¨¨La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida¨¨.
No es cierta la muerte.
No puede morir quien con tanto amor la defendió durante toda su vida.
No puede morir quien desde aquel día de la Santa Ana se lanzó en cruzada definitiva contra la opresión en busca de la libertad.
No puede morir quien desde las celdas de aquel presidió que la infamia bautizó de Modelo, siguió luchando traspasando barrotes y destrozando abusos.
No puede morir él, quien desde México juró ser libre o mártir y regresó en el Yate Granma para escribir la historia.
No puede morir quien desafió la madeja de pantanosos mangles en ruta hacia la cúspide de las montañas.
No puede morir él, quien en el aciago instante de una aparente derrota dijo: Aquí no se rinde nadie…!!!!.
Y ascendió al Turquino para estar más cerca del sol de la libertad, y la labró con su fusil que disparaba estrellas segadoras de la muerte.
No puede morir el albañil Comandante porque con sus manos levantó a la patria que entonces parecía perder sus cimientos, sobre los que escribió las más bellas canciones.
No puede morir, no va a morir, no lo dejaremos morir, porque nosotros somos la continuidad de sus acciones.
La patria premia a sus héroes, acogiéndolos en su seno, donde siguen vivos eternamente.
¨¨La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida¨¨.