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martes, 23 de agosto de 2011

GORE VIDAL SOBRE FIDEL CASTRO: “LO ADMIRO ENORMEMENTE”




Gore Vidal
Quien es considerado por muchos un hombre de leyenda en la literatura norteamericana y el escritor vivo más importante de Estados Unidos afirmó en una entrevista al periódico argentino La Nación  que admira enormemente al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, y se preguntó: “¿Quién no lo admira? Cualquiera que sepa algo de política sabe que Castro estaba pensando como cubano. Él fue un reformador. Pasó por malos momentos y soportó sus propios errores. Pienso en él como una figura noble.”
Ingrid Bajeman
Gore Vidal tenía 22 años en 1948, cuando la publicación de su novela La ciudad y el pilar de sal conmocionó a la comunidad literaria estadounidense. Se trata de una cándida historia sobre un joven que, en el pasaje de la adolescencia a la edad adulta, descubre su propia homosexualidad. Bajo el puño firme de Orville Prescott, editor de la sección literaria, el The New York Times se negó a publicar reseñas de los siguientes libros de Vidal que, desde entonces, no ha dejado de criticar a ese diario y lo que él llama su reacción “histérica”.
Archiconocido por sus relaciones (desde Roosevelt hasta Kennedy, Fellini, Garbo y Capote, a quien no consigue leer -dice- “porque soy diabético”) y por su sangre azul, Eugene Luther Gore Vidal adoptó como nombre propio el apellido de su abuelo materno, Thomas P. Gore, que fue senador demócrata por Oklahoma. Además de su abuelo, Vidal tiene otras conexiones con el Partido Demócrata: su madre, Nina, se casó con Hugh D. Auchincloss Jr., quien luego se convertiría en padrastro de Jacqueline Bouvier Kennedy. Vidal es también primo de Jimmy Carter y del ex vicepresidente Al Gore. Pero son la perspicacia y la agudeza mental de este novelista, ensayista y dramaturgo; su look de galán de cine, su estilo y elegancia, sumados a un humor de perros y un ego que sobrepasa el del más orgulloso argentino (“Un narcisista es alguien más guapo que tú”, ha dicho), los rasgos que lo han hecho uno de los intelectuales más famosos del mundo.
Ahora, a los 84 años, ha llegado a Montreal invitado por Blue Metropolis, el festival literario internacional de esta ciudad, donde dio dos charlas repletas de sagacidad y picardía, aunque en algunos momentos le falló la memoria (contó dos veces la misma anécdota sobre el político estadounidense John Milton Hay, secretario de Estado durante la presidencia de Roosevelt, que se refirió a Canadá como “Our Lady of the Snows”) y a veces sus respuestas no tuvieron nada que ver con la pregunta que le habían hecho o fueron demasiado nebulosas (de la “situación entre judíos y árabes”, para usar los términos de Vidal, dijo: “Sólo pásalo por alto, que va a desaparecer. Y si no desaparece, desapareceremos nosotros”).
Cuando finalmente, a las once de la noche, bajó al bar del hotel para esta entrevista, en su silla de ruedas, acompañado por su asistente Ernie y un whisky cuádruple, traía mucho de su gorevidalidad : entre un gruñido y una respuesta de una sola línea (y a veces, de una sola palabra), se soltaba y hablaba de sus temas preferidos, el imperialismo y la incultura yanqui, entre otros. Y claro, de Norman Mailer. De Capote, esta vez, no dijo nada. Sin embargo, de Borges?
-En América latina, los escritores como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa tienen tradicionalmente una opinión política de mucho peso y muy respetada. ¿Cuál es el papel del intelectual/artista en el siglo XXI?
-Monótono. A los estadounidenses no les gustan los intelectuales ni el intelecto, odian la lectura y odian la cultura.
-¿Y odian el pensamiento?
-Puede ser. Ni siquiera saben que lo odian.
-¿Así que usted es pesimista sobre el papel del intelectual?
-Creo que todos lo somos.
-¿Cuál es el futuro de la literatura y la industria editorial, dada la disminución del interés por la lectura?
