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martes, 23 de marzo de 2010

¨¨Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz¨¨

¨Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz¨¨

Cualquier acción en contra de este pensamiento martiano indica mala fe, distorsión y maldad.

Cuba está en la hora de los hornos, por eso las diatribas, mentiras y manipulaciones de los enemigos de siempre, los de afuera y los de adentro.

No hay parangón en la historia de estos tiempos para comparar el la insidia que contra Cuba escriben hoy los grandes medios de comunicación con el insano interés de crear una opinión contraria al sistema social, que contra viento y marea los cubanos llevamos adelante.

Mentiras flagrantes, verdades a medias, manipulaciones de todo tipo se emplean para distorsionar la verdad que desde esta Isla de la Rebeldía se escribe todos los días, a pesar del criminal bloqueo del gobierno de Estados Unidos contra el pueblo cubano.

Hoy el pretexto es la muerte de un delincuente común al que voceros del imperio, medios de prensa y asalariados de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, quieren convertir en héroe.

El Gobierno de Obama condenando a Cuba por la muerte voluntaria del reo, sin embargo la administración norteamericana asesina casi todos los días a civiles en Afganistán y de eso no se lamenta la ¨¨purísima¨¨ Unión Europea.

Los gobiernos de la Vieja Europa condenan a Cuba, responsabilizándola por la muerte de un preso común, mientras sobre las cabezas de los afganos caen las bombas lanzadas por aviones norteamericanos asesinando a inocentes, pero de allí ni una sola voz para recriminar esos abusos.

La Casa Blanca hablando de derechos humanos mientras en la frontera con México se levanta un muro para evitar la entrada de inmigrantes a los que cazan como animales salvajes en la nación que se ufana de paladín en el mundo de todos los derechos.

Mientras el imperio y sus seguidores, los de aquí y los de más allá acusan a esta nación de hombres libres, en las paredes de Abu Ghraib guardan las escenas de los suplicios a los que sometieron a los presos iraquíes.

Dónde estaban los gobiernos europeos que no vieron, no condenaron esos desmanes?

A qué se dedican los gobiernos europeos que no se han enterado de las cárceles secretas que tienen en sus territorios, donde la tortura, las desapariciones y los asesinatos están autorizados porque así lo ha exigido el gendarme internacional que responde al nombre de Estados Unidos de Norteamérica?

Por qué ese ensañamiento contra un pequeño país como Cuba, que jamás ha ocasionado daños ni a población norteamericana ni a la población europea?

Cómo se puede tratar de justificar una guerra mediática como la que nos ocupa generada por la muerte de un delincuente elevado a la categoría, bien remunerada, de “”disidente”” por los medios de comunicación que responde a los intereses de los ricos de este mundo?

Hay respuestas que son tan evidentes como el tiempo que dura un día. Se trata de la “”amenaza”” que Cuba significa en un tema como el de la solidaridad, puesta de manifiesto en todos los momentos, incluso en los más difíciles de nuestra nación.

Cuba ha estado siempre al lado de los pobres. Cuba ha derramado sangre ayudando a los pueblos a alcanzar la libertad. Africa es un ejemplo. De allí los cubanos se llevaron solo los restos de los caídos. Sucede eso en Irak? Qué se llevan los yanquis de esa sufrida nación, aparte de los caídos en esa guerra inmoral?

Eso se sabe. Se llevan los recursos del pueblo iraquí.

Esta guerra no es nueva, tiene sus antecedentes, siempre dirigidos a destruir a la Revolución Cubana.

Contra Cuba todas las armas están justificadas porque la Isla marca la diferencia a favor de los pobres de Nuestra América o en cualquier lugar del mundo que necesite del talento y la solidaridad de la Mayor de las Antillas.

Cuba no pide nada a cambio se la solidaridad. Cuba no traiciona el espíritu de hermandad que ha fomentado salvando vidas, dando luz a las pupilas oscuras, llevando la cartilla de la alfabetización para que los pueblos lean y después crean.

En nombre de los caídos en defensa de la nación cubana, jamás permitiremos que nuestra patria vuelva a ser propiedad norteamericana. Aquí solo podrá ondear, como ahora, una sola bandera, la de la Estrella Solitaria.

´´Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz¨¨, José Martí

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