Enrique Ubieta Gómez
La sospecha en torno a la veracidad de los relatos históricos no es nueva. Ya en las postrimerías del siglo XIX el crítico literario cubano Justo de Lara exponía un hecho insólito: un pergamino medieval firmado por nobles de una corte europea –personajes y firmas auténticas, cuño real--, atestiguaba sobre un encuentro palaciego con fantasmas ensangrentados. ¿Por qué descartábamos su veracidad?, ¿si la historia fuese verosímil no hubiésemos estimado como definitiva la prueba? La historia narra episodios que no vivimos, y que debemos reconstruir desde nuestros prejuicios y experiencias. La investigación histórica, desde luego, no está desprovista de metodologías que aseguran un nivel aceptable de objetividad, pero no puede ni desea desentenderse de la subjetividad del investigador. Por eso, la sospecha ha sido siempre un recurso de los historiadores revolucionarios. Recuerdo un relato de Rómulo Gallegos, en el que un padre y un hijo –descendientes de una supuesta estirpe de libertadores, cuyos retratos copaban las paredes de la casa--, discuten sobre sus antepasados. El padre enardecido con las teorías descalificadoras del hijo, decide demostrar su error y empieza a leer, por primera vez, una documentación que guardaba sin conocer. El resultado acaba siendo descorazonador: los antepasados venerados por tradición habían sido estrechos colaboradores de la corona española.
Pero fueron las llamadas teorías de la posmodernidad –herederas y auspiciadoras a la vez de una sensibilidad decepcionada, propia de un final de siglo que parecía llevarse a la vez todas las esperanzas y todos los horizontes--, las que adoptaron el cinismo sin recato, como metodología. La verosimilitud acabó siendo la única exigencia. Los héroes se declararon inexistentes, “construcciones mitológicas”. Un cobarde, imposibilitado de dominar sus piernas, en lugar de correr hacia la retaguardia, corre hacia el frente. Los demás lo siguen inconcientemente. Muere acribillado, pero ganan la batalla, porque el enemigo es tomado de sorpresa. Alguien fabula: yo escuché cómo gritaba “¡adelante, al combate!” Y el cobarde pasa a las páginas de los libros de historia como héroe. La década de los noventa presenció la estrepitosa caída del panteón soviético –derrumbe que incluyó a los héroes falsos y a los verdaderos--, y la brusca sustitución de la épica revolucionaria por el más feroz intimismo. Pese a todo, el heroísmo es persistente, porque es necesario –lo mismo para la resolución de acontecimientos históricos, como para la salud espiritual de una sociedad--, y cuando los bomberos neoyorquinos expusieron sus vidas para salvar a las víctimas del atentado a las Torres Gemelas, los niños empezaron a usar sus cascos y sus insignias. Historia feliz, hasta que reclamaron en una huelga mejoras salariales. Por eso el gobierno estadounidense prefiere, para sus niños, otro tipo de héroe: el de los comics, el super – policía inimitable, reformista, asegurador del orden.
El cinismo como metodología tiene sus ventajas prácticas: si creemos que los héroes reales no existen, podemos inventarlos. Las cámaras del imperio fabricaron en Iraq algunos episodios falsos: filmaron, por ejemplo, a unos marines superarmados que supuestamente rescataban a una norteamericana “herida en combate” de un hospital “militar” de Bagdad (en realidad, era una soldado accidentada, cuya vida había sido salvada por los iraquíes, y se hallaba en una institución civil de salud). La filmación se montó como mismo se monta un set de ficción. Las imágenes recorrieron el mundo. Hasta que ella contó la historia real, y desapareció. El balance histórico de la confrontación entre revolucionarios y contrarrevolucionarios en Cuba es muy desfavorable para los segundos, en cuanto a mártires y héroes concierne. Y es lógico que así sea. Los revolucionarios pelean por un ideal que trasciende sus vidas, y están dispuestos a entregarla. Los contrarrevolucionarios, por lo general, defienden las cercas de su hacienda, el ahorro de sus vidas, o sus grandes propiedades. A veces son simples peones engañados, ignorantes, que aspiran a una vida materialmente diferente. O conservadores a ultranza, que aman la tranquilidad de lo conocido. La inmolación es una opción poco frecuente en las filas de la contrarrevolución, y por lo general, sobreviene como accidente. Pero además, ¿quiénes hicieron explotar la Coubre o la tienda El Encanto, ocasionando la muerte de personas inocentes?, ¿quiénes descargaron sus balas de odio en poblados indefensos, desde lanchas rápidas que se acercaban a la costa y huían de inmediato a la Florida?, ¿quiénes asesinaron a los adolescentes alfabetizadores en las serranías cubanas?, ¿quiénes pusieron la bomba en un avión civil de Cubana de Aviación y asesinaron a sus 73 pasajeros?, ¿quiénes veneran como héroes a los autores intelectuales de ese acto de terrorismo? Ante tanta desproporción, se entiende el criminal entusiasmo de quienes estimularon la inmolación de Zapata Tamayo. Solo a ellos convenía esa muerte. Solo era útil a la CNN, a PRISA. Una muerte inútil, hecha a la medida del odio, para cínicos e incautos. También Zapata Tamayo es una víctima, de sí mismo, de sus auspiciadores. Una muerte puede ser valiente, pero son sus fines los que determinan su lugar en la historia. Los que no creen en la existencia de los héroes, suponen que es posible desmontar la imagen del Che, y sustituirla por la de Zapata Tamayo. Pero la verdad existe, aunque esté cargada de pasión. Y a los héroes verdaderos los hace y los consagra el pueblo.
