Seguidores

domingo, 5 de octubre de 2008

A SALVADOR ALARCÓN, (SALVITA)

Hoy las más hermosas notas musicales llevan, en su recorrido por el pentagrama, el pendón de la tristeza, y mientras viajan entre cuerdas y metales, las metáforas de la vida nos van ofreciendo la imagen de quien regaló su alma a todos los que pudimos apreciar y disfrutar de su talento.

Bayamo tiene hoy una razón adicional para sentirse orgulloso como pueblo, una de sus entrañables personalidades dio el último giro a su batuta, dibujando en el aire la más hermosa expresión lírica, la más fuerte contundencia a los instrumentos para extraer de ellos y de la sabia de los músicos la auténtica construcción musical que impactara a los espectadores.

No se trata de despedir a quien jamás podrá ser despedido. Los hombres como él, esos hombres que escriben la historia, que la enriquecen, que la fundan, que nunca se nos van de la cercanía, son referentes ineludibles en el largo camino de nuestra vida.

No podrá ser olvidado quien se erigió en fundador, porque los fundadores no se funden en el olvido con el paso del tiempo, al contrario, su figura se levanta, como esculpida en bronce por el amor que derrochó en cada momento de su trayecto por esta tierra que tanto amó.

Cuántas alegrías sembró en nosotros este juglar de la música?

Cuántas veces, interpretando nuestro Himno Nacional nos conminó a cantarlo con vigor, con orgullo, con hidalguía?

Se puede hablar de manera grandilocuente de él, porque está justificada la expresión, como está justificado el homenaje que el pueblo le ofrece, a quien legó una historia que junto a la música es un monumento para la defensa de nuestra cultura.

Su semilla anda por todo el país,y por otros lares, su cátedra ilumina los más oscuros sitios, porque la música que nos entregó es como un sol de notas que con su partida no podrá morir, porque los que crean, los que aman, los que defienden nuestra idiosincrasia como él, se convierten en astros con tanta intensidad en su luz, como la más radiante nota de una trompeta.

Hoy es un día triste, ha partido para alojarse en nuestras almas, aquel hombre que desde la humildad de su familia, desde la pasión por lo bello, arrancó las mas hermosas melodías, para adentrarlas en la conciencia de su Bayamo, que en este momento ofrece como regalo la mas hermosa canción de amor dedicada a Salvador Alarcón Rodríguez: La Bayamesa.

Autor: David Rodríguez