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En varias ocasiones
algunos amigos y personas que leen lo que escribo me habían sugerido que
realizara algún artículo referente a la conectividad de Cuba a Internet
y por supuesto, el tan recurrente tema del cable de fibra óptica; sin
embargo, siempre manifesté no estar de acuerdo con la idea, argumentando
no contar con los elementos necesarios para abordar tan medular
temática; no obstante, leer una noticia publicada por el Nuevo Herald
hace algunos días constituyó la musa o el motor impulsor de lo que ahora
están apreciando. Bajo el título “Fibra óptica de internet para
Cuba: de la euforia al misterio”, la periodista Andrea Rodríguez,
corresponsal en La Habana de la agencia de prensa norteamericana The
Associated Press o AP, publicó un enorme y tendencioso artículo donde
plasma su análisis referente al tema.
Era el soleado
miércoles 9 de febrero de 2011. Entre sonrisas y discursos, varios
funcionarios del gobierno cubano recibían en la oriental playa de
Siboney el cable de fibra óptica que cruzó parte del mar Caribe,
proveniente de Venezuela, y que prometía sacar a la isla de la era de
Piedra informática en la que vive (…) En ese entonces, los funcionarios
prometieron que en julio de 2011 la fibra óptica entraría en operación,
pero a más de un año del anuncio la conexión de Cuba a la red de redes
sigue siendo de las peores del continente y hasta ahora nadie se explica
qué pasó con una infraestructura por la que se pagó unos 70 millones de
dólares.
Con esas palabras comenzaba el discurso de la
colega Rodríguez, no obstante, me gustaría mostrarles algunos otros
criterios que considero también deben de ser analizados.
Si bien es cierto que Internet constituye en la actualidad el medio de comunicación masiva más completo
porque en él se complementan los recursos, textos, imágenes y sonidos;
además de lograr una verdadera interacción entre las fuentes y los
usuarios (y que me perdonen los teóricos por mi aporte), no debemos
dejar de reconocer que el maremágnum de información que en él aparece no
es directamente proporcional a las realidades que se viven en el mundo y
mucho menos, significa la veracidad de los hechos.
Nadie puede creer que con solo navegar a través de bits puede encontrar la verdad absoluta. El músico y bloguero cubano Silvio Rodríguez ilustró muy bien esto al expresar: “Me
parece demasiado optimista pensar que internet es garantía de
democracia, cuando hay tantos países con mucho internet y democracia tan
dudosa. Yo creo que hace más falta que un país produzca y funcione
correctamente que tener banda ancha (ojo que no excluyo internet)”.
Es real que todos en Cuba nos regocijamos ante la opción de poder
contar con una mayor cobertura a la red, y que conste que fuimos todos,
no solo los funcionarios del gobierno cubano que se encontraban en la
playa de Siboney. Los que ya estábamos acostumbradas(os) a utilizar la
red, soñábamos con una conexión más rápida y eficaz, y los que nunca
habían tenido esa posibilidad, se imaginaban explorando un mar lleno de
peces raros donde quizás alguno podría asustarlos en un inicio, pero
siempre con la mejor disposición de aprender hasta ser capaces de
dominarlos.
Por otro lado, afirmar que Cuba se encuentra en la “era de piedra informática” me parece un poco aberrado cuando la cantidad de usuarios de Internet en el mundo en 2011 ascendía aproximadamente a 2.100 millones de personas, o sea, un 30% de la población de la Tierra, según informe del portal Pingdom, y esta hermosa isla del Caribe es apenas un 0,15 % de ese mapa.
No obstante, no debemos olvidar que la mayoría de los internautas, unos 920 millones, vive en Asia y casi 480 millones, en Europa.
En tercer lugar está América del Norte, luego vienen América Latina y
África, y concluye la lista, la región de Australia y Oceanía.
Ante la inminente realidad que muestra que son los países desarrollados o
del primer mundo los principales consumidores de la red, entonces me
parece que abría que plantear que la mitad del mundo vive en la era de
piedra informática.