Tomado de la Isla Desconocida
Editado desde la ciudad de Bayamo, Cuba, por el periodista David Rodríguez Rodríguez.
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miércoles, 23 de febrero de 2011
LEVANTAMIENTO POPULAR EN BAIRE
RESPONDIENDO AL LLAMADO HECHO EN FACEBOOK SE PRODUCE ESTE LEVANTAMIENTO EN EL POBLADO DE BAIRE.
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24 de febrero de 2011.
Hay un levantamiento popular en el poblado de Baire.
Las personas se apresuran para participar en el movimiento.
Todos quieren vivir la experiencia de un levantamiento de toda una comarca.
La policía toma sus precauciones. Los estudiantes también.
El encuentro es inevitable.
Los trabajadores de centros comerciales, léase mercados, cafeterías, bodegas, peluquerías, barberías, no se quieren perder el acontecimiento, es más quieren que sus voces puedan escucharse con los reclamos que desean expresar.
En el centro de la comunidad de Baire está el parque adornado por frondosos árboles. Hay tensión. Es el sitio convenido para la reunión, y por ello también hay medidas extraordinarias tomadas teniendo en cuenta la posible aglomeración de los pobladores, que se han comunicado no por facebook, ni por twitter.
Lo han hecho por pura espontaneidad, como los cubanos suelen hacer cuando hace falta levantarse a favor de algo o en contra de algo, al parecer estará allí, en el parque, la mayoría de la población con consignas, pancartas, lemas, que a algunos no les caerán bien, pero las dirán.
De pronto, saliendo de las cuatro esquinas que rodean el citado parque, entra una avalancha enardecida, desafiante, rostros marcados por la ira, manos levantadas y voces que estremecen.
Es el pueblo del histórico poblado de Baire, recordando la fecha del 24 de febrero y respondiendo al llamado para la ¨¨guerra necesaria¨¨.
Pero no la que desean aquellos que convocaron al levantamiento en Cuba a través de facebook, sino la de los reclamos por el cese del bloqueo yanqui, por la extradición de Posada Carriles a Venezuela y por la liberación de los Cinco Héroes Cubanos.
¨¨ESTA CALLE ES DE FIDEL¨¨, LE GRITA EL PUEBLO A LAS DAMAS DEL VERDE
Un centenar de vecinos de la calle Neptuno entre Aramburu y Hospital le dieron una contundente respuesta al grupúsculo contrarrevolucionario Damas de Blanco que, tal y como les fuera orientado el pasado miércoles via teleconferencia desde Washington, pretendieron organizar una manifestación contrarrevolucionaria en la casa de su líder Laura Pollán.
Nuevamente los vecinos de la barriada de Centro Habana le gritaron a los peones del gobierno de Estados Unidos en Cuba consignas revolucionarias como "Esta calles es de Fidel", "Libertad para los Cinco" y "Pin Pon fuera abajo la gusanera".
Cual mayorales, funcionarios de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, supervisan desde una esquina que sus empleadas cumplan al pie de la letra las orientaciones de la Secretaria de Estado Hillary Clinton
Tomado de Cambios en Cuba
Nuevamente los vecinos de la barriada de Centro Habana le gritaron a los peones del gobierno de Estados Unidos en Cuba consignas revolucionarias como "Esta calles es de Fidel", "Libertad para los Cinco" y "Pin Pon fuera abajo la gusanera".
