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viernes, 16 de octubre de 2009

LOS CINCO Y LA VENGANZA DEL IMPERIO



Hay hechos que provocan sentimientos antagónicos. Tal es el caso de la revisión de la condena de Antonio Guerrero Ramos, uno de los cinco antiterroristas cubanos, por la jueza Jean Lenard, de Miami, quien ahora la redujo a 21 años y diez meses en lugar de la sentencia de por vida más diez años impuesta por ella misma en junio de 2001.

Por un lado infunde esperanza, por otro indignación. Esperanza por que confirma que la escala adquirida por la solidaridad internacional con los cinco preocupa a Washington, que desde el principio ha hecho de éste un proceso netamente político en el que a los antiterroristas se les hace pagar vengativamente por la voluntad de lucha por su independencia y autodeterminación mostrada por el pueblo cubano durante medio siglo.

De modo que, como se ha comprobado desde el juicio en Miami y en las distintas instancias de apelación, en este caso no hay nada que esperar del sistema de administración de “justicia” y todo de la solidaridad internacional. Sin ella no se habría producido la reducción de la sentencia de Antonio, ni su anulación previa junto a las de Ramón Labañino Salazar(cadena perpetua más 18 años) y Fernando González Llort (19 años) ordenada por el tribunal de apelaciones de Atlanta. Los tres llevan once años tras las rejas junto a sus compañeros Gerardo Hernández Nordelo, condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años y René González Sehwerert, 15 años.


Sólo en la medida en que continúe creciendo este clamor en el mundo será posible arrancar a los cinco de los calabozos del imperio. No en balde la fiscal federal Caroline Heck Miller alegó que el acuerdo de reducción de sentencia con la defensa de Antonio(a 20 años) estaba dirigido en parte a acallar “las tergiversaciones y distorsiones que han circulado alrededor del mundo”. Aquí comienza la indignación ante una sentencia reducida pero igualmente injusta, pero sólo comienza, pues en un hecho insólito en Estados Unidos, la jueza Lenard determinó añadir un año y diez meses a la nueva condena por encima del acuerdo fiscalía/defensa.

En suma, ¡más de veintiún años para Antonio, a pesar de que no se le han podido probar los cargos ni a él ni a los demás! Lo reconoció tácitamente el mismo tribunal de apelaciones cuando consideró excesivas las penas impuestas por el tribunal de Miami y ordenó anularlas argumentando que a los condenados no se les pudo probar la sustracción de información que dañara la seguridad nacional de Estados Unidos. Si es así, ¿por qué no ordenó su liberación? ¿por qué continúan presos sujetos a sentencias totalmente desproporcionadas con los cargos nunca probados que se les imputaron?

El fondo de la cuestión es que este proceso está viciado de origen por la intervención directa y grosera de la contrarrevolución de Miami, que tomó a los cinco como chivos expiatorios de su impotencia ante la contundente derrota asestada por Cuba al conseguir la devolución del niño Elián González, secuestrado por ella en Miami. Todo en este proceso ha sido arbitrario e irregular. Debe recordarse que existía un compromiso solemne de la administración Clinton de cooperar con Cuba en el combate al terrorismo originado en Miami. Una visita de Gabriel García Márquez a la Casa Blanca, narrada por el escritor con lujo de detalles, fue la antesala del viaje a la isla de una delegación de alto nivel de la FBI a la que le fueron entregadas decenas de videos, ubicación de los terroristas, cintas magnetofónicas de interceptación telefónica a Luis Posada Carriles y hasta muestras de explosivos encontradas en el escenario de atentados organizados por éste en La Habana.

A los pocos meses vino la “respuesta” yanqui. En lugar de detener y enjuiciar a los terroristas, la FBI actuó contra los que los vigilaban y obviamente enviaban a Cuba aquellos informes. Allí comenzó la cadena de arbitrariedades contra los cinco, que incluye la selección amañada y mafiosa del jurado, como se comprueba en una nota del 2 de diciembre de 2000 de El Nuevo Herald de Miami. “Sí tengo miedo por mi seguridad -declaró un jurado- si el veredicto no es seguido del agrado de la comunidad cubana”. A los cinco se le separó en distintas cáceles de alta seguridad a todo lo ancho de Estados Unidos y se les ha sometido a condiciones reservadas a los peores criminales pese a su excelente conducta, pero ello no impide que actúen a una en su digna actitud, ejemplo para el mundo, ante su carcelero imperialista.

Autor Ángel Guerra Cabrera
La Jornada

EL CUMPLEAÑOS DE UN HEROE CUBANO PRESO INJUSTAMENTE EN CÁRCELES DE ESTADOS UNIDOS

Las luces de los hombres dignos no se apagan jamás.

Un hombre digno desde el fondo de una cueva y con tanta luz, puede enceguecer a sus captores.

Ese es el caso de uno de los cubanos más honestos y revolucionarios, que es hoy un ejemplo de amor a la patria, a su bandera y a sus principios.

Once años entre barrotes, puertas de máxima seguridad, la tortura psicológica y el odio de sus carceleros, no han podido quebrantar la entereza de un combatiente como Antonio Guerrero.

Héroe de la República de Cuba, luchador anti-terrorista, soldado de las causas mas justas de la humanidad, Tony cumple hoy 51 años de edad.

Hace pocos días una resentencia le concedió 21 años de cárcel, cuando la única salida honorable para ese Tribunal era ponerlo de inmediato en libertad.

