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La vida marcha rauda. A
veces no me percato de la velocidad que esta le impregna a mi cotidiano
andar y, al final, llega ese instante supremo.
2013 ya es historia y
ahora para mi, y miles de millones de terrícolas, surge un nuevo período
en el que trataré de encontrar respuestas a las incógnitas que me pueblan.
Se trata de un nuevo año en
el que, quizás, me acoja a la jubilación, una palabra no muy agradable, pero
que debo asumir por lo que significa en la vida de un trabajador.
Ese momento será duro porque
llevo casi 40 años haciendo lo que me gusta y lo que me impulsó a hacer un
querido periodista ya fallecido: Heberto Carvajal Olazábal.
Creo que él, desde donde me
esté mirando, debe estar satisfecho gracias a aquella pregunta que me hizo:
¿quieres ser periodista?.
Eso sucedió a finales de la
década de los 60 cuando acompañé a Juan González Casamor en una visita que hizo
a la emisora Radio Bayamo.
A Juan también agradezco
esa invitación que cambió para siempre mi vida desde ese entonces, cuando la
emisora estaba en la Plaza
de la Revolución
de Bayamo.
Estos son parte de los
recuerdos que se agolpan en mi mente al hacer un recuento de mi paso por ese
formidable e imprescindible medio de comunicación que es la radio.
Dicen que cuando una
persona comienza a hacer historias de lo vivido es que ya está vieja, y los que
sustentan esa tesis tienen un poco de razón.
Llegar a viejo es un
privilegio porque demuestra que se ha vivido, disfrutado, bailado el paso por
este mundo, donde según la
UNICEF mueren 19 mil niños diariamente por causas evitables.
Así que llegar a esa
tercera edad no debe ser problema para nadie, que como yo, ya ha sobrepasado
ese límite.
Pero vuelvo al tema del
nuevo año.
Tengo la esperanza de que
todo mejore en mi país, sé que se hacen esfuerzos descomunales para resolver
asuntos a veces muy espinosos.
Quiero en este 2014 Cuba
tenga la posibilidad de avanzar en todos los órdenes y que nuestra gente
aporte, con su trabajo, riquezas a la nación.
Veo mucha alegría en mi
barrio de La Ollá
para esperar el nuevo año. Los vecinos están preparando sus cenas que
compartirán con sus semejantes.
Esa es otra arista que
distingue a mi ´´patria chica´´ pues la gente no es egoísta y de lo que tiene, le
da al vecino, al amigo y quien pase por su casa.
La de hoy será una noche
inolvidable.
La música invadirá todos
los sitios y la risa también estará presente en la celebración, que es una
tradición que nunca hemos olvidado.
Solo me queda desearles a
mis lectores mucha felicidad y que el amor contenido en cada uno de nosotros se
disemine por todo el mundo.
Adiós a 2013.
Bienvenido 2014.