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sábado, 4 de mayo de 2013

GRADUADOS MAS DE 150 JOVENES HAITIANOS FRUTO DE LA COOPERACIÓN TRIPARTITA BRASIL-CUBA-HAITI



 Por Leandro Maceo Leyva, enviado especial

PUERTO PRÍNCIPE.— Más de 150 jóvenes haitianos recibieron los diplomas que los acreditan como Agentes Comunitarios de Salud Polivalentes y Técnicos en Mantenimiento y Reparación de Equipos biomédicos.
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El joven haitiano Ovil Clervé (en el podio) agradeció a Cuba en nombre de sus compañeros.

Norberto Ramos, coordinador general de la Brigada Médica en Haití, aseguró que esta graduación es "el resultado del esfuerzo de muchos", una "muestra de cuanto se puede hacer cuando se aúnan voluntades", y ratificó el compromiso de Cuba de "seguir apoyando con sus modestos esfuerzos" a este hermano pueblo.

En nombre de los graduados de Técnicos en Mantenimiento y Reparación de Equipos biomédicos, Ovil Clervé, consideró "necesaria" para su país esta fuerza técnica, ante la carencia de la misma, y manifestó su agradecimiento a Cuba por su "desinteresada cooperación y voluntad de ayudarnos".

Ambos grupos —120 agentes comunitarios y 32 técnicos— son esenciales en la reconstrucción del Sistema de Salud haitiano y tienen su origen en la cooperación tripartita Brasil-Cuba-Haití.

Los primeros trabajarán en la prevención y promoción en la atención primaria, fundamentalmente en el programa materno infantil, y los segundos en mejorar la prestación de la asistencia médica a la población, brindando apoyo técnico especializado a todo el equipamiento médico de los Hospitales Comunitarios de Referencia, Centros de Salud, instituciones públicas y mixtas del Ministerio de Salud Pública y Población de Haití.


La cooperación en salud con el pueblo de Haití no se limita a la esfera asistencial, sino que se proyecta también a la indispensable formación de los recursos humanos. Los cooperantes cubanos de la salud imparten actualmente docencia en los diez departamentos de la nación caribeña, un esfuerzo que permite preparar a especialistas haitianos.

ESPAÑA: SANIDAD S.A.





Por Esther Vivas
 


Adiós a la sanidad pública. A partir de ahora se impone la "dictadura de la cartera": pagar para que te operen cuanto antes, pagar para que te trasladen en ambulancia, pagar por una habitación individual y una butaca reclinable en el hospital, pagar, pagar y pagar. Así se resume el futuro de nuestro maltrecho sistema sanitario. Con la crisis todo tiene un precio, y la sanidad no es una excepción.

Se impone un modelo sanitario de primera y de segunda, en función de la capacidad adquisitiva, ya no de los ciudadanos sino de los clientes. Atrás quedaron los derechos universales. Todo se vende y todo se compra. Y nosotros nos limitamos a abrir la billetera y a abonar, si podemos, la cuenta. El hospital Sant Pau, en Barcelona, ha puesto en marcha una vía que permite a los pacientes ser operados al margen de las listas de espera, eso sí, previo pago de una cuantiosa suma de euros. ¿Esperar más de ocho meses para que te operen de várices? Qué va. Si tienes efectivo, directo al quirófano.

El hospital Clínic, en Barcelona, ha puesto en marcha, también, un sistema de financiación paralelo al más puro estilo Sol Meliá. "Confort y tranquilidad a su alcance", podría ser el anuncio de las habitaciones individuales ofertadas a sus pacientes. Total: 70 euros, habitación individual más cama para acompañante. Oferta: 40, habitación individual con butaca. Solo accesible, eso sí, a quienes se lo puedan pagar. Y no es el único. Los hospitales de Vic, Berga, La Seu d’Urgell, Blanes y Campdevànol ofrecen, también, sillas reclinables al "módico" precio de 5 euros.
Ir al hospital se ha convertido en un gasto extra. Si hace años, la hospitalización incluía agua, material higiénico, medicación, toallas ahora ya no. A nuestros impuestos destinados al sistema sanitario, hay que añadirles ahora, un desembolso adicional. O dicho de otro modo: más copago, perdón, repago.

