Editado desde la ciudad de Bayamo, Cuba, por el periodista David Rodríguez Rodríguez.
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jueves, 23 de enero de 2014
ABANDONADOS A SU SUERTE PROFESIONALES CUBANOS DE LA SALUD QUE DECIDIERON DESERTAR
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Escrito por Nicanor León Cotayo
Escrito por Nicanor León Cotayo
El
Nuevo Herald comentó este lunes la tragedia de profesionales cubanos que
desertaron de la Misión Barrio Adentro, en Venezuela, a quienes ahora no acepta
el gobierno de Estados Unidos.
Una
parte de ellos son médicos, residen ilegalmente en suelo venezolano, sin poder
trabajar o viajar, y bajo esas circunstancias, sujetos a ser detectados por
autoridades locales.
El
Herald menciona el caso de Juan Gómez, un exintegrante de la misión cubana en
Caracas, cuya solicitud de «asilo» también fue rechazada por autoridades
norteamericanas.
Llegó
a territorio del país suramericano en 2007 y tomó parte en misiones cubanas de
colaboración que luego abandonó.
Gómez
declaró a El Nuevo Herald: «Somos indocumentados, mi visa ya se venció y en
estas condiciones de desertor no podemos incorporarnos a ninguna labor».
Finalizó
su testimonio a la prensa diciendo que él y algunos otros han sobrevivido
gracias a la misericordia de venezolanos.
Ese
mismo diario ahondó mucho más en un ejemplo que sintetiza a cubanos que
abandonaron su misión en Venezuela con la vista puesta en el Norte.
Se
trata del enfermero Lázaro Gabella, quien desertó de Barrio Adentro en 2007 y
ahora expresó desde Caracas: «Estoy desesperado. No tengo trabajo; no tengo
donde vivir; no tengo quien me ayude».
A
poco más de seis años de su deserción, afirma Gabella, solo ha podido,
ocasionalmente, limpiar casas para obtener dinero con qué comer.
En
su desesperación, escribe el periodista José María Delgado, Gabella emprendió
la tarea de contactar directamente a ciertas autoridades norteamericanas.
Una
vez, agrega Delgado, con dificultad logró reunir suficiente dinero para llamar
por teléfono a la oficina de la congresista Ileana Ros-Lehtinen.
Quería
explicarle —dijo— que yo no estoy pidiendo que nadie me regale nada, que yo
tengo fuerza para trabajar y salir adelante.
Gabella,
subrayó el periodista de Miami, no logró hablar con la congresista, pero dijo
que seguirá intentándolo.
En
la primera década del presente siglo ella impulsó una cruzada dirigida a
suscitar la deserción de médicos cubanos en el exterior con la promesa de
admitirlos en Estados Unidos.
Ros-Lehtinen
actuó en completa sintonía con el plan subversivo Cuban Medical Professional
Program, avalado y puesto en marcha por el presidente George W. Bush (hijo) el
11 de agosto de 2011.
Un
periodista de Miami, Wilfredo Cancio Isla, escribió en octubre de aquel año que
el plan «para médicos desertores» seguía vigente sin cambios en Estados Unidos.
No
se trata de un hecho aislado, forma parte de la gigantesca conspiración que
desde hace más de cinco décadas montaron contra Cuba en Washington, y que no
terminará a corto plazo.
Otra
vez la Casa Blanca actúa de espaldas al derecho internacional y la decencia más
elemental que debe primar en las relaciones mundiales.
Su
testarudo comportamiento los vuelve a desnudar, no solo ante sus adversarios,
también ante las víctimas primero seducidas y más tarde grotescamente
abandonadas.
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