Las luces de los hombres dignos no se apagan jamás.
Un hombre digno desde el fondo de una cueva y con tanta luz, puede enceguecer a sus captores.
Ese es el caso de uno de los cubanos más honestos y revolucionarios, que es hoy un ejemplo de amor a la patria, a su bandera y a sus principios.
Once años entre barrotes, puertas de máxima seguridad, la tortura psicológica y el odio de sus carceleros, no han podido quebrantar la entereza de un combatiente como Antonio Guerrero.
Héroe de la República de Cuba, luchador anti-terrorista, soldado de las causas mas justas de la humanidad, Tony cumple hoy 51 años de edad.
Hace pocos días una resentencia le concedió 21 años de cárcel, cuando la única salida honorable para ese Tribunal era ponerlo de inmediato en libertad.
No ha habido juicio más injusto que el que le condenó a la cadena perpetua, no ha habido juicio más injusto que el que le condenó ahora a 21 años en las siniestras cárceles de máxima seguridad de Estados Unidos.
En esos sitios por los que ha pasado nuestro Héroe, ha dejado una estela de simpatía entre los reclusos, es tal su disciplina que en los años que lleva de injusta prisión nunca ha estado involucrado en problema alguno.
Su tiempo lo emplea en enseñar, en educar, en hacer mejores a esos hombres que lo acompañan en el infortunio de una prisión, que es más dolorosa y cruel por estar allí, sancionado por luchar contra el terrorismo.
El imperio y la mafia de Miami se han ensañado en él y sus cuatro hermanos de lucha, ante la impotencia de vencer la resistencia del pueblo cubano, que contra viento y marea sostiene sus convicciones.
Tony en este cumpleaños 51 que celebra hoy tiene la dicha de contar con millones de seres humanos que en el mundo siguen luchando por su libertad y la de Ramón, Gerardo, René y Fernando.
Desde la celda que ocupa, su imagen traspasa las fronteras de la prisión y su luz se proyecta como un sol colmado del bálsamo de la bondad, la esperanza y el amor.
Volverás, hermano.
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