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viernes, 13 de mayo de 2011

SUPERMAN, UN INDOCUMENTADO QUE NO QUIERE SER PEÓN DE ESTADOS UNIDOS

NUEVA YORK (AP) _ Hay una escena en la película del 2006   íVuelve Superman!'' que tiene un momento inolvidable del fabuloso Hombre de Acero: Sobrevolando la Tierra y observando a Estados Unidos, su poderoso oído trata de detectar pedidos de ayuda distantes mientras escucha a la gente hablar en todos los idiomas del mundo.


El mensaje es claro: Kal-El, de Krypton --el extraño visitante de otro planeta que bien puede ser considerado un indocumentado-- es ciudadano y protector de toda la Tierra, no solo de los Estados Unidos.
Durante 73 años, Superman voló por los cielos supuestamente estadounidenses y los colores de su capa --rojo, amarillo y azul-- reflejaban en parte los colores de la patria que adoptó de niño, cuando su nave espacial fue a parar a una granja de Kansas.
Ya no más.

En el último volumen de la serie, que fue publicada por primera vez en 1938 y ya lleva 900 episodios, Superman aparece en el retiro presidencial de Camp David una tarde brumosa y le dice al asesor de seguridad nacional del presidente que piensa renunciar a la ciudadanía estadounidense.
Parece que a Washington no le gustó mucho el que Superman se apareciese en una manifestación pacífica en Teherán.
Y que a Superman no le gustó que Washington le hiciese un llamado de atención por ello.
He tenido un enfoque muy limitado.
Ahora me doy cuenta de ello'', dice el Hombre de Acero en la historia de David S. Goyer.
Estoy cansado de que mis acciones sean presentadas como un instrumento de la política de Estados Unidos.
'Verdad, justicia y el estilo americano'.
Eso ya no me basta''.
La noticia cayó como una bomba.
El político republicano Mike Huckabee declaró que era algo   inquietante'', el comentarista de derecha Bill O'Reilly metió su bocadito y ya se está diciendo que esa actitud de Superman fue una cosa aislada e incluso que en realidad nunca sucedió.
Como es sabido, en el mundo de las historietas todo es posible.
Sea como sea que termina la cosa, por fin se habló abiertamente de algo que hasta ahora era implícito: que el personaje de Superman ha sido visto por generaciones como un instrumento de la política de Washington, usado para promover la democracia al estilo estadounidense en el planeta.
Desde las primeras tiras de Jerry Siegel y Joe Shuster, Superman fue un defensor de los Estados Unidos.
Cuando Max y Dave Fleischer hicieron las primeras caricaturas a comienzos de la década de 1940, era más explícito: Combatía a los   Japoteurs'' y estuvo claramente del lado de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial.
Los soldados estadounidenses me aclamaron, cuando todos los pueblos civilizados del mundo los aclamaban a ellos'', dice Superman en   El arma secreta de Estados Unidos'', publicado en 1943.
Es el tributo más grande que he recibido''.
Con el correr de los años, la búsqueda de   la verdad y la justicia'' dio lugar a una serie radial y luego a una televisiva.
Abundaron también las películas.
En los años 60, Superman visitaba a John F. Kennedy en la Casa Blanca y le confesaba al presidente su verdadera identidad. También se lo veía en las Naciones Unidas.
En las películas de los 70 y los 80 con Christopher Reeve, el Hombre del Mañana está siempre del lado del gobierno estadounidense.
Luego de los ataques del 11 de septiembre del 2001, Superman hizo una aparición en una recopilación de tiras sobre los ataques terroristas de ese año.
La tensión entre un Superman que se siente medio marginado y los estadounidenses es más visible todavía en la serie de televisión   Smallville'', que ya lleva diez años.
Durante esa década, se le dio una nueva dimensión a la juventud de Clark Kent en la pequeña ciudad de Smalville, Kansas.
La historia de Superman está llena de angustias, conspiraciones y jóvenes estadounidenses hermosos.
En los últimos tiempos, los productores de Smallville jugaron con la idea de un ser que llega a Estados Unidos el día en que un meteoro cayó en un campo.
El joven Clark Kent --llamado   The Blur'' (que quiere decir algo borroso) en sus misteriosos días antes de pasar a ser el heroico Superman-- es perseguido tenazmente por siniestros agentes del complejo militar-industrial estadounidense.
Es bastante frecuente que los héroes de historietas sean seres marginados o que carguen con algún trauma.
Pero Superman es un caso especial.
Su planeta se hizo pedazos y su gente está toda muerta, con excepción de un individuo poderoso que aparece de vez en cuando.
Tiene una infancia típicamente estadounidense en una granja del centro de Estados Unidos, pero, en el fondo, es un impostor, igual que cantidades de inmigrantes, con y sin papales, que llegan al país desde hace dos siglos en busca de una vida mejor.
¿Es realmente relevante su condición de estadounidense? Hace ocho años, un capítulo de la historia de Superman especuló lo que hubiera pasado si en lugar de caer en la campiña estadounidense, la nave de Kripton hubiese ido a parar a una granja colectiva de Ucrania.
Ese Superman, plantearon los autores del episodio,   hubiera libirado una batalla sin fin con Stalin, el socialismo y la expansión internacional del Pacto de Varsovia''.
Sin embargo, a pesar de cambiar el país y el contexto político, al final de cuentas Superman hace lo que corresponde, sea eso un valor estadounidense o no.
Por más que se haya criado en una granja de Kansas, en todas sus encarnaciones --tiras, radio, televisión y cine-- Clark Kent siempre fue un ser marginal, que lucha por ser aceptado por una sociedad cuya identidad se forjó a partir de la admisión de inmigrantes pero que al mismo tiempo no confía demasiado en ellos.
En el volumen 900 de las tiras de Action Comics, Superman se resiste a ser manipulado por la Casa Blanca.
Y surge la pregunta: ¿Este Superman habría ayudado a los soldados estadounidenses que mataron a Osama bin Laden en Pakistán? ¿Un héroe que se replantea cuáles son los valores morales del siglo XXI considerará que los líderes de al-Qaida equivalen a los   Japoteurs'' de antaño?
Tomado de Cambios en Cuba