Cuba tiene un ancho de banda de 323
megabits por segundo (Mbps) por vía satelital, pues hasta ahora las
leyes del bloqueo de Washington le impiden acceder a cualquiera de las
decenas de cables que pasan por zonas cercanas a sus costas.
A
pesar del limitado acceso, un por ciento (%) de nuestra población,
aunque no signifique todos lo(s) que nos gustaría(n), pueda exceder a
los debatidos servicios, los que son ofrecidos a través de instituciones
médicas, educativas, gremiales o de entidades del gobierno, aunque no
existe una política que se oponga a la prestación del servicio directo a
los particulares, sólo que este se brindará cuando haya recursos
financieros y técnicos para garantizar una oferta sostenible.
En cuanto al cable de fibra óptica, no es un secreto para nadie que para
tirar los más de 1.600 kilómetros a través del mar Caribe, desde la
playa de Camurí en Venezuela hasta Siboney en Cuba, se invirtieron 70
millones de dólares; pero imagino que tampoco resulte desconocido que la
causa de tamaña inversión radica en la negativa del gobierno
norteamericano, a través de su histórico bloqueo, de permitir el acceso a
alguno de los cables que rodean la isla, cuando a solo 32 kilómetros de
sus costas pasa el más cercano de una nutrida red.
Es cierto
que cuando en febrero de 2011 se anunció la llegada del cable a las
costas cubanas los pronósticos indicaban que en julio se podría contar
con su funcionamiento; es cierto también que yo, como la mayoría de las
personas, no tengo toda la información de lo ocurrido; y debo de
reconocer además, que mucho se rumorea sobre si la causa en el retraso
fue un proceso de corrupción.
Como dirían los colegas de la Joven Cuba: “Disiento
con que no se le explique a la población qué rayos pasó con el cable
fibra óptica. Disiento con muchas cosas, pero ser disidente no me
convierte en un opositor del gobierno y esa es la diferencia entre un
Revolucionario y un involucionario”.
Si todos formamos
parte y defendemos esta Revolución, tenemos el derecho de estar
conscientes de los procesos que en ella ocurren para poder tomar partido
en la lucha contra cualquier cosa que pueda afectarla, que es lo mismo,
que afectarnos individualmente.
No obstante, confío en que de
ser un proceso de corrupción la realidad del asunto, a pesar de la
discreción y ellos sabrán los motivos, los líderes cubanos deben de
haber impuesto una medida ejemplarizante a los culpables. Basta ya de pasar paños tibios a todo el que no sobreponga los intereses colectivos por encima de los individuales.
Como bien describió Andrea Rodríguez: “Conectarse
a internet en Cuba es una operación que desafía la paciencia de
cualquiera que haya tenido contacto a la tecnología DSL… y la
existencia del cable permitirá a Cuba multiplicar por tres mil veces
las velocidades actuales de transmisión de datos, imágenes y voz”.
Pero me parece que olvidó mencionar que en enero de 2010 la Comisión
Federal de Comunicaciones de Estados Unidos ratificó a Cuba en la lista
de exclusión para inversiones de infraestructura en el sector, y en
marzo, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del
Tesoro autorizó la prestación de servicios de mensajería instantánea a
la isla, pero descartó la conectividad por cualquier vía.
Ojalá todos en el mundo pudiéramos tener una computadora personal. Ojalá
que todos en el mundo pudiéramos tener acceso a la red de redes. Ojalá
que todos en el mundo aprovecháramos las nuevas tecnologías más que para
diversión y muerte, para ampliar cultura e intercambiar experiencias.
