Fue mientras recababa información sobre las políticas del presidente Obama hacia América Latina. Nunca antes la cubana Yoani Sánchez había llamado mi atención. Pero encontré que sus actividades compaginaban con los intereses de mi búsqueda.
Todos sabemos que Obama no es George Bush hijo. Obama pretende ser un innovador.
Da palmaditas de amistad y ofrece confianza. Aunque poco a poco nos vamos dando cuenta que tras ese cariñoso método, la práctica recuerda que es en Washington donde debe decidirse la suerte de los países ubicados al sur del Río Bravo.
Con Bush era palo con látigo. Obama desea renovar: besos con palo. Lo ha demostrado a la perfección con el golpe de Estado en Honduras. Lo condenó, pero mantiene a los golpistas en el poder por debajo de la mesa. Y para mantener la forma, de tanto en tanto los regaña.
A los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, Bush los declaró hostiles a los intereses de su país. O sea, enemigos a derrotar. Obama les envía mensajes de conciliación mientras refuerza los planes para desestabilizarlos.
Con Cuba, ese enemigo de medio siglo, no podía ser diferente. Ahí también entró remozando. Por ejemplo, el 29 de septiembre último la Sección de Intereses estadounidense en La Habana (SINA) preparó una gran recepción. Invitó a decenas de artistas e intelectuales cubanos fieles a la Revolución. Y para la sorpresa general, no fue invitado ninguno de los contrarrevolucionarios, algo que no sucedía en diez años.
Puede ser parte de la renovación en los métodos. Quizás se intente atraer alguna de estas personalidades que sí tienen incidencia sobre la población.
Es que en cincuenta años la contrarrevolución no ha servido para lograr el objetivo máximo: romper la Revolución. Se quedó como un producto de exportación para dañar la imagen de Cuba. Porque sus miembros sólo son conocidos por los vecinos. También por los corresponsales de la prensa extranjera, quienes con apasionada morbosidad transmiten a sus metrópolis, casi que exclusivamente, sus versiones de la realidad cubana.
Esa contrarrevolución está desprestigiada por corrupta e inoperante. Para Washington ha sido urgente innovar. Además de ordenar la apertura de las puertas de la SINA a los revolucionarios, hizo algo que ningún otro presidente de esa Nación había realizado. En tiempo record le respondió un cuestionario a un miembro de la contrarrevolución: precisamente a Yoani Sánchez.
Y esto fue lo que me llamó la atención sobre la señora Sánchez. De un lado ella entra en el estilo del presidente, y del otro encaja en la estrategia desestabilizadora de Washington.
A Yoani la Revolución le facilitó todo para que obtuviera el titulo de filóloga. Se dice en Internet que después salió de Cuba, radicándose en Suiza y Alemania durante once meses. En abril 2007, viviendo de nuevo en Cuba, aparece su blog “generación y”.
Utilizando su computadora portable, y desde los hoteles, empezó a realizar lo que escasos cubanos, y no tantos extranjeros, pueden hacer en Cuba: pagar la conexión a Internet. Ella lo hacía por horas, a pesar del alto costo que tiene este servicio. Un precio que corresponde con el que Cuba debe pagar a las empresas extranjeras que dan el servicio. Una de las consecuencias del bloqueo impuesto por Estados Unidos.
Si en algo se parece Yoani a la contrarrevolución tradicional, es que en sus escritos nunca se encuentra algo positivo en la Revolución. En lenguaje coloquial habla de “desgracias” y el no futuro en Cuba.
Cada escrito suyo es inmediatamente traducido a 18 idiomas. Es muy posible que ningún otro bloguero en el mundo logre esto. Ni las transnacionales tienen esa capacidad con sus web. De seguro que sólo unas pocas entidades de la ONU o la Unión Europea.
En octubre 2007, a seis meses de la creación del blog de Yoani, el corresponsal de la agencia Reuters emitió un cable sobre ese blog. Fue retomado inmediatamente por varios medios de prensa en el mundo.
Dos meses después, The Wall Street Journal recomendaba en primera página leer la página entera que sobre ella publicaba al interior. Pocos días después, el 3 de enero 2008, el diario español El País le publica una entrevista en contraportada.
En abril, no pocos quedaron sorprendidos al leer que la señora Yoani, una completa desconocida, había recibido el prestigioso Premio Ortega y Gasset, del periodismo digital. Este iba acompañado de quince mil euros. El premio lo ofrece el grupo Prisa, propietario de El País. Grupo y diario enemigos declarados de la Revolución cubana.
En sorprendente cascada llegaron más premios y menciones en la gran prensa mundial.
