Nuevamente
Ángel Carromero, dirigente juvenil del Partido Popular de España pretende
revertir la historia que él mismo contó en el juicio celebrado en Bayamo y en
el que fue condenado a 4 años de cárcel.
La
razón de la sanción tuvo en cuenta su actuar irresponsable en la carretera Las
Tunas-Bayamo, que provocó el accidente
en el que fallecieron Osvaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero.
El
hecho, acaecido el domingo 22 de julio del pasado año, fue utilizado por la
llamada gran prensa internacional para acusar el Gobierno de Cuba como el
responsable del siniestro.
Ángel
Carromero vuelve por sus andadas y ahora le miente al diario El Mundo de su país,
al afirmar que la inteligencia cubana provocó la muerte de Payá Sardiñas y de
Cepero.
En
el juicio efectuado en Bayamo y con fuerte presencia, como es natural de la
prensa extranjera y cubana, se demostró la impericia del conductor del vehículo
quien manejaba a exceso de velocidad.
En ese
sitio el cónsul español expresó que había sido ´´un juicio impecable´´ lo que
desmiente al dirigente juvenil del Partido Popular que parece ser daltónico.
Si
porque antes el bien pagado madrileño había dicho que el ´´auto que los seguía
era un lado rojo´´, eso se lo dijo al periódico The Washington Post, pero dijo
ahora al Mundo.es que el auto era azul.
Eso
me recordó un accidente producido en 1996 en Nueva Jersey, Estados Unidos,
cuando un conductor de trenes confundió la luz roja con la verde y provocó la
muerte de dos personas y heridas a otras 151. Era daltónico.
Carromero
se nos presenta ahora como un consumado investigados policial, capaz de
descubrir, a más de un año del accidente, que este se produjo al ser embestido
por la parte trasera.
Parece
que los grandes medios de prensa padecen de alguna enfermedad ocular que les
permite ver abolladuras donde no las hay y pretenden seguir en su tarea de
confundir a la opinión pública internacional.
Mientras
España se estremece de ira por las declaraciones del ex tesorero del Partido
Popular que involucran a Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno, Carromero
quiere que la gente mire hacia otro lado.
Así
justifica los 50 mil euros que le paga la Comunidad de Madrid por no hacer nada,
mientras millones de españoles han perdido sus empleos y viviendas.
Mas fácil
se atrapa a un Carromero que a un cojo.