-Estados Unidos es el país más grande y más rico del mundo, o piensa que lo es, pero en realidad estamos peor educados que cualquier gran potencia del mundo. La educación es espantosa. Nadie lo sabe porque somos número uno en todo. Incluso en el jardín de infantes somos número uno, pero no somos número uno en nada, a excepción de algunas cosas embarazosas, de las cuales creo que no conviene hablar. Por lo tanto, somos un país de segunda línea… que sé yo, algo así como Uruguay, probablemente.
-Usted declaró a The Independent que Estados Unidos debería figurar en algún lugar entre Brasil y la Argentina y esta entrevista está dirigida a un público argentino. ¿Podría ser un poco más específico acerca de qué quiso decir con eso?
-Yo fui más específico: dije que así tendremos un mejor equipo de fútbol. [Risas]
-¿Y qué piensa de Cristina Kirchner y de Dilma Rousseff?
-Bueno, estoy totalmente a favor de que las damas gobiernen países. Los muchachos no lo hacen muy bien. A los muchachos les gusta pelear.
-Pero si Estados Unidos es un fracaso, ¿qué es la Argentina, en su opinión?
-Está trabajando en eso.
-Brasil sería el caso inverso. Obama y todo el mundo dicen que Brasil es el país del futuro y el futuro es ahora.
-Yo prefiero lo que dijo Charles de Gaulle: Brasil es el país del futuro y siempre lo será. No subestimemos la malicia del buen general.
-¿Cómo ve la relación de Estados Unidos y la Argentina en el siglo XXI?
-Nerviosa. Nosotros no estamos haciendo demasiado bien nada. Creo que siempre habrá un poco de vigilancia en nuestra relación con otros países. Al no tener una tradición de cultura literaria, o cultura de cualquier tipo, siempre vamos a quedarnos atrás. Es bastante embarazoso para los países más agresivos, que llevan las artes más en serio. ¿Esto cambiará? Todo en la vida cambia, con la excepción, como dijo cierto francés, del teatro de vanguardia. Ese nunca cambia…
-¿Qué influencia tiene la lengua española en Estados Unidos, en particular, en el arte?
-Es una lengua hermosa. Creo que es bueno para Estados Unidos calmarse un poco. Realmente somos un país muy torpe para meternos con las artes. En realidad no hemos hecho nada bueno desde Mark Twain… Y eso fue hace mucho tiempo.
-Entonces, ¿cómo ha evolucionado la cultura latinoamericana en Estados Unidos? ¿Qué piensa de artistas como Jennifer Lopez?
-Ella y yo cantamos juntos. Yo estaba satisfactoriamente fuera de tono.
-¿Quién diría que fue una figura literaria significativa de raíz latina en el siglo XX?
-Italo Calvino. Está muy por encima de todos los demás.
-Por supuesto, Calvino nació en La Habana pero apenas vivió allí dos años. ¿Le parece más relevante que Borges?
-¡Oh, que se joda Borges! [N. de la R.: Oh, Fuck Borges! , dijo en inglés en la entrevista]. Me parece un chanta de otro tiempo.
-Ha sido puesto en un pedestal…
-Y es donde merece estar. Él escribe esos cuentitos y se sale con las suyas.
-¿Por qué cree que nunca escribió novelas?
-¡No me importa! ¿Por qué nunca se hizo la raya del pelo del lado izquierdo? Yo qué sé.
-¿Así que no lo ve como una figura literaria importante?
-¡Por supuesto que no! No existen muchas figuras importantes en la literatura. Y ciertamente esa figura no va a ser Borges.
-¿Hay otros escritores latinoamericanos que le hayan gustado, tal vez no entre los grandes, pero entre los buenos?
-No me preocupa la grandeza. Es la gente de tercera categoría la que se preocupa por grandeza. Y en verdad tienen que preocuparse, ya que nunca harán nada de sí mismos que sea grande. Se trata de una condición de servidumbre, y al diablo con ellos.
-¿Qué otros escritores latinoamericanos le han gustado?
