El cantante colombiano Juanes se encuentra ya en Cuba para el concierto Paz sin Fronteras que tendrá lugar el domingo 20 de septiembre en la Plaza de la Revolución. En una conferencia de prensa realizada a su llegada a La Habana, Juanes afirmó: “Para mí estar aquí en Cuba es importante, que sea la música quien esté uniendo a los pueblos… Este concierto es un gesto de paz, es una manera de empezar a tejer lazos de unión”.
Sobre los preparativos para el concierto el músico colombiano detalló: “Vi la plaza muy bien, con todo el sonido montado, el escenario, todos los técnicos trabajando, ha sido una época muy difícil, de muchas contradicciones, mucha crítica, de debate, pero de alguna manera lo veo también positivo porque la gente se ha expresado y se ha puesto Cuba otra vez en el mapa … Creo que tenemos que estar ahí, y no solamente en Cuba, también en Ecuador, México, por todos lados y recordar siempre que no podemos dejar que nos dividan más”.
En exclusiva para La Jiribilla Juanes explicó que aunque muchos músicos anunciados en un primer momento no pudieron asistir, “sabemos que desde su silencio y su hogar están absolutamente alineados con nosotros, creen igual que nosotros en este mensaje importante de paz, y de fomentar en el imaginario de la gente joven, no solamente en Cuba, sino en toda la región, la paz como una opción, como un derecho que nos corresponde a todos, como una sombrilla en la que deben entrar muchísimos otros conceptos.”
El músico que más Premios Granmy recibió en la pasada edición de este certamen expresó: “tenemos la fe de que el arte tiene esa capacidad de inspirar los corazones y abrir otros caminos de comunicación… Lo que queremos decir desde aquí es que el arte tiene que estar por encima de los condicionamientos de las personas… Para nosotros va a ser muy inspirador y esperamos que para la juventud cubana también lo sea. Aspiramos a que este concierto pueda ser algo positivo y estamos seguro de que así será”.
Refiriéndose a la variedad del elenco, el autor de “La vida es un ratico” le aseguró a La Jiribilla: “Lo más bonito de este evento es que todos quienes estamos acá sentados, y quienes estaremos el domingo, estamos unidos porque creemos que la paz es importante, nos parece vital que a través de la música se recuerde una y otra vez que debemos luchar por eso.”
Sobre el proyecto Paz sin Fronteras fundado por él, definió: “es un colectivo de artistas que creemos que el arte es una herramienta de paz importantísima y desde el primer día que hablamos sobre Cuba nos pareció importante pensar en la juventud cubana, en las 11 millones de personas que están aquí”; y al respecto agregó: “Todos somos iguales como seres humanos, como hermanos y tenemos que darnos la mano, el futuro puede ser mejor para todos si estamos trabajando juntos por eso. Los conceptos que nos separan y nos crean barreras mentales nos hacen mucho daño y la juventud cubana como la colombiana, mexicana o venezolana, de toda la región, tenemos el poder de hacer cosas para cambiar ese futuro.”
Acerca de las proyecciones de Paz sin Fronteras Juanes adelantó que aún no saben cuál será la próxima ciudad donde ofrecerán el venidero concierto pero le gustaría mucho “ir a México, a El Paso, en la frontera, me gustaría hacer algo ahí, posiblemente lo hagamos el año entrante.” Aclarando que el espíritu del proyecto posee un alcance mundial, el artista puntualizó: “Si pudiéramos cantar en otros idiomas lo haríamos”.
Tomado de la Jiribilla
Editado desde la ciudad de Bayamo, Cuba, por el periodista David Rodríguez Rodríguez.
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sábado, 19 de septiembre de 2009
LA TROMPETA DESAFINADA
Hay personas en este mundo que son incapaces de ver la luz allí donde existe, y se empeñan en tratar de llevar esa imposibilidad a otros seres humanos.
A veces pienso que en el caso de mi país, hay personas con mentes enfermizas, tan enfermizas, que llegan a creerse sus propias mentiras, y eso no es lo peor, pues tratan de obligar a los demás a asumirlas.
La caja de Pandora ha estallado. No ha sido por una acción bélica, ni por el despojo a alguien de sus propiedades.
Todo comenzó cuando un cantante famoso dijo que quería cantar en la Isla mía junto a otros intérpretes de la canción de diferentes naciones.
Será que yo no tengo el derecho de disfrutar de esos cantantes iberoamericanos que tanto admira la juventud de esta región del mundo?
El derecho nos asiste a todos. Juanes tiene derecho de cantar en Cuba, como también tiene el derecho de cantar en Miami u Orlando, en Medellín o Cúcuta, en Guadalajara o Juárez.
Si él hubiese expresado su deseo de cantarle a la paz en Port Au Prince o Gonaives en Haití, ninguno de los ¨¨libertadores¨¨¨ con residencia en Miami habría dicho media palabra. Al fin y al cabo qué les importa a ellos el sufrimiento de ese hermano pueblo.
Pero Juanes se atrevió a más. Quiere cantar en Cuba y en la emblemática Plaza de la Revolución José Martí, donde ofició Su Santidad Juan Pablo II.
Mucho se ha hablado por los ¨¨lideres¨¨ de la comunidad de exiliados de Miami. Mucho se ha expresado a través de los medios de (des) información de esa ciudad gobernada por testaferros del odio y la mentira.