Ojalá que nadie muriera de hambre. Ojalá que la salud y la educación de
todos fuera gratuita y de calidad. Ojalá que no hubiera que temer a las
guerras. Ojalá que tantas personas no se vieran amenazadas por el uso
de Drones. Ojalá que en Naciones Unidos se velara por la paz mundial y
no por el interés de unos pocos. Ojalá que la crisis mundial no tuviera a
tantas personas al borde de un abismo. Ojalá que…
Entonces,
creo que la agencia AP y sus periodistas, debe de tener cosas más
importantes y urgentes en qué detenerse en estos momentos, en vez de
reprochar los niveles de acceso de Cuba a la red, sobre todo, cuando
históricamente se ha negado a la isla esa posibilidad y cuando es un
asunto interno que debe de ser resuelto y criticado, y que conste que
sin miedo pero con una visión constructiva, por los que vivimos en esta
tierra y por demás, nos sentimos cubanos.
Artículos recomendados:
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¿Hacia un ciberespacio socialista?
Acceso a Internet alcanza a un 30% de la población mundial
Infografía: 28,7 % de la población mundial tiene acceso a Internet
Cable submarino Cuba-Venezuela
Los involucionarios
Dunnia
Castillo Galán. Graduada de Periodismo en el año 2011 en la Universidad
de Oriente de Santiago de Cuba. Actualmente se desarrolla como
profesora de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI). Blog de la autora: http://cybermambi.wordpress.com/2012/05/29/la-era-de-piedra-informatica-para-cuba-o-para-el-mundo/
Editado desde la ciudad de Bayamo, Cuba, por el periodista David Rodríguez Rodríguez.
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miércoles, 30 de mayo de 2012
“EL RÉGIMEN NORTEAMERICANO DEBE EXPLICAR SUS TORTURAS A LA ONU¨
Cómo convertir un informe periódico de la ONU en "un acto de acusación contra Cuba"
Cubainformación TV
El pasado 22 de mayo,
la mayoría de los medios internacionales (y otros locales habitualmente
anticubanos) reproducían al unísono la misma noticia: “La ONU pide a Cuba que aclare 2,400 detenciones en 2012” (El Nuevo Herald, Globovision, La Voz de Galicia, La Nación, Cuba Democracia y Vida, Clarín).El diario colombiano El Mundo, en la total exageración, titulaba: “Cuba, a examen por tortura”. El servicio de radio y televisión internacional del gobierno de los Estados Unidos, Voice of America (Voz de América) escribía: “ONU pide cuenta a Cuba por represión”. ¿Pero,
qué hay de cierto en todo eso? Lo cierto es que nada más se trataba de
una periódica interrogación (el segundo informe periódico) que el Comité
contra la Tortura de la ONU suele hacer a todos los países de mundo con
el fin de averiguar la forma en que los países aplican las disposiciones de la Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes. (aquí la relación en inglés)
En el citado documento, que -según los medios- debería ser un acto de acusación al ‘régimen cubano’, se puede leer simplemente que “el Relator solicitó información sobre el funcionamiento del servicio de policía, las investigaciones penales y el proceso de detención, destinada a impedir la práctica de la tortura”. Añadía el documento que, según lo que afirmó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (perteneciente a la OEA y por lo tanto otra organización/filial del gobierno norteamericano), “hubo un fenómeno conocido como detenciones de corta duración, que por lo general sólo duró 24 horas” y que dicha Comisión los ha definido “detenciones arbitrarias”.
Es sobre esas acusaciónes que se basaban gran parte de las interrogaciones del Comité que, por ejemplo, más explicaciones sobre el caso de Juan Wilfredo Soto García -cuya muerte, en 2011, fue consecuencia de una pancreatitis aguda e insuficiencia renal, aquejado además de diabetes, hipertensión y una miocardiopatía dilatada- ya que la llamada diside
ncia, sin prueba alguna, denunció su asesinato por parte de la policía cubana. Como dicho, esas interrogaciones suelen hacerse a todos los países del mundo, inlcuso los más ‘democráticos’. Por ejemplo, si en la misma página web de la organización hacemos una búsqueda con palabras claves como “United States” salen cuestiones como: “Pena de muerte (relación)”, “Preocupación del Relator por prisión de Guantánamo (relación)”, “Denuncia de falta de prevención de la violencia contra la mujer (relación)”,“Relator Especial sobre Tortura expresa su preocupación por las restricciones impuestas por los Estados Unidos en su interacción con los detenidos (relación)”, “Experto de prostitución infantil investiga en Estados Unidos(relación)”, “Urgencia para que Estados Unidods y Somalia ratifiquen la Convención sobre los Derechos del Niño (relación)”. Todo eso sin que ninguno de los citados medios lo considerara noticia relevante o acto de acusación de la ONU contra el gobierno norteamericano; sin que ninguno de esos medios titulara, por ejemplo, “El régimen norteamericano debe explicar sus torturas frente a la ONU”.
