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jueves, 30 de julio de 2015

PERUCHO, EL AUTOR DEL HIMNO NACIONAL DE CUBA





Aquel debió ser un día de los más hermosos en la ciudad de Bayamo, porque la historia también premia a los que llegan a este mundo con el destino determinado por sus acciones futuras.

Nadie de los presentes en el momento del alumbramiento, ni la madre, ni el padre, ni ningún otro miembro cercano de la familia podía saber que el niño recién llegado ocuparía un sitio preponderante en la vida bayamesa.

Es que los hombres vienen al mundo a ocupar el lugar que les corresponde, para bien o para mal, pero cada cual asume el camino de la gloria o el de las torceduras.

Para suerte de Bayamo, aquel niño, ya hombre, decidió seguir por la senda de la luz y no la de la oscuridad, por esa razón guardamos su nombre y su paso por la vida como algo apreciado, inolvidable.

Provenía de cuna de oro por lo que no tenía necesidad alguna para involucrarse en acciones que le podrían acarrear disgustos y hasta rompimientos con su familia.

Pudo más la estirpe, fue superior en fuerza el sentimiento de solidaridad hacia los desfavorecidos y aunque se hizo abogado, músico, poeta y orador, se sumó a los clamores patrios.

Desde que abrió los ojos solo vio a negros y negras encadenados y sobre ellos el estallido del látigo, que laceraba sus espaldas, dejándoles dolorosas huellas que los marcarían para toda la vida.

Fue mucho lo que hizo este bayamés, cuyo nombre se escucha en cualquier parte del mundo, siendo uno de los orgullos de los nacidos en la ciudad que le vio nacer el 28 de julio de 1819.

En esa fecha nació Pedro Figueredo Cisneros, quien ocupa hoy uno de los venerables sitios de la historia de Cuba por lo que aportó a la causa de la independencia de la Isla.

Nadie con bajas pasiones se entrega en cuerpo y alma a la lucha por la libertad de un pueblo, todo lo contrario, Perucho ha dejado un  legado de fidelidad inolvidable y permanente entre nosotros.

El abogado, músico, poeta, orador y posteriormente Mayor General del Ejército Libertador, había participado en la toma de Bayamo luego de la cual, escribiría la letra de nuestro Himno Nacional.

Quedó para siempre en nuestra historia uno de los grandes hombres de 1868, secundando a Carlos Manuel de Céspedes desde el levantamiento en La Demajagua.

El patricio recibe el recuerdo eterno  de su pueblo.