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sábado, 20 de agosto de 2011

Pedagogía del distraído: viajando de la disidencia al capitalismo



El opositor cubano Carlos Martín Gómez y seis familiares con los que llegó en marzo iniciaron una acampada frente al Ministerio de Asuntos Exteriores, en Madrid, para denunciar la expulsión del centro de acogida en el que vivían.

Este expreso fue desalojado de un centro de acogida junto a su familia tras ser acusados de supuestas agresiones físicas y amenazas al personal que trabaja para una organización humanitaria.
Como protesta desplegaron ante la sede de la cancillería varias banderas de Cuba y carteles en los que hacen “responsable” de su situación al Gobierno de España y otro que en el que aseguran: “No vinimos en patera”, en alusión a los miles de inmigrantes que en precarias embarcaciones anualmente intentan emigrar desde África a la península ibérica.
Martín Gómez niega que estuviese bebido o que amenazase con un cuchillo a alguien, porque según él eso es propio de “esa pila de negros de Sierra Leona y el Congo y de los marroquís, que solo buscan bronca en esos pisos”, tan seguro está de su inocencia que aseguró que se corta “las dos manos si soy culpable”.
Afirmó que su expulsión se debió a la denuncia pública de las “condiciones infrahumanas y de hacinamiento” en las que estaban viviendo en el centro de acogida de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear).
El opositor aseguró que nunca hubo ni agresiones físicas entre ellos, ni amenazas al personal de la institución, tal y como informó en su momento Cear para justificar su expulsión junto su familia.
Fuentes de Cear, consultadas por este periódico, mantienen que los cubanos cometieron faltas consideradas como graves por las que fueron expulsados del centro que tiene esta organización en la ciudad de Málaga.
El capitalismo no es como se lo contaron
Martín Gómez señaló que un asesor del Cardenal Jaime Ortega le dio como única opción para su liberación la salida hacia España, aunque Laura Pollán, portavoz de las Damas de Blanco y esposa de uno de los 12 liberados que se quedaron en la isla, aseguró que “nadie ha obligado a ningún preso a que abandone el país”.
El acuerdo de la liberación de 127 presos y su salida hacia España acompañados de 650 familiares, fue fruto de unas negociaciones tripartitas entre el Arzobispado de La Habana, el canciller español Miguel Ángel Moratinos y el gobierno cubano.
Su cuñado, Ramón, resguardado del fuerte sol bajo uno de los portales, me dice que ya se lo advirtió su padre antes de venir cuando le dijo que “el capitalismo no vale, eso solo es para los capitalistas, por eso se llama así, pero para los pobres como nosotros no sirve”.
A pesar de las críticas del derechista Partido Popular y de la administración norteamericana a las liberaciones de los presos cubanos, Carlos Martín aseguró que no reciben ninguna ayuda de esta organización política ni de la embajada estadounidense.
Los días de acampada callejeras los superan gracias a la ayuda de cubanos que emigraron por cuestiones económicas y trabajan ahora en establecimientos hosteleros de la zona, con amargura reconoce que la colonia anticastrista les ha dado la espalda ahora que han perdido su impacto mediático.
El excarcelado denunció la actitud de aquellos “hermanos cubanos” que están en España, “bien posicionados y recibiendo subvenciones del Gobierno español y se han robado toda la ayuda que también era para el resto”.
Los planes que se hicieron antes de venir chocaron con la realidad de un país con más del 20 por ciento de la población sin empleo, que no entiende por qué en tiempos de recortes sociales hay que mantenerles y pagarles una manutención.
“Yo no sabía cómo era la situación aquí, porque cuando uno ve todo lo negativo que saca la televisión cubana piensa que es mentira y además en Artemisa, provincia de la que es originario, como en la mayoría de Cuba no se escucha la señal de Radio Marti eso es una cosa pa los habaneros”, señala.
Respecto a la política estadounidense hacia Cuba, afirmó que “no hay bloqueo sino embargo”, pero consideró que el presidente Obama y la CIA tienen que eliminarlo porque “no consiguió en cincuenta años derribar a la Revolución y solo sirve para que sufran los cubanos más débiles”.
Mientras continúan su protesta frente a la cancillería española, Carlos Martín Gómez considera que la solución al problema pasa por el envío del opositor y su familia a Estados Unidos o el retorno para el país de donde salieron. (Tomado de La Republica.es)

PERIODISMO BAJO LAS PORRAS: ESPERANDO LOS PREMIOS



Por repetido, ya casi ha dejado de ser noticia. No hay día en que no ocurra. Las escenas son fotografiadas, filmadas y difundidas con inusitada velocidad a través de Internet, y en ocasiones logran hasta abrirse paso en algunos medios de comunicación.


