JORNADA MUNDIAL DE LA MUSICA SANTA CECILIA EN BAYAMO

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Foto: Noel Martínez

La Jornada por el Día Mundial de la Música Santa Cecilia, se desarrollará en Granma a partir del domingo próximo y hasta el martes 22 de noviembre.

Mayra Villa, Presidenta de la Filial de Música de la Unión de Escritores y Artistas de Granma, entrevistada para el sitio web de la televisión granmense, ofreció detalles acerca del evento.

Señaló que esta es la quinta edición de la Jornada por el Día Mundial de la Música en Granma y que en esta oportunidad tiene su mirada puesta en las nuevas generaciones.

Dijo además que se hará hincapié en el trabajo con los jóvenes vinculados a la enseñanza artística de la provincia y al rescate, conservación y promoción de la música de concierto académica.

La Jornada por el Día Mundial de la Música Santa Cecilia tiene para la presente edición espacios de concierto, de intercambios y el teórico denominado Ciudad de Música.

En este último se recrearán trabajos de carácter biográfico local, con temáticas que abordan lo patrimonial, socio-cultural, lo organológico y musicológico desde 1868 en Bayamo hasta la actualidad.

Entre los objetivos priorizados del evento por el Día Mundial de la Música Santa Cecilia, está el trabajo con las instituciones las que están encargadas de liderar procesos culturales y también de identidad cultural cubana, señaló la especialista.

Añadió la licenciada Mayra Villa que es de gran importancia la colaboración que el evento esta recibiendo de la Escuela de Arte Manuel Muñoz de Bayamo y la Escuela Elemental de Música Manuel Navarro Luna de Manzanillo.

Al mismo tiempo reconoció que la dirección de cultura en Granma se ha insertado en esta edición con todos los especialistas de enseñanza artística.

Los principales espacios se desarrollarán en la sede de la UNEAC, la Casa del Joven Creador y las Escuelas, de Arte de Bayamo y la Elemental de Música Navarro Luna de Manzanillo.

La clausura de la Jornada por el Día Mundial de la Música se realizará en horas de la tarde del martes próximo con un concierto del Grupo Riverjazz en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Granma ubicada en Bayamo.

MUSICA CON ALMA

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Miguel Núñez
MICHEL HERNÁNDEZ
michelher@granma.cip.cu

Cuando Miguel Núñez concluyó su impecable presentación en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes un reclamo sobrevolaba la sala: que este talentoso pianista y compositor hiciera un "hueco" en su vasta ruta creativa para mostrar con mayor frecuencia los temas de su propia cosecha en los escenarios nacionales.

Miguel Núñez es conocido por los espectadores en la Isla y fuera de sus fronteras por ser el pianista y director musical de la banda de Pablo Milanés, en la que ha fraguado buena parte de su trayectoria y ha logrado encontrar espacio para desarrollar su propio repertorio como compositor, cargado de piezas llenas de imaginación, magnetismo y belleza.


En el programa exploró obras de su anterior trabajo y de su nuevo álbum que toma como base el empuje del jazz, para bosquejar una interesante revisión de distintos ritmos caribeños y cubanos como el son, el merengue, la rumba.

Abrió con un tema que permitió avizorar lo que vendría y marcó la línea jazzística extendida durante todo el concierto, en el que estuvo acompañado por sus colegas de oficio Osmany Sánchez (batería), Germán Velazco (saxofón), Edgar Martínez (percusión) y Sergio Félix Raveiro (bajo).

Tras unas breves palabras de agradecimiento al auditorio, siguió perfilando los horizontes de su repertorio, que a medida que avanzaba la noche denotaba una libertad artística cada vez mayor. Su performance no escondía las arraigadas influencias provenientes de su banda original y a la vez entregaba una música de la que emergían lo mismo sonidos cálidos, delicados y vertiginosos como una descarga de energía.

Casi a la mitad del concierto vivió uno de sus momentos más sugerentes. "Este es un instante especial para mí", dijo el pianista e inmediatamente después presentó al público a su esposa, Jenny Beatriz, que se decidió a debutar como cantante en estas lides.

La intérprete, arropada por el extraordinario acompañamiento de la banda, dejó caer una cuidada selección de temas con un despliegue interpretativo enmarcado dentro de los códigos de la canción de autor. Su entrega, en la que también compartió con el Coro Diminuto, tuvo carácter, ritmo y una evidente comunión con los espectadores, especialmente cuando echó mano a versiones de temas como Nana para un suspiro, de ese gran cantautor que es Pedro Luis Ferrer, y Mi pobladito feliz, de la icónica agrupación Afrocuba.

Luego de cruzar el ecuador del concierto, el pianista volvió a ingresar en el centro del programa para volver sobre sus pasos más jazzísticos. Lo hizo al interpretar Mi alma sureña, uno de sus títulos de reciente factura en el que se asienta y reafirma con creces su personalidad artística. 

Así, fue llevando a buen puerto un espectáculo que se convirtió en un extraordinario disfrute sonoro y confirmó que Miguel Núñez es uno de esos músicos que también vale la pena no perderse cuando presenta su propia obra en vivo. Y, ciertamente, eso es algo que debe realizar más a menudo en los escenarios nacionales. Si no, pregúntele al público que asistió a su reciente concierto en el habanero teatro de Bellas Artes.