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martes, 23 de agosto de 2011

MIAMI ESPERA A PABLO MILANÉS CON MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES




Por Armando Santana Martínez

El congresista republicano de origen cubano David Rivera, el mismo que intenta encaminar importantes cambios en la Ley de Ajuste Cubano, que pudieran perjudicar especialmente a
las más nuevas hornadas de emigrados cubanos en Estados Unidos, es también quien  ahora apela a cuanta artimaña y baja pasión encuentra a su alcance para impedir que Pablo
Milanés cante en Miami.

La mayoría de los titulares de la prensa internacional sobre el tema, apuntan a que Milanés ha generado discordia en Miami, y mantiene dividida a la comunidad de cubanos.
Sin embargo, quienes así enfocan, es muy probable que estén pecando por falta de matices, por perderse, intencionadamente o no, entre el mucho ruido que generan pocas nueces.
Porque lo cierto es que solo la ultraderecha miamense, un exiguo núcleo, conservador hasta las encías, es la que anda desgañitándose y amenazando. Pero  ¿quiénes si no la
propia emigración cubana en ese estado del sur floridano han  sido los compradores de las localidades en el estadio triple A (American Airlines Arena) con precios entre los 59,95
y 219,85 dólares el asiento?
Esos que sin duda llenarán el estadio de básquet, serán los mismos o iguales a aquellos que asistieron a las presentaciones en la Florida de Cándido Fabré, Buena Fe o David Calzado y la Charanga Habanera, entre otras figuras allí llegadas como parte de la  política de intercambio cultural con Cuba, echada a andar por el gobierno del presidente Barack Obama.
Ocurre que dentro de esa emigración cubana a la que se quiere mostrar dividida a partes iguales, un buen porciento arribó a tierra norteamericana a partir de 1990 y, por tanto, en muy poco se asemejan  a  aquella primera oleada, compuesta por esbirros batistianos, burgueses, casatenientes,  latifundistas, y, por tanto,  acérrimos enemigos del nuevo sistema que abogaba por todos y para el bien de todos.
 Las más recientes hornadas de la emigración cubana , como tendencia, para nada profesan ese odio visceral hacia Cuba, una buena parte son jóvenes y sus motivaciones para radicar
fuera de la tierra natal, han sido sobre todo la búsqueda de confort , de mejores condiciones de vida; de ahí que resulte una abierta manipulación hablar de un "exilio dividido" a causa de Pablito., como pretenden mostrar los medios de comunicación en Miami.
Más ajustado a la realidad sería hablar de un grupúsculo, la mayoría bien entrada en años, que dentro de los más de un millón doscientos mil cubanos allí radicados, forma su algarabía. Los mismos que cuando el concierto de Juanes en Cuba machacaron enceguecidos los discos del cantante colombiano en plena calle Ocho.
A pesar del pataleo ultraderechista, el concierto, previsto para el venidero sábado 27, tendrá efecto. Así lo ha confirmado Hugo Cancio, promotor de la gira del cantautor de 68
años, ganador de dos premios Grammy, quien comenzará sus presentaciones este  26 de agosto en Washington DC y terminará en San Juan de Puerto Rico el 17 de septiembre.

Tomado de Cubasí

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