Es evidente el hecho de que, una vez más, los medios intentaron usar, para su proprio uso y consumo, una organización internacional para llevar adelante su campaña mediática contra Cuba. Los mismos medios que suelen silenciar todos los logros que muchas importantes organizaciones internacionales reconocen anualmente a Cuba (por ejemplo la UNICEF afirma que Cuba es el paraíso de la infancia). Si solo pensamos en eso, la manipulación de la noticia y el intento de desinformación quedan muy claros.
Fuente: http://cubainformacion.tv/index.php/manipulacion-mediatica/43451-como-convertir-un-informe-periodico-de-la-onu-en-qun-acto-de-acusacion-contra-cubaq
En el citado documento, que -según los medios- debería ser un acto de acusación al ‘régimen cubano’, se puede leer simplemente que “el Relator solicitó información sobre el funcionamiento del servicio de policía, las investigaciones penales y el proceso de detención, destinada a impedir la práctica de la tortura”. Añadía el documento que, según lo que afirmó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (perteneciente a la OEA y por lo tanto otra organización/filial del gobierno norteamericano), “hubo un fenómeno conocido como detenciones de corta duración, que por lo general sólo duró 24 horas” y que dicha Comisión los ha definido “detenciones arbitrarias”.
Es sobre esas acusaciónes que se basaban gran parte de las interrogaciones del Comité que, por ejemplo, más explicaciones sobre el caso de Juan Wilfredo Soto García -cuya muerte, en 2011, fue consecuencia de una pancreatitis aguda e insuficiencia renal, aquejado además de diabetes, hipertensión y una miocardiopatía dilatada- ya que la llamada diside
ncia, sin prueba alguna, denunció su asesinato por parte de la policía cubana. Como dicho, esas interrogaciones suelen hacerse a todos los países del mundo, inlcuso los más ‘democráticos’. Por ejemplo, si en la misma página web de la organización hacemos una búsqueda con palabras claves como “United States” salen cuestiones como: “Pena de muerte (relación)”, “Preocupación del Relator por prisión de Guantánamo (relación)”, “Denuncia de falta de prevención de la violencia contra la mujer (relación)”,“Relator Especial sobre Tortura expresa su preocupación por las restricciones impuestas por los Estados Unidos en su interacción con los detenidos (relación)”, “Experto de prostitución infantil investiga en Estados Unidos(relación)”, “Urgencia para que Estados Unidods y Somalia ratifiquen la Convención sobre los Derechos del Niño (relación)”. Todo eso sin que ninguno de los citados medios lo considerara noticia relevante o acto de acusación de la ONU contra el gobierno norteamericano; sin que ninguno de esos medios titulara, por ejemplo, “El régimen norteamericano debe explicar sus torturas frente a la ONU”.
Es evidente el hecho de que, una vez más, los medios intentaron usar, para su proprio uso y consumo, una organización internacional para llevar adelante su campaña mediática contra Cuba. Los mismos medios que suelen silenciar todos los logros que muchas importantes organizaciones internacionales reconocen anualmente a Cuba (por ejemplo la UNICEF afirma que Cuba es el paraíso de la infancia). Si solo pensamos en eso, la manipulación de la noticia y el intento de desinformación quedan muy claros.
Fuente: http://cubainformacion.tv/index.php/manipulacion-mediatica/43451-como-convertir-un-informe-periodico-de-la-onu-en-qun-acto-de-acusacion-contra-cubaq
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