Cual mayorales, funcionarios de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, supervisan desde una esquina que sus empleadas cumplan al pie de la letra las orientaciones de la Secretaria de Estado Hillary Clinton
Tomado de Cambios en Cuba
LA HABANA: TANQUES EN LA CALLE!!!!
Por Ernesto Pérez Castillo
Veinticuatro horas después de “comenzado” el levantamiento popular en Cuba, organizado desde la cómoda distancia que ofrece Facebook, todavía pueden verse las huellas de los proyectiles de calibre pesado en las paredes del antiguo Palacio Presidencial, a donde fueron convocadas las protestas, y aun los tanques blindados permanecen en el lugar, que cobija un importante y numeroso alijo de armas.
Lastima que las huellas de los disparos lleven ahí 54 años, pues son las que dejaron los jóvenes del Directorio Revolucionario cuando asaltaron el palacio con la intención de ajusticiar al tirano Batista. Las armas que conserva el lugar, casi prehistóricas, son las que se usaron en la clandestinidad y en la Sierra Maestra. El tanque es ni más ni menos el SAU 100 de fabricación soviética con el cual Fidel logró impactos directos sobre el buque norteamericano Houston –durante la rápidamente derrotada invasión de Bahía de Cochinos– y que el hoy Museo de la Revolución exhibe con orgullo en sus afueras.
De lo que no hay dudas es que aquello, ahora que esta de moda el Egipto incendiado, en el primer día de la revuelta recordaba con mucho a la mítica Arabia… nada más parecido a esa explanada que un desierto… allí no estaba ni el gato. Bueno, a decir verdad, se vio a un boxeador parece que Ucraniano, haciendo su rutina de entrenamiento, unos viejitos en su tai-chi, niños jugando y poco más.
Quien único acudió infaltable a presenciar la revuelta invisible fue la prensa extranjera, y se les vio bostezar sin siquiera animarse a sacar las cámaras de sus estuches.
Y en el Facebook, los nerdos que se creyeron su propio cuento, aun se animan los unos a los otros en su muro del ridículo con frases como: “Tenemos que derrumbar la plaza de la revolución / Gracias, cualquier arma ayuda / EL PUEBLO DICE QUE YA NO ES "MANIFESTACION",QUE AHORA ES "GUERRA"..ESO LO ESCUCHE HACE SOLO 30 MINUTOS...ADELANTE CUBANOS / Dale Cubano calentemos esto / GRACIAS... AL MACHETE CUBANOS.....!!! / Y QUIEN NO APOYE AHORA LE PESARA DESPUES... / Yo me tengo que mudar de vuelta para la Florida.. estas Carolinas estan pasmadas! Nadie quiere hacer na! / unirnos en bastantes barcos y armarnos asta los dientes para defender lo nuestro no me gusta la muela me gusta la atcion”.
Por lo demás, no vale la pena emborronar cuartillas, que hasta la CNN se quedó con las ganas de reportar la noticia, y esperó toda una hora a que su corresponsal en La Habana, Doña Yoani Sánchez, tuviera algo que decir, hasta que la blodeguera por fin se decidió y habló, aunque no pasara nada, perdiendo así otra magnifica oportunidad de quedarse callada.
Veinticuatro horas después de “comenzado” el levantamiento popular en Cuba, organizado desde la cómoda distancia que ofrece Facebook, todavía pueden verse las huellas de los proyectiles de calibre pesado en las paredes del antiguo Palacio Presidencial, a donde fueron convocadas las protestas, y aun los tanques blindados permanecen en el lugar, que cobija un importante y numeroso alijo de armas.
Lastima que las huellas de los disparos lleven ahí 54 años, pues son las que dejaron los jóvenes del Directorio Revolucionario cuando asaltaron el palacio con la intención de ajusticiar al tirano Batista. Las armas que conserva el lugar, casi prehistóricas, son las que se usaron en la clandestinidad y en la Sierra Maestra. El tanque es ni más ni menos el SAU 100 de fabricación soviética con el cual Fidel logró impactos directos sobre el buque norteamericano Houston –durante la rápidamente derrotada invasión de Bahía de Cochinos– y que el hoy Museo de la Revolución exhibe con orgullo en sus afueras.
