Seguidores

jueves, 31 de marzo de 2011

ENTREVISTA A JAMES CARTER, EXPRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS, REALIZADA POR ARLEEN RODRIGUEZ DERIVET, PERIODISTA DE LA TELEVISION CUBANA

Foto: Jenny MuñoaArleen Rodríguez
Bienvenido. Gracias por aceptar nuestra invitación.
James Carter
Arleen Rodríguez
Me comentaba que quería decirle algo al pueblo cubano antes de nuestra entrevista.
James Carter
Arleen Rodríguez
James Carter
También tuvimos la posibilidad de reunirnos con los familiares de los cinco patriotas cubanos, con sus madres, con sus esposas.
Espero que en el futuro haya relaciones diplomáticas normales entre Cuba y Estados Unidos. Quisiera también que llegara el momento en que las restricciones de viajes desde Estados Unidos a Cuba y de Cuba a Estados Unidos puedan ser suspendidas, y también que pueda disfrutarse de libertad, de reasociación, de viajes. Creo que es muy importante para todo el mundo y para el pueblo de Cuba.
Hemos sostenido reuniones con el Ministro de Relaciones Exteriores, con el Presidente de la Asamblea Nacional, con el presidente Raúl Castro, con el anterior presidente, Fidel Castro, quien es mi amigo personal, y haremos todo lo posible para que se produzcan cambios económicos en Cuba.
Esta mañana también me reuní con el señor Gross, quien ha pasado un largo tiempo en prisión en Cuba, y pensamos que es inocente de cualquier delito. Espero que en el futuro pueda ser liberado conjuntamente con los llamados cinco cubanos que han pasado 12 años en prisión en Estados Unidos.
En el futuro espero que puedan desarrollarse el comercio y los viajes entre ambos países y que se pueda suspender totalmente el embargo económico, que es una opresión para el pueblo cubano, y que no solamente afecta al gobierno cubano, sino que es el pueblo de Cuba el que más se afecta. Considero que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba deben cambiar.
Cuando pasé a ser presidente, suspendí las restricciones de viajes entre ambos países y he trabajado muy de cerca con el presidente Castro para establecer intercambios diplomáticos. Ahora Estados Unidos y Cuba tienen a 300 personas empleadas en la Oficina de Intereses, tanto en la de Estados Unidos como en la de Cuba, y trabajan cubanos en la Oficina de Intereses en Cuba y viceversa, y creo que esto puede contribuir a las relaciones diplomáticas normales entre los dos países.
Esta ha sido una oportunidad que me ha dado la Televisión Cubana para poder dirigirme a ustedes y decirles cuán maravilloso es su país.
Arleen Rodríguez
Yo quiero aprovecharme de esa oportunidad para hacerle unas preguntas.
Quiero, primero que todo, saludarlo con el respeto y la simpatía que ha generado el único Presidente de Estados Unidos que en 50 años hizo algo por normalizar las relaciones. Usted recordaba algunos de esos pasos importantes. El hecho también de venir a Cuba ya por dos veces y hacerlo con la mano extendida y con respeto. El pueblo cubano, que es muy orgulloso y digno, recibe con simpatía visitantes así.
Creo que, entrando en materia, usted me ha relevado de hacer una introducción al expresar nuevamente su voluntad y deseo de que se levante el bloqueo a Cuba. Se sabe que hay un consenso mayoritario en la sociedad norteamericana, que incluye a la comunidad cubana en Estados Unidos, y que, además, la comunidad internacional lo ha demandado en los últimos 20 años de manera masiva, de manera que sus esfuerzos son acompañados también por las grandes mayorías en Cuba y en Estados Unidos.
Como usted mismo reconoce, el bloqueo se mantiene, y los cubanos y las cubanas sabemos que se mantiene, además, con el mismo rigor de antes, y a veces aprieta un poquito más.
Yo pregunto: ¿Qué perspectivas usted les ve a las relaciones Cuba-Estados Unidos y a ese bloqueo, contra el cual está todo el mundo?
James Carter
Arleen Rodríguez
No sé hasta qué punto usted es consciente de cuán sensibilizado está el pueblo de Cuba con la demanda de libertad para los Cinco. Sin embargo, es decir, no lo escuché pronunciarse por el indulto.
Usted decía que según las leyes norteamericanas usted esperaba que fueran liberados. Ellos han apelado a la Corte Suprema, que les denegó la revisión del caso, a pesar de que era una demanda de más de 10 Premios Nobel y centenares de personalidades políticas e intelectuales de todo el mundo. Es decir, agotaron todos los pasos legales.
Ha habido muchas arbitrariedades en el proceso, como usted decía, reconocidas por jueces, y ellos han recibido un castigo adicional al privarse a dos de ellos de la visita regular de sus esposas, con dificultades también para la visita a los familiares.
Llegar a ese punto de la Corte Suprema y que no les permitieran una revisión de un caso tan complejo, hizo que estos propios Premios Nobel y personalidades políticas demanden al presidente Obama el indulto.
Usted fue presidente de Estados Unidos, usted ejerció el derecho del indulto, como un gesto humanitario que le digo —como cubana— que agradecería profundamente el pueblo de Cuba, ¿estaría dispuesto a sumarse a otros Premios Nobel que piden el indulto de los Cinco a Obama?
James Carter
Arleen Rodríguez
James Carter
Reconozco las limitaciones dentro del sistema judicial de Estados Unidos, y espero que el Presidente pueda conceder este indulto; pero esta es una decisión que solamente puede tomar el propio Presidente, o sea que no me correspondería decirle al Presidente lo que debe hacer; pero el Presidente, tanto antes como ahora, sabe que mi opinión es que el juicio de los Cinco fue muy dudoso, que se violaron normas, y que las restricciones acerca de sus visitas fueron extremas.
Ahora, sé que ya esos familiares han podido visitarlos, y espero que en el futuro pueda concederse este indulto y que pueda haber también un mayor acceso de sus familiares a estos prisioneros en Estados Unidos.
Me han informado unos funcionarios, por ejemplo, que el derribo del pequeño avión en La Habana, que hizo posible la muerte de dos de los pilotos, tuvo lugar después de que el Presidente de Estados Unidos informara a los líderes cubanos que ya no habría más vuelos. Los funcionarios cubanos me comunicaron que expresaron muy claramente al Presidente de Estados Unidos que no podía permitirse el sobrevuelo de la capital del país dejando volantes, y que tenían que proteger la soberanía de Cuba. Así que aun cuando esto es algo más serio, es un alegato más serio, en mi opinión, tengo dudas en cuanto a estas extensas condenas a las que fueron sometidas estas personas; pero cuando regrese pienso conversar con el presidente Obama, aquí está mi declaración pública, la he hecho antes con otros líderes norteamericanos, y hemos hablado a favor de la liberación de los Cinco; una de las razones, ya sean culpables o no, es que ya han pasado un largo tiempo en prisión, más de 12 años; o sea, que ya han sido castigados adecuadamente, aun cuando hayan sido culpables.
Arleen Rodríguez
James Carter
Arleen Rodríguez
Yo tengo la confianza de que usted también podrá trasmitir la solicitud de indulto, como un gesto humanitario. Estos hombres han sufrido mucho y han perdido familiares sin poder estar a su lado; en fin, no insisto, le agradezco su interés y sus declaraciones en nombre del pueblo de Cuba.
Señor Carter, usted decía también esta mañana en la conferencia que tuvo un encuentro de amigos con el Comandante Fidel Castro, quien en sus reflexiones ha expresado mucha angustia por los riesgos que está enfrentando la especie humana, por los enormes arsenales nucleares que siguen creciendo y que están en capacidad de destruir varias veces al mundo, y también por las consecuencias nefastas que podría tener para la especie humana el cambio climático; son temas en que creo que ustedes tienen una amplia coincidencia.
Como físico nuclear usted sabe lo que significa para la especie humana la posesión de armas nucleares, usted fue un presidente que trabajó mucho por educar a su pueblo contra el culto al consumo, promovió políticas de racionalidad, de defensa del medio ambiente, aunque lo hicieran impopular entre algunos sectores.
Bueno, rápidamente solo quiero saber si cree que todavía hay oportunidad de hacer algo para salvar a la especie humana.
James Carter
Considero que Estados Unidos no ha sido todo lo firme que debía haber sido en el abordaje de los problemas del calentamiento global. Los funcionarios cubanos, desde que he estado aquí, me han señalado lo que se ha hecho con la parte vieja de La Habana, y he estado en Bolivia para reunirme con Evo Morales, y quizás Bolivia sea el primer país que sufra los principales daños a su economía, debido a que se están derritiendo los glaciares en las montañas de Bolivia, que significan una fuente de agua potable. Por eso espero que en el futuro este tema, como es el calentamiento global también, sea abordado por todas las naciones, y sé que Fidel Castro es también un promotor de este tema. Estuvimos conversando acerca de los pasos que se dieron cuando era presidente en Estados Unidos, y hemos estado conversando ahora y está hablando y tratando de utilizar sus conocimientos y su sabiduría como antiguo Presidente para el bienestar de los seres humanos. Estuvimos conversando, estuvimos de acuerdo en muchas cosas, y, sobre todo, hablamos también de este calentamiento global, y creo que puede haber posibilidad entre ambos países.
Arleen Rodríguez
Gracias, cada vez que usted visita a Cuba las esperanzas se abren, aunque las relaciones todavía sigan siendo tan difíciles con el bloqueo.
James Carter
Muchas gracias.
Arleen Rodríguez.—Gracias, señor Carter, muchas gracias.
.—Espero que podamos volver otra vez. Quiero traer a toda mi familia, somos muchos de familia, somos 36 miembros. Espero no tardar mucho y traer a mi familia.
.—Le agradezco muchísimo.
.—Cuando yo era presidente negocié con la Unión Soviética para reducir el número de armas nucleares, con los Tratados SALT I y SALT II y estuve muy a favor de que se redujeran los arsenales nucleares en ambas partes. También considero firmemente que representa una amenaza para todos los seres humanos este calentamiento global, y como usted probablemente conoce, el presidente Obama y su antecesor, el presidente Bush, estaban interesados en trabajar con otras potencias nucleares para reducir los arsenales, y se han estado supervisando de una manera muy estricta los acuerdos que han firmado estos gobiernos.
.—Entrar más en el caso haría más larga esta conversación, pero lo que sabe el pueblo de Cuba, lo que se puede probar, lo que saben, incluso, las autoridades norteamericanas, por todo el informe que trasmitió Cuba, es que esos jóvenes lo único que hacían era buscar información para evitar actos terroristas.
.—Sí, lo sé.
.—Acaba de fallecer recientemente una persona muy vinculada al caso, que usted conoció bien, Leonard Weinglass; sé que usted sabe que era un hombre amante de la justicia y que luchó por ella, y sus últimos pronunciamientos, su último trabajo, incluso, en su lecho de muerte, estuvo encaminado a probar que los Cinco no tienen nada que ver con el derribo de las avionetas.
.—O sea, en mis conversaciones privadas con el presidente Bush y con el presidente Obama, he hablado acerca de la liberación de estas personas.
.—Por eso.
.—Como usted conoce, no solamente soy un antiguo presidente de Estados Unidos, sino también un Premio Nobel.
.—Señor Carter, le escuché con mucha emoción en la conferencia de prensa, y aquí en la presentación le escuché pedir, demandar también la libertad de los cinco cubanos héroes, que Cuba considera héroes, porque enfrentaron a grupos terroristas y lograron evitar que creciera la lista de 2 099 incapacitados y 3 478 muertes que ha ocasionado el terrorismo a nuestro país.
.—Como usted conoce, la mayoría de los cubanos desean que existan relaciones normales con Estados Unidos, y la gran mayoría de los norteamericanos también desean que existan relaciones normales con Cuba. Indudablemente existen algunos líderes radicales en mi país, algunos en posiciones destacadas en el Congreso, en muchos de los casos cubanoamericanos, que insisten en mantener este distanciamiento en las relaciones entre ambos países, estos representantes de la antigua comunidad cubanoamericana, cuyo objetivo fundamental era derrocar el régimen de Castro; incluso, entre los cubanoamericanos en mi país existe una pequeña minoría en estos momentos, pero muy poderosa desde el punto de vista político, en los círculos políticos. Considero que en los últimos años ha habido algunos progresos porque, incluso, la opinión pública dentro de los círculos de Miami y de los cubanoamericanos, incluso, los más jóvenes dentro de esa comunidad desean que se levante este bloqueo económico y tener oportunidades normales para poder viajar en ambas direcciones: de Estados Unidos a Cuba y de Cuba a Estados Unidos, esto es un cambio. En mi opinión es un cambio que va a avanzar en el futuro y espero que mi pequeña voz, así como la opinión de muchos norteamericanos, puedan hacer que esto se materialice.
.—Gracias.
.—Quisiera agradecerle al pueblo de Cuba la posibilidad de estar de nuevo en este país para poder reunirme con los líderes cubanos, para reunirme con algunos ciudadanos cubanos que están en desacuerdo con el gobierno. Hemos estado muy estimulados en cuanto a las posibilidades de la reunión que va a sostenerse en el Congreso el próximo mes.
.—La cámara es suya.
.—Sí.
.—Es un gran placer tenerlo también.
.—Es un gran placer volver a Cuba, a La Habana.
.—¡Hola! Un saludo a todos los que a esta hora están en sintonía con la Televisión Cubana. Les doy la bienvenida, junto al expresidente de Estados Unidos, James Carter, que minutos antes de partir de regreso a su país ha accedido gustosamente a darnos una entrevista, una declaración exclusiva para nuestra televisión.

