En
el peregrinar hasta el 5 de noviembre, los bayameses asumen sus compromisos
para celebrar por todo lo alto el aniversario que marca el medio milenio de la
ciudad.
Se observa
el movimiento de la pintura de fachadas en las principales arterias de Bayamo,
por brigadas de entidades de la construcción, sector que tiene un amplio
programa de actividades en saludo a la fecha.
Son
muchas las acciones destinadas a fortalecer la imagen de la ciudad teniendo
como noble pretexto los 500 años de la fundación de la Villa San Salvador de
Bayamo, hecho acaecido el 5 de noviembre de 1513.
Pero
no solo el Centro Histórico Urbano recibe los beneficios, hay una obra que por
su extraordinaria importancia social, se acomete en la llamada zona norte de la
urbe y que beneficiará a miles de personas.
Se
trata de trabajo que se lleva adelante en cuanto a las redes de abasto de agua,
albañales y asfaltado de calles del reparto Camilo Cienfuegos de la capital
granmense, un justo reclamo de los residentes en esa área.
Los
habitantes de esa parte norte de Bayamo habían reiterado esa necesidad en
múltiples reuniones de rendición de cuenta que ahora ha tenido respuesta y que
es motivo de alegría de todos ellos.
Realmente
son muchas las pretensiones que se han propuesto las autoridades, del municipio
y de la provincia, ante el acontecimiento que es el arribo a los cinco siglos
de la Ciudad Monumento Nacional.
Y en
ese empeño se han trazado compromisos que paulatinamente se van materializando
en función de dotar a Bayamo con una imagen reforzada, hermosa y que se
constituya en orgullo para sus habitantes.
Otro
de los rumbos constructivos comenzó a observarse hace solo pocos días y tiene
que ver con una arteria principalísima de la ciudad, que requerirá de la
contribución de los vecinos en su desarrollo.
Se
trata de la calle Juan Clemente Zenea, que ahora tiene muy mal estado debido a
las filtraciones que han ocasionado diversos estragos viales y que la hacen muy
incómoda para los conductores de vehículos.
Los
trabajos se iniciaron en el tramo comprendido entre Augusto Márquez y Amado
Estévez, labores que se extenderán hasta la intersección con la calle Perucho
Figueredo.
Primero
se está demoliendo la actual capa asfáltica, a lo que sigue la sustitución de
la conductora de agua, que data de cien años aproximadamente.
Posteriormente
se trabajará en lo referente a la nueva capa de asfalto, que la hará lucir más
bella y funcional para la circulación de los vehículos.
Y
por supuesto ahí se incluye la satisfacción que experimentará la población al
concluir ese tramo, que según los especialistas se extenderá por tres meses.