Los hospitales catalanes justifican estas medidas por los recortes sanitarios. Y es cierto. Desde la llegada a la Generalitat de Convergència i Unió, la política de las tijeras ha sido implacable. Pero, asimismo, los casos de corrupción y malversación de fondos no han dejado de salpicar la cúpula del sistema sanitario en Catalunya. La ejecutiva del hospital Sant Pau está siendo investigada, por el juzgado de instrucción número 22 de Barcelona, por desfalco de fondos públicos, pago de sobresueldos a directivos, indemnizaciones injustificadas, irregularidades en contratos públicos, etc. Y mientras dicen no tener alternativas y recortar, acumulan un patrimonio, como recientemente se ha descubierto, que genera una renta anual de más de diez millones de euros. Que, por cierto, nadie sabe dónde va a parar.

Los antiguos máximos responsables del Institut Català de la Salut y el CatSalut Josep Prat y Carles Manté están acusados, asimismo, de malversación y estafa con fondos del Ayuntamiento de Reus. En concreto, se investigan pagos irregulares desde el Ayuntamiento de Reus, en el que Josep Prat era el máximo responsable de la empresa municipal Innova, a Carles Manté, por valor de 720 mil euros, entre los años 2007 y 2011, por servicios que el mismo Ayuntamiento considera inexistentes.

La revista comarcal CafèambLlet, con sus modestos recursos, destapó, asimismo, la desaparición de 2,4 millones de euros de los hospitales de Blanes y Calella, los pagos irregulares de 37 mil euros, de dichos hospitales al exalcalde de Lloret de Mar Xavier Crespo, hoy imputado en el Caso Clotilde, la entrega de 20 mil euros por alquileres de los que no consta ningún contrato, el pago de 4 000 euros a un médico por una guardia de 12 horas, etc. La lista resulta interminable. Estos casos son un claro ejemplo de cómo la sanidad pública se ha convertido en un nido de corrupción, fraude y robo a las arcas públicas.

Pero aquí no acaba la historia. Las actuales políticas de recortes en el sistema sanitario tienen un impacto directo en nuestras vidas.

O si no que se lo digan a Felipe Rivas, vecino de Tarragona, que en diciembre del 2012 sufrió un infarto del miocardio y al llegar al hospital Joan XXIII de Tarragona le dijeron que tenía que desplazarse a Barcelona, porque la unidad que trata estos casos, la única en la provincia de Tarragona, ya cerraba. Su horario: de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. de lunes a viernes. No importa que el tiempo sea un factor vital para salvar vidas en casos de infarto. De hecho, el jefe del servicio de cardiología del hospital Joan XXIII, Alfredo Bardají, admite que desde hace dos años reclaman que se amplíe dicha jornada. Los recortes no lo permiten.

El cierre de centros de atención primaria, de urgencias nocturnas, los recortes en ambulancias, la reducción en las ayudas al fomento de la donación y el trasplante de órganos, y otros son medidas que afectan de lleno nuestra salud. Apostar por los servicios públicos, por la sanidad, al contrario de lo que nos dicen, no es ningún gasto sino una inversión. Y un derecho que todos tenemos y al que contribuimos con los impuestos que pagamos.

Pero, ¿hasta dónde hemos llegado? Ahora incluso El Corte Inglés anuncia operaciones a la carta. Este es el caso de El Corte Inglés de Princesa, en Madrid, que cuenta con un stand de HM Hospitales que ofrece información sobre intervenciones médicas y quirúrgicas de cataratas, várices, hernias, prótesis de cadera y rodilla, hemorroides, y demás. Se informa de los servicios, de la técnica de la operación, del tiempo estimado de ingreso, de las tarifas, y si el cliente está interesado puede contar, además, con la inestimable financiación de la tarjeta de El Corte Inglés.

La sanidad pública, junto con la educación, se ha convertido en un jugoso pedazo del pastel que el capital privado espera repartirse en el banquete de la crisis. La Sanidad S.A. ya ha llegado. En nuestras manos está evitarlo. (Tomado de Público)