¿Por qué un político egocéntrico como Lincoln Díaz-Balart abandona un escaño potencialmente poderoso en el Congreso de EE.UU.? Dice que dedicará tiempo a una organización que su padre creó hace medio siglo, conocida como La Rosa Blanca. También tiene planes de regresar a ejercer la abogacía -algo que no ha hecho durante 25 años.
Cuando Díaz-Balart anunció el 11 de febrero su retiro del Congreso, pensé que la razón que había dado a los medios era débil, especialmente si proviene de un hombre abiertamente ambicioso, de solo 55 años, y que parece saludable. ¿Seré yo la única persona que pensó que era muy extraño que Díaz-Balart acababa de librar la batalla electoral más dura de su vida, la cual ganó abiertamente, y que luego haya decidido renunciar antes de terminar su período? Los reporteros aquí en Miami dejaron de buscar las posibles razones, que es lo que se supone deben hacer.
No escribo esto como alguien que rechaza a Díaz-Balart, que sí hago. Escribo esto porque insisto en que sus antecedentes y ciertos artículos que han aparecido con regularidad en los medios puertorriqueños desde 2008 merecen al menos un poco de búsqueda de un reportero investigativo.
En su lugar, hasta la fecha los reporteros y columnistas de Miami han colmado de elogios a Díaz-Balart. Otros reportaron su anuncio de retiro y luego sencillamente abandonaron el tema. Esto me parece sorprendente. Lo único que Lincoln puede reclamar como un logro (o un no logro), en su carrera de casi 30 años a niveles estadual y federal, puede que resulte ser su continua e incluso maníaca batalla perdida contra el gobierno cubano.
En 2008 escribí que, en mi opinión, Lincoln Díaz-Balart es sucio. Mencione una vieja historia de cuando él quiso recibir $100 000 dólares de dinero de buena fe de manos de un cliente mío de bienes raíces. Como es de suponer, nunca podré probar que lo que él propuso estaba en vías de ser ilegal. Solo quisiera que ustedes hubieran estado allí y hubieran visto las caras de mis clientes después de su pequeña conversación con Lincoln y Mario Díaz-Balart. Si ustedes hubieran estado allí lo comprenderían.
Recientemente leí unos reportajes en un periódico puertorriqueño, Primera Hora, escrito por una reportera, Rosita Marrero, que parece indicar que el FBI puede que tenga información que vincula a Lincoln Díaz-Balarty también al retirado Senador Mel Martínez en donaciones ilegales de manos de Jorge De Castro Font, un político puertorriqueño condenado por corrupción. Actualmente De Castro Font esta encausado por el gobierno federal y cooperando como testigo. Por supuesto, puede que todo sea coincidencia o simplemente una historia inventada por De Castro Font. Pero ¿no les hace a ustedes parar la oreja enterarse de que el primer cubano de nacimiento en el Senado de EE.UU., Mel Martínez, haya abandonado uno de los puestos más poderosos de la política en el mundo antes de terminar su primer período? Y en cuanto a Díaz-Balart, no me puedo creer que renuncie a su escaño (¿por una rosa blanca?).
Durante años Lincoln Díaz-Balart ha sido tratado por The Miami Herald como una virgen de 14 años. Ha sido un intocable. Fue necesario que una publicación local especializada, The Daily Business Journal, que llega a un pequeño segmento de los residentes del Sur de la Florida, nos informara de que Díaz-Balart había sido declarado culpable de aceptar contribuciones ilegales de campaña. The Miami Herald prácticamente ignoró la noticia. Luego en 2008, las aseveraciones de De Castro pasaron a primer plano. The Miami Herald publicó una pequeña noticia enterrada en la Sección Local del periódico. Fue una sola vez y nunca supimos más de eso.
Dos ambiciosos políticos cubano-americanos en la cima de su poder súbitamente se retiran. Sus razones son demasiado ligeras. ¿No es hora ya de que un periódico o medio noticioso tenga el valor y un presupuesto sustancial para investigar el tema? Realmente, creo que es lo menos que se merecen los miamenses.
Y yo les prometo que si después de una investigación completa Lincoln Díaz-Balart resulta estar tan limpio como una rosa blanca besada por una gota de rocío matinal… entonces demostraré mi arrepentimiento y escribiré una dura columna en la que admita que me equivoqué. Algo me dice que no voy a tener que hacerlo.
Autor: Álvaro F. Fernández
Progreso Semanal
Editado desde la ciudad de Bayamo, Cuba, por el periodista David Rodríguez Rodríguez.