-Pues bien, el amor a la fantasía no es algo que yo comparta. Me muero si llego a leer en otro libro latinoamericano: “El general medía cinco mil kilómetros de altura…”. No quiero volver a encontrar esa frase nunca más, ¡en ninguna forma! Hay que desechar el realismo mágico.
-¿Hay alguna manera de rescatar el periodismo?
-Yo no me molestaría en rescatarlo, si pudiera. No me importa.
-Usted declaró que se había postulado para el Congreso porque pensaba que podría hacer una diferencia… ¿Cree que el compromiso es una obligación de los escritores, intelectuales y profesores?
-La noción de las obligaciones lleva a la dictadura. Piensa así y tendrás una.
-Escribió numerosos ensayos sobre política y sobre Estados Unidos. ¿No son una forma de periodismo?
-Entonces se puede decir que todo es una forma de periodismo. Visto así, hasta Jesucristo fue periodista.
-¿Hay periodistas a los que haya respetado a lo largo de los años? Debe de haber conocido a miles de ellos…
-Por desgracia.
-¿Puede nombrar a alguno excepcional?
-No, porque la mayoría de ellos eran corruptos.
-¿Los buenos?
-Sobre todo los buenos. Y también tendían a la estupidez, eran limitados. ¿Qué experiencia tenían del mundo? Ninguna. Los alentaron a tener opiniones. Ahora bien: la opinión es la peor cosa del mundo, especialmente tratándose de hombrecitos de polvo que creen saber todo porque sus madres los alabaron hasta convertirlos en vanidosos.
-Usted vivió en Guatemala en las décadas de 1940 y 1950, cuando Guatemala fue copada por la CIA, y fue muy amigo de Juan José Arévalo, el primero de los presidentes reformistas de ese país. ¿Cuál es su lugar favorito en América latina?
-El lago de Atitlán, en Guatemala. Siempre me pareció bastante mejor que cualquiera de los que hay en Italia.
-No conoce la Argentina pero ¿qué lo impresionó de Brasil?
-La energía. Me recordó a Estados Unidos durante los años 30.
-¿Qué tipo de energía?
-Nuestra energía es, en su mayoría, maligna. Tiene que ver con matar gente, una gran manía de los estadounidenses. Yo sentí que en Brasil no había algo tan cruel como eso, aunque me parecieron tan descuidados e indiferentes como nosotros. En eso sí hay similitud: es un gran país, loco y desprolijo.
-¿Qué aportaría Latinoamérica si fuera tan poderosa como Estados Unidos?
-Un escritor como Calvino puede agregar un poco de civilización a un país tan vulgar y tan tonto como Estados Unidos. Creo que sería algo bueno. Como ve, he hecho todo lo posible para promover a Calvino…
-¿Qué piensa de la literatura actual? Usted mencionó que no le gustan los que escriben sobre ser novelistas, hablando de sus propias frustraciones insignificantes…
-”Insignificante” es la palabra clave…
-¿Hay algo alentador en la literatura de hoy en día?
-No me preocupo por eso la mayoría del tiempo. Quiero decir: ¡hay tantos malos escritores que insisten en que diga que los admiro y que quieren que los promueva!
-¿Por qué admiran los estadounidenses a los malos escritores?
-Creo que admiramos todo lo malo. Mire cómo comemos.
-¿Cuáles fueron los efectos de largo plazo de la guerra entre España y Estados Unidos?
-Malos para Estados Unidos. Henry James hizo un comentario muy bueno acerca de esa guerra. Dijo que si bien un imperio civilizó a los británicos, corrompería totalmente a los estadounidenses. Estoy muy de acuerdo con el señor James. No somos nada más que británicos desplazados. Tenemos exactamente el mismo apetito voraz, el mismo amor por la delincuencia, el mismo amor por lo criminal.
-¿Qué piensa sobre la historia de las intromisiones de Estados Unidos en los países latinoamericanos?
-Cuando la CIA decidió conquistar todo lo que tenía por delante, lo hizo. Yo reprobaba fuertemente esas interferencias. Fueron algo obsceno. No tendríamos que habernos metido en esos países: somos un pueblo ignorante, incapaz de aprender idiomas, que no lee libros y que está lleno de mierda. Nada de lo que decimos tiene sentido. Siempre estamos prescribiendo cosas para las razas inferiores. Bueno, el hecho es que nosotros mismos somos una raza inferior en la escena mundial. Pero eso en nuestro país nadie nos lo dice.
