Cuando la música arde por dentro y provoca esas sensaciones que solo un artista puede experimentar en lo más profundo de sus sentimientos, entonces estamos en presencia de un hecho convertido en cultura.
Ese es el caso de algunos artistas que quizás no pensaron nunca tener la responsabilidad de llevar ese mensaje que a través de la música puede alimentar a los semejantes elevándolos al pináculo espiritual.
Algunos llegaron a ese mundo desde otros oficios, desde otras profesiones con el mejor de los empeños para imponerse desde el instrumento musical o desde las posibilidades de sus voces.
Hoy Andares Bayameses se honra en reconocer a una de esas voces que nos ha acompañado desde hace muchos años y que se mantendrá por mucho tiempo más para regalarnos esas canciones que nunca morirán.
Hace un cuarto de siglo decidió abandonar la profesión para la que se preparó, abrazando desde entonces el canto como elemento curativo que ayudara a sanar a aquel que requiriese de la medicina de voz.
Ella, de una procedencia humilde despojada del oropel, pero vestida con el más puro sentimiento nos ayuda a vivir, disfrutar, amar sin límites al son de la canción, la guaracha o del filin auténtico.
Mariela Arzuaga, la enfermera que colgó aquellos hábitos aunque no los olvida, es esa persona de la que estamos hablando hoy en este espacio Buenos Días Bayamo porque se ha ganado el cariño del pueblo.
La cantante ha labrado un camino haciendo del canto una asignatura que siempre aprobará porque sus dotes se lo permiten y porque ha apostado por hacer feliz a mucha gente de esta ciudad.
Puntual en sus presentaciones se exige a sí misma con el rigor de quien respeta al público y deja escapar su voz con la elegancia de quien sabe que lo que canta puede curar una herida sentimental.
Y en este ámbito podemos decir que ella le debe mucho a la ciudad y esta le debe mucho a ella, porque si bien Mariela la adora, Bayamo también la arropa como la madre lo hace con su hija.
Por eso en cada presentación se escuchan los aplausos, a veces tenues, a veces intensos, pero en ambos casos sinceros porque si hay algo hermoso en esta vida es reconocer a quien tiene méritos para recibirlos.
En este 2019 Mariela está celebrando 25 años de carrera artística quizás no tan mediáticamente, sin estridencias porque una profesional del canto, necesita, aparte de reconocimientos, trabajar mucho en el escenario.
Mariela tiene sus seguidores, porque las buenas voces siempre estarán acompañadas por seres humanos, sencillos, humildes que en cada presentación suya disfruta de su talento.