estas instancias, para solo
mencionar las repercusiones más evidentes y abarcadoras.
¿En qué medida es posible conciliar estos cambios con el propósito de continuar con el proyecto socialista?
Para empezar habría que ponerse de
acuerdo respecto al concepto mismo de socialismo y asumir que no puede
ser concebido como antes, lo que implica una profunda transformación
ideológica, con consecuencias políticas inevitables.
Una de las trampas que puso el dogmatismo
al marxismo, fue extender el criterio que el socialismo requería de un
modelo único, estableciendo premisas inviolables para definir su
naturaleza. Mientras que el capitalismo convivió siglos con el
esclavismo y formas feudales de propiedad, algunas de ellas aún
presentes en ciertos lugares, a partir de esta aproximación teórica, al
socialismo se le negó el derecho a adecuarse a su realidad concreta y
encaminar, desde base objetivas, la transformación de la sociedad.
Otra premisa marxista es que el
socialismo está concebido para desarrollarse a escala mundial. Claro que
existe la posibilidad, incluso la necesidad, del socialismo en un solo
país y la historia lo ha confirmado, pero ello es el primer paso de un
largo camino, como un recién nacido que tiene que aprender a vivir y
desarrollar sus capacidades partiendo de su confrontación con la vida
cotidiana.
Esa es la fase en que nos encontramos, el
socialismo posible es aquel que asume al hombre y la mujer como sus
prioridades y hace todo lo posible por satisfacer sus necesidades
existenciales básicas; se plantea eliminar la explotación todo lo que
sea posible; actúa contra la enajenación en todas sus formas y enaltece
la dignidad y la solidaridad humana, todo lo cual condiciona los límites
de la gestión capitalista en su propio seno y encamina al país hacia
derroteros que no están determinados por la avaricia incontrolada.
Mientras en Cuba no cambie esta doctrina habrá socialismo, a pesar de
las transformaciones económicas y políticas que se impongan.
La verdad es que para triunfar en su
propósito de “adecuarse”, Cuba está abocada a una “revolución dentro de
la Revolución” y los cubanos que creemos posible avanzar en este camino,
así como la izquierda en general, tenemos que aprender a defender
nuestro “socialismo real”, sin el temor a la herejía de alejarnos de una
utopía que los dogmáticos nos fabricaron demasiado utópica.
Está claro que estos no son los cambios
que desea el gobierno norteamericano y por eso niega su existencia, pero
ese es un problema de ellos. (Tomado de Progreso semanal)
ESPAÑA: ¿CARCELES O INFIERNO?
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Omar Pérez Salomón
Cuando leí la noticia sobre declaraciones formuladas por la Vicepresidente
del gobierno español del Partido Popular Soraya Sáenz y del Comunicado
del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, en relación con la muerte del recluso común cubano Wilman Villar Mendoza, de inmediato me vino a la mente aquella célebre frase del apóstol de la independencia de Cuba, José Martí; “Quien ha sabido preservar su decoro, sabe lo que vale el ajeno, y lo respeta”, publicada en La América, Nueva York. en julio de 1884.
En aquella
época, Martí se encontraba en los preparativos de la guerra necesaria
contra el colonialismo español, que permitiría años después, desterrar
por siempre el dominio de España sobre la mayor de las Antillas.
Quizás sea el colonialismo el móvil que
mueve al actual gobierno español a criticar y cuestionar al gobierno
cubano, y no respetar el decoro que caracteriza a la Revolución cubana
desde sus inicios en 1868.
Pero tal conducta tiene su explicación.
Quienes conforman el actual gobierno español se comportan como súbditos
del imperio norteamericano, participando en campañas contra la isla sin
ningún tipo de recato, en vez de ocuparse de resolver los serios
problemas económicos, sociales y en el sistema penitenciario de ese
país.
Según informe publicado en el sitio elmundo.es , España es el país de la Unión Europea con un mayor número de presos respecto a la población:
155 por 100.000 habitantes. En el 2010 Alfredo Calcedo-Barba,
vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal, expresó que
“en las prisiones hay entre tres y cuatro veces más enfermos mentales graves que en el conjunto del territorio nacional
y que las circunstancias en las que se encuentran los afectados por
patologías mentales en las cárceles españolas son lamentables”.
