Texto y foto: Alberto D. Pérez
EL RIO CAUTO, Provincia de Granma, Julio de 2012.-
Hace
poco más de quince años a orillas del río Cauto, el mayor de Cuba,
comenzó un proyecto del PDHL/Cuba, uno de los muchos que
ese Programa desarrolló en el país, para fomentar lo que se llamó
“fincas forestales”, diseñadas para proteger las riberas de la mayor vía
fluvial del país, impedir la pérdida de suelos, contener las
inundaciones y aumentar la masa de árboles.
Con
los árboles, regresaron los pájaros y otras especies silvestres. Hoy,
en las riberas del Cauto se escuchan el trinar de sinsontes,
jilgueros y muchas otras sonoridades de las que nos regala la
naturaleza tropical cubana.
Esta foto, tomada al atardecer del 1 de julio de 2012 desde un gran ómnibus que cruzó la vía de agua a toda velocidad, demuestra
el singular éxito de este proyecto PDHL/Cuba, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el PNUD.
Porque fue el Programa de Desarrollo Humano al nivel Local en Cuba --en sintonía con las necesidades y anhelos expuestos por los
expertos, la población y las autoridades granmenses—el patrocinador del sistema de fincas forestales.
Tan
singular fue el éxito de este proyecto, que las fincas forestales del
Cauto recibieron uno de los máximos premios otorgados
por la Conferencia de Medio Ambiente y Desarrollo efectuada en 1999 en
Johannesburgo, Sudáfrica. Tocó el honor de recibir el premio a una
destacada finquera, Magaly Jorge, que asistió al cónclave como parte de
la delegación cubana.
Una
hermosa faceta de estas fincas es que en ellas se sembraron especies
identificadas por José Martí, el Héroe Nacional de Cuba,
en su diario de campaña.
La
foto es harto elocuente. El mayor río de Cuba está hoy protegido por
esta singular cortina verde y es un lugar mucho más acogedor
y hermoso de nuestro planeta
¡Honor y gloria a quienes trabajaron en este singularmente humano proyecto!