La Corte Suprema de los Estados Unidos acordó el martes revisar el estándar legal sobre el cambio de sede para un acusado procesado en una ciudad donde existe un ambiente hostil y prejuiciado. No. No se trata del caso de los Cinco cubanos que fueron condenados en Miami en el 2001, aunque pudiese impactar a la situación legal de ellos.
El caso que revisará la Corte Suprema el año que viene es el de Jeffrey K. Skilling, el ex presidente de Enron que fue condenado en 2006 por 35 cargos de fraude y otros crímenes que resultaron en la pérdida de miles de millones de dólares para los inversionistas y el desempleo de más de 20.000 trabajadores de la empresa, que se declaró en bancarrota.
El tribunal federal procesó a Skilling en Houston, la ciudad que fue el epicentro del colapso de Enron y donde vivían muchos empleados e inversionistas de la empresa. El jurado lo condenó y el juez lo sentenció a 24 años y 4 meses de prisión más una multa de 45 millones de dólares.
Skilling apeló y el tribunal de apelaciones reconoció que el juicio de Skilling se desarrolló en medio de publicidad “inflamatoria y omnipresente.” Citó como ejemplos de esa publicidad hostil un artículo del periódico The Houston Chronicle titulado “Your Tar and Feathers Ready? Mine Are” (¿Su chapapote y sus plumas están listas? Las mías sí) y una canción de rap titulada “Drop the S off Skilling”.
Las personas que caían en desgracia en los Estados Unidos en el siglo XVIII eran sometidas por las turbas a un castigo, fuera de los parámetros de la ley, conocido como “tar and feathers”. Echaban chapapote caliente al cuerpo del acusado y encima unas plumas. De esa manera humillaban al pecador mientras le gritaban consignas degradantes. La canción de rap que cita el tribunal dice que hay que eliminar la letra “s” de Skilling. De esa manera, convertiendo el apellido del acusado en en killing que quiere decir “matando”.
Teniendo en cuenta la publicidad negativa contra Skilling en Houston en víspera de su juicio, el Tribunal de Apelaciones dijo que “no hubiera sido imprudente” que el tribunal de primera instancia le hubiese concedido un cambio de sede. Sin embargo, el Tribunal de Apelaciones rehusó anular la condena, porque dijo que el juez de Houston había interrogado al jurado de una manera “adecuada y minuciosa” algo que “mitigó cualquier efecto que hayan tenido los prejuicios”.
El 13 de octubre, la Corte Suprema aceptó revisar el proceso legal al cual fue sometido Skilling, y específicamente considerar si recibió un juicio justo en Houston debido a la evidente hostilidad contra Enron y sus ejecutivos en esa ciudad.
El abogado Thomas B. Wilner, quien ha litigado decenas de casos ante la Corte Suprema de los Estados Unidos y ha logrado que reconsidere un caso que anteriormente este tribunal habia rechazado, dijo hoy a Cubadebate que “si la Corte Suprema decide que el juicio de Skilling no debía haberse hecho en Houston, debido a la hostilidad que colmaba en el ambiente de esa ciudad, esto sentaría un precedente importante que tendría consecuencias positivas para el caso de los Cinco. Éstos podrían pedir que la Corte Suprema reconsidere su decisión anterior, aunque necesitarían que cinco de los nueve jueces estuvieran de acuerdo en la reconsideración,” concluyó.
Los Cinco fueron condenados en Miami, una ciudad colmada de prejuicios contra ellos y contra Cuba. Richard Pastor, ex secretario para la seguridad nacional de la administración de Jimmy Carter, dijo esta semana a The New York Times que un juicio contra cinco agentes cubanos en Miami es tan justo como sería un juicio contra un agente israelí en Teherán”.
¿Por qué rechazó la Corte Suprema el caso de los Cinco y ahora acepta el caso del presidente de Enron? ¿Si gana Skilling, revisarán nuevamente el caso de los Cinco? Ellos siguen presos injustamente. ¿Hasta cuando tendrán que esperar para que los tribunales hagan justicia en su caso?
Autor José Pertierra
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