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lunes, 21 de septiembre de 2015

“La maternidad no me amilanó”





FOTO Luis Carlos Palacios Leyva
Y esa vez también se materializó el milagro, un milagro hecho de tenacidad, pasión y técnica que no por esperarse, dejó de sorprender en aquel entonces: la vocalista Mayda Castañeda Cordoví durante sus tres giras internacionales por varios países europeos entre 2009 2010 y 2011, junto al proyecto Pasiones de Buena Vista, obtuvo premios en Alemania y España.
Otra vez Mayda y la música tradicional cubana lograron que el público más difícil del mundo se pusiera en pie, gritara y aplaudiera la maestría de esta bayamesa que abrazó a los 13 años la túnica de las melodías.
Desde su debut en el Coro profesional de Bayamo, del cual es fundadora junto a René Capote Riera, disímiles son los lauros merecidos, pero ninguno, confiesa, es comparable al gozo de ser madre de seis preciosos hijos: tres hembras y tres varones. El primero concebido a los 26 años de edad.
No ha sido fácil. Las espinas también se han abierto pasos en el mundo artístico. Unas veces sembrando preocupaciones por los vástagos dejados al recaudo de su progenitora; otras absorbiendo sorbos de su felicidad como ante el fallecimiento de su madre Ana Luisa Cordoví.
Sin embargo, el empuje de esta sentimental cantante, merecedora de 23 premios en festivales nacionales del creador musical, de música Sindo Garay, Guzmán, Benny Moré y del Son, han inspirado a las féminas a incursionar también en la música.
“La maternidad no me amilanó en ningún momento. Soltaba el micrófono en el Bayam y corría a casa para atender mis hijos.
Sobre cómo esta mujer romántica, a veces con aires de melancolía; amante de Balzac y del costumbrismo de la novela Cecilia Valdés, sobrellevó la crianza de seis descendientes y asumió su trabajo, comenta la menor de sus hijas, Maida González Castañeda:
“De pequeña me dormí muchas veces sin el regazo de mi mamá porque ella debía trabajar en el Bayam. En ese tiempo el espectáculo empezaba a 10:30 u 11:00 P.M. La ausencia era relativa, en dependencia del compromiso laboral.
“Normalmente quien se dedica al mundo artístico no realiza labores hogareñas. Mami siempre hizo ambas cosas. Tiene mucho dinamismo.
“Desearía tener su talento, su fuerza de voluntad, y esa voz .Tiene 64 años y está impreganada de ganas de hacer.Yo quisiera ser así.”
Mayda Castañeda tiene una fe irrevocable en las personas, en el esfuerzo y el mejoramiento humano; a las madres, las exhorta a ser muy sabias al sobrellevarlos, educarlos, guiarlos y aconsejarlos, sobre todo en estos tiempos donde predomina la vanalidad.
“El futuro de uno es ver los hijos crecer. Unas veces bien, otras mejor, depende de cómo estén las circunstancias. En el fondo es muy bueno tenerlos. Es toda una recompensa”, expone.
Pese a las relativas inconstancias en la formación de sus sucesores, todo parece indicar que Mayda Castañeda realizó su labor exitosamente cuando la menor de sus hijas asevera que “mejor madre; imposible. Mi mamá está abierta al diálogo. Respeta nuestras opiniones. Nos aconseja, pero sin imponer sus puntos de vistas.”
Mayda Castañeda seguirá tejiendo méritos en la música cubana, a sabiendas de que en casa, le espera el mejor de los premios, comparable solo con el de cualquier madre del mundo: la sonrisa de un hijo.