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jueves, 26 de enero de 2012

José Martí : Amor a Bayamo



Reabre sus puertas al público casa de cultura del municipio de Jiguaní



Del 26 al 28 de enero en Bayamo evento por los caminos de la Edad de Oro



DE INTOLERANTES Y AMENAZAS: EL PRECIO DE LA VIDA POR CUBA




La reciente publicación en diferentes medios de comunicación cubanos e internacionales, así como en sitios digitales del artículo Nos traicionaron: dice Reina Luisa Tamayo, que ya no llena titulares en la prensa de Miami , una reseña de las declaraciones de la madre del extinto recluso Orlando Zapata Tamayo, en un programa de la televisión local de Miami, acusando de abandono a quienes promovieron su exilio en Estados Unidos, ha desatado una larga lista de amenazas contra este redactor.
La intolerancia que abunda y pulula entre algunos personajes del extremismo anticubano en las calles de Miami –y hasta en las invernales esquinas de New York- ya comenzó a repicar en el único lenguaje que conocen: las amenazas que pueden ir desde insultos hasta tenebrosos anuncios de violencia.
El artículo de marras no excede los límites de las declaraciones hechas por la propia señora Tamayo y en muchos de sus párrafos, se citan casi textualmente sus declaraciones cargadas de nostalgia, dolor y resentimiento contra grupos y personas que manipularon su estancia en Miami.
De la misma manera que compartí con mis lectores los argumentos de Reina Luisa, quien a pesar de lamentarse y reconocer que había sido traicionada, no dejó de atacar virulentamente a la Revolución cubana, dejo saber que una ola de amenazas, incluso contra la vida, buscan romper mi tranquilidad y mi derecho a expresarme.
Nada dudo de quienes se prestan para este trabajo sucio. Hay un largo historial de víctimas fatales por el solo hecho de pensar diferente a esa facción extremista que pretende seguir imponiendo su pensamiento contra Cuba y su pueblo.

El fanatismo intolerante de los exiliados recalcitrantes de Miami provocó el asesinato de Luciano Nieves Mestre, el 21 de febrero de 1975; del joven emigrado cubano Carlos Muñiz Varela, el 28 de abril de 1979, en las calles de San Juan, Puerto Rico, y del activista Eulalio José Negrín Santos, en 1979, que cayó abatido a tiros ante los ojos de su hijo de 12 años, en las calles de New Jersey, todos, por tratar de conseguir un acercamiento con la Patria que los vio nacer.
Otros periodistas cubanos, en Miami o en Cuba, también son objeto de amenazas contra su vida y su integridad física, solo por tener un pensamiento diferente a quienes suponen que la Revolución cubana y los millones de seguidores que dentro de la isla la respaldan y sostienen, tienen que desaparecer.
Estar lejos de la Patria, y sostener un rincón de lealtad a su pueblo, es un acto sacrílego para los que solo saben hablar con el lenguaje de las pistolas y las bombas. Pero aquí estamos, sin claudicar ni rendirnos. Estas líneas no constituyen un lamento plañidero ni demuestran un ápice de miedo, pero solo advierten ante cualquier eventualidad, pues los pistoleros de antaño gozan de buena salud y deambulan libremente por las calles de esta ciudad.
En este minuto recuerdo al Héroe Nacional cubano José Martí cuando decía que “la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”. Si se consuma alguna de las crueldades que gritan, solo pido un rincón de tierra cubana donde el sol brille de frente. Ese sol de dignidad que nadie podrá mover del firmamento y que nos ilumina a creer que alguna vez seremos mejores seres humanos.