CONFERENCIA DE PRENSA OFRECIDA POR JAMES CARTER, EXPRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS

James Carter
Cuando era presidente hice todo lo posible para mejorar las relaciones diplomáticas entre mi país y Cuba. Eliminé todas las restricciones de viajes para que los estadounidenses viajaran acá, y Fidel Castro y yo trabajamos juntos para establecer Secciones de Intereses en Washington y en La Habana, que continúan brindando comunicación de algún tipo entre nuestros dos países.
Considero que deberíamos eliminar inmediatamente el embargo comercial que Estados Unidos ha impuesto al pueblo de Cuba y también que deberíamos tener viajes sin ningún tipo de límites de los estadounidenses hacia Cuba y viceversa, así que creo que es importante que haya venido. En esta ocasión, quería aprender de los principales funcionarios del gobierno cubano sobre el venidero Congreso del Partido, que se realizará a mediados de abril, y he recibido información por parte del Presidente de la Asamblea Nacional, el Presidente Raúl Castro y el expresidente y Comandante Fidel Castro y otros dirigentes del gobierno cubano sobre los planes para el futuro.
Los funcionarios cubanos están muy orgullosos del hecho de que han tenido buenos comentarios del pueblo de Cuba, y muchas sugerencias han sido incorporadas, según tengo entendido, al texto que se analizará durante su Congreso.
Yo espero que en el futuro esto se añada a esos documentos y que haya una completa libertad para que todos los cubanos puedan expresarse, reunirse y viajen, según las normas internacionales de los derechos humanos que se apliquen en Cuba.
Además de reunirme con el presidente Raúl Castro, en una conversación muy extensa, y de reunirme esta mañana con Fidel Castro, que parece estar en buena salud, y nos vimos como viejos amigos, me reuní esta mañana con algunos de los grupos que critican al gobierno cubano, y espero, en gran medida, que en el futuro algunas de sus quejas reciban una respuesta por parte del gobierno.
Me reuní con alrededor de 12 de los prisioneros que fueron liberados por orden del presidente Raúl Castro y con el auspicio del Cardenal. Evidentemente, ellos quisieran ver a otros que regresen desde España o a otros lugares. Me reuní y discutí con el presidente Raúl Castro y lo haré nuevamente tras esta sesión.
Para mí es importante también que las relaciones entre nuestros dos países mejoren.
Creo que la retención de los cinco cubanos no tiene sentido, ha habido dudas en los tribunales estadounidenses y también entre las organizaciones de derechos humanos en el mundo. Ahora, ellos han estado en prisión 12 años y yo espero que en el futuro cercano sean liberados para que regresen a sus hogares.
Me reuní con dos de las madres de los prisioneros y tres de las esposas de los prisioneros y expresé mis sentimientos a ellas, y espero que en el futuro sean liberados, según el derecho estadounidense.
También esta mañana pude reunirme con Alan Gross, un hombre que pienso es inocente de ser una amenaza seria para el pueblo y el gobierno cubanos; ha sido sentenciado a una larga sentencia en prisión, y espero que él también pronto sea liberado.
O sea, hay muchas cosas que pueden hacerse entre nuestros dos países para mejorar las relaciones y llegar a relaciones normales en todas las formas posibles.
Repetiré mi expresión de gratitud hacia el presidente Raúl Castro y a otros funcionarios cubanos, por permitirme venir y tener conversaciones con ellos, y espero, para el futuro de Cuba, que todos los cubanos sean completamente libres y que todos los estadounidenses sean libres para viajar adonde quieran; ahora ustedes saben que muchos de nosotros no podemos viajar libremente a Cuba y estas limitaciones en nuestro país deben ser eliminadas.
Estos son mis comentarios iniciales y ahora me complacería responder dos o tres preguntas de los medios de difusión.
Si no hay ninguna pregunta, terminamos.
Andrea Rodríguez (AP)
James Carter
Tuve un encuentro muy bueno esta mañana con Alan Gross, evidentemente él profesa su inocencia, como lo hizo en su juicio. Hará una apelación a través de sus abogados a los tribunales de nivel superior en Cuba. Espero que estos tribunales de mayor nivel declaren que él es inocente de cualesquiera de los delitos por los que ha sido castigado, y si este no es el caso, entonces, posiblemente en el futuro, se emita una orden ejecutiva para concederle un indulto o una liberación por motivos humanitarios. Su hija está muy enferma, a otros miembros de su familia los ha perdido; él ha perdido como 40 kilogramos de su propio peso corporal, pero parece estar de buen ánimo y plantea su inocencia.
No he venido con la expectativa de llevármelo a casa. De hecho, los funcionarios cubanos dijeron claramente, antes de que yo saliera de mi casa, que la liberación de Alan Gross no será concedida.
Fernando González (Associated Press Television)
James Carter
Periodista
James Carter
Me reuní con un gran número de embajadores radicados aquí en La Habana y representantes de las Naciones Unidas, y dijeron que les ha sido muy difícil en los últimos dos años depender de los canales normales para la ayuda humanitaria al pueblo cubano, porque los estadounidenses restringen las transferencias. Esto también me lo dijeron los líderes de la Unión Europa, el Embajador de Brasil y otros en el grupo. Esto es algo que podría hacerse inmediatamente por parte del Presidente de Estados Unidos con respecto a la ley existente.
Tengo entendido, a partir del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba y también de todos los embajadores, que estas restricciones sobre la transferencia normal de fondos humanitarios al sistema bancario se han restringido mucho en los últimos dos años. Desde que el presidente Obama está en el cargo he compartido esta información con él.
Yo espero, respecto a otras posibilidades, como ya he expresado, ver, bueno, que el señor Gross sea liberado y que los cinco cubanos regresen a Cuba.
Además de esos aspectos, yo personalmente quisiera que la Ley Helms-Burton fuera derogada completamente. Creo que fue un serio error cuando fue aprobada y firmada por el presidente Clinton.
Cualquier esfuerzo por parte de Estados Unidos para mejorar la vida del pueblo cubano con ayuda financiera u otros medios es sospechoso o ilegal, según la Ley Helms-Burton, porque esa Ley, como ustedes saben, expresamente tiene el objetivo de poner fin al régimen de Castro, de cambiar el régimen. Por lo tanto, esta Ley —en mi opinión— es contraproducente. No existía cuando yo era presidente, y yo podía hacer lo que quisiera básicamente con las restricciones de los viajes y el establecimiento de las relaciones, etcétera.
Estas son algunas de las cosas que son evidentes para todos, y los líderes del Congreso que tienen un origen cubano actúan de manera muy contraproducente al tratar de culpar o castigar al régimen cubano, cuando en realidad están castigando al pueblo cubano con sus restricciones.
Periodista
James Carter
Periodista
James Carter
Los únicos alegatos de Estados Unidos en cuanto a terrorismo contra el gobierno cubano se relacionan con algunos de los grupos en Colombia, las FARC, y la ETA en España.
Cuando yo me reuní con los embajadores de España y Colombia, ayer por la mañana, me dijeron que no tenían objeción en lo absoluto, que pensaban que la capacidad de los miembros de la ETA y de las FARC en Colombia de venir a Cuba era algo muy positivo para ellos, porque les daba la oportunidad de comunicarse de manera amistosa en Cuba con personas que causaban problemas en sus propios países. Por lo tanto, los alegatos estadounidenses, sus afirmaciones de terrorismo no tienen base alguna, y ese es otro aspecto que el Presidente de Estados Unidos podría hacer, o sea, eliminar la declaración de que Cuba está promoviendo el terrorismo, porque evidentemente es una afirmación incierta.
Puedo responder una pregunta más.
Michael Boston (BBC)
James Carter
Bueno, yo diría que tanto los líderes que usted mencionó como las autoridades familiarizadas con mis propias opiniones sobre las libertades de viajes, de reunión y de expresión en Cuba —cuando estuve hace nueve años hablé ante el pueblo de Cuba, en la televisión, en la radio, y mis palabras fueron presentadas en el Granma tal y como las dije, expresando estos deseos y estas recomendaciones hacia los cubanos—, conocen mis propios criterios de que debe haber cambios, y lo repetí en la conferencia de prensa.
Yo no estoy familiarizado con los detalles o los aspectos del texto que ahora se analiza para el Congreso del Partido. Me han dicho que aproximadamente 8 millones de cubanos participaron dando opiniones. El Ministro de Relaciones Exteriores me dijo que hubo miles de enmiendas propuestas al texto original. También se dice que más del 65 % de los párrafos han sido modificados a partir de las propuestas; pero no conozco el texto original ni la versión modificada.
Los grupos disidentes esta mañana, sin embargo, dijeron que muchos se han abstenido de expresar sus solicitudes sobre las libertades personales, porque no quieren que los asocien con el procedimiento, porque no están de acuerdo con la integridad de este.
Otros grupos con quienes me reuní esta mañana sí han expresado su solicitud de que la libertad internacional estándar debe ser promovida. Por lo tanto no estoy familiarizado con lo que tienen intención de hacer.
Muchísimas gracias a todos.
.—En lo absoluto.