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viernes, 5 de marzo de 2010
MIAMI, GUARIDA DE ASESINOS
Los medios de comunicación anuncian que uno de los asesinos de la masacre de 16 jóvenes presos políticos, el 22 de agosto de 1972 en la base naval de Trelew, en la Patagonia argentina, fue detenido y liberado bajo fianza en Miami, tradicional madriguera histórica de asesinos escapados de la justicia de varios países de la región.
Allí cohabitan terroristas anticubanos, torturadores haitianos de varios golpes militares, contrarrevolucionarios venezolanos, paramilitares colombianos y otros prófugos, que han recibido refugio.
Se trata del entonces teniente de corbeta Roberto Guillermo Bravo, oficial superior presente en los hechos criminales dirigidos por el capitán de corbeta Luis Emilio Sosa, quien también se refugió, por un tiempo, en Miami.
Los jóvenes argentinos fueron masacrados después de un intento de fuga, durante el gobierno del general Alejandro Agustín Lanusse.
Se revelan, ahora, los nexos de los delincuentes anticubanos con este asesino, reclamado por las autoridades argentinas para ser juzgado por delitos de lesa humanidad. Un criminal es liberado por las autoridades norteamericanas bajo fianza, cuando desde 1983 es buscado para ser juzgado por las atrocidades cometidas. Estos delitos no prescriben y Estados Unidos es signatario de convenios y leyes internacionales, que lo deben obligar a custodiar y entregar a delincuentes como este, que pueden escapar para seguir impunes.
Los nexos fidedignos de los terroristas anticubanos con los criminales argentinos, tiene larga data, incluso mucho antes del 24 de marzo de 1976, cuando se produce el golpe militar en Argentina, que da inició a los ocho terribles años de la última dictadura militar en ese país.
Estos aumentan y consolidan en el marco del Operativo Cóndor, cuando decenas de contrarrevolucionarios de origen cubano actuaron como sicarios de las operaciones urdidas por los gobiernos militares participantes para exterminar a sus opositores políticos.
Anticubanos, agentes de la CIA en la DISIP de Venezuela tomaron parte en esta Operación, como Rafael Rivas Vázquez Galdos, Ricardo Morales Navarrete, José Vázquez Blanco y otros.
Luis Posada Carriles, siempre agente de la CIA y a cargo de un aparato de investigaciones paralelo y con fuertes nexos en la DISIP, envió al terrorista Rolando Otero Hernández, que se hacia llamar Cóndor, a los golpistas chilenos, que ya contaban con la experiencia de los asesinos Orlando Bosch Ávila y Guillermo Novo Sampol, enrolados en la DINA desde antes del 11 de septiembre de 1973.
El general de división argentino Tomás Sánchez de Bustamante, realizó un periplo por Indochina, para adquirir experiencias en represión, durante su estancia en Vietnam, buscó un especialista en interrogatorios que obtuviera información, sin dejar morir al interrogado mientras fuese útil.
Allí la CIA le recomendó a uno de sus agentes dorados, el anticubano Félix Ismael Rodríguez Mendigutía, quien servía en la agresión contra el pueblo vietnamita, junto a otros mercenarios nacidos en Cuba y residentes en Estados Unidos, que se sumaron a esa guerra infame.
Con las mejores recomendaciones y una hoja de vida represiva pródiga en operaciones ejecutadas, Rodríguez Mendigutía, fue transferido por la Agencia a Buenos Aires, como asesor de Sánchez de Bustamante, al lado del cual permaneció durante dos años entre 1971 y 1973, precisamente cuando se produce la mencionada Masacre de Trelew.
Ese mismo general argentino dirigió la represión contra la multitud que se congregó en el aeropuerto de Ezeiza, en la capital argentina el 17 de noviembre de 1972, para recibir el general Juan Domingo Perón, quien regresaba al país, después de largos años de exilio.
Los nexos entre los terroristas anticubanos y los represores argentinos están reiteradamente sustentados por la historia, muchos de ellos todavía conviven en su cubil en Miami.
Tomado de Cubadebate
Allí cohabitan terroristas anticubanos, torturadores haitianos de varios golpes militares, contrarrevolucionarios venezolanos, paramilitares colombianos y otros prófugos, que han recibido refugio.
Se trata del entonces teniente de corbeta Roberto Guillermo Bravo, oficial superior presente en los hechos criminales dirigidos por el capitán de corbeta Luis Emilio Sosa, quien también se refugió, por un tiempo, en Miami.
