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domingo, 30 de marzo de 2008

LA ILEGALIDAD COMO HERRAMIENTA PARA LA SUBVERSION

Como cubano ya no sé qué pensar cuando descubro al amanecer de cualquier día, que el Gobierno de Estados Unidos de América ha implementado nuevas medidas para lograr el innoble fin de destruir el sistema social imperante en la Isla.Para cualquier ciudadano resultaría ofensivo saber que un gobierno extranjero pretende imponerle qué ver, en la televisión y qué escuchar en la radio, con matices evidentemente injerencistas, violando la soberanía del país agredido, con el objetivo de subvertir el orden establecido.Creo que toda la política del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba es ilegal, pues se ha basado desde sus inicios en el afán de hacer desaparecer a la Revolución Cubana, por constituir un elemento disonante en el continente teniendo en cuanta la justicia social que se ha generado desde el primero de enero de 1959.Por ello, la ilegalidad ha presidido todas las acciones emprendidas por Washington, en las que el garrote ha estado presente como arma de disuasión y de presión, dirigida hacia aquellos que intentan desprenderse de la tutela norteamericana.Ilegal es el bloqueo económico, financiero y comercial, que desde hace casi medio siglo se impuso contra el pueblo cubano, tratando de asfixiar una economía que en aquel entonces dependía extraordinariamente del vecino del norte.Jugaron esa despreciable carta para exacerbar ánimos en el pueblo contra el Gobierno, a tenor de las limitaciones que ese bloqueo generó en la vida de la nación, pero se equivocaron en aquella ocasión, como se han equivocado en las subsiguientes, ya que no tienen en cuenta el pensamiento de la mayoría de los que habitamos el país.Pensaron que el pueblo se sublevaría contra el Gobierno Revolucionario debido a la escasez de vitales recursos para el funcionamiento de la nación, pero ante esa agresión que sigue siendo el bloqueo, el pueblo no solo resistió, sino que encontró vías para enfrentar el ataque y avanzar.Ilegal también fue el artero acto de la invasión por Bahía de Cochinos en abril de 1961, pues no había una guerra declarada entre Cuba y Estados Unidos, pero que sirvió, a pesar de las pretensiones del Gobierno de Washington, para que el mundo conociera de las aviesas intenciones de aquel bárbaro hecho que contó con la asesoría, el financiamiento y la logística del ejército norteamericano.Hay más ilegalidades cometidas por Washington contra el pueblo de Cuba tales como la organización y armamento de las bandas de contrarrevolucionarios en El Escambray, en el centro de la Isla, las que cometieron horrendos crímenes, como los del alfabetizador Manuel Ascunce Domenech y su alumno, el campesino Pedro Lantigua.Ilegal, por parte del Gobierno de Estados Unidos de América, es utilizar a su Oficina de Intereses en La Habana, como bastión de la contrarrevolución en la Isla, donde se imparten órdenes, orientaciones a los grupúsculos de traidores, empeñados y empecinados en hacer realidad los propósitos desestabilizadores y anexionistas de las administraciones norteamericanas en relación con Cuba.No hay nada transparente en la política del vecino del norte hacia Cuba, todo se basa en la ilegalidad, en lo ilegítimo, y otra prueba es el otorgamiento de los 80 millones de dólares para ese plan de transición para una Cuba Libre que auspicia la administración de George W. Bush.Ese dinero, sustraído de los bolsillos de los contribuyentes norteamericanos, sirve para mantener a una caterva de vagos en Cuba, que cada mes esperan las migajas que la bien denominada Mafia de Miami, permite que lleguen a las manos de esos falsos informadores, que no son ni periodistas ni independientes.Pero una de las últimas decisiones de ese Gobierno de Estados Unidos radica en la utilización de emisoras comerciales de radio y televisión para sus fines propagandísticos, un arma de las pocas que le pueden quedar en el maquiavélico arsenal destinado a la destrucción de mi país.Radio y Televisión Martí, aparte de ofender diariamente a nuestro Héroe Nacional, son ilegales, pues transmiten hacia una nación con el declarado objetivo de derrumbar su sistema social, algo no hizo Washington para destruir el oprobioso apartheid que el Gobierno de Sudáfrica utilizó para reprimir a la mayoritaria población negra de ese país.Tampoco Washington usó esos medios para combatir a las dictaduras de Somoza, en Nicaragua, la de Trujillo en República Dominicana, la de Duvalier en Haití, ni la de su hoy extinto ahijado Augusto Pinochet en Chile, ni la de los generales argentinos, ni la de Uruguay. Por qué entonces Cuba?La ilegalidad forma parte de las mismas esencias del actual Gobierno de Estados Unidos, y eso el pueblo de ese país debe saberlo, porque le arrebataron unas elecciones en sus narices y que la Corte Suprema de Justicia magnificó de manera irracional legitimando una acción que ensombrecerá para siempre a la democracia norteamericana.Algún día el pueblo norteamericano sabrá de estos desmanes, de esas ilegalidades, que permiten la existencia de una mafia de ladrones, que en Miami le ha succionado el sudor de su trabajo, su riqueza, para tratar de alcanzar el imposible sueño de destruir a la Revolución Cubana.Por último, la pretendida utilización ahora de emisoras comerciales de radio y televisión, descubre algo que no debe soslayarse: esa decisión es hija de la DERROTA y el FRACASO, Porque entonces para qué el globo destinado a la humillante Radio Martí, para qué el avión destinado a la transmisión de la ultrajante Televisión Martí?Autor:David Rodriguez Rodriguez,