.—Usted se ha reunido con el presidente Raúl Castro y el expresidente Fidel Castro. Ha hablado sobre su deseo de ver la libertad de expresión, la libertad de reunión, el derecho de los cubanos a viajar al exterior; ha hablado también sobre los cambios económicos que deben analizarse en el Congreso, ¿ha tenido algún indicio de que habrá algún cambio político que se analice?
.—Sí creo que se debe sacar a Cuba de la lista de los países que auspician el terrorismo. Como ustedes posiblemente sepan —no sé si lo saben—, ha habido una cooperación muy estrecha, tengo entendido, entre los servicios de inteligencia cubanos y estadounidenses para enfrentar las amenazas de Al Qaeda y otras organizaciones en la región del Golfo.
.—Señor Presidente Carter, cuando usted era presidente no estuvo de acuerdo con las actividades de exiliados violentos contra Cuba. ¿Usted tiene opiniones sobre quitar a Cuba de la lista de los países terroristas?
.—En la posibilidad, muy poco probable, de que ambos países soliciten mi servicio, yo me complacería en ayudar; pero creo que esto es bastante poco probable.
.—Señor Carter, usted es una de las pocas personas, de los pocos políticos que tiene el respeto de las dos partes, ¿aceptaría jugar un papel mediador entre los dos países?
.—Quisiera ver que en las leyes actuales se dé un paso más en la eliminación de las restricciones a los viajes por parte de ciudadanos estadounidenses a Cuba; quisiera ver que las restricciones que existen hoy sobre la transferencia de los fondos humanitarios a Cuba se eliminaran.
.—Sobre la base de sus conversaciones en Washington antes del viaje y sus conversaciones aquí con el presidente Raúl Castro, ¿qué pasos piensa usted que deben darse, qué debe hacer cada país para mejorar las relaciones?
.—Bueno, antes de salir he hablado ampliamente con la Asesora de Seguridad Nacional y Secretaria de Estado Clinton sobre las circunstancias que existen entre nuestros dos países. Como ha sido mi costumbre siempre, en cualquier viaje al extranjero, antes de salir voy a la Casa Blanca y doy un informe completo del viaje al Presidente de Estados Unidos y al Secretario de Estado. Esto se hará uno o dos días después que regrese a Estados Unidos y expresaré los criterios que les he expresado a ustedes en este auditorio, más otros asuntos más confidenciales que debo compartir solo entre mi persona y los funcionarios estadounidenses.
.—Tengo entendido que no vino como visita oficial o gubernamental, pero quisiera saber si usted piensa reunirse con el gobierno de Obama y, si lo hace, qué es lo que le va a decir.
.—No vine aquí con la idea de coordinar ningún tipo de intercambio. Creo que los dos casos, el de Gross y el de los Cinco, son separados, distintos y no deben interrelacionarse. Creo que Alan Gross debe ser liberado porque es inocente de un delito serio y creo que los cinco cubanos deben ser liberados porque han estado 12 años en prisión ya y las circunstancias originales de sus juicios, que se consideraron dudosas, incluso por los jueces y el sistema judicial estadounidense. Por lo tanto, no he venido con ese objetivo.
.—Señor, usted mencionó que había visitado al señor Gross. Quisiera saber si usted tiene alguna idea de cuándo sería liberado, si usted, incluso, se lo llevaría a casa, por un lado, y por otro lado, ¿qué posibilidades hay de un canje entre esta persona y los Cinco agentes detenidos en Estados Unidos? ¿Y ha tenido alguna indicación del presidente Raúl Castro en esta dirección? Gracias.
.— Permítanme decir, primeramente, que agradezco la oportunidad de regresar a Cuba.

REFLEXIONES DE FIDEL: EL DESASTRE DE JAPÓN Y LA VISITA DE UN AMIGO

Hoy tuve el gusto de saludar a Jimmy Carter, quien fue Presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981 y el único, a mi juicio, con suficiente serenidad y valor para abordar el tema de las relaciones de su país con Cuba.
Carter hizo lo que pudo para reducir las tensiones internacionales y promover la creación de las oficinas de intereses de Cuba y Estados Unidos. Su administración fue la única que dio algunos pasos para atenuar el criminal bloqueo impuesto a nuestro pueblo.
Las circunstancias no eran ciertamente propicias en nuestro complejo mundo. La existencia de un país verdaderamente libre y soberano en nuestro hemisferio no se conciliaba con las ideas de la extrema derecha fascista de Estados Unidos, que se las arregló para hacer fracasar los propósitos del Presidente Carter, que lo hicieron acreedor del Premio Nobel de la Paz. Nadie se lo obsequió gratuitamente.
La Revolución apreció siempre su gesto valiente. En el año 2002 lo recibió calurosamente. Ahora le reiteró su respeto y aprecio.
¿Podrá realmente la oligarquía que gobierna esa superpotencia renunciar a su afán insaciable de imponer su voluntad al resto del mundo? ¿Podrá hacer honor a ese propósito un sistema que genera con creciente frecuencia presidentes como Nixon, Reagan y W. Bush, cada vez con mayor poder destructivo y menos respeto por la soberanía de los pueblos?
La complejidad del mundo actual, no deja mucho margen a recuerdos que son relativamente recientes. La despedida de Carter, hoy miércoles, coincidió con noticias preocupantes del accidente nuclear desatado por el sismo y el tsunami de Japón, que continúan llegando y no pueden ni deben ser ignoradas, no solo por su importancia, sino también por la repercusión práctica y casi inmediata que se deriva de ellas para la economía mundial.
Hoy la agencia noticiosa AP informa desde Japón que:
“La crisis en la planta nuclear japonesa dañada por el tsunami se agravó el miércoles, luego que el agua de mar cercana mostró los niveles de radiación más elevados hasta el momento.”
“En Fukushima, la radiación filtrada ha penetrado en la tierra y el mar y se ha introducido en verduras, leche no pasteurizada e incluso el agua corriente hasta en Tokio, 220 kilómetros al sur.”
“En tanto, el emperador Akihito y la emperatriz Michiko visitaron durante una hora a un grupo de evacuados en Tokio.”
Reuters, por su parte, comunica desde Tokio que:
“Japón actualizó el miércoles sus estándares para planta de energía nuclear, el primer reconocimiento oficial de que sus normas eran insuficientes cuando un terremoto dañó una de sus instalaciones, desencadenando la peor crisis atómica desde Chernóbil en 1986.”
“El anuncio fue dado a conocer luego de que el Gobierno reconoció que no hay un final a la vista para la crisis y de que un salto en los niveles de yodo radiactivo en el agua de mar se sumaron a la evidencia de filtraciones en los reactores en torno al complejo y más allá.”
“Hallazgos de plutonio en el suelo de la planta elevaron la alarma pública sobre el accidente, que ha eclipsado el desastre humanitario ocasionado por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, que dejaron 27.500 muertos o desaparecidos.”
“Antes del desastre, los 55 reactores nucleares de Japón proveían cerca del 30 por ciento de la energía eléctrica del país. Se esperaba que el porcentaje subiera a un 50 por ciento para el 2030, entre los mayores del mundo.”
“Nuevas lecturas mostraron un salto en el yodo radiactivo a 3.355 veces el límite legal, indicó la agencia estatal de seguridad nuclear, aunque el organismo minimizó su impacto, diciendo que las personas habían abandonado el área y que se había detenido la actividad de pesca.”
“Cientos de ingenieros han luchado durante casi tres semanas por enfriar los reactores de la planta y evitar una catastrófica fusión de barras de energía, aunque la situación parece haber dejado atrás ese escenario de pesadilla.”
“Jesper Koll, director de investigación de valores de JPMorgan Securities en Tokio, dijo que una dilatada batalla para controlar la planta y frenar las fugas de radiactividad perpetuaría la incertidumbre y actuaría como un lastre para la economía.”
“‘El peor escenario posible es que ésto se alargue no por uno, dos o seis meses, sino por dos años, o indefinidamente’, declaró.”
“Un subproducto de reacciones atómicas que puede ser usado en bombas nucleares, el plutonio es altamente carcinógeno y una de las sustancias más peligrosas del planeta, indicaron expertos.”
Una tercera agencia, la DPA, desde Tokio señala que:
“Los técnicos japoneses siguen sin poder frenar la crisis nuclear casi tres semanas después de los accidentes en la planta atómica de Fukushima. El gobierno de Tokio empieza por ello a estudiar medidas extraordinarias para detener la emisión de radiactividad de las instalaciones.”
“La idea es cubrir los reactores con una especie de tejido. Las recientes altas mediciones de yodo 131 en el mar son un indicio de una creciente radiación. La organización ecologista Greenpeace advierte además de serios peligros para la salud de los habitantes tras mediciones propias.”
“Expertos consideran que el proceso para descartar definitivamente una posible fusión de núcleo puede tardar meses. Tepco ha prometido mejorar las condiciones laborales de los técnicos, cada vez más nerviosos y agotados.”
Mientras estos sucesos tienen lugar en Japón, el Presidente Bolivariano de Venezuela visita Argentina, Uruguay y se dirige a Bolivia, promoviendo acuerdos económicos y estrechando lazos con países de nuestro hemisferio decididos a ser independientes.
En la Universidad de La Plata, donde la tiranía promovida por Estados Unidos hizo desaparecer, entre muchos miles de argentinos, a más de 700 estudiantes ─de ellos 40 de la Escuela de Periodismo─, Chávez recibió el premio Rodolfo Walsh, en honor a uno de los heroicos periodistas revolucionarios asesinados.
Ya no solo es Cuba; son muchos los pueblos dispuestos a luchar hasta la muerte por su Patria.

