Desde hace algunos años, por razones de trabajo, no puedo participar en el desfile del Primero de Mayo. En esta ocasión podré hacerlo ya que cae domingo, para mí, no laboral.
Y estaré en el punto de concentración de mi sindicato, el de la cultura, por muchas razones que siempre voy a defender.
Estaré allí en plena libertad como ciudadano, ejerciendo mi derecho a proclamar mi apoyo a la Revolución y a sus líderes históricos, para acompañarlos en esta etapa de transformaciones que los cubanos tenemos por delante.
Desfilaré con la alegría de tener un país independiente, soberano y socialista, que quiere erigir una patria para todos y para el bien de todos, teniendo como paradigma a José Martí.
Orgulloso de vivir en la tierra de Céspedes y tantos que lucharon para darnos un país en el que solo gobernáramos los cubanos, sin representación extranjera alguna que dicte órdenes como ocurría aquí hasta que llegó Fidel y se acabó la ignominia.
Seguro de vivir en un país donde no hay niños durmiendo en las calles, no hay asesinatos políticos, ni ejecuciones extrajudiciales, ni desaparecidos, ni analfabetos.
Mi Plaza de la Patria me acogerá como a otros miles de bayameses, que desfilaremos con el convencimiento de que nuestra Bandera ondea libre, brillando ella sola. ¡Es que no queremos otra que no sea la nuestra y menos la que nos quieren imponer quienes nos bloquean y agreden!!!
Los sietemesinos no tienen cabida, no los quiero cerca de mi, porque esos son los que traicionan, aún sin tormenta anunciada.
Este Primero de Mayo, iré al desfile junto a mis compañeros y llevaré los colores de mi bandera, esa que defenderé hasta las últimas consecuencias y con alegría, porque a la patria hay que defenderla con una sonrisa en los labios cuando se le quiere y respeta.
Ya lo dije: allí en el punto de reunión previo al desfile, llevaré mis sentimientos, los que me impulsan a creer en este proyecto social que enaltece a los cubanos.
Allí estaré!!!