Un opinión en contra del concierto de Juanes, salió, desafinada, de la trompeta de Arturo Sandoval, extraordinario artista y un fracasado político, quien arremetió contra el intérprete de La Camisa Negra, por querer cantar en un sitio donde, según él, se ha pedido el fusilamiento de algunas personas.
La trompeta tomó un segundo aire y dijo que el Gobierno de Cuba era responsable de ´¨miles de fusilamientos¨¨ en la Isla y que él mismo había sido victima de la represión ya que estuvo preso…por escuchar una emisora extranjera.
Es risible esta afirmación del buen trompetista. En Cuba se escuchan muchísimas emisoras extranjeras: Radio Francia Internacional, BBC, Radio Canadá Internacional, la radio para el exterior de España, de Alemania, Suecia y otras. Aquí ningún ciudadano va a la cárcel por escucharlas, ni siquiera los que tratan de oír la mal llamada Radio Martí son molestados.
Sandoval ha mentido flagrantemente y lo hace para complacer a sus amigos de la mafia de Miami. Ha mentido y él lo sabe.
Cuba vio y escuchó al trompetista que un día prefirió el amor a los dólares por el amor de su pueblo, en el que vivió como quiso, con la más alta consideración y respeto.
Critica Sandoval a los comunistas cubanos. Nada hay más repugnante que un traidor, cuyo carné de militante deshonró con su ¨¨huída¨¨, al estar ¨¨perseguido¨¨ por el régimen. Con la diferencia de que esa ¨¨huída¨¨ se produjo desde el aeropuerto internacional José Martí de La Habana.
Juanes actuará el 20 de septiembre en la capital de todos los cubanos honestos. Allí estará acompañado por artistas que no le temen a los mandarriazos de Vigilia Mambisa ni a los escándalos de las radio y televisoras chatarras de Miami.
Ese día se escuchará el sonido de una trompeta, afinada y tocada por el pueblo de Cuba, que desde ese sagrado sitio de la patria, dirá al mundo: QUEREMOS QUE NOS DEJEN EN PAZ.
A veces pienso que en el caso de mi país, hay personas con mentes enfermizas, tan enfermizas, que llegan a creerse sus propias mentiras, y eso no es lo peor, pues tratan de obligar a los demás a asumirlas.
La caja de Pandora ha estallado. No ha sido por una acción bélica, ni por el despojo a alguien de sus propiedades.
Todo comenzó cuando un cantante famoso dijo que quería cantar en la Isla mía junto a otros intérpretes de la canción de diferentes naciones.
Será que yo no tengo el derecho de disfrutar de esos cantantes iberoamericanos que tanto admira la juventud de esta región del mundo?
El derecho nos asiste a todos. Juanes tiene derecho de cantar en Cuba, como también tiene el derecho de cantar en Miami u Orlando, en Medellín o Cúcuta, en Guadalajara o Juárez.
Si él hubiese expresado su deseo de cantarle a la paz en Port Au Prince o Gonaives en Haití, ninguno de los ¨¨libertadores¨¨¨ con residencia en Miami habría dicho media palabra. Al fin y al cabo qué les importa a ellos el sufrimiento de ese hermano pueblo.
Pero Juanes se atrevió a más. Quiere cantar en Cuba y en la emblemática Plaza de la Revolución José Martí, donde ofició Su Santidad Juan Pablo II.
Mucho se ha hablado por los ¨¨lideres¨¨ de la comunidad de exiliados de Miami. Mucho se ha expresado a través de los medios de (des) información de esa ciudad gobernada por testaferros del odio y la mentira.
Un opinión en contra del concierto de Juanes, salió, desafinada, de la trompeta de Arturo Sandoval, extraordinario artista y un fracasado político, quien arremetió contra el intérprete de La Camisa Negra, por querer cantar en un sitio donde, según él, se ha pedido el fusilamiento de algunas personas.
La trompeta tomó un segundo aire y dijo que el Gobierno de Cuba era responsable de ´¨miles de fusilamientos¨¨ en la Isla y que él mismo había sido victima de la represión ya que estuvo preso…por escuchar una emisora extranjera.
Es risible esta afirmación del buen trompetista. En Cuba se escuchan muchísimas emisoras extranjeras: Radio Francia Internacional, BBC, Radio Canadá Internacional, la radio para el exterior de España, de Alemania, Suecia y otras. Aquí ningún ciudadano va a la cárcel por escucharlas, ni siquiera los que tratan de oír la mal llamada Radio Martí son molestados.
Sandoval ha mentido flagrantemente y lo hace para complacer a sus amigos de la mafia de Miami. Ha mentido y él lo sabe.
Cuba vio y escuchó al trompetista que un día prefirió el amor a los dólares por el amor de su pueblo, en el que vivió como quiso, con la más alta consideración y respeto.
Critica Sandoval a los comunistas cubanos. Nada hay más repugnante que un traidor, cuyo carné de militante deshonró con su ¨¨huída¨¨, al estar ¨¨perseguido¨¨ por el régimen. Con la diferencia de que esa ¨¨huída¨¨ se produjo desde el aeropuerto internacional José Martí de La Habana.
Juanes actuará el 20 de septiembre en la capital de todos los cubanos honestos. Allí estará acompañado por artistas que no le temen a los mandarriazos de Vigilia Mambisa ni a los escándalos de las radio y televisoras chatarras de Miami.
Ese día se escuchará el sonido de una trompeta, afinada y tocada por el pueblo de Cuba, que desde ese sagrado sitio de la patria, dirá al mundo: QUEREMOS QUE NOS DEJEN EN PAZ.
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