-¿Existe alguna esperanza de que Estados Unidos llegue a verse a sí mismo como parte de una familia de países americanos y no como el dueño o administrador?
-No: siempre vamos a ver a esos países como los únicos que pueden cultivar bananas y venderlas con alegría. Sobre todo cuando están maduras.
-¿Cree que se podrá desarrollar un diálogo más respetuoso, entre iguales, con Obama y los demócratas?
-Yo desconfío del término “entre iguales” que, por lo general, suele ser egoísta y se refiere al dictador? Que es igual a todo el mundo, como él mismo ha descubierto. Hubo un diálogo real con los vecinos en épocas de Franklin Delano Roosevelt, Sumner Welles y un puñado de muy buenas personas que actuaron en la política exterior. Fuimos gobernados admirablemente por un tiempo. Pero a FDR lo contagió el virus del imperio y se vio como un emperador. Por otro lado, los hubo peores, como Hitler, así que tampoco fue tan malo.
-¿Cuáles fueron los buenos momentos entre Estados Unidos, la Argentina y, en general, América latina?
-Bueno, ustedes no nos dieron muchas oportunidades: siempre estaban experimentando con dictadores y a nosotros nos tocaba adaptarnos a todos esos dictadores que se tiraban lances para obtener préstamos de nuestros presidentes corruptos? ¡y hemos tenido unos cuantos! Pensé que el sistema educativo podría haber sido utilizado de mejor manera. Nuestro sistema universitario es, en realidad, bastante bueno. No es excelente, pero es bastante bueno y de ahí podrían haber surgido algunas visiones.
-Fue como invitado a Cuba en junio*. ¿Qué piensa de los años de Fidel Castro en el poder?
-Lo admiro enormemente.
-¿Lo admira por lo que ha hecho en Cuba, en América latina?
-¿Quién no lo admira? Cualquiera que sepa algo de política sabe que Castro estaba pensando como cubano. Él fue un reformador. Pasó por malos momentos y soportó sus propios errores. Pienso en él como una figura noble. Estoy más interesado en Chávez, porque parece ser muy radical.
-¿Pero cuáles son las posibilidades de que al final tenga éxito?
-Al final, todos estaremos muertos, mi querida.
-Si América Latina tiene cada vez más presencia en su país, ¿qué efectos tendrá ese fenómeno?
-Vamos a tener un buen equipo de fútbol. Eso es un plus. El béisbol es probablemente el juego más estúpido inventado por el hombre. Y, por supuesto, lo inventamos nosotros.
-¿Hay algún escritor actual que respete?
-Bueno, no me gustan los malos, de modo que eso descarta a Norman Mailer. Él es realmente malo y eso significa que al público le gusta mucho. Le gustan, sobre todo, los que pasan por machos: yo-Ernest Hemingway, yo-cazador, yo-grande-pelear-en-bosque… Todo está tan lleno de basura. Mailer tiene la cabeza llena de papel picado. Simplemente no funciona. Estoy hablando de cuando estaba vivo. Supongo que es mejor ahora que está bajo tierra.
-Cuenta la leyenda que una vez Mailer trató de pegarle un puñetazo en una fiesta…
-Y terminó en la pared. Norman se acercó diciendo: “¡Oh, Gore, ¿por qué siempre me atacas?”. Y yo le contesté: “Yo nunca menciono su nombre, porque ni siquiera pienso en usted como un escritor. Ahora váyase”. Entonces él me lanzó su puñito diminuto. Tenía el puño de una niña. Yo le dije que era del sur y que nosotros tenemos un gatillo mucho más rápido que el de los lindos niños de Sudáfrica? Mailer era un cobarde nato. Sin embargo, a mí me caía lo suficientemente bien como para darle algunos roles durante años, y en el teatro en particular, ya que a él siempre le gustó actuar. Por supuesto que era el peor actor del mundo. Yo hacía Don Juan en los infiernos , al menos una vez al año con Norman. Él no tenía oído para el lenguaje. No tenía idea de quién había sido Bernard Shaw. Si algo podía hacerse mal, él lo hacía mal. Le advertí: “¿Sabes que tienes que dejar de actuar? Esto se está poniendo muy mal para tu personaje, y está mal para el teatro, también”.