Miguel Fernández, periodista cubano residente en Miami

SE DESINFLA OTRA CAMPAÑA CONTRA CUBA






Por Ángel Guerra Cabrera

Al seguir las noticias internacionales podemos constatar patrones de comportamiento. Los consorcios mediáticos montan campañas sistemáticas únicamente contra los gobiernos que no se someten a Washington, defienden su soberanía nacional e intentan conducir políticas económicas más justas. Estas campañas se basan, como regla, en mentiras, medias verdades y tergiversaciones. En cambio, dirigen cuando más un tibio señalamiento para aparentar “objetividad”, a los gobiernos dóciles que hacen pagar durísimas penalidades sociales a sus poblaciones con la obscena concentración neoliberal de la riqueza y las reprimen con el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el narco.
Para comprobar lo que afirmo no hay más que comparar la cobertura de CNN en español sobre Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia y Argentina con la que hace de gobiernos aliados de Estados Unidos. Allí esta Chile, al que continúa citando como paradigma de economía liberal exitosa y robusta democracia mientras el gobierno reprime con saña a estudiantes y mapuches y se derrumba la popularidad del presidente. Cito a CNN en español por su inigualable manipulación informativa –tal vez comparable sólo a la del Grupo Prisa-, pero lo mismo puede decirse de todos los medios corporativos. Ahora bien estas prácticas, no sólo de desinformación, también de empobrecimiento espiritual de las audiencias, exigen un requisito. Se deben fabricar estereotipos, machacándolos un día sí y otro también, de modo que los receptores del mensajes acepten posteriormente cualquier idea relacionada con aquéllos por más irracional y descabellada que pueda ser. Se trata, como ha explicado pormenorizadamente el lingüista Noam Chomsky, de la “manipulación del consenso”.
Según esto, Cuba es una tiranía, violadora sistemática de los derechos humanos que oprime a su pueblo, patraña que desde 1959 se ha dicho y repetido en las escuelas, los púlpitos, las reuniones sociales de las clases acomodadas, los libros tarifados y, por supuesto, en los medios de difusión masiva; usando todos los instrumentos de control culturales e ideológicos de la dominación capitalista. En las últimas décadas la maquinaria de propaganda estadunidense se ha empleado a fondo para hacer creer que existe una oposición dentro de la isla, entendiendo como tal a vividores pagados por la potencia del norte, cuya agenda no interesa a los cubanos. Todo esto es conocido no sólo por las irrefutables pruebas presentadas al respecto por La Habana, sino debido a las inapreciables revelaciones por Wikyleaks de los cables secretos(desde o sobre Cuba) cruzados entre sus diplomáticos y el Departamento de Estado. Es muy elocuente que sean los vividores, como la bloguera Yohany Sánchez, el “activista” Elizardo Sánchez o las llamadas damas de blanco, las fuentes sobre Cuba de los citados medios. Es el caso de la última campaña contra La Habana por la muerte –en una inexistente huelga de hambre- del preso común Wilmar Villar, convertido en político de la noche a la mañana por estas fuentes. Los medios participantes, siguiendo el “testimonio” de los mercenarios lanzaron el ataque sin escuchar la versión del gobierno cubano. Como es de rigor Washington y algunos de sus amigotes europeos y latinoamericanos les dieron crédito y otra vez atacaron a Cuba con la cantaleta de los derechos humanos. El burro hablando de orejas.
Basta recordar el cuento de las armas “de destrucción masiva” en Irak, o el “bombardeo” de Kadafi a sus propios compatriotas, del cual nunca mostraron una sola prueba, o las cientos de “muertes” de Fidel Castro. En el caso de Irak y Libia la mentira sirvió de pretexto para destruir y desangrar Estados. Usándola desaforadamente, se creó el clima sicológico propicio para las agresión a Libia no obstante ser más evidente que nunca que el capitalismo no puede ofrecer otra cosa a los pueblos que hambre, ignorancia, insalubridad, guerras injustas, devastación ecológica y notables descensos del nivel de vida y las conquistas sociales. Ya no sólo en los países pobres sino en los mismo centros imperiales, como Estados Unidos y la Unión Europea. La mentira es un arma de guerra que puede ser muy peligrosa si no es desenmascarada enarbolando la verdad, como ha hecho Cuba una vez más.
Las calumniosas campañas contra la isla intentan justificar el odioso bloqueo, pero también persiguen sedimentar la hipócrita y criminal noción de moda, el derecho a “proteger” aplicado en Libia. 
 
Tomado de Cambios en Cuba

JOSE DANIEL FERRER: EL ARTIFICE DEL MARTIROLOGIO DE WILMAN VILLAR





José Daniel Ferrer, otro vago que vive del negocio de la contrarrevolución
Percy Francisco Alvarado Godoy.- El reciente deceso del preso común Wilman Villar Mendoza, nacido en Contramaestre, Santiago de Cuba, el 30 de marzo de 1980, y quien profesaba la fe Bautista, a causa de serias complicaciones que provocaron un fallo multiorgánico en su organismo, ha sido motivo de fuertes controversias, en las que los enemigos de Cuba buscan sacar falaz provecho en su guerra ideológica contra nuestro pueblo.