Fidel Castro Ruz
Marzo 30 de 2011
6 y 51 p.m.

martes, 29 de marzo de 2011

LAS RAZONES DE CUBA: FALSO ROPAJE

Sabía desde el principio que detrás de aquella búsqueda insaciable por conocer sobre presuntas necesidades materiales había, como se dice en buen cubano, «gato encerrado». Su olfato de viejo agente le indicaba hacia un punto indefinido todavía; el asunto era averiguarlo.

Todo comenzó a finales del año 2000, cuando José Manuel Collera Vento fungía al frente de una institución masónica por medio de la cual se le acercaron personas procedentes de Estados Unidos que le fueron presentadas por el ciudadano Gustavo Pardo Valdés. Aparentemente los unían sentimientos afines ligados a la organización fraternal, y se vincularon con él interesadas en promover un proyecto humanitario. «Sin embargo, en la marcha de esas relaciones se hizo evidente que había otros propósitos».
Enseguida fue notorio que esos individuos «tenían una gran influencia y presencia en los medios sociales, culturales y políticos de aquel país». Pero lo que le llamó la atención fue que la masonería no constituía realmente el nexo que los vinculaba.

Además, ¿por qué le importaban a la Sección de Intereses de Washington en La Habana y a sus funcionarios, los términos de esa «ayuda» que se perfilaba? De una forma u otra, alguno de sus funcionarios estaba siempre presente en los encuentros con emisarios de las ONGs que enviarían el soporte humanitario.
Hacia el año 2002 ya los nexos de Collera con la canadiense Fundación Donner, utilizada por el enemigo para enmascarar el financiamiento de proyectos subversivos contra la Isla, y la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD), un engendro de la OEA cuyos mayores ingresos proceden de la USAID (sigla en inglés de la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE.UU.), eran fluidos.