-Su obra teatral The Best Man se estrenará en Broadway en 2012, con James Earl Jones en el papel principal del alegre, folklórico y astuto ex presidente de Estados Unidos Arthur Hockstader. ¿Usted trabaja activamente en los preparativos para el estreno?
-Siempre estoy; los escritores tienen que estar.
-¿Cree que Internet puede salvar la literatura estadounidense, alimentando el interés por la lectura?
-Lo que motiva a la gente a leer es siempre algo muy personal. Si has crecido en una casa sin libros, que es la condición de Estados Unidos en todos los niveles de la sociedad, vas a tener una población bastante torpe. Es tan simple como eso.
-¿Pero hay algo alentador en lo que está pasando con la informática? Ahora tenemos los e-readers , estos pequeños dispositivos que contienen muchos libros y que parecen páginas…
-A mí no me parecen una página.
-¿La tecnología, entonces, contribuye al deterioro de la literatura, de la lectura?
-Depende. No hay una regla universal para todos esos que están tratando de hacer libros con forma de teteras para niños. Y eso no es muy saludable.
-¿Está en Facebook?
-Por supuesto que no.
-¿Y usa Twitter?
-Ni siquiera sé lo qué es eso.
-¿Cuál es entonces la forma más eficaz de estar comunicado?
-Obtener tu propio programa de televisión.
-¿Así que cree que la televisión sigue siendo la forma más efectiva de llegar a las masas?
-Yo sé que lo es.
-¿Cuál fue el alcance de la televisión en el siglo XX?
-Me tenían a mí, entre otros. Y la gente aún recuerda y discute las cosas que yo decía. Cuando aparezco en público, la gente empieza a hablar de Johnny Carson, que es mucho más saludable que hablar de Norman Mailer.
-¿Había algo de calidad en la televisión de hace unos años?
-La ley de los promedios algo indica.
-¿Hay algún programa actual que le guste?
-No.
-¿Algún programa de noticias que le guste?
-No.
-Usted ha dicho que cuando quiere noticias de su país, lee los diarios británicos. ¿Trata de mantenerse al día con respecto a lo que está pasando en Estados Unidos con esos diarios?
-He pasado la mayor parte de mi vida en Europa y no me he arrepentido ni de un minuto pasado en el extranjero.
-¿Qué diarios lee?
-El Herald Tribune y el Financial Times.
-¿Le gustan sus enfoques?
-No, todo lo contrario. Por lo general, no me gustan, porque son demasiado generales y están fuera de la realidad. A veces, ni siquiera ellos parecen saber de qué están hablando.
*Gore Vidal visitó Cuba en Diciembre de 2006

EDITORA DE CUBADEBATE HABLA SOBRE INTERNET EN CUBA


Ariel Bargach/ Télam
Rosa Miriam Elizalde
La periodista y editora del sitio Cubadebate Rosa Miriam Elizalde dijo que en Cuba existe “una gran frustración” por la imposibilidad de un mayor uso de Internet a causa de la escasa conexión de la isla debido al bloqueo norteamericano, mientras Washington beneficia, con una red a la carta, a supuestos “líderes de la sociedad” civil.
“Es lógico que ante un cuadro difícil algunos sectores reaccionen con paranoia sobre los riesgos de internet, pero el debate se dirimió con que podemos contrarrestar los efectos negativos en la medida en que tengamos más presencia y seamos más fuertes en la red; esa batalla está muy clara hoy en el país”, aseguró Elizalde.
Periodista, master en Ciencias de la Comunicación y docente de Nuevas Tecnologías en el Instituto José Martí, es una de las creadoras de Cubadebate y trazó un complejo diagnóstico sobre lo que significa Internet para la isla, desde las dificultades de conexión hasta el logro de los insumos básicos, a diferencia de “quienes están dispuestos a servir a los intereses de Washington, que tienen todas las comodidades”.