Según la Nota Informativa aparecida el 19 de enero, en el periódico Granma, Wilmar falleció en Santiago de Cuba, en la sala de cuidados intensivos del hospital Clínico Quirúrgico "Doctor Juan Bruno Zayas", a causa de fallo multi-orgánico secundario a un proceso respiratorio séptico severo, que llevó al paciente a un shock por sepsis. Su fallecimiento ocurrió luego de una larga batalla médica por salvar su vida desde el mismo momento en que ingresó a ese centro hospitalario, el 13 de enero, presentando un agudo cuadro de neumonía severa del pulmón izquierdo. Sin escatimar esfuerzos, se le aplicó ventilación y nutrición artificial, fluidoterapia, hemoderivados, apoyo con drogas vasoactivas y antibióticos de amplio espectro de última generación.

Wilman Villar fue un individuo violento, quien cumplía una sanción desde el 25 de noviembre pasado, como resultado de haber cometido varios delitos: una fuerte agresión física a su esposa, Maritza Pelegrino Cabrales, el 12 de julio de 2011 y en plena vía pública, desacato, resistencia a la fuerza policial en el momento de su detención y escándalo público. La esposa de Wilmar, más que por un Sindroma de Estocolmo, un síndrome del avestruz o el de la mujer maltratada, se prestó inmediatamente a seguir las indicaciones de José Daniel Ferrer, actual jefe del grupúsculo Unión Patriótica de Cuba. En el trasfondo de su cooperación con el show mediático, estaba una remuneración mensual de 80 CUC, prometidas por el mercenario Ferrer. La ambición pudo más que fidelidad y la honestidad.

El naciente “disidente” en Contramaestre, sabedor de que la justicia recaería sobre él, tanto por su conducta antisocial como por su venidera condena, no vaciló en codearse con varios contrarrevolucionarios de la zona, particularmente con José Daniel Ferrer, quienes le crearon la falsa ilusión de que, si se presentaba como un opositor de conciencia, podría lograr evadir la condena o, al menos, que la opinión pública reclamara su excarcelación. A partir de ese momento, Wilmar se convirtió en una marioneta de las pretensiones de José Daniel Ferrer de crear un falso ambiente de deterioro de los derechos humanos en Cuba, para obtener mayores beneficios de sus financistas de la USAID y de los mafiosos de Miami.

Embullado por sus nuevos socios de andanzas provocadoras, se sumó por primera vez a una actividad mediática: una marcha realizada el 14 de noviembre del año pasado, bajo la tutela de de la Unión Patriótica de Cuba. Estas y el curso pendiente del proceso que se le seguía por los sucesos del 12 de julio de 2011, condujeron a su detención. A partir de ese momento, José Daniel Ferrer entró en acción para venderlo como “preso de conciencia”, luego de que fuera sancionado a 4 años de privación de libertad e internado en la prisión de Aguadores. Muchos fueron los llamados hechos por Ferrer a través de la detractora Radio Martí y por su cuenta de twitter @ jdanielferrer. Como era obvio, Ferrer recibió grandes cantidades de dinero y de recursos que se embolsilló para su beneficio personal, ofreciéndole una pequeña tajada al detenido y a su esposa.

La labor de Ferrer fue falaz y pecaminosa. Por diversos medios influyó sobre el incauto Wilman para que mantuviera un comportamiento provocador en la prisión, so pretexto de que pronto sería excarcelado por las presiones mediáticas de los “simpatizantes” con su causa. Esta malsana manipulación condujo a los resultados ya conocidos por todos: la fabricación deliberada de un nuevo “mártir” de la contrarrevolución.

BREVE HISTORIA DE UN MANIPULADOR

José Daniel Ferrer tiene una larga hoja de servicios a favor de los enemigos de Cuba, desde 1997, que conllevaron a su detención el 18 de marzo de 2003, luego de comprobarse sus vínculos estrechos con funcionarios de la SINA y de prestarse al rol desestabilizador de la misma dentro de Cuba, a cambio de dinero sucio. De pésima conducta social y sin vínculo laboral durante más de 24 años, se ha caracterizado por ser sumamente agresivo, maltratador de mujeres, patrón similar al del difunto Wilmar, aunque en este caso sus agresiones han recaído sobre su madre. Presenta, según estudios de su personalidad, un bajo coeficiente intelectual, ambicioso y ególatra. No en varias ocasiones ha comentado que “será un ministro cuando se caiga esto”.

