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jueves, 12 de marzo de 2009

ROBERT A.PANEQUE

Parece que los vamos a volver a ver en cualquiera de las calles de su Bayamo que tanto amó.

Hombre de actitud vertical vivió para los demás, se entregó en cuerpo y alma al mejoramiento humano, y como revolucionario no hizo esperar a la patria y se involucró de manera profunda en las acciones para que Cuba disfrutara de la libertad verdadera, definitiva.

Periodista de claras ideas, su paso por este oficio de responsabilidades, dejó huellas por las que transitan hoy las nuevas hornadas de profesionales con el sueño de seguir por la limpia senda que él trazó, haciendo lo que le correspondía en un país sometido entonces a una cruel tiranía que ayudó a derrumbar.

Bayamo lo recuerda saludando a todos en su rumbo hacia la emisora o el periódico, con las notas escritas desde la sinceridad de su alma y su talento, siempre defendiendo al pueblo, a ese pueblo que representó como gobernante en un período inolvidable.

Insoslayables aquellos encuentros con Frank País, aquel impetuoso joven del Movimiento 26 de Julio, como también constituyen momentos cumbres de su vida las relaciones amistosas y de trabajo con Fidel, Camilo y el Che.

Robert Paneque, periodista revolucionario de talla extraordinaria, dejó un legado que bien puede erigirse en piedra angular de esta profesión en Bayamo, donde derrochó no solo sus sentimientos en imborrables cuartillas, sino una ejemplar vida dedicada a la Revolución Cubana.

Como hombre de pueblo, reconocido, respetado y siempre recordado, le dedicamos estas palabras cuando nos acercamos al nuevo aniversario de Patria, ese periódico fundado por José Martí, y con el Héroe Nacional Cubano nos honramos honrándolo como lo que sigue siendo, un bastión de la dignidad y la verdad.

Cada mañana cuando el sol puja por salir y la aurora desnuda las sombras de la noche, se escucha el canto de las aves en la Plaza de la Revolución Bayamesa, como un concierto de amor dedicado a Robert Paneque, periodista, amigo, que ilumina con su sonrisa y su andar las calles de una ciudad que no lo olvida.

1 comentario:

  1. Hola David!

    Muchas gracias por ese artículo tan hermoso sobre mi padre. Realmente dejó un legado imperecedero en Bayamo, ayudando a todo el que se le acercaba y siempre al lado de los más débiles.

    Un abrazo!

    Roberto A. Paneque Fonseca

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