Por Jean-Guy Allard
La confirmación de la investigación por corrupción, realizada por tres
organismos estatales, del congresista cubanoamericano David Rivera solo
confirma el carácter mafioso de la representación cubanoamericana en el
Capitolio de EEUU, cuyos miembros tienen todos, de una forma u otra,
una vinculación con el mundo del crimen o del terrorismo.
Rivera es parte de la llamada “Pandilla de los Seis” que conforman la
Miami Connection – por tener su cuartel general en la Florida - tanto en
el Senado como la Camara Baja y que se completa con los senadores Bob
Menéndez, Marco Rubio, Albio Sires, y los representantes Mario
Díaz Balart e Ileana Ros-Lehtinen.
Hace ya meses que se revelo la existencia de investigaciones contra
Rivera, un político que desde mucho antes de su llegada en Washington
tenía fama de de no tener escrupulos en exceso.
El miamense se encuentra a la vez bajo la lupa, más o menos limpia según
el caso, de los investigadores del FBI junto con la fiscalía federal,
el Departamento de Policía de Florida y la Unidad “Corrupción Pública”
del Departamento de Policía de Miami Dade.
El siempre hambriento Servicio Federal de Impuestos también se interesa por la situación financiera de Rivera.
La búsqueda cubre toda una serie de actividades sospechosas del
congresista lo que incluye la comisión de 510,000 dólares en pagos
secretos que se hicieron en 2008 a su madre, de parte del cinódromo
Flagler Dog Track , un préstamo de 132 mil dólares que se le hizo y más
de 75 mil dólares en pagos a la hija de uno de sus empleados, pagados
supuestamente por "cortesía".
En el caso del “Flagler Dog Track”, Rivera negó los hechos a pesar de
que aparece en los records públicos que su madre fungía como
Presidenta de una corporación llamada “Milenium” que “casualmente”
aceptó medio millón de dólares de la empresa situada en Flagler y 37
Avenida en el noroeste de Miami.
“Flagler Dog Track” se ha convertido ahora en el Casino “Magic
City”. Gracias al lobby realizado por Rivera en el Congreso Estatal de
La Florida para otorgarle a esta empresa de carreras de perro la
autorización para desarrollar un Casino.
Tomado de Cambios en Cuba
Editado desde la ciudad de Bayamo, Cuba, por el periodista David Rodríguez Rodríguez.
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miércoles, 3 de agosto de 2011
FIDEL Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Por Orlando Pérez Salomón
Uno de los términos más utilizados para agredir a la Revolución Cubana es el de la libre expresión. A lo largo de más de 50 años se ha empleado sin tener en cuenta el contexto y las condiciones en que se ha desarrollado la Revolución.
Uno de los términos más utilizados para agredir a la Revolución Cubana es el de la libre expresión. A lo largo de más de 50 años se ha empleado sin tener en cuenta el contexto y las condiciones en que se ha desarrollado la Revolución.
Me pregunto si la Revolución en sí misma
no ha significado para jóvenes, niños, ancianos, mujeres, obreros,
campesinos, intelectuales y artistas, acceso y posibilidades en todos
los órdenes espirituales y también en el orden material, que hubieran
sido cercenadas para la inmensa mayoría de ellos bajo el capitalismo
subdesarrollado que ha sido el destino de los países que forman el
entorno de Cuba.
En medio de
un incremento de la lucha ideológica frente al imperialismo
norteamericano y sus aliados europeos, y de los debates que se producen
a nivel de toda la sociedad cubana, los invito a reflexionar acerca de
algunas ideas del líder de la Revolución Cubana Fidel Castro, sobre la
libre expresión.
“Permítanme decirles en primer lugar que
la Revolución defiende la libertad; que la Revolución ha traído al país
una suma muy grande de libertades; que la Revolución no puede ser por
esencia enemiga de las libertades; que si la preocupación de alguno es
que la Revolución vaya a asfixiar su espíritu creador, que esa
preocupación es innecesaria, que esa preocupación no tiene razón de ser.
“La Revolución tiene que comprender esa
realidad y, por lo tanto, debe actuar de manera que todo ese sector de
artistas y de intelectuales que no sean genuinamente revolucionarios,
encuentre dentro de la Revolución un campo donde trabajar y crear y que
su espíritu creador, aún cuando no sean escritores o artistas
revolucionarios, tenga oportunidad y libertad para expresarse, dentro de
la Revolución.
“La Revolución no puede pretender
asfixiar el arte o la cultura cuando una de las metas y uno de los
propósitos fundamentales de la Revolución es desarrollar el arte y la
cultura, precisamente para que el arte y la cultura lleguen a ser un
real patrimonio del pueblo”.
Junio de 1961
“Mi concepto de la prensa libre es que
los medios masivos de divulgación, la prensa, la radio, la televisión
deben ser propiedad del pueblo, y no propiedad de individuos
particulares. Ese es nuestro concepto.