Asistió en reiteradas ocasiones a la SINA junto a directivos de esas ONGs en tiempos de Vicky Huddleston, James Cason y Michael Parmly como jefes de la oficina.
Así entabló relaciones con personajes como Curtin Winsor, un ex embajador de Estados Unidos en Costa Rica que estaba ahora al frente de la Donner, quien junto al masón Akram Elías, ex Gran Maestro de la Gran Logia de Washington, le presentaron a Marc Wachtenheim, colaborador de la CIA vinculado a uno de sus oficiales, Rene Greenwald. Estos últimos realizaron un estudio minucioso de las capacidades tecnológicas de las redes cubanas de infocomunicaciones. Hasta el 2010, Wachtenheim fue el director del Programa Iniciativa para el desarrollo de Cuba de la FUPAD, también receptora del dinero del Fondo Nacional para la Democracia (NED).
El caso es que «ellos comenzaron hablando de la informática, luego de las bibliotecas, de las farmacias independientes, fuera de los marcos estatales»… y al final Collera estaba sentado en el 2005, en Washington, delante del halcón Otto Reich, ex subsecretario de Estado.
La conversación con él fue «básicamente para oír sus opiniones respecto a la situación en Cuba. Se interesó por el contrarrevolucionario Gustavo Pardo y por la posibilidad de un "cambio" que significaba tumbar el Gobierno», aunque «temían mucho que eso fuera de modo brusco porque, a juicio de ellos, tal coyuntura ocasionaría un éxodo masivo» hacia territorio estadounidense «que no les convenía».
Como desconocen la real sociedad civil cubana, sus planes preveían crear otra paralela, en línea con sus intereses subversivos y en ese contexto, según dedujo, imaginaron que la masonería sería una confraternidad llamada a emerger con un liderazgo durante la «transición».
En esa oportunidad sintió que le estaban «dando demasiado importancia a mi persona» porque los «encuentros iban y venían». Recuerda que también se entrevistó «en casa de Winsor con un enemigo visceral de la Revolución Cubana: el terrorista Frank Calzón», quien le comentó de enviarle «medicamentos y medios, sobre todo radios para captar la onda corta, algo que nunca hizo».
Pero a José Manuel Collera sí le constó que Calzón mantenía lazos y abastecía a elementos de la contrarrevolución en la Isla como lo hacía con Pardo, un sujeto que desde joven colaboró con la CIA en acciones de sabotaje y planes de atentado contra el Comandante en Jefe Fidel Castro, lo que le valió sanciones de los tribunales cubanos.
De sorpresa en sorpresa fue Collera durante esa estancia en Estados Unidos. Lo recibieron hasta en el Consejo Nacional de Seguridad, donde se dedicaron «solo a escucharme, no daban opiniones», y eso lo hacía experimentar cierta incomodidad.
Concluyó que, en efecto, trataban de utilizarlo, y buscaban información sobre el tema que tanto le quita el sueño a quienes, en Washington, aspiran a revertir la Revolución: su criterio «respecto a la posibilidad de un cambio en Cuba y cuál sería la situación objetiva para lograrlo».
Por otra parte, en sus encuentros pudo constatar la convicción del Gobierno estadounidense de que «no hay líderes dentro de la denominada disidencia porque, en primer lugar, las cabezas visibles carecían de reconocimiento dentro de la pequeña comunidad de los "opositores", y porque no constituyen una realidad política».
EL CUARTICO ESTÁ IGUALITO
La llegada al poder de una administración demócrata no representó transformación alguna para las deterioradas relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
El presidente Barack Obama, aunque ha pretendido dar una imagen distinta en ese sentido, lo único que ha propiciado son modificaciones cosméticas; eliminando algunas de las medidas draconianas que había impuesto George W. Bush y con el empleo de un tono más bajo en su discurso, ha recrudecido el bloqueo contra Cuba.
Desde su ascenso a la Casa Blanca se incrementaron las multas contra quienes han intentado flanquear las barreras impuestas por el cerco económico, lo que indica que esta política sigue vigente con todo su rigor.
Ahora la confirmación de otros 20 millones de dólares en el 2011 para el espionaje y la subversión en la Isla, ha acercado a Obama un poco más a los sectores reaccionarios de la derecha en Florida. Su actuación es consecuente con la herencia del Plan Bush en sus versiones de los años 2004 y 2006.
Precisamente, el rol que desempeñarían las ONGs para provocar «un cambio» en Cuba está bien detallado en el capítulo II de aquel programa anexionista, cuando habla de traspasar «a las Organizaciones No Gubernamentales e iglesias gran parte de las responsabilidades que actualmente tiene el Estado socialista en el aseguramiento de los servicios básicos», y pretende acusar a la Revolución de no dar respuesta a las necesidades humanitarias más importantes del pueblo. Para los «ideólogos» de la transición, este escenario solo se superaría en una era «post Castro».
En cuanto a la FUPAD, su accionar contra Cuba se ha ido diversificando y extendiendo en sectores como el intelectual y el religioso. Con los fondos del contribuyente estadounidense, abastecen a los ciudadanos que intentan captar para la ejecución de sus proyectos subversivos dentro de nuestro país.
PLANES SINIESTROS
José Manuel Collera iba ganando conciencia de que tales postulados estaban detrás de las ONGs que se le acercaron. Y sabía que, en su desesperación por minar el proyecto social internamente, podían apelar a cualquier método.
El 18 de septiembre de 2006, lo comprobó cuando la Miami Medical Team Foundation, organización vinculada a la USAID, le propuso que «buscara a personas de total confianza» para algo gordo. Esa agrupación intenta sabotear la ayuda internacionalista de Cuba en otras naciones, promoviendo acciones para la deserción de especialistas en el sector de la salud.
Una descabellada propuesta le fue realizada a Collera: buscar gente confiable que debía tener conocimientos en informática y habilidades para «provocar, con el uso de tecnologías de infocomunicaciones fuera del control gubernamental, un desorden en el sistema de computadoras del aeropuerto de Miami y Atlanta», aunque le mencionaron «la posibilidad de otras 13 terminales aeroportuarias con mucho tráfico dentro del territorio de Estados Unidos».
Se pensaba en un posible ataque cibernético. De concretarse el siniestro plan que le heló la sangre en las venas, el mundo habría contemplado un «verdadero desastre», que daría el pretexto para una intervención directa contra la Isla. «Cuba resultaría acusada, y tendrían la justificación perfecta para una acción armada "de respuesta" contra nuestro país».
Dos días después, en un contacto con Manuel Alzugaray, en la actualidad presidente y uno de los principales ejecutivos de la Miami Medical Team Foundation, Collera corroboró que se estaba jugando al duro.
Alzugaray, un individuo que abandonó Cuba al principio de la Revolución y acumula desde entonces un amplio currículum terrorista, le comentó que se había creado «un grupo especial en la Casa Blanca dirigido por la entonces jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleeza Rice, que era apoyado por el Comando Sur y cuyo objetivo consistía en promover el fin del Gobierno cubano».
Debía seguir, según le orientaron, en la tarea de «organizar la entrada de "ayuda humanitaria" mediante la puerta de la masonería», y a la vez le plantearon un elemento nuevo para precipitar ese proceso: pasando por encima de su condición de médico, le participaron la idea de ubicar «las instalaciones científicas y hospitales en Cuba donde se manejaban isótopos radioactivos», y le insinuaron que el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología era un probable punto donde existirían.
La indicación obedecía a la preocupación de las autoridades norteamericanas de que en caso de una agresión militar a Cuba, sus tropas pudieran ser afectadas por el uso de las llamadas bombas sucias radioactivas.
Imaginaba que aquello superaba sus fuerzas y tragó en seco. ¿Hasta dónde eran capaces de llegar estas ONGs con fachada humanitaria?
Pero aquel día de septiembre también se entrevistó con funcionarios de confianza de la Rice.
Po
r supuesto, las preguntas fueron las mismas: ¿Cuál era la situación en Cuba? ¿Qué podría pasar en un futuro cercano? ¿Cómo «ayudar» a su institución ante una eventual coyuntura política vinculada a la «transición»?
Esa propia tarde, durante el traslado al aeropuerto de Miami para su regreso a La Habana, Collera recibió además la confirmación de que el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba lo vería tras su arribo al territorio nacional para entregarle una visa permanente, la cual había sido solicitada a Robert Blau, entonces consejero político económico de la SINA.
Lo
s contactos iban subiendo de nivel y las conversaciones se vislumbraban siempre más allá de la filantropía.
EL QUE SABE LAVAR Y GUARDAR LAS ROPAS
Durante todo este tiempo, José Manuel tuvo que hacerse de mucho nervio. No resultaba fácil para él ofrecer un discurso complaciente y escuchar en ocasiones, sin inmutarse, los planes que se estaban tramando.
Una vez, incluso, le propusieron que participara en un acto en el Kennedy Center, de Nueva Jersey, y que en ese marco le entregara un diploma a Lincoln Díaz-Balart.
Lo presentaron como «un cubano que ahora va a decir aquí lo que no puede decir allá». Pero se olió una trampa en aquellas palabras y pensó rápidamente que debía ser cuidadoso en cómo se expresaría.
Entonces tomó el micrófono y, sin dirigirse a alguien en particular, «les expresé que iba a decir allí lo mismo que podía decir aquí», para agregar luego una idea que creó la duda entre los asistentes: «la libertad está dentro de uno mismo, la libertad no depende del entorno». ¿A qué se refería?, se habrán preguntado.
Sin pérdida de tiempo empezó a «"realzar" la figura de Díaz-Balart» e ideó en el transcurso de la oratoria la manera de no traicionarse a sí mismo, «porque ese es uno de los enemigos más encarnizados de la Revolución Cubana».
La solución que encontró fue calificarlo como «uno de los polos en un diferendo que existe entre una gran nación y una pequeña Isla», sin manifestar quién tenía la razón.
Cuando terminó, los presentes lo felicitaron porque «¡contra, como hablaste bien de Díaz-Balart!». Sin embargo, para el invocado no pasaron por alto las sutilezas de aquellas palabras y comentó a los organizadores de la ceremonia que «el "chamaco" sabía lavar y guardar la ropa».
CERRANDO EL CÍRCULO
Los viajes en uno y otro sentido se incrementaban. Los contactos también. Collera llegó a realizar alrededor de seis visitas a Estados Unidos en un breve lapso y era partícipe de los recorridos de los emisarios y funcionarios de la FUPAD a la Isla.
«Se conversaba mucho allá sobre la ausencia del Comandante en Jefe debido a su enfermedad», lo que interpretaban como «una buena coyuntura para promover los pasos hacia "la democracia", pues consideraban que había "una falta de liderazgo en el país"».
En octubre de 2008, el norteamericano John Heard y el colombiano experto en logística, comunicaciones e informática Héctor Cortés Castellanos, ambos emisarios de la FUPAD, arriban a La Habana con el propósito de «explorar el terreno y no iniciar ningún tipo de proyecto sin antes tener bien claras las formas de empleo de los recursos y su manejo», había indicado Wachtenheim.
Ya en suelo cubano, Heard —un graduado en Relaciones Internacionales que también desde 1983 se había vinculado a la USAID—, se interesó por conocer los niveles de «"penetración" de la Seguridad del Estado en los diferentes grupos poblacionales. También manifestó el deseo de entrevistarse en Pinar del Río con el contrarrevolucionario Dagoberto Valdés y el consejo de redacción de la revista Convivencia, de igual perfil. Además, fuimos a ver a un escritor llamado Raúl Capote», recuerda.