LANGUE Y SU GUITARRA

Desde lo más profundo de su bondad, y hechizado por la prodigiosidad de sus manos, un hombre, casi olvidado, sigue su ruta del buen hacer, irradiando cultura desde el púlpito de las cuerdas de la guitarra.Los años, esos que marcan las arrugas del rostro y del corazón, no han podido arrugar su amor por la música, a la que dedica muchas horas, enseñando, ayudando, a todo aquel que desee hacer de ese arte una herramienta para el trabajo.Y así, como quien no quiere las cosas, este distinguido artista anda, si reclamar los homenajes que merece por esta vida, que a veces le presenta un camino azaroso, y a veces lo hace andar bajo el sol de luz infinita que lo sostiene para seguir adelante.Mi sociedad, la más auténtica que existe, pues está cimentada con el sudor de los proletarios, le debe un reconocimiento. Su trayectoria lo justifica y avala. La vertical posición que ha mantenido siempre lo convierte en un eslabón imprescindible dentro del espectro musical de nuestra cubanía.Guitarrista, maestro, indudable evangelio vivo para los que quieren descubrir los secretos de la guitarra, vive cercano a las orillas del Río Bayamo, del que recibe cada mañana la fresca brisa, junto a las musas que en su mente revolotean para convertirse en notas musicales.Nada pide este juglar que ha acompañado a importantes cantantes de nuestra Isla, solo que ahora, refugiado en su humilde hogar, se proyecta aconsejando, sugiriendo, ayudando a las nuevas voces que desean escalar en el difícil sendero de la canción.Él es un hombre de una sonrisa franca, sus manos, tan apreciadas por el desempeño de su trabajo, también se extienden para el amigo, para el compañero, para el vecino cercano, y siempre con la mirada firme y bondadosa que distingue a los buenos.Es un conocido del ámbito musical de Bayamo y la provincia de Granma, apartado de los grandes espectáculos musicales, recuerda con cariño aquellos momentos en los centros nocturnos de la Ciudad Monumento, donde el eco aún permite escuchar el sonido de su guitarra.Su nombre, Miguel Pérez Ríos, quizás no llame la atención de algunos, pero si decimos LANGUE, ya entonces otra será la historia, pues tiene escrita una y muy hermosa que el tiempo, ese tiempo que transcurre queriendo borrarlo todo, no puede sepultar gracias a una vida como la suya, siempre entregado a los demás, como buen guitarrista, como buen cubano, como buen artista.

Autor: David Rodriguez

ELOINA: UNA MUJER EXCEPCIONAL

Ella ha tejido tanto hilo para hacer las muñecas tradicionales, como agua del amado Río Bayamo ha pasado por su cauce.Ella tiene una historia que fascina, pues desde el magisterio del aula, la vida y de la Revolución, ha acompañado a su pueblo en estos años tensos y esperanzadores.Cada piedra bayamesa conoce de su andar en días y noches, cantándole al amor, atrapando los amaneceres rodeada de la fragancia de las mariposas, con la virtud de ser fiel a sus convicciones.Ella no solo escribe como lo que es: una soberana y exquisita hacedora de canciones dedicadas a los niños, con la impronta de la luna, del sol y del color de la campiña.Sus manos reflejan el paso de los años, y su voz, dulce y convincente, arropa imágenes inolvidables de su niñez y adolescencia.Ella tiene el mérito de ser útil, ella nunca cierra las puertas de su corazón a quien necesita de su palabra de aliento para seguir adelante.Cada mañana se despierta con el embrujo de sus pinturas, de las imágenes de Bayamo que atesora como el más preciado botín de su existencia.Noventa años escuchando las campanadas de la Iglesia, el trotar de los caballos halando los añorados coches, disfrutando de aquellos hermosos pregones de los carboneros, pasteleros y limoneros.Cuántos olores guardará su memoria de las granjerías bayamesas que hoy se nos presentan como exóticas muestras de un pasado del que no deseamos desprendernos?Ella, ELOINA GUERRA GARCÍA, miliciana, veladora de los sueños más hermosos de la Patria es historia, semilla y Crisol.Ella, mujer bayamesa, cubana y universal, enamorada eterna de la Palma Real, vuela en las alas del Tocororo, defendiendo sus hermosos colores.Autor: David Rodríguez Rodríguez.