OBAMA NO VE CAMBIOS EN CUBA

Por M. H. Lagarde
En lo que se refiere a Cuba, el presidente de Estados Unidos sigue padeciendo de miopía.  En una entrevista con WLTV Canal 23 de Univisión el señor Barack Obama, ha vuelto a afirmar que, a pesar de las reformas ofrecidas por Raúl Castro, hasta ahora no ha visto cambios 'significativos' en la isla.


'Nosotros no hemos visto esos cambios de una manera realista hasta ahora, hemos escuchado que han hablado pero básicamente los presos políticos siguen allí', dijo el mandatario en una entrevista con WLTV Canal 23 de Univisión.
No se entiende muy bien cómo si Cuba liberó recientemente a más de un centenar de presos, para el presidente de los Estados Unidos los presos aún sigan “allí”. Una gran parte de ellos, incluso, con familiares incluidos, no están ni en Cuba, sino en España.
¿Se tratará de una mala traducción de las palabras de Obama o de un lapsus mentis? O simplemente se refería a que son los mercenarios, al servicio de su gobierno, los que todavía siguen “aquí”. Y seguirán mientras administraciones como la suya sufraguen sus gastos en la indigna tarea de la difamar a su patria.
Según un artículo publicado hoy por The Miami Herald, la USAID gastó, solo en los últimos tres años, de 2007 a 2010, casi 95 millones de dólares en programas para alentar la subversión en Cuba.
Parte importante de ese financiamiento ha sido destinado a abastecer de moderna tecnología a la llamada “sociedad civil” cubana, cuya principal misión, de acuerdo con las orientaciones de la secretaria de Estado Hillary Clinton, consiste, más que en denunciar, en inventar la represión en la Isla.
El mejor ejemplo es el de la reciente muerte del disidente Juan Wilfredo Soto García, a la que también se refirió Obama en la entrevista que le concedió al canal 23.
Según la agencia Notimex: “Obama dijo que aunque no debió de haber sido arrestado 'aún necesitamos saber más sobre esta situación trágica y la situación específica'.
Por sus palabras, no parece estar muy convencido de la veracidad de las fuentes de la sociedad anexionista cubana financiada por la USAID, una agencia gubernamental estadounidense que, para lograr en Cuba el cambio que seguro sí vería el inquilino de la Casa Blanca, derrocha a manos llenas el dinero del contribuyente norteamericano.
En el artículo publicado por The Miami Herald, Andy Gómez, investigador principal de  Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami una organización que obtuvo de la USAID, entre 2002 y 2010, unos $ 6 millones de dólares, afirmó:
  "Por desgracia, aquí en Miami se ha creado una industria. Nos reuníamos, y me sentaba allí atónito a ver algunos de los programas inútiles que estaban siendo financiados.
Entre ellos: condones que llevaban grabados la palabra "Cambio¨¨
Tomado de Cambios en Cuba