En ese viaje, «a Valdés se le entregó una computadora portátil y un paquete de medicinas y, a su vez, él sugirió un encuentro con la contrarrevolucionaria Carmen Vallejo, quien desde 1988 montó un proyecto de supuesta atención a niños y jóvenes enfermos de cáncer, con el apoyo material y financiero de la SINA así como de embajadas europeas».
Pero el haber involucrado a Collera sin la autorización de la FUPAD en el conocimiento de todos sus conectos en la capital cubana, le costó a los emisarios que los «sacaran de circulación». Al parecer «violaron una elemental regla de compartimentación, aunque ambos tomaron sus medidas de clandestinidad para obtener información, al estilo de los Servicios Especiales. Por eso fotografiaron las notas tomadas en los contactos, destruyeron papeles y ocultaron la tarjeta de memoria de su cámara fotográfica».
En este rol que le iban adjudicando, José Manuel «necesitaba fomentar contactos personales con gente en todas las provincias para, llegado el momento, poder activar una red de colaboradores desde Guantánamo hasta Pinar del Río» cuando comenzara la entrada al país de la supuesta ayuda humanitaria, que era la fachada de las ONGs instrumento de EE.UU. para «meter lo suyo». La tónica de la asistencia siempre llevaría el sello de que se destinaría a las capas más vulnerables de la población cubana.
A estas alturas, el camino de José Manuel Collera estaba abierto ante Washington. En septiembre de 2009 lo recibieron en la oficina del Buró Cuba, perteneciente al Departamento de Estado, cuando fue a realizar los trámites para la prórroga de su visado. En esa gestión lo acompañaron Humberto Alfonso Collado, un emisario de la FUPAD, y Wachtenheim.
Al atenderlo le aseguraron que «no tendría más dificultades para resolver la visa, y que tampoco eso sería un problema en lo adelante cuando deseara viajar a Estados Unidos».
CUENTAS CLARAS
En uno de los múltiples encuentros de Collera con Marc Wachtenheim, este le pidió «una caracterización de la situación socio política del país y, además, que tratara de lograr el acceso a un teléfono celular y a Internet para facilitar la comunicación entre ambos».
Igualmente, le sugirió que «intentara invertir en un negocio ilegal que le permitiera ganarse unos pesos, tal vez como pantalla para que pasaran inadvertidos los pagos que recibía a través de la FUPAD».
Eso sí, debía mantener al día sus cuentas, incluso el director del Programa Cuba de la Fundación le orientó que mandara los vales de gastos, como lo instruyó el 3 de marzo de 2009.
La última vez que José Manuel vio a Wachtenheim, en diciembre de 2009, este le dejó «cien euros para gastos personales, un disco externo, un escáner y el teléfono celular que utilizó durante su estadía en la Isla con un saldo de más de cien dólares de crédito».
Por los intereses demostrados y sus posibilidades, a Collera no le quedaron dudas de que estaba ante un agente de la CIA, y que la «supuesta ayuda humanitaria estaba permeada, controlada, fiscalizada, dirigida y monitoreada» por la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, de un modo que «nada tenía que ver con nuestra realidad institucional».
Tanto era así que, previo acuerdo con el funcionario de la SINA Joaquín Monserrate y con Wachtenheim, los emisarios de la FUPAD sostuvieron una reunión el 4 de diciembre en la Oficina de Intereses, para analizar la marcha de sus proyectos subversivos.
Sobre la palestra estaban, entre otras tareas orientadas a Collera dentro de la masonería, «crear una red de computación con acceso a Internet que permitiera la comunicación con el exterior y un detalle significativo: debía estar fuera del control de las autoridades cubanas; impulsar las denominadas bibliotecas independientes; darle luz verde al suministro de medicamentos a través de unas llamadas mini farmacias, y organizar conferencias sobre temas específicos.
«Ellos financiarían los viajes dentro y fuera del país, y ayudarían a modernizar los medios de impresión de la Gran Logia de Cuba».
Wachtenheim le prometió que volvería para unas actividades de la masonería a principios de 2010; sin embargo, recibió una sorpresiva llamada telefónica en la que le informa sobre la suspensión momentánea de todos los planes. «No hace mucho tuve un nuevo contacto con él. Me comentó que ya estaba fuera de la FUPAD, pero que estaba realizando el mismo trabajo y para eso crearía su propio grupo, lo cual le daría más independencia».
CARA A CARA
José Manuel Collera Vento es médico pediatra de profesión, graduado en 1970. Pinareño de nacimiento. Hijo de campesinos. Cumplió misión internacionalista en Angola entre 1983 a 1985. Fue directivo de la Gran Logia de Cuba, institución en la cual ocupó distintas responsabilidades a partir de 1975, y llegó a presidirla en el 2000. En el mismo año ‘75 inició la colaboración con la Seguridad del Estado.
De acuerdo con la caracterización que se hizo de él se auguraba que podría convertirse en un gran agente, por sus cualidades personales y su prestigio dentro de la masonería. Más de tres décadas después se confirma aquel vaticinio.
Sonríe ante esta apreciación y medio en broma recuerda que «algo bueno hicimos, porque en Estados Unidos me dieron la Medalla de la Libertad que se considera, según supe, el más alto "honor" que otorga la bancada republicana en el Senado».
Durante casi 30 años fue «Duarte» para la Seguridad cubana. Por cuestiones operativas «hace seis años cambié mi seudónimo y me dieron a elegir mi nuevo "nombre". Pensé en nuestros cinco hermanos y en especial en uno. Por eso, a partir de ese momento he sido Gerardo».
Ahora, cuando las cortinas del anonimato se descorren, dice que se siente muy tranquilo porque «creo que he cumplido con mi deber, algo que todos, de una manera o de otra, tenemos la obligación moral de hacer por nuestra historia tan larga de luchas, que es una sola. Estoy totalmente comprometido como cubano y como patriota. Soy un martiano fervoroso y también cespedista. Además, como masón, actué para proteger a todos aquellos a quienes amo y defiendo».
M. H. Lagarde
Asistió en reiteradas ocasiones a la SINA junto a directivos de esas ONGs en tiempos de Vicky Huddleston, James Cason y Michael Parmly como jefes de la oficina.
Así entabló relaciones con personajes como Curtin Winsor, un ex embajador de Estados Unidos en Costa Rica que estaba ahora al frente de la Donner, quien junto al masón Akram Elías, ex Gran Maestro de la Gran Logia de Washington, le presentaron a Marc Wachtenheim, colaborador de la CIA vinculado a uno de sus oficiales, Rene Greenwald. Estos últimos realizaron un estudio minucioso de las capacidades tecnológicas de las redes cubanas de infocomunicaciones. Hasta el 2010, Wachtenheim fue el director del Programa Iniciativa para el desarrollo de Cuba de la FUPAD, también receptora del dinero del Fondo Nacional para la Democracia (NED).
El caso es que «ellos comenzaron hablando de la informática, luego de las bibliotecas, de las farmacias independientes, fuera de los marcos estatales»… y al final Collera estaba sentado en el 2005, en Washington, delante del halcón Otto Reich, ex subsecretario de Estado.
La conversación con él fue «básicamente para oír sus opiniones respecto a la situación en Cuba. Se interesó por el contrarrevolucionario Gustavo Pardo y por la posibilidad de un "cambio" que significaba tumbar el Gobierno», aunque «temían mucho que eso fuera de modo brusco porque, a juicio de ellos, tal coyuntura ocasionaría un éxodo masivo» hacia territorio estadounidense «que no les convenía».
Como desconocen la real sociedad civil cubana, sus planes preveían crear otra paralela, en línea con sus intereses subversivos y en ese contexto, según dedujo, imaginaron que la masonería sería una confraternidad llamada a emerger con un liderazgo durante la «transición».
En esa oportunidad sintió que le estaban «dando demasiado importancia a mi persona» porque los «encuentros iban y venían». Recuerda que también se entrevistó «en casa de Winsor con un enemigo visceral de la Revolución Cubana: el terrorista Frank Calzón», quien le comentó de enviarle «medicamentos y medios, sobre todo radios para captar la onda corta, algo que nunca hizo».
Pero a José Manuel Collera sí le constó que Calzón mantenía lazos y abastecía a elementos de la contrarrevolución en la Isla como lo hacía con Pardo, un sujeto que desde joven colaboró con la CIA en acciones de sabotaje y planes de atentado contra el Comandante en Jefe Fidel Castro, lo que le valió sanciones de los tribunales cubanos.
De sorpresa en sorpresa fue Collera durante esa estancia en Estados Unidos. Lo recibieron hasta en el Consejo Nacional de Seguridad, donde se dedicaron «solo a escucharme, no daban opiniones», y eso lo hacía experimentar cierta incomodidad.
Concluyó que, en efecto, trataban de utilizarlo, y buscaban información sobre el tema que tanto le quita el sueño a quienes, en Washington, aspiran a revertir la Revolución: su criterio «respecto a la posibilidad de un cambio en Cuba y cuál sería la situación objetiva para lograrlo».
Por otra parte, en sus encuentros pudo constatar la convicción del Gobierno estadounidense de que «no hay líderes dentro de la denominada disidencia porque, en primer lugar, las cabezas visibles carecían de reconocimiento dentro de la pequeña comunidad de los "opositores", y porque no constituyen una realidad política».
EL CUARTICO ESTÁ IGUALITO
La llegada al poder de una administración demócrata no representó transformación alguna para las deterioradas relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
El presidente Barack Obama, aunque ha pretendido dar una imagen distinta en ese sentido, lo único que ha propiciado son modificaciones cosméticas; eliminando algunas de las medidas draconianas que había impuesto George W. Bush y con el empleo de un tono más bajo en su discurso, ha recrudecido el bloqueo contra Cuba.
Desde su ascenso a la Casa Blanca se incrementaron las multas contra quienes han intentado flanquear las barreras impuestas por el cerco económico, lo que indica que esta política sigue vigente con todo su rigor.
Ahora la confirmación de otros 20 millones de dólares en el 2011 para el espionaje y la subversión en la Isla, ha acercado a Obama un poco más a los sectores reaccionarios de la derecha en Florida. Su actuación es consecuente con la herencia del Plan Bush en sus versiones de los años 2004 y 2006.
Precisamente, el rol que desempeñarían las ONGs para provocar «un cambio» en Cuba está bien detallado en el capítulo II de aquel programa anexionista, cuando habla de traspasar «a las Organizaciones No Gubernamentales e iglesias gran parte de las responsabilidades que actualmente tiene el Estado socialista en el aseguramiento de los servicios básicos», y pretende acusar a la Revolución de no dar respuesta a las necesidades humanitarias más importantes del pueblo. Para los «ideólogos» de la transición, este escenario solo se superaría en una era «post Castro».
En cuanto a la FUPAD, su accionar contra Cuba se ha ido diversificando y extendiendo en sectores como el intelectual y el religioso. Con los fondos del contribuyente estadounidense, abastecen a los ciudadanos que intentan captar para la ejecución de sus proyectos subversivos dentro de nuestro país.
PLANES SINIESTROS
José Manuel Collera iba ganando conciencia de que tales postulados estaban detrás de las ONGs que se le acercaron. Y sabía que, en su desesperación por minar el proyecto social internamente, podían apelar a cualquier método.
El 18 de septiembre de 2006, lo comprobó cuando la Miami Medical Team Foundation, organización vinculada a la USAID, le propuso que «buscara a personas de total confianza» para algo gordo. Esa agrupación intenta sabotear la ayuda internacionalista de Cuba en otras naciones, promoviendo acciones para la deserción de especialistas en el sector de la salud.