No ha habido juicio más injusto que el que le condenó a la cadena perpetua, no ha habido juicio más injusto que el que le condenó ahora a 21 años en las siniestras cárceles de máxima seguridad de Estados Unidos.

En esos sitios por los que ha pasado nuestro Héroe, ha dejado una estela de simpatía entre los reclusos, es tal su disciplina que en los años que lleva de injusta prisión nunca ha estado involucrado en problema alguno.

Su tiempo lo emplea en enseñar, en educar, en hacer mejores a esos hombres que lo acompañan en el infortunio de una prisión, que es más dolorosa y cruel por estar allí, sancionado por luchar contra el terrorismo.

El imperio y la mafia de Miami se han ensañado en él y sus cuatro hermanos de lucha, ante la impotencia de vencer la resistencia del pueblo cubano, que contra viento y marea sostiene sus convicciones.

Tony en este cumpleaños 51 que celebra hoy tiene la dicha de contar con millones de seres humanos que en el mundo siguen luchando por su libertad y la de Ramón, Gerardo, René y Fernando.


Desde la celda que ocupa, su imagen traspasa las fronteras de la prisión y su luz se proyecta como un sol colmado del bálsamo de la bondad, la esperanza y el amor.



Volverás, hermano.

¿POR QUÉ ENRON SÍ Y LOS CINCO NO?

La Corte Suprema de los Estados Unidos acordó el martes revisar el estándar legal sobre el cambio de sede para un acusado procesado en una ciudad donde existe un ambiente hostil y prejuiciado. No. No se trata del caso de los Cinco cubanos que fueron condenados en Miami en el 2001, aunque pudiese impactar a la situación legal de ellos.


El caso que revisará la Corte Suprema el año que viene es el de Jeffrey K. Skilling, el ex presidente de Enron que fue condenado en 2006 por 35 cargos de fraude y otros crímenes que resultaron en la pérdida de miles de millones de dólares para los inversionistas y el desempleo de más de 20.000 trabajadores de la empresa, que se declaró en bancarrota.

El tribunal federal procesó a Skilling en Houston, la ciudad que fue el epicentro del colapso de Enron y donde vivían muchos empleados e inversionistas de la empresa. El jurado lo condenó y el juez lo sentenció a 24 años y 4 meses de prisión más una multa de 45 millones de dólares.

Skilling apeló y el tribunal de apelaciones reconoció que el juicio de Skilling se desarrolló en medio de publicidad “inflamatoria y omnipresente.” Citó como ejemplos de esa publicidad hostil un artículo del periódico The Houston Chronicle titulado “Your Tar and Feathers Ready? Mine Are” (¿Su chapapote y sus plumas están listas? Las mías sí) y una canción de rap titulada “Drop the S off Skilling”.

Las personas que caían en desgracia en los Estados Unidos en el siglo XVIII eran sometidas por las turbas a un castigo, fuera de los parámetros de la ley, conocido como “tar and feathers”. Echaban chapapote caliente al cuerpo del acusado y encima unas plumas. De esa manera humillaban al pecador mientras le gritaban consignas degradantes. La canción de rap que cita el tribunal dice que hay que eliminar la letra “s” de Skilling. De esa manera, convertiendo el apellido del acusado en en killing que quiere decir “matando”.

Teniendo en cuenta la publicidad negativa contra Skilling en Houston en víspera de su juicio, el Tribunal de Apelaciones dijo que “no hubiera sido imprudente” que el tribunal de primera instancia le hubiese concedido un cambio de sede. Sin embargo, el Tribunal de Apelaciones rehusó anular la condena, porque dijo que el juez de Houston había interrogado al jurado de una manera “adecuada y minuciosa” algo que “mitigó cualquier efecto que hayan tenido los prejuicios”.

El 13 de octubre, la Corte Suprema aceptó revisar el proceso legal al cual fue sometido Skilling, y específicamente considerar si recibió un juicio justo en Houston debido a la evidente hostilidad contra Enron y sus ejecutivos en esa ciudad.

El abogado Thomas B. Wilner, quien ha litigado decenas de casos ante la Corte Suprema de los Estados Unidos y ha logrado que reconsidere un caso que anteriormente este tribunal habia rechazado, dijo hoy a Cubadebate que “si la Corte Suprema decide que el juicio de Skilling no debía haberse hecho en Houston, debido a la hostilidad que colmaba en el ambiente de esa ciudad, esto sentaría un precedente importante que tendría consecuencias positivas para el caso de los Cinco. Éstos podrían pedir que la Corte Suprema reconsidere su decisión anterior, aunque necesitarían que cinco de los nueve jueces estuvieran de acuerdo en la reconsideración,” concluyó.

Los Cinco fueron condenados en Miami, una ciudad colmada de prejuicios contra ellos y contra Cuba. Richard Pastor, ex secretario para la seguridad nacional de la administración de Jimmy Carter, dijo esta semana a The New York Times que un juicio contra cinco agentes cubanos en Miami es tan justo como sería un juicio contra un agente israelí en Teherán”.

¿Por qué rechazó la Corte Suprema el caso de los Cinco y ahora acepta el caso del presidente de Enron? ¿Si gana Skilling, revisarán nuevamente el caso de los Cinco? Ellos siguen presos injustamente. ¿Hasta cuando tendrán que esperar para que los tribunales hagan justicia en su caso?


Autor José Pertierra