Los jóvenes argentinos fueron masacrados después de un intento de fuga, durante el gobierno del general Alejandro Agustín Lanusse.
Se revelan, ahora, los nexos de los delincuentes anticubanos con este asesino, reclamado por las autoridades argentinas para ser juzgado por delitos de lesa humanidad. Un criminal es liberado por las autoridades norteamericanas bajo fianza, cuando desde 1983 es buscado para ser juzgado por las atrocidades cometidas. Estos delitos no prescriben y Estados Unidos es signatario de convenios y leyes internacionales, que lo deben obligar a custodiar y entregar a delincuentes como este, que pueden escapar para seguir impunes.
Los nexos fidedignos de los terroristas anticubanos con los criminales argentinos, tiene larga data, incluso mucho antes del 24 de marzo de 1976, cuando se produce el golpe militar en Argentina, que da inició a los ocho terribles años de la última dictadura militar en ese país.
Estos aumentan y consolidan en el marco del Operativo Cóndor, cuando decenas de contrarrevolucionarios de origen cubano actuaron como sicarios de las operaciones urdidas por los gobiernos militares participantes para exterminar a sus opositores políticos.
Anticubanos, agentes de la CIA en la DISIP de Venezuela tomaron parte en esta Operación, como Rafael Rivas Vázquez Galdos, Ricardo Morales Navarrete, José Vázquez Blanco y otros.
Luis Posada Carriles, siempre agente de la CIA y a cargo de un aparato de investigaciones paralelo y con fuertes nexos en la DISIP, envió al terrorista Rolando Otero Hernández, que se hacia llamar Cóndor, a los golpistas chilenos, que ya contaban con la experiencia de los asesinos Orlando Bosch Ávila y Guillermo Novo Sampol, enrolados en la DINA desde antes del 11 de septiembre de 1973.
El general de división argentino Tomás Sánchez de Bustamante, realizó un periplo por Indochina, para adquirir experiencias en represión, durante su estancia en Vietnam, buscó un especialista en interrogatorios que obtuviera información, sin dejar morir al interrogado mientras fuese útil.
Allí la CIA le recomendó a uno de sus agentes dorados, el anticubano Félix Ismael Rodríguez Mendigutía, quien servía en la agresión contra el pueblo vietnamita, junto a otros mercenarios nacidos en Cuba y residentes en Estados Unidos, que se sumaron a esa guerra infame.
Con las mejores recomendaciones y una hoja de vida represiva pródiga en operaciones ejecutadas, Rodríguez Mendigutía, fue transferido por la Agencia a Buenos Aires, como asesor de Sánchez de Bustamante, al lado del cual permaneció durante dos años entre 1971 y 1973, precisamente cuando se produce la mencionada Masacre de Trelew.
Ese mismo general argentino dirigió la represión contra la multitud que se congregó en el aeropuerto de Ezeiza, en la capital argentina el 17 de noviembre de 1972, para recibir el general Juan Domingo Perón, quien regresaba al país, después de largos años de exilio.
Los nexos entre los terroristas anticubanos y los represores argentinos están reiteradamente sustentados por la historia, muchos de ellos todavía conviven en su cubil en Miami.
Tomado de Cubadebate
DE HIPOCRESÍA EN HIPOCRESÍA, LA SIEMPRE INDIGNA POSICIÓN COMÚN
La Unión Europea (UE) debería adoptar una Posición Común contra Estados Unidos y los países integrantes de esa organización regional que prestaron sus territorios para acoger a los conocidos vuelos secretos de la norteamericana Agencia Central de Inteligencia (CIA), y para las cárceles clandestinas que Washington mantiene en el denominado Viejo Continente.
Hasta ahora la UE no ha revelado ni una sola palabra sobre la complicidad con Washington de varios de sus estados miembros en los afamados vuelos de la CIA que trasladaron a cientos de ciudadanos afganos y de otras naciones árabes en condiciones infrahumanas a centros de torturas, como el que persiste abierto en la base militar norteamericana de Guantánamo, y a prisiones que aún permanecen escondidas en Europa.
Mucho menos el también llamado Grupo de los 27 ha adoptado medida alguna contra los países de esa entidad continental implicados en tales escandalosos hechos, sobre los cuales la comunidad internacional todavía espera los resultados de misteriosas y prolongadas investigaciones al respecto.