Una descabellada propuesta le fue realizada a Collera: buscar gente confiable que debía tener conocimientos en informática y habilidades para «provocar, con el uso de tecnologías de infocomunicaciones fuera del control gubernamental, un desorden en el sistema de computadoras del aeropuerto de Miami y Atlanta», aunque le mencionaron «la posibilidad de otras 13 terminales aeroportuarias con mucho tráfico dentro del territorio de Estados Unidos».
Se pensaba en un posible ataque cibernético. De concretarse el siniestro plan que le heló la sangre en las venas, el mundo habría contemplado un «verdadero desastre», que daría el pretexto para una intervención directa contra la Isla. «Cuba resultaría acusada, y tendrían la justificación perfecta para una acción armada "de respuesta" contra nuestro país».
Dos días después, en un contacto con Manuel Alzugaray, en la actualidad presidente y uno de los principales ejecutivos de la Miami Medical Team Foundation, Collera corroboró que se estaba jugando al duro.
Alzugaray, un individuo que abandonó Cuba al principio de la Revolución y acumula desde entonces un amplio currículum terrorista, le comentó que se había creado «un grupo especial en la Casa Blanca dirigido por la entonces jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleeza Rice, que era apoyado por el Comando Sur y cuyo objetivo consistía en promover el fin del Gobierno cubano».
Debía seguir, según le orientaron, en la tarea de «organizar la entrada de "ayuda humanitaria" mediante la puerta de la masonería», y a la vez le plantearon un elemento nuevo para precipitar ese proceso: pasando por encima de su condición de médico, le participaron la idea de ubicar «las instalaciones científicas y hospitales en Cuba donde se manejaban isótopos radioactivos», y le insinuaron que el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología era un probable punto donde existirían.
La indicación obedecía a la preocupación de las autoridades norteamericanas de que en caso de una agresión militar a Cuba, sus tropas pudieran ser afectadas por el uso de las llamadas bombas sucias radioactivas.
Imaginaba que aquello superaba sus fuerzas y tragó en seco. ¿Hasta dónde eran capaces de llegar estas ONGs con fachada humanitaria?
Pero aquel día de septiembre también se entrevistó con funcionarios de confianza de la Rice.
Po
r supuesto, las preguntas fueron las mismas: ¿Cuál era la situación en Cuba? ¿Qué podría pasar en un futuro cercano? ¿Cómo «ayudar» a su institución ante una eventual coyuntura política vinculada a la «transición»?
Esa propia tarde, durante el traslado al aeropuerto de Miami para su regreso a La Habana, Collera recibió además la confirmación de que el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba lo vería tras su arribo al territorio nacional para entregarle una visa permanente, la cual había sido solicitada a Robert Blau, entonces consejero político económico de la SINA.
Lo
s contactos iban subiendo de nivel y las conversaciones se vislumbraban siempre más allá de la filantropía.
EL QUE SABE LAVAR Y GUARDAR LAS ROPAS
Durante todo este tiempo, José Manuel tuvo que hacerse de mucho nervio. No resultaba fácil para él ofrecer un discurso complaciente y escuchar en ocasiones, sin inmutarse, los planes que se estaban tramando.
Una vez, incluso, le propusieron que participara en un acto en el Kennedy Center, de Nueva Jersey, y que en ese marco le entregara un diploma a Lincoln Díaz-Balart.
Lo presentaron como «un cubano que ahora va a decir aquí lo que no puede decir allá». Pero se olió una trampa en aquellas palabras y pensó rápidamente que debía ser cuidadoso en cómo se expresaría.
Entonces tomó el micrófono y, sin dirigirse a alguien en particular, «les expresé que iba a decir allí lo mismo que podía decir aquí», para agregar luego una idea que creó la duda entre los asistentes: «la libertad está dentro de uno mismo, la libertad no depende del entorno». ¿A qué se refería?, se habrán preguntado.
Sin pérdida de tiempo empezó a «"realzar" la figura de Díaz-Balart» e ideó en el transcurso de la oratoria la manera de no traicionarse a sí mismo, «porque ese es uno de los enemigos más encarnizados de la Revolución Cubana».
La solución que encontró fue calificarlo como «uno de los polos en un diferendo que existe entre una gran nación y una pequeña Isla», sin manifestar quién tenía la razón.
Cuando terminó, los presentes lo felicitaron porque «¡contra, como hablaste bien de Díaz-Balart!». Sin embargo, para el invocado no pasaron por alto las sutilezas de aquellas palabras y comentó a los organizadores de la ceremonia que «el "chamaco" sabía lavar y guardar la ropa».
CERRANDO EL CÍRCULO
Los viajes en uno y otro sentido se incrementaban. Los contactos también. Collera llegó a realizar alrededor de seis visitas a Estados Unidos en un breve lapso y era partícipe de los recorridos de los emisarios y funcionarios de la FUPAD a la Isla.
«Se conversaba mucho allá sobre la ausencia del Comandante en Jefe debido a su enfermedad», lo que interpretaban como «una buena coyuntura para promover los pasos hacia "la democracia", pues consideraban que había "una falta de liderazgo en el país"».
En octubre de 2008, el norteamericano John Heard y el colombiano experto en logística, comunicaciones e informática Héctor Cortés Castellanos, ambos emisarios de la FUPAD, arriban a La Habana con el propósito de «explorar el terreno y no iniciar ningún tipo de proyecto sin antes tener bien claras las formas de empleo de los recursos y su manejo», había indicado Wachtenheim.
Ya en suelo cubano, Heard —un graduado en Relaciones Internacionales que también desde 1983 se había vinculado a la USAID—, se interesó por conocer los niveles de «"penetración" de la Seguridad del Estado en los diferentes grupos poblacionales. También manifestó el deseo de entrevistarse en Pinar del Río con el contrarrevolucionario Dagoberto Valdés y el consejo de redacción de la revista Convivencia, de igual perfil. Además, fuimos a ver a un escritor llamado Raúl Capote», recuerda.
En ese viaje, «a Valdés se le entregó una computadora portátil y un paquete de medicinas y, a su vez, él sugirió un encuentro con la contrarrevolucionaria Carmen Vallejo, quien desde 1988 montó un proyecto de supuesta atención a niños y jóvenes enfermos de cáncer, con el apoyo material y financiero de la SINA así como de embajadas europeas».
Pero el haber involucrado a Collera sin la autorización de la FUPAD en el conocimiento de todos sus conectos en la capital cubana, le costó a los emisarios que los «sacaran de circulación». Al parecer «violaron una elemental regla de compartimentación, aunque ambos tomaron sus medidas de clandestinidad para obtener información, al estilo de los Servicios Especiales. Por eso fotografiaron las notas tomadas en los contactos, destruyeron papeles y ocultaron la tarjeta de memoria de su cámara fotográfica».
En este rol que le iban adjudicando, José Manuel «necesitaba fomentar contactos personales con gente en todas las provincias para, llegado el momento, poder activar una red de colaboradores desde Guantánamo hasta Pinar del Río» cuando comenzara la entrada al país de la supuesta ayuda humanitaria, que era la fachada de las ONGs instrumento de EE.UU. para «meter lo suyo». La tónica de la asistencia siempre llevaría el sello de que se destinaría a las capas más vulnerables de la población cubana.
A estas alturas, el camino de José Manuel Collera estaba abierto ante Washington. En septiembre de 2009 lo recibieron en la oficina del Buró Cuba, perteneciente al Departamento de Estado, cuando fue a realizar los trámites para la prórroga de su visado. En esa gestión lo acompañaron Humberto Alfonso Collado, un emisario de la FUPAD, y Wachtenheim.
Al atenderlo le aseguraron que «no tendría más dificultades para resolver la visa, y que tampoco eso sería un problema en lo adelante cuando deseara viajar a Estados Unidos».
CUENTAS CLARAS
En uno de los múltiples encuentros de Collera con Marc Wachtenheim, este le pidió «una caracterización de la situación socio política del país y, además, que tratara de lograr el acceso a un teléfono celular y a Internet para facilitar la comunicación entre ambos».
Igualmente, le sugirió que «intentara invertir en un negocio ilegal que le permitiera ganarse unos pesos, tal vez como pantalla para que pasaran inadvertidos los pagos que recibía a través de la FUPAD».
Eso sí, debía mantener al día sus cuentas, incluso el director del Programa Cuba de la Fundación le orientó que mandara los vales de gastos, como lo instruyó el 3 de marzo de 2009.
La última vez que José Manuel vio a Wachtenheim, en diciembre de 2009, este le dejó «cien euros para gastos personales, un disco externo, un escáner y el teléfono celular que utilizó durante su estadía en la Isla con un saldo de más de cien dólares de crédito».
Por los intereses demostrados y sus posibilidades, a Collera no le quedaron dudas de que estaba ante un agente de la CIA, y que la «supuesta ayuda humanitaria estaba permeada, controlada, fiscalizada, dirigida y monitoreada» por la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, de un modo que «nada tenía que ver con nuestra realidad institucional».
Tanto era así que, previo acuerdo con el funcionario de la SINA Joaquín Monserrate y con Wachtenheim, los emisarios de la FUPAD sostuvieron una reunión el 4 de diciembre en la Oficina de Intereses, para analizar la marcha de sus proyectos subversivos.
Sobre la palestra estaban, entre otras tareas orientadas a Collera dentro de la masonería, «crear una red de computación con acceso a Internet que permitiera la comunicación con el exterior y un detalle significativo: debía estar fuera del control de las autoridades cubanas; impulsar las denominadas bibliotecas independientes; darle luz verde al suministro de medicamentos a través de unas llamadas mini farmacias, y organizar conferencias sobre temas específicos.
«Ellos financiarían los viajes dentro y fuera del país, y ayudarían a modernizar los medios de impresión de la Gran Logia de Cuba».
Wachtenheim le prometió que volvería para unas actividades de la masonería a principios de 2010; sin embargo, recibió una sorpresiva llamada telefónica en la que le informa sobre la suspensión momentánea de todos los planes. «No hace mucho tuve un nuevo contacto con él. Me comentó que ya estaba fuera de la FUPAD, pero que estaba realizando el mismo trabajo y para eso crearía su propio grupo, lo cual le daría más independencia».
CARA A CARA
José Manuel Collera Vento es médico pediatra de profesión, graduado en 1970. Pinareño de nacimiento. Hijo de campesinos. Cumplió misión internacionalista en Angola entre 1983 a 1985. Fue directivo de la Gran Logia de Cuba, institución en la cual ocupó distintas responsabilidades a partir de 1975, y llegó a presidirla en el 2000. En el mismo año ‘75 inició la colaboración con la Seguridad del Estado.
De acuerdo con la caracterización que se hizo de él se auguraba que podría convertirse en un gran agente, por sus cualidades personales y su prestigio dentro de la masonería. Más de tres décadas después se confirma aquel vaticinio.
Sonríe ante esta apreciación y medio en broma recuerda que «algo bueno hicimos, porque en Estados Unidos me dieron la Medalla de la Libertad que se considera, según supe, el más alto "honor" que otorga la bancada republicana en el Senado».
Durante casi 30 años fue «Duarte» para la Seguridad cubana. Por cuestiones operativas «hace seis años cambié mi seudónimo y me dieron a elegir mi nuevo "nombre". Pensé en nuestros cinco hermanos y en especial en uno. Por eso, a partir de ese momento he sido Gerardo».
Ahora, cuando las cortinas del anonimato se descorren, dice que se siente muy tranquilo porque «creo que he cumplido con mi deber, algo que todos, de una manera o de otra, tenemos la obligación moral de hacer por nuestra historia tan larga de luchas, que es una sola. Estoy totalmente comprometido como cubano y como patriota. Soy un martiano fervoroso y también cespedista. Además, como masón, actué para proteger a todos aquellos a quienes amo y defiendo».
M. H. Lagarde

