En los inicios de los años 1960, ya en plena Revolución, cuando se están experimentando cambios en el orden social y principalmente en lo referente la cultura, que llega la Santería a la ciudad de Bayamo, presentando elementos de un marcado proceso de entrecruzamiento, muy en especial con el espiritismo, por ser el de mayor presencia en la localidad como manifestación religiosa popular. Ligado a este proceso hay otro de reconocimiento de los que practican la Regla de Ocha o Santería al clasificarse como espiritista.
La llegada de la Santería a la localidad será a través Milagros Zequeira Fernández, conocida por todos como La Negra, quien se hizo Yemayá, por problemas de enfermedad, en la región de Santiago de Cuba por otra santera quien por demás está considerada como las de mayor edad dentro de la regla en la región oriental y ya fallecida, Rosa Torres. Fue su casa escenario del primer tambor que se toca a los santos en Bayamo. Otro de los principales santeros de esta ciudad lo fue Rodolfo Pérez, quien hizo el primen santo en la localidad en el año de 1988 y que hizo que cada miembro de su familia se fundamentara en esta religión, logrando gran reconocimiento por sus trabajos realizados a necesitados.
La primera santo que se hizo y que se hace referencia anterior lo es Rosa Méndez (Yemayá, Elegguá) y también por problemas de enfermedad, en el reparto bayamés de Camilo Cienfuegos y quien desde pequeña practica el espiritismo. En el año 1987 se hizo santo Matilde Gener Pérez (Oyá Yagsé), en la región de Santiago de Cuba, siendo el elemento de enfermedad el principal móvil. Oficia la santería junto a los miembros de su familia y es su casa centro de encuentros para afiliados a esta manifestación. Raquel Báez Castillo (Obatalá), se hizo santo por problemas de salud y oficia la santería con regularidad en su propia casa donde tiene espacio para sus santos o guías. Evelio Saborit Reyes (Obatalá), también figura entre los principales oficiantes de la santería en la localidad. Se hizo santo en la provincia de Ciego de Ávila por presentar problemas con su salud. Desde niño practica el espiritismo y desde el 98 la santería con sistematicidad. En su casa funciona el cabildo de santa Teresa de Jesús, muy reconocida por su carácter de proyecto cultural.
Es el elemento de problemas de salud el móvil fundamental por el cual estos principales llegaros a fundamentarse como santos, siendo esto uno de los rasgos distintivos de la santería en Bayamo. En diferentes visitas de exploración realizadas a distintas casas cultos se pudo constatar que de las personas que asisten a sesiones de trabajo, ceremonias o celebraciones de santos hay un predominio de la raza mestiza y negra, que si lo comparamos con la cantidad de la raza blanca que en Bayamo es relativamente mayoritaria y fluye hacia otras manifestaciones religiosas mucho más de casta, estamos en presencia de una correspondencia de ello con lo que se manifiesta en otras regiones del país donde la Regla de Ocha es más fuerte. De aquí se desprende que sigue siendo esta una religión de la donde la raza negra es la que lleva la voz cantante, como si no quisieran desaparecer los ancestros que le dieron origen en el continente africano.
La Regla de Ocha o Santería como sistema mágico religioso y como uno de los más representativos de la cultura religiosa del cubano, mantiene en esencia las características que la definen como tal en la localidad.
Su sistema adivinatorio solo cambia en lo referente al espacio y los elementos que se incorpora del espiritismo que la hacen ser un poca más de acá.
Aunque la práctica de la santería en Bayamo no es en grandes proporciones en cuanto a sus oficiante, sí lo es la cantidad de asistidos que cada vez va en aumento su frecuencia de visitas, presos de las satisfacciones proporcionadas por los orishas y que son de harto agradecidas. No cabe duda alguna la presencia del espiritismo dentro de la regla, en la forma de oficiar y proceder de los santeros y sus ahijados, lo que manifiesta en grado sumo la peculiaridad de los mismos en la localidad.
Estudio realizado por la Casa de la Nacionalidad Cubana