En mayo, Time Magazine la sitúa entre las 100 personas más influyentes del mundo. Tan sólo un año llevaba de creado su blog, de ser persona pública, y ya se ponía a Yoani compartiendo tan destacada mención con personajes como…
… Brat Pitt, reconocido actor estadounidense, y Angelina Jolie, también actriz y Embajadora de Buena Voluntad de la ONU, entre otros títulos. Con políticos como George W. Bush, Evo Morales, Hu Jintao y el Dalai Lama…
¡Alucinante!
En febrero 2009, Yoani fue seleccionada como una de las 10 intelectuales más influyentes de Ibero América. Esto lo dijo la Fundación Carnegie, en su revista Foreign Policy. La ubicaron de quinta, precedida por Gabriel García Márquez, Vargas Llosa, Fidel Castro y José Saramago. Y aunque no se crea, precediendo a Eduardo Galeano, Carlos Fuentes y Fernando Savater.
¡Ni la desbordante imaginación de García Márquez lo hubiera puesto en papel!
En octubre último le fue concedida mención en el premio Maria Moors Cabot, que otorga la Universidad de Columbia. Se considera que éste es el premio más antiguo de periodismo. Como parte del premio iban quince mil dólares.
Una particularidad de estos galardones y nombramientos: Son un reducido grupo de personas que hacen de jueces y deciden. En ninguno de ellos existe votación de grandes colectivos, o del público en general.
Porque cuando esto sucede las cosas cambian. Si uno visita la página web “lalistawip”, Yoani no existe, ni como bloguera. Ya deja de ser “personalidad”. Esa web es una de las más importantes del mundo en su género. Y a pesar de ser patrocinada por el Grupo Prisa y El País, entre otros, las estadísticas se llevan a partir de las opiniones y votos de los visitantes. Así no se puede hacer trampa, porque ello se puede constatar en los registros.
Aunque el sitio madre del blog de Yoani está ubicado en www.desdecuba.com, el servidor está alojado en Alemania. Eso se comprueba fácilmente. Tanto como saber que pertenece a un tal Josef Biechele.
A su vez, ese sitio pernocta en el servidor europeo de « cronos AG regensburg », sucursal de la empresa Strato, también alemana.
Existe un detalle que llama la atención. Al visitar ese proveedor de Internet se constata que un bloguero no puede estar entre sus clientes. No dan lista de precios, ni los trámites necesarios para ser cliente, o las características de sus servicios. Los contratos se hacen por contacto directo.
Y otro detalle: El llamado registro de dominio del blog se hace a través de GoDady, una de las empresas que utiliza el Pentágono para la “ciberguerra”. Quizás esto explica porqué la señora Yoani puede utilizar la tecnología estadounidense. Al ser cubana viviendo en Cuba las disposiciones del bloqueo se lo deberían de impedir.
Así Yoani Sánchez se convirtió en una reconocida bloguera. De muchas poderosas y variadas partes le han llegado ayudas para serlo. Ya vimos algunas. Esos aportes no lo tienen los casi 700 blogueros que viven en Cuba. En su mayoría discuten sobre los problemas existentes en la nación, pero con el fin de mejorar la Revolución. Lo contrario de Yoani.
Poniendo a su servicio la más moderna tecnología de comunicación, los enemigos de Cuba la convirtieron en una contrarrevolucionaria de nuevo género. Innovaron.
No se debe descartar: el ser mujer y de delgada contextura también debió contar al momento de la selección. En la guerra y en el amor todo vale, dicen. Alguien así enfrentando a esa “terrible dictadura”…
“Es revelador -le respondía el presidente Obama a Yoani- que el Internet les haya ofrecido a ti y a otros valientes blogueros cubanos un medio tan libre de expresión (…) Mi administración ha tomado pasos importantes para promover la libre información proveniente de y dirigida al pueblo cubano, particularmente mediante nuevas tecnologías…”
Hasta la contrarrevolución más extremista en Miami ha visto con buenos ojos la labor de Yoani. El Consejo por la Libertad de Cuba (CLC) la hizo titular de la Medalla “Héroes por la Libertad”.
Uno de sus dirigentes contó al diario Diario las Américas (19/11/09) que a Yoani se le había “consultado si aceptaría recibir la máxima condecoración del CLC. Y ella sorprendió al decir que sí, calificándolo como “un gran honor”.”
Y remata el condecorador: “No puede desconocerse que la guerra es una confrontación cibernética. Y eso no quiere decir de ninguna manera que renunciemos a la insurrección popular para derrocar a la dictadura de los Castro, sino simplemente que apoyamos cualquiera vía que sea buena”.
Tomado de Cubadebate
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