De lo que no hay dudas es que aquello, ahora que esta de moda el Egipto incendiado, en el primer día de la revuelta recordaba con mucho a la mítica Arabia… nada más parecido a esa explanada que un desierto… allí no estaba ni el gato. Bueno, a decir verdad, se vio a un boxeador parece que Ucraniano, haciendo su rutina de entrenamiento, unos viejitos en su tai-chi, niños jugando y poco más.
Quien único acudió infaltable a presenciar la revuelta invisible fue la prensa extranjera, y se les vio bostezar sin siquiera animarse a sacar las cámaras de sus estuches.
Y en el Facebook, los nerdos que se creyeron su propio cuento, aun se animan los unos a los otros en su muro del ridículo con frases como: “Tenemos que derrumbar la plaza de la revolución / Gracias, cualquier arma ayuda / EL PUEBLO DICE QUE YA NO ES "MANIFESTACION",QUE AHORA ES "GUERRA"..ESO LO ESCUCHE HACE SOLO 30 MINUTOS...ADELANTE CUBANOS / Dale Cubano calentemos esto / GRACIAS... AL MACHETE CUBANOS.....!!! / Y QUIEN NO APOYE AHORA LE PESARA DESPUES... / Yo me tengo que mudar de vuelta para la Florida.. estas Carolinas estan pasmadas! Nadie quiere hacer na! / unirnos en bastantes barcos y armarnos asta los dientes para defender lo nuestro no me gusta la muela me gusta la atcion”.
Por lo demás, no vale la pena emborronar cuartillas, que hasta la CNN se quedó con las ganas de reportar la noticia, y esperó toda una hora a que su corresponsal en La Habana, Doña Yoani Sánchez, tuviera algo que decir, hasta que la blodeguera por fin se decidió y habló, aunque no pasara nada, perdiendo así otra magnifica oportunidad de quedarse callada.
HILLARY CLINTON: ¿LA SECRETARIA TONTA?
Cuando escuchamos hablar a la Sra. Secretaria Hilary Clinton acerca de algunos acontecimientos recientes de la relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y de sus intentos subversivos, con sus más recientes discursos, nos quedamos estupefactos.
Hay pocas alternativas: o la Sra. Clinton carece de toda sutileza para el análisis político, o no es nada sofisticada para ser la Secretaria de Estado de un país como Estados Unidos, o es realmente una tonta, que llega a creerse que los demás deben aceptarle los cuentecitos y los llamados a la subversión que hace.
La prepotencia hace lucir tontas a la gente, porque una de las manifestaciones más importantes del prepotente es que, por alguna razón, los demás tienen que aceptarle lo que el dice, pues están imbuidos de una filosofía en que la “verdad es lo conveniente”. El pragmatismo es la filosofía en que se fundamentan las formulaciones que hacen. No es que una dosis de pragmatismo en política no sea buena, pero hay, que de manera inteligente, combinarla con otras cosas.
Tales formulaciones, como las ahora realizadas por la Clinton, hacen de la verdad algo distinto a lo que desde nuestras posiciones, desde una ética revolucionaria, pudiéramos imaginar.
Para esta vertiente reaccionaria del pensamiento político, que es donde se fundamentan los discursos de la Hilary sobre Cuba, “lo verdadero es lo útil a sus propósitos”.
No les importa si existe correspondencia o no entre lo que se dice y la realidad; sino que la verdad para ellos, “es lo que sirve a los propósitos que se persiguen”.
Tampoco se detienen a comprobar si lo que están diciendo se corresponde con la realidad o no; no les hace falta, porque sus formulaciones se apoyan en la fuerza para imponer sus visiones de los acontecimientos y en los poderosos medios de comunicación de que disponen, que no tienen porque mostrar la verdad, sino un recorte de la realidad o la realidad que ellos trata de construir.
Tomado de Cambios en Cuba
Hay pocas alternativas: o la Sra. Clinton carece de toda sutileza para el análisis político, o no es nada sofisticada para ser la Secretaria de Estado de un país como Estados Unidos, o es realmente una tonta, que llega a creerse que los demás deben aceptarle los cuentecitos y los llamados a la subversión que hace.
La prepotencia hace lucir tontas a la gente, porque una de las manifestaciones más importantes del prepotente es que, por alguna razón, los demás tienen que aceptarle lo que el dice, pues están imbuidos de una filosofía en que la “verdad es lo conveniente”. El pragmatismo es la filosofía en que se fundamentan las formulaciones que hacen. No es que una dosis de pragmatismo en política no sea buena, pero hay, que de manera inteligente, combinarla con otras cosas.