LAS EMPANADILLAS DE CLEMENTINA

Clementina, ese nombre de mujer, desusado en la Cuba actual, resurgió con fuerza en el último capítulo de la telenovela brasileña Señora del Destino, que pasó la televisión nacional.La Clementina brasileña, personaje de ficción, era una enamorada de las recetas de cocina tan renombrada, que ese afán le valió el homenaje de los habitantes de la Villa San Miguel de la Bajada Fluminense.Quizás muchos bayameses recordaron a otra Clementina, también vinculada a las recetas de cocina, de una cocina muy cubana y que disfrutaron plenamente las personas de la época.La referencia es para una señora muy laboriosa que tenía su casa en las esquinas de las calles Pío Rosado y Manuel Del Socorro, de la Ciudad de Bayamo, capital de la provincia de Granma, a unos 780 kilometros al este de La Habana, específicamente al lado del antiguo cine Iglesias, hoy ´´10 de Octubre´´.Allí, en una especie de fonda popular, se podían disfrutar de algunos platos de la cocina cubana, auténticos platos, entre los que se destacaba la empanadilla, acompañada por café u otra infusión.Clementina, nuestra Clementina, la de carne y hueso, era una mujer muy dispuesta, querida por todos por su bondad y excelencia en la presentación y calidad del producto que vendía.No pocas veces recibió los elogios de los clientes, fundamentalmente de vecinos, asiduos asistentes a su negocito donde además de las famosas empanadillas, recibían el saludo y la sonrisa de Clementina.Hoy, muchas personas cargadas de años de la ciudad de Bayamo, recuerdan a esta señora que falleció hace ya algún tiempo, pero que se mantiene viva en el sentimiento de quienes la conocieron.La Clementina nuestra, la adorable dueña del sabor más auténtico de las empanadillas bayamesas, tiene una ventaja sobre aquella Clementina brasileña: la de nuestra ciudad dejó una verdadera estela de cariño y de amor, la otra fue inspirada en la ficción.Autor:David Rodríguez Rodríguez

viernes, 28 de marzo de 2008

MI ABUELO DANIEL

Tendria yo unos cuatro o cinco años, y comenzaba a reconocer a los adultos de la familia, bueno a los mas lejanos, ya que por supuesto a mis padres y hermanos, ya los reconocia por la cotidiana relacion. Pero se fue agrandando el espectro de esos personajes que siendo parte de la familia, se erigen como los horcones, donde descansa toda la dignidad que esos seres le inculcan al clan.

Entre esos personajes grandes para mi, estaba mi abuelo, un hombre dedicado al trabajo con tanta vehemencia, que tenia su taller o mejor dicho su estancia detras de la casa y a la que dedicaba buena parte del dia, sembrando lechugas, rabanas, platanos, tomates, mangos, caña de azucar, calabazas, y otros productos, los que vendia a todo el que llegaba necesitado de ellos.

Era un hombre muy recto, pero respetuoso, era muy religioso, y algun tiempo le dedicaba a esas actividades, dentro y fuera de la casa. Mi abuela, Dominga, se empeñaba en darle todos los gustos, especialmente en las comidas, asi veia yo como a la hora del almuerzo se preparaba la mesa y siempre se ponian uno o dos platos por encima de la cantidad de los que tenian su asiento asegurado, para, decia mi abuelo, los que lleguen, aun siendo de otras familias. Pero una peculiaridad se presentaba en cada sesion de almuerzo o comida. A mi abuelo habia que ponerle todos los platos elaborados sobre la mesa y calientes, tan calientes, que a veces me parecia que hervian todavia. A el le gustaba comer asi, con la comida bien caliente, y en no pocas ocasiones pude observar como rechazaba los alimentos porque, segun el, estaban frios. Mi abuelo no era un hombre muy preparado academicamente, pero yo lo escuchaba cuando leia un libro religioso que tenia siempre a la mano, luego de alimentarse en la tarde, pues se sentaba en un taburete y se entregaba a esas lecturas. Tenia un caracter muy fuerte, tanto, que castigaba a mis tios con sanciones que hoy pueden considerarse inadecuadas. Yo nunca tuve con mi abuelo ninguna situacion complicada, como no haya sido la sustraccion de algun mango de su cesta, y creyendome que no me podia ver, pues le faltaba la vision en uno de sus ojos, pero en ese instante aparecia su mano, dura y pesada, y me decia: pidemelo, no lo cojas sin permiso. Con esa enseñanza educó en el seno familiar a sus hijos, y estos a sus hijos, y asi siempre ha sido en nuestro entorno. A mi abuelo lo visitaban muchos amigos de la zona rural, unos venian a caballo y otros hasta en arrias de mulos, traian productos para vender en la ciudad y la casa de el se convertia en una especie de almacen, mientras aquellos hacian sus negocios por las calles. Sus hijos, Ana Gloria, Felicidad, Maria, Rosa, Ada, Danielito, Celestino y Chicho, lo respetaban por encima de todo, yo creo que ese respeto no se debia solo al fuerte caracter de el, sino al cariño que sentian, porque sabian que los habia criado en la mas absoluta expresion de la honradez y el decoro.

Cuando yo cumplia 23 años, exactamente el 24 de diciembre de 1971, mi abuelo dejo de existir, y desde su lecho de enfermo, irguio un poco el cuerpo y dijo solo segundos antes de partir: busquenme una azada, y cayo sobre la almohada. Yo estaba alli.