                                 El periodista Gorka Ramos, detenido y golpeado por la policía española
                          

La brutalidad con que los agentes del orden reprimen a quienes protestan en las calles españolas no ha dejado causa sin moretones. De Málaga a Madrid y Barcelona, las porras, patadas y piñazos no se han detenido ante minúsválidos, menores, mujeres o periodistas. Estos últimos, por cierto,  han sido los favoritos de las agresiones en los días recientes.
Los hechos han sido por demás documentados  sustanciosamente. A diferencia de las noticias que en España se difunden sobre Cuba, esta vez hemos podido ver  el testimonio gráfico y sonoro de rostros ensangrentados, golpes y persecuciones con especial deferencia hacia quienes hacen uso de cámaras fotográficas o teléfonos celulares; e incluso, los nombres de los periodistas victimizados  han aparecido en algún que otro periódico.
Son elementos más que suficientes para esperar pronto algunos reconocimientos  hacia estas personas que han ejercido su profesión en condiciones hostiles, comenzando por extensas entrevistas en espacios como El País y CNN. Luego, seguramente vendrán los pronunciamientos solidarios desde Washington y Bruselas, con los rostros indignados de Hillary Clinton y varios de sus colegas europeos.
Y así, tendríamos listo el escenario para comenzar a hablar de premios. El Premio Sajárov del Parlamento Europeo, el Príncipe Claus de la corona holandesa, el María Moors Cabot de la Universidad de Columbia, y por supuesto el Ortega y Gasset de periodismo digital, con todo derecho para quienes han colocado en la red de redes su riesgoso trabajo en defesa de la libertad de expresión.
Como se trata de galardones con sustanciales dotaciones en metálico, serían también una importante contribución a la seguridad de los informadores. Podrían así sufragar los periodistas la imprescindible protección para ejercer su profesión, financiando equipamiento (cascos, etc) y alguna escolta con estos fines. Si además de esto, organizaciones como Reporteros sin Fronteras y la Sociedad Interamericana de Prensa se pronuncian enérgicamente sobre las condiciones en que los reporteros españoles deben ejercer su trabajo, seguramente entonces éstos lograrán el mayor de los reconocimientos: ser -como los “disidentes” cubanos- noticia ellos mismos cada vez que abran la boca sin necesidad de verificación ni contraste. (Publicado en CubAhora)

EEUU no tiene moral para incluir a Cuba en lista negra de países terroristas, afirma nota de la Cancillería

 A continuación la Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores, de Cuba:

El 18 de agosto, el Departamento de Estado incluyó a Cuba, por trigésima ocasión, en la espuria lista de “Estados patrocinadores del terrorismo internacional”, con el único propósito de desacreditar a nuestro país y continuar justificando la política cruel y repudiada de bloqueo contra Cuba.
El gobierno de Estados Unidos, que ha practicado históricamente el terrorismo de Estado, las ejecuciones extrajudiciales, los secuestros de personas, los asesinatos con aviones no tripulados, la tortura y las detenciones ilegales, que ha establecido cárceles secretas, que es responsable de la muerte de cientos de miles de civiles inocentes como resultado de sus guerras de ocupación y conquista en Iraq y Afganistán, que bombardea sistemáticamente a Estados soberanos como Libia, no tiene la más mínima moral ni derecho alguno de juzgar a Cuba, que tiene una trayectoria intachable en la lucha contra el terrorismo y que ha sido, además, sistemáticamente víctima de ese flagelo.
El gobierno de Estados Unidos actúa como si no hubiera amparado, de manera permanente, al criminal confeso Luis Posada Carriles, a quien no ha querido juzgar por cargos de terrorismo, a pesar de contar con abundantes pruebas. Posada Carriles, junto con Orlando Bosch Ávila, quien fue beneficiado por un perdón presidencial de George Bush padre, es autor del horrendo atentado contra un avión civil cubano en pleno vuelo, que costó la vida a 73 personas inocentes. También es responsable directo de la muerte del turista italiano, Fabio Di Celmo, durante los atentados con bombas en instalaciones turísticas cubanas en 1997. Hoy Posada Carriles se pasea libre e impunemente por las calles de Miami, tras haber sido absuelto en una farsa judicial en El Paso, Texas.
Al propio tiempo, como prueba irrefutable de su doble rasero, el gobierno norteamericano mantiene en injusta prisión y castiga a nuestros cinco luchadores antiterroristas, por preservar la vida de ciudadanos cubanos, norteamericanos y de otros países.
3 478 cubanos han muerto y otros 2 099 han quedado mutilados, como resultado de acciones terroristas, organizadas, financiadas y perpetradas desde territorio norteamericano, en muchos casos, con la propia complicidad del gobierno de Estados Unidos.
La manipulación política de un tema tan sensible como la lucha contra el terrorismo ofende también la memoria de las víctimas de los criminales actos del 11 de septiembre de 2001, hecho que suscitó la solidaridad y el ofrecimiento de ayuda incondicional de nuestro gobierno y pueblo.
Cuba exige al gobierno de Estados Unidos que castigue a los verdaderos terroristas que hoy residen en territorio norteamericano, libere a los Cinco Héroes y ponga fin a la política de bloqueo y hostilidad contra nuestro país, que atenta contra los intereses legítimos de ambos pueblos.
La Habana, 19 de agosto del 2011