Muchos fueron los hijos de Bayamo que al llamado de la patria se sumaron a la lucha por la independencia nacional, aportando sus esfuerzos en aras de alcanzar el objetivo supremo expresado en La Demajagua.
Entre aquellos patriotas, amantes de la aurora de libertad, figuraron ricos hacendados, hombres de letra, músicos, dieron el paso hombres que no tenían experiencia militar.
Esta la adquirió en el fragor de los combates protagonizados por los mambises contra los soldados del poder colonial español que contaban con conocimientos para la guerra y estaban bien armados.
Francisco Estrada Estrada, quien alcanzó el grado de General de División del Ejército Libertador, demostró en los campos de batalla su valentía, arrojo y la intuición que lo hizo merecer tan alta posición militar.
Tuvo la excepcional ocasión de estar bajo las órdenes de dos de los grandes patriotas, nacidos en Republica Dominicana: Luis Marcano y Modesto Díaz, quienes le ayudaron a forjar su carácter como soldado, clase y oficial.
Estrada supo beber de esa fuente de conocimientos y experiencias de los dominicanos y supo emplear esas posibilidades en los combates en que participó, demostrando audacia en cada momento.
Con el paso del tiempo asumió formas de lucha irregular contra los invasores, actuando en condiciones nada ventajosas ante la superioridad del enemigo, al que desgastaba asestándoles duros golpes.
Francisco Estrada Estrada siguió con una trayectoria tal que fue designado para
operar en las zonas de Holguín y Las Tunas, dejado una estela de osadía en Guáimaro, Puerto Padre, Chaparra y Velazco, entre otras.
También dejó su impronta de patriota por otros lares orientales como Baire y Palma Soriano al frente de la División Volante ocasionándoles casi cien bajas a los soldados españoles en 1898.
Estrada es un ejemplo de seriedad, entrega, lealtad e hidalguía pues es de esos hombres que se fraguan en el combate, se lanzan a la batalla con la única idea de ver a su patria libre de la dominación extranjera.
Por eso fue un patriota de las tres guerras independentistas en las que dejó algo más que la piel en los campos insurrectos, erigiéndose en un paradigma para las actuales generaciones de cubanos.
Al finalizar la guerra del 95, cuando ya Estados Unidos había intervenido en la Isla, no cejó en sus empeños y prosiguió siendo tan patriota como cuando se incorporó a la lucha.
Tuvo 24 hijos de cuatro uniones matrimoniales, algunos de ellos también participaron en la cruzada por la independencia, otros como Dolores Estrada Medel; Hermenegildo, Rosa y Pedro Estrada Montero; Ulises, Víctor, Dulce María y Mercedes Estrada Oro, militaron como comunistas en los años 30.
Estos últimos participaron en la constitución del Primer Soviet de Obreros y Campesinos surgido en Mabay en 1934, muestra de la preparación política adquirida.
Hoy el General de División del Ejército Libertador Francisco Estrada Estrada cumpliría 166 años.
La patria libre que disfrutamos los cubanos es el mejor regalo para tan distinguido, valiente y emprendedor patriota cubano.