Y agregó, “en el origen del problema se
encuentra la descoordinación entre administraciones. Los enfermos
mentales que cometen delitos deben responder ante la justicia, pero
también necesitan cuidados sanitarios. Y ahí es donde surgen las
complicaciones, ya que el sistema penitenciario depende del Gobierno
central, mientras que el sanitario corre a cargo de las autonomías. Por
eso nadie invierte en esta cuestión; los responsables autonómicos y
nacionales se pasan la ‘patata caliente’ unos a otros, y mientras los
políticos discuten, España sigue contando únicamente con dos hospitales psiquiátricos penitenciarios (en Alicante y Sevilla), que siguen un modelo de hace 40 ó 50 años y se encuentran absolutamente desbordados”,
También el sitio digital Arborea comenta en su trabajo, ‘La indignante situación de las cárceles en España’,
que “la cárcel no cumple su supuesto papel de reinserción (el 60% de
las personas que pasan por prisión vuelve a ser encarcelado otra vez).
Las vejaciones y abusos son constantes por parte de los carceleros, y
también entre los presos, situación que se ve facilitada por la extrema
jerarquización de la comunidad carcelaria, incluso entre los propios
presos.
“En este mundo oscuro del que la sociedad
civil poco o nada sabe ni quiere saber, el 60% de los presos son
drogodependientes, y son carceleros quienes introducen la droga allí. De
hecho en la cárcel es mucho más fácil conseguirla que fuera. Y la
situación de enfermos graves es penosa (50% de los presos están en esta
situación en mayor o menor medida) ya que no se excarcela a nadie con
enfermedades terminales y la asistencia sanitaria es terriblemente
deficiente, de modo que muchos mueren entre rejas sin el tratamiento
adecuado, y por supuesto sin dignidad, como ratas. El 50% son
analfabetos, y si hablamos de inmigrantes esta cifra sube al 80% (un 30%
de los presos son extranjeros). Pero si analizamos de cerca el
problema, nos daremos cuenta de que sumando drogodependientes, enfermos
mentales e inmigrantes son en conjunto el 80% de los encarcelados, y
también los colectivos más marginados de esta sociedad”.
Esta situación reportada en el 2009, se
agrava en la actualidad con el incremento de la crisis económica en ese
país. Me pregunto, ¿con qué moral el gobierno de España juzga y reprocha
a la Revolución Cubana, que tanto ha hecho por su pueblo y el de otros
países?. La respuesta está en Martí; cuando no hay decoro, no se sabe
valorar el ajeno, y mucho menos se le respeta.
Tomado de La Pupila Insomne
CUANDO LA MUERTE SOLO ALIMENTA LA VORACIDAD DEL ENEMIGO
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Miguel Fernández
De
nada vale que un hombre, con razón o no, haya muerto. De nada vale que
una familia sufra la pérdida de un ser querido. De nada vale que algunos
no tengan frenos para incentivar la inmolación inútil en aras de
conseguir sus propósitos.
Nuevamente se reabre la carpa y el circo
enciende sus luces, mientras las fieras aúllan sedientas de sangre. Lo
importante es tener “argumentos”, aunque los costos los paguen otros.
Una máxima que ha imperado por más de medio de siglo de persistente
enfrentamiento con el único fin de aniquilar a un pueblo.
Lo insólito
es que conviertan a un delincuente común en patriota. Eso es tan vil
como el mismo acto de empujarlo a un supuesto martirologio. Una
irrespetuosa comparación de un abusador de mujeres que fue confinado en
prisión por atentado y desacato, con los próceres que fundaron la Patria
y los miles de hombres y mujeres puros que entregaron su vida en
defensa de la soberanía isleña.
Aunque fuera cierta la pertenencia del
supuesto suicida a alguna de las agrupaciones opositoras que medran en
la Isla, eso no lo eleva a la categoría de patriota, cuando su conducta
social estaba lejos de los derechos que presumiblemente decía defender.
Los que ahora lo erigen como mártir, olvidan las marcas de los golpes que dejó en su esposa Maritza Pelegrino, acto por el que fue a parar a prisión. Pero se hacía vital reconvertirlo en luchador, patriota y demócrata.
Más que ira, da pena que importantes
personalidades se incorporen ciegamente a la algarabía y silencien las
verdaderas razones por las que este suicida fue a dar a prisión. El
presidente de los Estados Unidos Barack Obama se pronunció asegurando
que sus “pensamientos y oraciones están con la esposa, la familia y las
amistades de Wilmar Villar, un joven y valiente defensor de los derechos
humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, quizás sin darse
cuenta que la violencia contra su esposa fue la razón de su
encausamiento y que sus familiares, ni siquiera compartían sus
actividades contra la estabilidad de su propia Patria.
