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lunes, 30 de diciembre de 2013

UNA SENSIBLE HISTORIA PARA CERRAR EL AÑO




El tema de hoy es de alta sensibilidad. Es un ejemplo de las capacidades de los seres humanos para entregarse totalmente en el ejercicio de la solidaridad, algo tan cercano para los cubanos.

Es, además, una manera de reiterar que en la conciencia de los habitantes de la Isla, quedan reservas extraordinarias que se ponen de manifiesto en muchos sectores, en este caso de la salud pública.

Para nadie es un secreto que en los servicios de la salud existen dificultades, las objetivas, que impiden un mejor funcionamiento de las instalaciones y las subjetivas, esas que tienen que ver con la conciencia.

En la madrugada sábado último, un ciudadano común y corriente, jubilado por demás, vio quebrantada su salud y se vio en la necesidad de acudir al cuerpo de guardia del hospital Carlos Manuel de Céspedes.

Llegó a esa institución con una complicación con una alta tensión arterial que le preocupaba grandemente, dado el daño que la situación que esto pudiera ocasionarle a su salud.

Allí, en el hospital, recibió una esmerada atención que le devolvió la calma a él y a su familia que hoy desean agradecer desde lo más profundo de sus sentimientos.

El jubilado José Luís de los Reyes Borjas, residente en la calle Carlos Manuel de Céspedes, entre Tristán de Jesús Medina y Coronel Montero, está muy agradecido por la preocupación del personal médico.

Dice José Luís que desde el mismo instante de su llegada al cuerpo de guardia del centro hospitalario, sintió la solidaridad de una doctora que lo atendió como si él fuera su padre.

Expresa, además, que durante todo el tiempo que estuvo en la sala, la médica se mantuvo a su lado, preocupada por su alta tensión arterial, haciendo esfuerzos para reducirla.

Él, a sabiendas de los problemas que atraviesa el sector y consciente de las limitaciones materiales, pudo experimentar que cuando el amor se impone, los seres humanos pueden ser útiles en beneficio de todos.

José Luís está agradecido y añade que desea resaltar la ejemplar actitud y fina sensibilidad humana, ante del dolor ajeno, de la doctora Yusimí Oliva Milanés, médica general integral del policlínico 13 de marzo.

Ella estaba de guardia esa madrugada del  sábado 28 de diciembre en el Hospital General Universitario y Ginecosbtétrico Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo.

La doctora Yusimí Oliva Milanés, vive en el apartamento 58 del Quinto piso del edificio de 18 plantas en la capital granmense.

Sencilla y sensible historia de José Luís, un jubilado bayamés que hoy parafrasea al cantor Fito Páez cuando expresó: ´´Quien dijo que todo está perdido?¨¨