Omar Pérez Salomón
Con la mayor hipocresía imaginable, el secretario de Estado de EE.UU. para asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, quien por cierto, abandonará su cargo el próximo verano según divulgó la agencia AFP, dijo en la Conferencia de las Américas celebrada recientemente en Washington, que EE.UU. aplaude que los países latinoamericanos estén más integrados que nunca.
En un discurso ambiguo y vago, que me hizo recordar al comediante mexicano Cantinflas, el representante de la Administración Obama trató de resucitar el fantasma del Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA, al referirse al nuevo impulso de los Tratados de Libre Comercio con Colombia y Panamá, y dedicó espacios para atacar a Cuba y Venezuela.
Haciendo gala de un cinismo sin igual el diplomático norteamericano destacó que “el gobierno de Barack Obama, en concreto, ha ampliado su relación con Latinoamérica gracias a una nueva arquitectura del continente apoyada, fundamentalmente, en el ‘período de éxito económico y social sin precedentes’ que viven la mayoría de los países”.
Por solo citar el caso de Honduras, donde Estados Unidos gestó un golpe de Estado en junio de 2009 que derrocó al ex presidente Manuel Zelaya, y más de cinco millones de personas viven por debajo de la línea de la pobreza, asegura un informe del Foro Ministerial de Desarrollo de América Latina publicado el pasado 10 de mayo. El informe detalla que la mayoría de esas personas están en total desamparo y radican en áreas rurales sin servicios básicos ni asistencia médica.
Este ejemplo que ilustra la relación del vecino del norte con Latinoamérica, ha provocado que la pobreza en Honduras, cuya población es de ocho millones 200 mil habitantes, haya aumentado después del golpe de Estado, de acuerdo con informes de diversos organismos de Naciones Unidas.
De esto Valenzuela no dijo ni media palabra; sin embargo, al referirse al papel de Venezuela en la Alianza Bolivariana para las Américas, ALBA, expresó: “en los últimos meses se ha visto cada vez más aislada y simplemente está perdiendo terreno. El gobierno de Hugo Chávez está cada vez más cuestionado y la situación económica deteriorada”.
¿Acaso conocerá Valenzuela, que están prácticamente creadas las condiciones para que el 5 y 6 de julio, en coincidencia con el bicentenario de la independencia venezolana, se produzca el nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), organización genuinamente latinoamericana y caribeña, en contraste con mecanismos nacidos en el Norte con un objetivo colonizador?.
No es extraño que con relación a Cuba, el responsable de América Latina en el Departamento de Estado, señalara que la reciente política de liberalización de los viajes desde Estados Unidos a Cuba no se traduce en un acercamiento con el gobierno cubano, sino que “se basa en nuestro interés en comprometernos con la sociedad civil de Cuba”, es decir con los grupúsculos a su servicio, que ni con una lupa son visibles y reconocidos en la isla.
Sin dudas que Valenzuela antes de retirarse a la vida académica, quiere dejar claro que el actual gobierno norteamericano cree en los fantasmas.
Tomado de Cambios en Cuba