También la vicepresidenta del gobierno
español, Soraya Sáenz de Santamaría, hizo comentarios condenatorios sin
buscar las verdaderas razones de esta amarga historia. No sorprende
quien representa a un partido político de derecha que ha abogado por
años por ver hundirse a la Revolución Cubana.
A ninguno de los grandes medios se les ha ocurrido buscar impresiones entre la población cubana, ni siquiera en el pequeño pueblo oriental de Contramaestre,
lugar donde vivía y actuaba Villar Mendoza. Y no tengo dudas que esas
opiniones serían intrascendentes y poco confiables para los propósitos
de la campaña mediática que se teje contra Cuba.
Una vez más se demuestra que estos actos,
por trágicos, no repercuten negativamente sobre la sociedad cubana, y
al final, solo consiguen unir más al pueblo en torno a su Revolución. El
pueblo, esa mayoría de obreros, estudiantes y profesionales que la
contrarrevolución –dentro de la Isla o en las oficinas de Miami- llama
turbas, jamás aceptarán presiones de quienes han apostado a matarlos por
hambre.
*Periodista cubano residente en Miami
CANDIDO FABRE EN MIAMI: [[EL BARBARO SIGUE EN PIE (+VIDEO)
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s
Edmundo García
El pasado año simpatizantes de Vigilia
Mambisa acordaron piquetear a la cantante Haila porque descubrieron en
Internet una foto suya junto al Comandante Fidel Castro. Un pequeño
grupo protestó en el “Club Aché” de la calle 8, frente al restaurante
Versailles, pero Haila dio su concierto a lleno completo y con
transmisión directa al Capri, en La Habana. En Miami nos preguntábamos
qué artista de Cuba podía volver a levantar los rencores políticos, cuando el público respondía al intercambio cultural, sin importarle ya la posición ideológica del invitado.
Pero en La Habana sucedió algo que en
Miami se convirtió en chiste: “Menos Cándido Fabré, ya a Miami puede
venir hasta el Conjunto de Espectáculos de las FAR”. Pasó que el 13 de
agosto, día del cumpleaños de Fidel, el gran Fabré cerró el espectáculo
“Serenata de la Fidelidad” en el Teatro Carlos Marx de Miramar con un
son tremendo que repetía en su estribillo “Y el bárbaro sigue en pie”.
No dijo quién era el bárbaro, pero puede imaginarse. Fabré pedía dejar
el chisme porque en resumidas cuentas en Cuba manda “el que tiene que
mandar”, y que los que no son de Raúl no son de Fidel, y los que no son
de Fidel no son de Raúl. El video puede encontrarse fácilmente en You
Tube. Se comentaba aquí que después de eso el mulato la tendría fea en
Miami.
Me parece que se equivocaron. Porque
Fabré se apareció el jueves pasado en un programa de televisión de
Miami, donde fue recibido con grandes aplausos por el público y por su
presentador. Cándido llegó al estudio para promocionar su concierto en
el “Club Aché” de Miami, que es parte de una gira por ciudades de
Estados Unidos. Dijo a su público que estaba muy contento de empezar el
año así, que era como ir a jugar pelota y dar un jonrón en la primera
vez al bate.
El antiguo líder de la Orquesta Original
de Manzanillo, que en visita anterior tuvo que soportar averiguaciones
casi acusatorias sobre su posición política en otro programa de otro
canal de la televisión miamense, fue tratado ahora con respeto por
colegas y admiradores. Fabré, que jamás ha intentado congraciarse con la
derecha de Miami con declaraciones oportunistas, habló del orgullo que
sentía porque cantantes como Celia Cruz y Willy Chirino hayan
interpretado su música. Recordó los inicios de su carrera, comentó sobre
su técnica para improvisar y de los recursos que empleaba para
compensar una voz que calificó como no privilegiada y se expresó con
sencillez e inteligencia cuando le preguntaron por la gran medalla de la
Virgen de la Caridad del Cobre que llevaba en el pecho: “Soy creyente,
no religioso. Los religiosos son los que saben mucho de eso. Yo solo
creo.”
Ayer sábado 21 en el “Club Aché” de
Miami, repleto y sin protesta, Cándido Fabré mostró que él también sigue
en pie después de más de tres décadas haciendo buena música cubana y
expresando libremente las cosas que en que realmente cree. Ese es su
crédito; esa es la garantía para quienes lo siguen, dentro y fuera de
la isla, dentro y fuera de los escenarios.
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