Cubadebate surgió en 2003 “de manera espontánea y medio loca”, y “en medio de una campaña, probablemente la más brutal, que haya vivido Cuba desde el triunfo de la Revolución”, afirmó Elizalde.
“Teníamos un experimento que permitía hacer, con algo más de retraso, lo que hacemos hoy; una herramienta simple para quienes no tenían conocimientos de Internet”, contó.
La situación cambió en 2007, cuando Fidel Castro resolvió “dialogar con la población a través de sus reflexiones”, pero “no quería que se publicara en el Granma, porque ya no estaba en la dirección del partido, y tampoco quería que pasara mucho tiempo entre que escribía y se publicaba”, explicó la periodista.
La segunda versión de Cubadebate está en la red desde junio de 2009, cuando el sitio -hecho por la Unión de Periodistas de Cuba- se asoció con la Universidad de Ciencias Informáticas.
Elizalde destacó que aunque esta aplicación “está muy integrada a las dinámicas actuales de Internet, mantiene su idea original de filtrar información confrontándola con lo que generalmente se excluye”.
Consultada sobe cómo ubica a Cubadebate respecto de los medios de la isla, Elizalde la define como “un sitio que se reconoce afiliado a la Revolución y al pensamiento de Fidel”.
La docente cuestionó a quienes “quieren desacreditar la información que se da desde acá” y subrayó que “la Revolución no es una gripe que a uno le dio y pasó, sino algo que está pasando ahora mismo, por lo que seguimos reivindicando el derecho a la crítica, a la autocrítica, a la profundidad de la información, a defender lo que pensamos, y a darle espacio incluso a quienes no piensan” parecido.
Elizalde utiliza la idea de “una guerrilla loca” para hablar de quienes hacen Cubadebate, un concepto que “tiene que ver más que nada con los problemas técnicos” y las dificultados para acceder a Internet en el país, debido fundamentalmente al bloqueo de Estados Unidos contra la Isla.
“Cuba tiene una conexión de 412 megabytes para todo el país; eso significa, por ejemplo, la conexión de una universidad argentina, o de cuatro cybercafés de Buenos Aires; o sea, cuatro cafés tienen lo mismo que toda una isla con 11 millones de habitantes”, advirtió.
Según Elizalde, “si uno está en contra de la Revolución, afiliado a los intereses de Washington, en cambio, tiene todas las condiciones para hacer Internet” pero “hacerlo desde Cuba es casi un martirologio: somos mártires de Internet”.
Oficialmente, en Cuba hay unas 700.000 computadoras, pero “esa cifra no incluye las que se hicieron artesanalmente, con una parte de acá y otra de allá”, porque existe en la isla, según la periodista, “una altísima alfabetización digital”.
“Las estadísticas de la ONU ubican a Cuba en el cuarto lugar en capacidad de uso de la informática, pero entre los últimos lugares en infraestructura digital”, comparó, y llamó la atención sobre la existencia de una población que “no sólo conoce las formas y tiene la capacidad de usar internet, sino que además siente la necesidad” de hacerlo.
En ese marco, Elizalde aceptó que “hay una gran frustración”, porque la gente “sabe que esa computadora es el punto, la posibilidad de conexión, de acceso al conocimiento”, un rasgo de peso en “un país al que su condición de insular lo hace mirar hacia afuera”.
Elizalde lamentó las dificultades para acceder a software y cuestionó que “el país que creó el problema y lo mantiene, con su estrategia de destruir a Cuba, también procura crear una red a la carta para quienes sirvan a sus intereses”, lo que explica la presencia de “supuestos blogueros disidentes con celulares con roaming”.
“La gran paradoja es que hay ‘oficialistas’ pasando las de Caín y otros con todas las facilidades, los que sirven para políticas de ellos, supuestos líderes de la sociedad civil”.
