Nunca antes se escuchó en Bayamo, con tanta fuerza y belleza la música del renacimiento y el barroco, interpretada por unos atrevidos y audaces jóvenes amantes de lo bello.
Cristalizó así, en nochemaravillosa, un esfuerzo titánico que Exsulten desplegó para regalarle a la ciudad una obra de extraordinaria grandeza.
Antigua y Eterna cobró los matices esperados en una sala abarrotada por un público sediento, que buscaba una música distinta, precisamente de antaño y de ahora.
Exsulten paseó la distancia, esa que traza la trayectoria del tiempo desde Hendel hasta Esteban Salas porque la música no conoce de fronteras, ni marítimas ni terrestres.
Se escucharon entonces las notas musicales que salieron de aquellos instrumentos de esa época hechos, algunos, por las propias manos de los artistas convertidos ya en artesanos de la felicidad.
Las voces y qué hermosas voces!! Llevaron al público a los momentos ancestrales del surgimiento de aquel período musical magníficamente recreado por el talento de los intérpretes.
No pocas barreras surgieron en el camino hacia la gloria de alcanzar el cielo a través de la música, incluso, ´´deserciones´´ de última hora parecían ensombrecer el intento.
Pero Exsulten le plantó cara a las dificultades, ni un huracán podría detener el rumbo de su barca, que aún en mar tempestuoso, arrinconó los muros y con estocadas de hierro salió vencedor de la batalla.
Qué hermosa conjunción de talentos se ha unido para llevarnos por los caminos del renacimiento y del barroco homenajeando al ¨¨incomparable Handel, Orfeo de su tiempo¨¨.
Al final, el estallido de las emociones convertido en aplausos, premió a los artistas, quienes se abrazaban y besaban y abrazaban y besaban a sus familiares y amigos.
La del sábado fue noche inolvidable, Handel caminó por el Paseo bayamés donde su música alcanzó la cima de una montaña de amor desde la cual Exsulten ha brillado