Sin embargo, el Parlamento de la UE convocó para la próxima semana un debate sobre la muerte en Cuba de un recluso con un amplio expediente delictivo, a quien gobiernos europeos en contubernio con Estados Unidos, y medios internacionales de prensa pretenden mostrar como un supuesto opositor a la Revolución en la isla caribeña.
Informaciones difundidas en las últimas horas refirieron que la Jefa de la diplomacia del Grupo de los 27, la británica Catherine Ashton, asistirá al “debate” sobre Cuba que ha sido organizado por el órgano legislativo de la UE, en el que se abordará además “la situación de los derechos humanos” en la mayor de las Antillas, acorde con los mismos reportes.
Su hipocresía, su complicidad con Washington y la doble moral de la UE vuelven a ser evidentes. Cuando se trata de agredir a Cuba no escatima en buscar pretextos para además mantener la frustrada y anacrónica Posición Común que adoptó contra la nación latinoamericana en 1996, mientras permanece impasible ante las brutalidades cometidas por su aliado, Estados Unidos, en los campos de concentración de Guantánamo y Abu Ghraib, y por varios de sus países miembros en las cárceles secretas en Europa.
El denominado Viejo Continente se suma otra vez a una nueva escalada subversiva que ha sido lanzada contra Cuba, dirigida claramente a denigrar de su Revolución, y a justificar al mismo tiempo la fracasada Posición Común europea contra ese pequeño estado caribeño.
La más reciente campaña anticubana tiene como propósito presentar a mercenarios como patriotas, y a agentes pagados por Washington en territorio cubano como supuestos opositores o disidentes.
Esperemos que algún día la UE asuma una postura digna e independiente, y juzgue no sólo a los responsables y cómplices de los vuelos secretos de la CIA, de los centros de torturas de Guantánamo y Abu Ghraib y de las cárceles clandestinas en Europa, sino también a quienes desde hace más de 50 años imponen una guerra a Cuba.
Tomado de Cubadebate
Hasta ahora la UE no ha revelado ni una sola palabra sobre la complicidad con Washington de varios de sus estados miembros en los afamados vuelos de la CIA que trasladaron a cientos de ciudadanos afganos y de otras naciones árabes en condiciones infrahumanas a centros de torturas, como el que persiste abierto en la base militar norteamericana de Guantánamo, y a prisiones que aún permanecen escondidas en Europa.
Mucho menos el también llamado Grupo de los 27 ha adoptado medida alguna contra los países de esa entidad continental implicados en tales escandalosos hechos, sobre los cuales la comunidad internacional todavía espera los resultados de misteriosas y prolongadas investigaciones al respecto.
Sin embargo, el Parlamento de la UE convocó para la próxima semana un debate sobre la muerte en Cuba de un recluso con un amplio expediente delictivo, a quien gobiernos europeos en contubernio con Estados Unidos, y medios internacionales de prensa pretenden mostrar como un supuesto opositor a la Revolución en la isla caribeña.
Informaciones difundidas en las últimas horas refirieron que la Jefa de la diplomacia del Grupo de los 27, la británica Catherine Ashton, asistirá al “debate” sobre Cuba que ha sido organizado por el órgano legislativo de la UE, en el que se abordará además “la situación de los derechos humanos” en la mayor de las Antillas, acorde con los mismos reportes.
Su hipocresía, su complicidad con Washington y la doble moral de la UE vuelven a ser evidentes. Cuando se trata de agredir a Cuba no escatima en buscar pretextos para además mantener la frustrada y anacrónica Posición Común que adoptó contra la nación latinoamericana en 1996, mientras permanece impasible ante las brutalidades cometidas por su aliado, Estados Unidos, en los campos de concentración de Guantánamo y Abu Ghraib, y por varios de sus países miembros en las cárceles secretas en Europa.
El denominado Viejo Continente se suma otra vez a una nueva escalada subversiva que ha sido lanzada contra Cuba, dirigida claramente a denigrar de su Revolución, y a justificar al mismo tiempo la fracasada Posición Común europea contra ese pequeño estado caribeño.
La más reciente campaña anticubana tiene como propósito presentar a mercenarios como patriotas, y a agentes pagados por Washington en territorio cubano como supuestos opositores o disidentes.
Esperemos que algún día la UE asuma una postura digna e independiente, y juzgue no sólo a los responsables y cómplices de los vuelos secretos de la CIA, de los centros de torturas de Guantánamo y Abu Ghraib y de las cárceles clandestinas en Europa, sino también a quienes desde hace más de 50 años imponen una guerra a Cuba.
Tomado de Cubadebate
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