La Sierra Maestra, esa cadena de montañas poblada en lo que a la
provincia Granma se refiere, por más de noventa mil personas, tiene
sitios de extraordinaria belleza, riqueza histórica, económica y social.
Para los cubanos la Sierra Maestra atesora buena parte de los esfuerzos de la Isla en su afán de alcanzar la libertad, la independencia y la soberanía, atributos muy dados para los nacidos en esta zona del mundo.
No hay duda alguna de las riquezas que en las montañas existen, primeramente, ese capital humano que en condiciones a veces muy difíciles, se mantiene poblando diversos puntos de su geografía.
Uno de esos sitios hermosos y a más de 900 metros sobre el nivel del mar es Minas de Frío, paraje alejado a más de 30 kilómetros de la cabecera municipal de Bartolomé Masó.
En sus 435 kilómetros cuadrados, viven alrededor de 600 personas diseminadas en comunidades como Mompié, El Roble, Meriño y Caguara, sitios muy ligados a la última etapa por la liberación Nacional.
Ese punto de la serranía granmense cuenta con facilidades para la población que la habita como una escuela primaria, panadería, despulpadora de café y una granja agropecuaria.
Asimismo funciona allí una guardería donde los padres dejan a sus hijos y se entregan sin preocupación alguna a sus labores habituales en el núcleo poblacional.
Los fundamentales productos que distinguen al sitio son, en primer lugar el café, la madera, la floricultura y otros rubros como el plátano, yuca, malanga y boniato entre otros.
En la elevada ubicación se produce una de las flores más hermosas y exóticas de la serranía. Se trata de la rosa verde, al parecer única pues solo se puede observar en Minas de Frío.
La bondad, desprendimiento, cariño y hospitalidad, son elementos que distinguen a los campesinos que habitan ese punto montañoso, donde la armonía y las excelentes relaciones humanas se ponen de manifiesto.
No hay visitante que se marche sin saborear una taza de café, sembrado, cultivado y cosechado por ellos, quienes además disfrutan de un restaurante al que han denominado y bien Polo Norte.
El nombre de ese centro de servicios gastronómicos viene a bien con la muy baja temperatura reinante allí durante todo el año, a la que están habituados los lugareños, mas no los que llegan de paso al lugar.
De todas las instalaciones hay una que impacta por su objeto social de indudable importancia para la población campesina de Minas de Frío y de las comunidades aledañas.
Se trata del policlínico que ofrece sus servicios a los campesinos residentes en ese punto geográfico y que funciona tal y como sucede en instalaciones similares en cualquier parte de la Isla.
Diversas patologías son atendidas por los médicos y personal paramédicos establecidos allí, como parte del programa integral de salud existente en Cuba y que abarca a todas las comunidades.
En Minas de Frío, el Comandante Ernesto Che Guevara estableció la primera escuela de reclutas del Ejército Rebelde, instalaciones que posteriormente, en 1960, funciono una escuela pedagógica.
Este último centro preparó a cientos de jóvenes como maestros voluntarios, que luego participaron como asesores en la campaña de alfabetización en 1961.
Por esa escuela pasó Conrado Benítez García, uno de los que impulsó la primera obra social de la Revolución, asesinado mientras alfabetizaba, convirtiéndose en bandera de los que integraron el pacífico ejército.
Minas de Frío es, aparte de un emporio de belleza natural, una prueba fehaciente del respeto al ser humano en Cuba, que allí cobra matices muy hermosos con esas mañanas frías donde palpita un caliente corazón.
Para los cubanos la Sierra Maestra atesora buena parte de los esfuerzos de la Isla en su afán de alcanzar la libertad, la independencia y la soberanía, atributos muy dados para los nacidos en esta zona del mundo.
No hay duda alguna de las riquezas que en las montañas existen, primeramente, ese capital humano que en condiciones a veces muy difíciles, se mantiene poblando diversos puntos de su geografía.
Uno de esos sitios hermosos y a más de 900 metros sobre el nivel del mar es Minas de Frío, paraje alejado a más de 30 kilómetros de la cabecera municipal de Bartolomé Masó.
En sus 435 kilómetros cuadrados, viven alrededor de 600 personas diseminadas en comunidades como Mompié, El Roble, Meriño y Caguara, sitios muy ligados a la última etapa por la liberación Nacional.
Ese punto de la serranía granmense cuenta con facilidades para la población que la habita como una escuela primaria, panadería, despulpadora de café y una granja agropecuaria.
Asimismo funciona allí una guardería donde los padres dejan a sus hijos y se entregan sin preocupación alguna a sus labores habituales en el núcleo poblacional.
Los fundamentales productos que distinguen al sitio son, en primer lugar el café, la madera, la floricultura y otros rubros como el plátano, yuca, malanga y boniato entre otros.
En la elevada ubicación se produce una de las flores más hermosas y exóticas de la serranía. Se trata de la rosa verde, al parecer única pues solo se puede observar en Minas de Frío.
La bondad, desprendimiento, cariño y hospitalidad, son elementos que distinguen a los campesinos que habitan ese punto montañoso, donde la armonía y las excelentes relaciones humanas se ponen de manifiesto.
No hay visitante que se marche sin saborear una taza de café, sembrado, cultivado y cosechado por ellos, quienes además disfrutan de un restaurante al que han denominado y bien Polo Norte.
El nombre de ese centro de servicios gastronómicos viene a bien con la muy baja temperatura reinante allí durante todo el año, a la que están habituados los lugareños, mas no los que llegan de paso al lugar.
De todas las instalaciones hay una que impacta por su objeto social de indudable importancia para la población campesina de Minas de Frío y de las comunidades aledañas.
Se trata del policlínico que ofrece sus servicios a los campesinos residentes en ese punto geográfico y que funciona tal y como sucede en instalaciones similares en cualquier parte de la Isla.
Diversas patologías son atendidas por los médicos y personal paramédicos establecidos allí, como parte del programa integral de salud existente en Cuba y que abarca a todas las comunidades.
En Minas de Frío, el Comandante Ernesto Che Guevara estableció la primera escuela de reclutas del Ejército Rebelde, instalaciones que posteriormente, en 1960, funciono una escuela pedagógica.
Este último centro preparó a cientos de jóvenes como maestros voluntarios, que luego participaron como asesores en la campaña de alfabetización en 1961.
Por esa escuela pasó Conrado Benítez García, uno de los que impulsó la primera obra social de la Revolución, asesinado mientras alfabetizaba, convirtiéndose en bandera de los que integraron el pacífico ejército.
Minas de Frío es, aparte de un emporio de belleza natural, una prueba fehaciente del respeto al ser humano en Cuba, que allí cobra matices muy hermosos con esas mañanas frías donde palpita un caliente corazón.