LA GUERRA FASCISTA DE LA OTAN

(Tomado de CubaDebate)

No había que ser adivino para saber lo que preví con rigurosa precisión en tres Reflexiones que publiqué en el sitio Web CubaDebate, entre el 21 de febrero y el 3 de marzo: "El plan de la OTAN es ocupar Libia", "Danza macabra de cinismo", y "La Guerra inevitable de la OTAN".
Ni siquiera los líderes fascistas de Alemania e Italia fueron tan sumamente descarados a raíz de la Guerra Civil Española desatada en 1936, un episodio que muchos tal vez hayan recordado en estos días.
Han transcurrido desde entonces casi exactamente 75 años; pero nada que pueda parecerse a los cambios que han tenido lugar en 75 siglos, o si lo desean, en 75 milenios de la vida humana en nuestro planeta.
A veces parece que, quienes serenamente opinamos sobre estos temas, somos exagerados. Me atrevería a decir que más bien somos ingenuos cuando suponemos que todos debiéramos estar conscientes del engaño o la colosal ignorancia a que ha sido arrastrada la humanidad.
Existía en 1936 un intenso enfrentamiento entre dos sistemas y dos ideologías aproximadamente equiparadas en su poder militar.
Las armas entonces parecían de juguete comparadas con las actuales. La humanidad tenía garantizada la supervivencia, a pesar del poder destructivo y localmente mortífero de las mismas. Ciudades enteras, e incluso naciones, podían ser virtualmente arrasadas. Pero jamás los seres humanos, en su totalidad, podían ser varias veces exterminados por el estúpido y suicida poder desarrollado por las ciencias y las tecnologías actuales.
Partiendo de estas realidades, son bochornosas las noticias que se transmiten continuamente sobre el empleo de potentes cohetes dirigidos por láser, de total precisión; cazabombarderos que duplican la velocidad del sonido; potentes explosivos que hacen estallar metales endurecidos con uranio, cuyo efecto sobre los pobladores y sus descendientes perdura por tiempo indefinido.
Cuba expuso en la reunión de Ginebra su posición respecto al problema interno de Libia. Defendió sin vacilar la idea de una solución política al conflicto en ese país, y se opuso categóricamente a cualquier intervención militar extranjera.
En un mundo donde la alianza de Estados Unidos y las potencias capitalistas desarrolladas de Europa, se adueña cada vez más de los recursos y el fruto del trabajo de los pueblos, cualquier ciudadano honesto, sea cual fuere su posición ante el gobierno, se opondría a la intervención militar extranjera en su Patria.
Lo más absurdo de la situación actual es que antes de iniciarse la brutal guerra en el Norte de África, en otra región del mundo a casi 10 000 kilómetros de distancia, se había producido un accidente nuclear en uno de los puntos más densamente poblados del planeta tras un tsunami provocado por un terremoto de magnitud 9 que a un país laborioso como Japón ha costado ya casi 30 mil víctimas fatales. Tal accidente no habría podido producirse 75 años antes.
En Haití, un país pobre y subdesarrollado, un terremoto de apenas 7 grados en la escala de Richter ocasionó más de 300 mil muertos, incontables heridos y cientos de miles de lesionados.
Sin embargo, lo terriblemente trágico en Japón fue el accidente en la planta electronuclear de Fukushima, cuyas consecuencias están todavía por determinarse.
Citaré solo algunos titulares de las agencias noticiosas:
"ANSA.- La central nuclear de Fukushima 1 está difundiendo "radiaciones extremadamente fuertes, potencialmente letales", dijo Gregory Jaczko, jefe de la Nuclear Regulatory Commission (NRC), el ente nuclear estadounidense."
"EFE.- La amenaza nuclear por la crítica situación de una central en Japón tras el sismo, ha disparado las revisiones de la seguridad de las plantas atómicas en el mundo y ha llevado a algunos países a paralizar sus planes."
"Reuters.- El devastador terremoto de Japón y la profundización de la crisis nuclear podría generar pérdidas de hasta 200.000 millones de dólares en su economía, pero el impacto global es difícil de evaluar por el momento."
"EFE.- El deterioro de un reactor tras otro en la central de Fukushima siguió alimentando hoy el temor a un desastre nuclear en Japón, sin que los desesperados intentos para controlar una fuga radiactiva abrieran un resquicio a la esperanza."
"AFP.- Emperador Akihito expresa preocupación por el carácter imprevisible de la crisis nuclear que golpea a Japón tras el sismo y el tsunami que mataron a miles de personas y dejaron a 500.000 sin hogar. Reportan nuevo terremoto en la región de Tokio."
Hay despachos que hablan de temas más preocupantes todavía. Algunos mencionan la presencia de yodo radiactivo tóxico en el agua de Tokio, que duplica la cantidad tolerable que pueden consumir los niños más pequeños en la capital japonesa. Uno de los despachos habla que las reservas de agua embotellada se están agotando en Tokio, ciudad ubicada en una prefectura a más de 200 kilómetros de Fukushima.
Este conjunto de circunstancias determinan una situación dramática para nuestro mundo.
Puedo expresar mis puntos de vista sobre la guerra en Libia con entera libertad.
No comparto con el líder de ese país concepciones políticas o de carácter religioso. Soy marxista-leninista y martiano, como ya he expresado.
Veo a Libia como un miembro del Movimiento de Países No Alineados y un Estado soberano de los casi 200 de la Organización de Naciones Unidas.
Jamás un país grande o pequeño, en este caso de apenas 5 millones de habitantes, fue víctima de un ataque tan brutal por la fuerza aérea de una organización belicista que cuenta con miles de cazabombarderos, más de 100 submarinos, portaaviones nucleares, y suficiente arsenal para destruir numerosas veces el planeta. Tal situación jamás la conoció nuestra especie y no existía nada parecido hace 75 años cuando los bombarderos nazis atacaron objetivos en España.
Ahora, sin embargo, la desprestigiada y criminal OTAN escribirá una "bella" historieta sobre su "humanitario" bombardeo.
Si Gaddafi hace honor a las tradiciones de su pueblo y decide combatir, como ha prometido, hasta el último aliento junto a los libios que están enfrentando los peores bombardeos que jamás sufrió un país, hundirá en el fango de la ignominia a la OTAN y sus criminales proyectos.
Los pueblos respetan y creen en los hombres que saben cumplir el deber.
Hace más de 50 años, cuando Estados Unidos asesinó a más de cien cubanos con la explosión del mercante "La Coubre", nuestro pueblo proclamó "Patria o Muerte". Ha cumplido, y ha estado siempre dispuesto a cumplir su palabra.
"Quien intente apoderarse de Cuba —exclamó el más glorioso combatiente de nuestra historia— solo recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre".
Ruego se me excuse la franqueza con que abordo el tema.

Fidel Castro Ruz
Marzo 28 de 2011
8 y 14 p.m.

lunes, 28 de marzo de 2011

EXPORTAVOZ DE HILLARY CLINTON NO SE ARREPIENTE DE SUS COMENTARIOS SOBRE BRADLEY MANNING

Washington, 28 mar (dpa) - El ex portavoz del Departamento de Estado Philip Crowley aseguró hoy a la cadena BBC que no lamenta haber criticado públicamente las condiciones de prisión del presunto informante de la web Wikileaks Bradley Manning que le costaron su puesto en el gobierno estadounidense.
 "Honestamente, no pensé que la controversia fuera a ir tan lejos, pero no lamento haber dicho lo que dije", dijo Crowley en sus primeras declaraciones públicas desde que dimitió el pasado 13 de marzo.
 Ese día, el portavoz de la secretaria de Estado Hillary Clinton presentó su dimisión después de haber comentado en un pequeño círculo que el trato hacia el cabo Manning en la prisión militar, donde permanece aislado y su abogado denunció que tuvo que dormir desnudo varias noches debido a un presunto peligro de suicidio, era "ridículo, contraproductivo y estúpido".
 "Pienso que el trato a Bradley Manning estaba minando lo que considero una persecución legal muy legítima de un individuo que ha afectado profundamente la seguridad nacional de Estados Unidos", justificó hoy Crowley a la emisora británica.
 Según la BBC, Crowley no quiso revelar si dimitió por decisión propia o forzado por el gobierno de Barack Obama y se limitó a señalar al respecto que sus comentarios, que se filtraron rápidamente en la prensa, habían puesto al mandatario en una "posición difícil".
 Manning está acusado de entregar datos secretos de computadores del Pentágono a la web Wikileaks de Julian Assange.
 El cargo más grave es el de "colaboración con el enemigo". En el caso de ser encontrado culpable, puede ser condenado a muerte, si bien la fiscalía militar ya ha adelantado que no pedirá la pena máxima.
 La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional acusó al gobierno estadounidense ya a principios de año de dar "un trato inhumano" al soldado. A pesar de que no fue condenado aún, es expuesto a condiciones de reclusión

Tomado de Cambios en Cuba

CARTER: SOSTIENE ENCUENTROS EN LA HABANA

Al filo de las tres de la tarde, el ex presidente James Carter fue recibido en el Patronato de la Comunidad Hebrea de Cuba por sus máximas autoridades, Adela Dworin, David Prinstein, y Hella Eskenazi, quienes dieron la bienvenida al visitante en la puerta de la institución cultural y religiosa.
El ex presidente y su comitiva fueron conducidos al salón de reuniones de la sede donde pudieron apreciar y comentar un video sobre los principales proyectos educativos que la comunidad hebrea impulsa en Cuba.
Asimismo visitó el Centro Juvenil y Deportivo Recreativo del Patronato y antes de pasar a la biblioteca judía, única de su tipo en Cuba, se tomó una foto grupal con sus anfitriones.
Carter, quien también recorrió el templo y la pequeña sinagoga, escribió unas palabras en el libro de visitas de la institución.
Minutos más tarde fue recibido en la sede del Arzobispado por Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de la Habana y sostuvieron un encuentro privado por aproximadamente una hora.
Al finalizar la visita el Arzobispo acompañó a Jimmy Carter hasta la puerta del edificio, donde se despidieron con un fuerte apretón de manos.