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miércoles, 26 de noviembre de 2008

ANIVERSARIO 47 DEL ASESINATO DE MANUEL ASCUNCE DOMENECH

El 26 de noviembre de 1961 estaba yo en un sitio llamado El Mirador, en la Sierra Maestra.

Desde el mes de mayo de ese año me encontraba allí, residiendo en la casa de los campesinos, Mario y Juana Montero, dos iletrados, que comenzaban entonces a conocer las letras del alfabeto.

Se desarrollaba en Cuba la Campaña de Alfabetización, en la que más de cien mil brigadistas, agrupados bajo el nombre de Conrado Benitez fueron a todas partes de Cuba a eliminar el analfabetismo.

En las montañas, en los llanos, allí donde existiera una persona sin saber leer y escribir, se ubicaron los jóvenes que tenían la meta de lograr una meta que Fidel había anunciado en su histórica intervención en la Asamblea General de la ONU en 1960.

A mi me correspondió, junto a dos de mis hermanos la zona de El Mirador, en el actual municipio de Buey Arriba, un sitio que realmente es muy hermoso y desde el cual se puede observar el paisaje de la montaña.

Durante siete meses estuve en el hogar de los Montero, no solo enseñándolos a leer y a escribir, también les ayudaba en las faenas del campo, especialmente en las plantaciones de café.

Todo iba muy bien. Era noviembre y ya el mes daba sus últimos aldabonazos cuando llegó la infausta y preocupante noticia: habían asesinado a Manuel Ascunce Domenech, un joven de solo 16 años por el delito de hacer lo que yo hacía en casa de los Montero.

Lo asesinaron a él, junto al campesino Pedro Lantigua. Los victimarios eran integrantes de las bandas contrarrevolucionarias que organizadas, financiadas y dirigidas por la Agencia Central de Inteligencia del Gobierno de Estados Unidos, trataban de derrotar a la Revolución Cubana.

Muchos crímenes cometieron esas bandas, muchos cubanos cayeron combatiéndolas, mucho daño a la economía provocaron esos bandidos que no se detenían ante nada ni nadie, quemando viviendas, cafetales, granjas agrícolas.

El año 1961 fue un período tenso para la Revolución Cubana. No solo fueron las bandas de asesinos alzadas en un momento dado en la mayoría de las provincias de entonces, también se produjo la invasión de los mercenarios por Playa Girón.

Ni ante ese hecho se detuvo ni un instante la Campaña de Alfabetización. Los jóvenes brigadistas, desde todos los campos cubanos, no nos fuimos para nuestras casas. El terror no hizo mella en nosotros. Seguimos hasta el final logrando declarar a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo el 22 de diciembre de 1961.

Hace 47 años torturaron y asesinaron a Manuel Ascunce Domenech, pero no lograron matar la esperanza, no lograron infundir el miedo. Todo ese acto atroz se convirtió en acicate para alcanzar la victoria que en aquel entonces dedicamos a su memoria.

Autor: David Rodriguez Rodriguez