Sobre la postura del gobierno acerca de Internet, Elizalde expresó que “el primer convencido de los beneficios es Fidel, que ya a finales de los 90 dijo que `la Internet parece inventada para nosotros`, porque siempre tuvo claro que era una posibilidad extraordinaria de acceso al conocimiento”. “Y no hay nada más socialista que el acceso”, amplió.
Finalmente, renovó sus críticas a Estados Unidos y la llamada Ley Torricelli, que “establece que Cuba se puede conectar, pero no participar del comercio electrónico, y dispone que cada megabyte que Cuba contrate tiene que ser aprobado por el Departamento del Tesoro”.
“No se puede bajar ni un programa de Photoshop; cada vez que uno trata de cargar un software, aparece un cartel que dice `país prohibido`. Ni siquiera dice que esto está prohibido para su país. Es `país prohibido`. Y trabajamos como todos los pobres de este mundo, con programas crackeados”, concluyó la docente.

MIAMI: ¿SE ACABAN LAS VACACIONES DE LOS REFUGIADOS?


  
Por Ernesto Pérez Castillo

Un anuncio reciente del presidente Raúl Castro ha puesto los pelos de punta a los que en Miami quieren impedir a toda costa que se normalice la migración cubana.
En su discurso del primero de agosto ante el Parlamento de la Isla, el General de Ejército informó:En la senda de reducir prohibiciones y regulaciones (…) que jugaron su papel en determinadas circunstancias y después perduraron innecesariamente (…) nos encontramos trabajando para instrumentar la actualización de la política migratoria vigente (…) ajustándolas a las condiciones del presente y el futuro previsible”.
Algo así no puede sino ser una buena noticia, a más que esperada y necesaria, para todos los cubanos, y es justo todo lo contrario de lo que desean los que malquieren a los cubanos.
Por lo pronto, y sin esperar siquiera un día, el propio primero de agosto el representante republicano de la Florida David Rivera adelantó un proyecto de ley para que el Departamento de Seguridad Interna vigile más de cerca a los beneficiarios de la Ley de Ajuste Cubano –vigente desde 1966, y que da estatus de refugiado político a los cubanos que ingresen de manera ilegal a territorio norteamericano– para que se les cancelen los privilegios que dicha ley les concede si visitan aunque fuere una sola vez la Isla antes de cumplir un mínimo de cinco años a partir de su entrada a los Estados Unidos.
Además de la perversión evidente, esa iniciativa de Rivera oculta una mala leche que apesta de lejos, pues precisamente esos cinco años son los que se deben esperar para obtener la ciudadanía norteamericana, y una vez concluido el plazo y adoptada dicha ciudadanía, los cubanos sentirían sobre sí el peso de la espada de Damocles de la Cuban Assets Control Regulations de 1963, basada en la Trading With the Enemy Act, que en la practica prohíbe a los ciudadanos norteamericanos viajar a Cuba.
Así las cosas, lo que David Rivera propone de facto es que los cubanos recién llegados, primero, no viajen a la Isla durante cinco años en cumplimiento de su ley, y luego nunca jamás, en cumplimiento de la ley de 1963.
Lo original del proyecto de Rivera es que, justo en el momento en que Cuba anuncia que flexibilizaría los trámites de viaje –algo que se le ha reclamado al gobierno cubano desde siempre–, el representante republicano pretende abolir esos viajes de raíz.
Encima, quienes a partir de entonces se acojan a los privilegios de la Ley de Ajuste Cubano, serían rehenes del gobierno norteamericano, al menos durante cinco años: una especie de “refugiados políticos forzados” por el país que les “protege”.
Tal proyecto ha puesto en tres y dos a la contrarrevolución interna, como es el caso de la mercenaria Yoani Sánchez, quien opinó en contra del proyecto de Rivera: “Esas personas se convierten en embajadores democráticos y de libertad”, pero no dice una coma de que para ello deben violar las leyes, ser carne del criminal tráfico humano y exponer sus vidas frente las olas en el estrecho de La Florida.
En todo caso, la cifra de cubanoamericanos que solo en el año anterior pasearon por Cuba se eleva a más de 320 000, y esos son muchos más “embajadores democráticos y de libertad” que los que Yoani quisiera.