LA REPRESIÓN POLICIAL DE LA QUE DEBÍA PREOCUPARSE EL DIARIO ESPAÑOL EL PAIS

Amnistía Internacional ha denunciado este jueves que en España persisten las “torturas y malos tratos” y que las investigaciones sobre ellas “siguen siendo inadecuadas”. Además, la organización ha criticado que España “no escuche” las recomendaciones de la ONU y otros organismos internacionales sobre la definición de tortura que figura en el Código Penal y se niegue a abolir la detención en régimen de incomunicación.
Estas son algunas de las principales denuncias sobre España incluidas en el Informe Anual 2011 sobre El estado de los Derechos Humanos en el Mundo, que este año se centra en la denuncia de las violaciones a la libertad de expresión, un derecho que “va a ser crucial” en el desarrollo de las revoluciones democráticas del norte de África.
“Estas revoluciones en favor de los Derechos Humanos, sociales y políticos nos sitúan en el umbral de un verdadero cambio histórico”, ha señalado el director de AI España, Esteban Beltrán, quien ha advertido no obstante, que el éxito de estas revoluciones “pende de un hilo”.
En el apartado sobre España, el informe destaca que han continuado las denuncias de tortura y malos tratos a manos de “funcionarios encargados de hacer cumplir la ley” y que no se han tomado medidas para recopilar y publicar datos sobre los casos que pudieran suponer violaciones de los derechos Humanos de personas bajo custodia policial.

Además, destaca el informe, la última reforma del Código Penal no ha escuchado las peticiones del comité de la ONU contra la Tortura para que se modifique la definición de tortura que distingue entre atentado “grave” de tortura y atentado que no es grave. En cuanto a las medidas antiterroristas, AI lamenta que se siga aplicando la detención en régimen de incomunicación de personas sospechosas de actividades terroristas y que el Gobierno haya rechazado las recomendaciones de la ONU para abolir esta forma de detención.
El informe detalla asimismo varios casos en los que denuncias de torturas y malos tratos se han desestimado o cerrado sin profundizar en la investigación de los hechos. Otro apartado destacado en el informe es el relativo a los Derechos de la Infancia, en concreto sobre el internamiento de menores con problemas sociales o de conducta en centros en los que se producen casos de “castigos corporales, aislamiento, prescripción indebida de medicamentos y asistencia médica insuficiente”.
En este asunto destaca, una vez más, la negativa de las autoridades españolas a ajustar plenamente la legislación y las normas administrativas de todas las Comunidades Autónomas a la Convención sobre los Derechos del Niño. En el apartado dedicado a las situaciones de racismo y discriminación, AI denuncia la “detención preventiva” de ciudadanos extranjeros y la falta de una estrategia nacional para combatir el racismo, pese a que esta contemplado en el Plan Nacional de Derechos Humanos de 2008.
Así, destaca las disposiciones aprobadas por varios municipios que prohíben el uso del velo integral en edificios municipales o la moción aprobada por el Senado por la que se insta al Gobierno a prohibir su uso en espacios y acontecimientos públicos. La no derogación de la Ley de Amnistía de 1977 y el hecho de que la reforma del Código Penal no incluya la definición de delitos de derechos internacional como la desaparición forzada y la ejecución extrajudicial, son otros asuntos que AI cuestiona de España.
En el capítulo de avances, la organización destaca la nueva definición de trata de seres humanos contemplada en la Ley, aunque lamenta que “no siempre se respete en la práctica” el derecho a un periodo de recuperación y reflexión de los extranjeros en situación irregular que pudieran haber sido víctimas de trata.
Tomado de Cambios en Cuba