Tales formulaciones, como las ahora realizadas por la Clinton, hacen de la verdad algo distinto a lo que desde nuestras posiciones, desde una ética revolucionaria, pudiéramos imaginar.
Para esta vertiente reaccionaria del pensamiento político, que es donde se fundamentan los discursos de la Hilary sobre Cuba, “lo verdadero es lo útil a sus propósitos”.
No les importa si existe correspondencia o no entre lo que se dice y la realidad; sino que la verdad para ellos, “es lo que sirve a los propósitos que se persiguen”.
Tampoco se detienen a comprobar si lo que están diciendo se corresponde con la realidad o no; no les hace falta, porque sus formulaciones se apoyan en la fuerza para imponer sus visiones de los acontecimientos y en los poderosos medios de comunicación de que disponen, que no tienen porque mostrar la verdad, sino un recorte de la realidad o la realidad que ellos trata de construir.
Tomado de Cambios en Cuba
ALGUNOS VIVOS VIVEN DE LA MUERTE DE ZAPATA
Por Hatuey
Ha transcurrido un año de que se produjera el lamentable deceso de un delincuente común devenido en activo contrarrevolucionario. Quienes pretenden hacer creer al mundo que en Cuba se violan los derechos humanos silencian, hipócritamente, el respeto que siempre se les ha dispensado a los adversarios durante una contienda con el imperio que ha causado la muerte a más de 3478 cubanos, víctimas de acciones de terrorismo.
La muerte del recluso el 23 de febrero de 2010, en uno de los más prestigiosos hospitales de La Habana, desató una descomunal campaña de difamación en contra de la Revolución. Pareciera que los más importantes medios de difusión occidentales estuvieran apostados en la meta, esperando el disparo de arrancada; el deceso añorado, para echar a correr sus mentiras.
Mientras los médicos cubanos luchaban contra el desastre provocado por un cataclismo, el olvido y la indiferencia, seguían apostando por salvar la vida de miles de ciudadanos haitianos, personas también de piel oscura, la “pequeña Isla” era sentada injustamente en el banquillo de los acusados por “irrespetar el derecho a la vida”.
Apenas 24 horas después de que fuera enterrado el imprescindible mártir de la contrarrevolución, un nuevo actor se prestaba para azuzar el acoso y cerco del Tío Sam; Guillermo Coco Fariñas se declaraba en huelga de hambre con la certeza de que, una vez más, sería atendido por un calificado equipos de médicos que volvería a la carga para preservarle con vida.
El show de Fariñas duró 135 días, tiempo suficiente para imponer record de conferencias de prensas y dejar para los anales de las huelgas de hambres un hecho relevante para la medicina cubana: el paciente egresó de su intento con un peso superior al reportado en el momento de su hospitalización.
Las huelgas de hambres protagonizadas por Fariñas en los años 2006 y 2010 totalizaron en su conjunto 376 días. Estas no solo fueron el alimento que nutrieron las campañas de difamación, sino que le sirvieron de aval para que le fuera conferido el Premio Sajarov.
En el sitio web de la FAO se afirma que en el mundo como resultado de enfermedades relacionadas con el hambre muere un niño cada 5 segundos. O sea, en los 376 días de huelga de hambre del suicida Guillermo Fariñas murieron, en el mismo planeta habitado por él, 6 497 280 niños. Ninguno de ellos recibió la atención de la gran prensa. Vale la pena aclarar que entre esos infantes que fallecieron por hambre, en contra de su voluntad, no había ningún niño cubano.
Transcurrido un año del deceso de Orlando Zapata, los estrategas del imperio, narcotizados con los eventos del Medio Oriente, apuestan porque su muerte obre el milagro de insuflar vida en una desprestigiada contrarrevolución interna a la que se la ha asignado la difícil misión de provocar la muerte del proceso revolucionario.
La gran campaña de propaganda sustentada desde los medios que integran las trasnacionales de la desinformación ha lanzado el slogan con el cual pretenden encender la llama de la subversión: “Zapata Vive”.
Los cubanos, que siguen apostando por la vida y por defender el derecho a construir soberanamente el destino que el pueblo ha escogido, no dejan de reconocer el verdadero significado de la nueva consigna contrarrevolucionaria: “Zapata no vive. Algunos vivos, viven de la muerte de Zapata.”
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