Otro que no sabe dónde poner el huevo es el plusmarquista de las huelgas de hambre, Guillermo Fariñas, pues según él: “Desde el punto de vista ético no deben regresar a Cuba hasta que el gobierno no caiga”. Cuando él habla de ética, no se sabe de lo que habla, pero lo cierto es que nadie sabe cómo se come el asunto de que los refugiados políticos vayan por miles a vacacionar al país que supuestamente les persigue.
Así lo ha dicho el Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami: “no creo que sea correcto que los cubanos vayan a pasear o divertirse en Cuba si han salido recientemente como refugiados”.
Lo que verdaderamente les duele del proyecto de Rivera es que cuestiona en profundidad el carácter de refugiados y perseguidos políticos de los cubanos que arriben a los Estados Unidos, y por tanto debilitaría a una de las principales armas que han tenido desde siempre en Miami para atacar a la Revolución.

Tomado de Cubasí

MIAMI ESPERA A PABLO MILANÉS CON MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES




Por Armando Santana Martínez

El congresista republicano de origen cubano David Rivera, el mismo que intenta encaminar importantes cambios en la Ley de Ajuste Cubano, que pudieran perjudicar especialmente a
las más nuevas hornadas de emigrados cubanos en Estados Unidos, es también quien  ahora apela a cuanta artimaña y baja pasión encuentra a su alcance para impedir que Pablo
Milanés cante en Miami.

La mayoría de los titulares de la prensa internacional sobre el tema, apuntan a que Milanés ha generado discordia en Miami, y mantiene dividida a la comunidad de cubanos.
Sin embargo, quienes así enfocan, es muy probable que estén pecando por falta de matices, por perderse, intencionadamente o no, entre el mucho ruido que generan pocas nueces.
Porque lo cierto es que solo la ultraderecha miamense, un exiguo núcleo, conservador hasta las encías, es la que anda desgañitándose y amenazando. Pero  ¿quiénes si no la
propia emigración cubana en ese estado del sur floridano han  sido los compradores de las localidades en el estadio triple A (American Airlines Arena) con precios entre los 59,95
y 219,85 dólares el asiento?
Esos que sin duda llenarán el estadio de básquet, serán los mismos o iguales a aquellos que asistieron a las presentaciones en la Florida de Cándido Fabré, Buena Fe o David Calzado y la Charanga Habanera, entre otras figuras allí llegadas como parte de la  política de intercambio cultural con Cuba, echada a andar por el gobierno del presidente Barack Obama.
Ocurre que dentro de esa emigración cubana a la que se quiere mostrar dividida a partes iguales, un buen porciento arribó a tierra norteamericana a partir de 1990 y, por tanto, en muy poco se asemejan  a  aquella primera oleada, compuesta por esbirros batistianos, burgueses, casatenientes,  latifundistas, y, por tanto,  acérrimos enemigos del nuevo sistema que abogaba por todos y para el bien de todos.
 Las más recientes hornadas de la emigración cubana , como tendencia, para nada profesan ese odio visceral hacia Cuba, una buena parte son jóvenes y sus motivaciones para radicar
fuera de la tierra natal, han sido sobre todo la búsqueda de confort , de mejores condiciones de vida; de ahí que resulte una abierta manipulación hablar de un "exilio dividido" a causa de Pablito., como pretenden mostrar los medios de comunicación en Miami.
Más ajustado a la realidad sería hablar de un grupúsculo, la mayoría bien entrada en años, que dentro de los más de un millón doscientos mil cubanos allí radicados, forma su algarabía. Los mismos que cuando el concierto de Juanes en Cuba machacaron enceguecidos los discos del cantante colombiano en plena calle Ocho.
A pesar del pataleo ultraderechista, el concierto, previsto para el venidero sábado 27, tendrá efecto. Así lo ha confirmado Hugo Cancio, promotor de la gira del cantautor de 68
años, ganador de dos premios Grammy, quien comenzará sus presentaciones este  26 de agosto en Washington DC y terminará en San Juan de Puerto Rico el 17 de septiembre.

Tomado de Cubasí