“En nuestro concepto, los periódicos y
los medios masivos de divulgación pertenecen al pueblo. Y debe existir
la más amplia libertad para que el pueblo utilice esos medios a favor de
los intereses de su causa, en la crítica dura de todo lo que está mal
hecho. Creo que mientras más crítica y autocrítica exista dentro del
socialismo, eso es lo mejor. Esa es mi opinión.
“Usted habla de minoría. Yo no veo
ninguna minoría en Cuba, porque la minoría de Cuba se fue para Miami.
Ellos tienen allá sus periódicos, sus revistas, sus estaciones de radio y
lo tienen todo. La mayoría se quedó en Cuba, y esa mayoría es la que
tiene las estaciones de radio, la televisión y los periódicos”.
Octubre de 1977
“¿Por qué no nos atrevemos a decir que no
puede haber democracia, libre opción ni libertad real en medio de
espantosas desigualdades, ignorancia, analfabetismo total o funcional,
ausencia de conocimientos y una falta asombrosa de cultura política,
económica, científica y artística a las que solo pueden acceder exiguas
minorías, incluso dentro de los países desarrollados, inundado el mundo
por un millón de millones de dólares de publicidad comercial y
consumista, que envenena a las masas con ansias de sueños y deseos
inaccesibles, que conduce al despilfarro, la enajenación, y la
destrucción implacable de las condiciones naturales de la vida humana?”.
Enero de 2003
“Si usted llama libertad de prensa al
derecho de la contrarrevolución y de los enemigos de Cuba a hablar y a
escribir libremente contra el socialismo y contra la Revolución,
calumniar, mentir y crear reflejos condicionados, yo le diría que no
estamos a favor de esa ‘libertad’. Mientras Cuba sea un país bloqueado
por el imperio, víctima de leyes inicuas como la Helms-Burton o la Ley
de Ajuste Cubano, un país amenazado por el propio Presidente de Estados
Unidos, nosotros no podemos dar esa ‘libertad’ a los aliados de nuestros
enemigos cuyo objetivo es luchar contra la razón de ser del socialismo.
“En esos medios “libres”, ¿quién habla?
¿De qué se habla? ¿Quién escribe? Se habla lo que quieren los dueños de
los periódicos o de las emisoras de televisión. Y escribe quien ellos
deciden. Usted lo sabe bien. Se habla de “libertad de expresión”, pero
en realidad lo que se defiende fundamentalmente es el derecho de
propiedad privada de los medios de divulgación masiva.
“Nosotros no andamos con hipocresías de
ninguna índole al hablar de la “libertad” de la prensa europea. Nosotros
soñamos con otra libertad de prensa, en un país educado e informado, en
un país que posea una cultura general integral y pueda comunicarse con
el mundo. Porque quienes temen el pensamiento libre no educan a los
pueblos, no les aportan, no tratan de que adquieran el máximo de
cultura, de conocimientos históricos y políticos profundos, y aprecien
las cosas por su valor en sí, y porque saquen conclusiones de sus
propias cabezas. Para sacar las cosas de sus propias cabezas, deben
poseer los elementos de juicio necesarios.
“¿Van a hablar de “libertad de expresión”
en países que tienen un 20 o un 30 por ciento de analfabetos totales, y
un 50 por ciento de analfabetos funcionales? ¿Con qué criterio, con qué
elementos incluso, opinan, y dónde opinan? Si cuando mucha gente culta e
inteligente quiere publicar un artículo, no hay manera de que salga a
la luz, lo ignoran, lo aplastan, lo desacreditan. Se han convertido esos
grandes medios en instrumentos de manipulación.”
Septiembre de 2006
“La OEA debiera saber que hace rato no
formamos parte de esa iglesia, ni compartimos su catecismo. Partimos de
posiciones diferentes. Si hablamos de libertad de expresión, debemos
recordarle que en nuestro país no se reconoce la
propiedad privada sobre los medios de comunicación. Fueron siempre los
propietarios de estos los que determinaron qué se escribía y quiénes
escribían, qué se transmitía o no, qué se exhibía o no. Los analfabetos y
semianalfabetos no pueden hacerlo, y durante cientos de años, en tanto
reinó el colonialismo y se desarrolló el sistema capitalista desde que
fue inventada la imprenta, las cuatro quintas partes de la población no
sabían leer ni escribir, ni existía la educación gratuita y pública.
“En este hemisferio los pobres jamás
tuvieron libertad de expresión, porque nunca recibieron la educación de
calidad y los conocimientos eran reservados únicamente para las élites
privilegiadas y burguesas. No culpen ahora a Venezuela, que tanto ha
hecho por la educación después de la Revolución Bolivariana, ni a la
República de Haití, abatida por la pobreza, las enfermedades y
catástrofes naturales, cual si esas fuesen las condiciones ideales para
la libertad de expresión que proclama la OEA”.
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