Fue uno de los firmantes del Proyecto Varela, el 10 de mayo de 2002, violatorio de las normas constitucionales imperantes en el país.

El día 7 de abril del 2003, Ferrer fue condenado por la Sala de los Delitos Contra la Seguridad del Estado, del Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba, mediante la sentencia Nro. 7, junto a otros contrarrevolucionarios, durante la causa 4/2003, por los delitos de Actos contra la Independencia o la Integridad Territorial del Estado, contenidos en la Ley 88, del 1999. Le acompañaban como acusados Jesús Mustafá Felipe, Alexis Rodríguez Fernández, Leonel Grave de Peralta y Ricardo Enrique Silva Gual, los que, como él, se encontraban desocupados y sin integrarse a la vida social del país.

Según los documentos del Tribunal, todos los acusados “venían desempeñándose como mercenarios al servicio del gobierno de los. Estados Unidos de América, (…) “reciben cuantiosos recursos materiales y financieros suministrados por la administración norteamericana, a través de funcionarios y agentes en el exterior, como son Daniel González Casas, miembro de la Fundación Nacional Cubano Americana, Frank Hernández Trujillo, cabecilla del Grupo de Apoyo a la Disidencia, ambos connotados terroristas y enemigos abiertos de la Revolución cubana”.

En el mismo juicio de comprobó el abastecimiento en recursos y dinero, recibidos por Ferrer y los otros inculpados por parte de la SIN y grupúsculos mafiosos de Miami como la FNCA. Quedó probado, asimismo, que Ferrer recibió varios miles de dólares, vía Western Union, de parte Daniel González Casas y de Frank Hernández Trujillo, radicados en Miami y vinculados a actividades terroristas y desestabilizadoras contra Cuba. Parte de ese dinero lo usó Ferrer para comprometer a otros ciudadanos en actividades antigubernamentales.

Quedó demostrado que Ferrer se dedicó a divulgar la propaganda enemiga de Radio Martí en su zona de residencia en Loma Blanca, Palmarito, Santiago de Cuba. De la misma manera divulgaron un centenar de falsas denuncias sobre supuestos atropellos ocurridos en la Isla, usando la misma fonía enemiga. Ferrer también fue el artífice de una provocación contrarrevolucionaria en el Santuario del Cobre, ocurrida el 8 de setiembre de 1999. Otro hecho provocativo lo realizó el 21 de enero del 2001 en La Salada, en Contramaestre, Santiago de Cuba, en unión de Leonel Grave de Peralta y Jesús Mustafá Felipe.

Igualmente se demostró que el 21 de enero del 2003 mantuvo un encuentro con el entonces jefe de La SINA, James Cason, donde reciben instrucciones, literatura subversiva, dinero y otros medios para realizar su actividad provocadora.

Luego de recibir una condena de 25 años de privación de libertad, José Daniel Ferrer García, ha mantenido una conducta agresiva dentro de las instituciones penitenciarias en las que ha estado recluido, a saber Kilo 8, en Camagüey; en una prisión de Guantánamo; El Típico, en Las Tunas; Aguadores, en Santiago de Cuba. Siempre ha seguido una conducta irrespetuosa hacia las reglas penitenciarias, provocando incidentes con otros detenidos. Este maltratador de mujeres, delincuente, desocupado y mercenario, fue nominado en el año 2011 para el Premio “El Tulipán de los Derechos Humanos”, conferido por el gobierno de Holanda, copatrocinador de la actividad anticubana en la arena internacional.

El 20 de diciembre de 2010, ya excarcelado y con licencia extrapenal, luego de cumplir cerca de ocho años de su condena, Ferrer participó en una provocación mediática en Palma Soriano, siendo detenido durante varios días.

Si realmente hay que buscar un culpable de la muerte de Wilmar Villar, la opinión internacional ha de apuntar hacia su auspiciador José Daniel Ferrer, quien lo alentó y engañó con la falsa promesa de lograr su libertad mediante la traición. A ambos no solo los unió la traición a la Patria, sino su condición antisocial y ser abusadores violentos de mujeres.

No hay otro culpable.

[Cortesía del autor]