El 26 de noviembre de 1961 estaba yo en un sitio llamado El Mirador, en la Sierra Maestra.
Desde el mes de mayo de ese año me encontraba allí, residiendo en la casa de los campesinos, Mario y Juana Montero, dos iletrados, que comenzaban entonces a conocer las letras del alfabeto.
Se desarrollaba en Cuba la Campaña de Alfabetización, en la que más de cien mil brigadistas, agrupados bajo el nombre de Conrado Benitez fueron a todas partes de Cuba a eliminar el analfabetismo.
En las montañas, en los llanos, allí donde existiera una persona sin saber leer y escribir, se ubicaron los jóvenes que tenían la meta de lograr una meta que Fidel había anunciado en su histórica intervención en la Asamblea General de la ONU en 1960.
A mi me correspondió, junto a dos de mis hermanos la zona de El Mirador, en el actual municipio de Buey Arriba, un sitio que realmente es muy hermoso y desde el cual se puede observar el paisaje de la montaña.
Durante siete meses estuve en el hogar de los Montero, no solo enseñándolos a leer y a escribir, también les ayudaba en las faenas del campo, especialmente en las plantaciones de café.
Todo iba muy bien. Era noviembre y ya el mes daba sus últimos aldabonazos cuando llegó la infausta y preocupante noticia: habían asesinado a Manuel Ascunce Domenech, un joven de solo 16 años por el delito de hacer lo que yo hacía en casa de los Montero.
Lo asesinaron a él, junto al campesino Pedro Lantigua. Los victimarios eran integrantes de las bandas contrarrevolucionarias que organizadas, financiadas y dirigidas por la Agencia Central de Inteligencia del Gobierno de Estados Unidos, trataban de derrotar a la Revolución Cubana.
Muchos crímenes cometieron esas bandas, muchos cubanos cayeron combatiéndolas, mucho daño a la economía provocaron esos bandidos que no se detenían ante nada ni nadie, quemando viviendas, cafetales, granjas agrícolas.
El año 1961 fue un período tenso para la Revolución Cubana. No solo fueron las bandas de asesinos alzadas en un momento dado en la mayoría de las provincias de entonces, también se produjo la invasión de los mercenarios por Playa Girón.
Ni ante ese hecho se detuvo ni un instante la Campaña de Alfabetización. Los jóvenes brigadistas, desde todos los campos cubanos, no nos fuimos para nuestras casas. El terror no hizo mella en nosotros. Seguimos hasta el final logrando declarar a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo el 22 de diciembre de 1961.
Hace 47 años torturaron y asesinaron a Manuel Ascunce Domenech, pero no lograron matar la esperanza, no lograron infundir el miedo. Todo ese acto atroz se convirtió en acicate para alcanzar la victoria que en aquel entonces dedicamos a su memoria.
Autor: David Rodriguez Rodriguez
Editado desde la ciudad de Bayamo, Cuba, por el periodista David Rodríguez Rodríguez.
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miércoles, 26 de noviembre de 2008
domingo, 23 de noviembre de 2008
FIN DE SEMANA
Sábado 22 de noviembre. La mañana abrió sus luces con muchas nubes, algo fría, pero hermosa como siempre. Comenzaba un nuevo dia y las personas despertaban poco a poco. Algunos que no tienen obligaciones laborales este día, se quedan mas tiempo en la cama. Los demás, entre los que me encuentro, tienen que dejar la almohada y salir a sus respectivas actividades. Hay muchas opciones para este sábado. En la mañana abría sus puertas la Feria Internacional Granma 2008 en el Parque de Recreacion de ese mismo nombre en la Ciudad de Bayamo. Desde bien temprano los amantes del rodeo, el coleo, las exposiciones de animales, los gallos, y aquellos que simplemente van a pasar un buen rato, se agolpan en la entrada del recinto cuya entrada cuesta dos pesos. Ya en el interior del recinto ferial todo es movimiento. Los vendedores de alimentos por cuenta propia ya tienen instalados sus kioskos en sitios que creen bien situados para los que vienen y van, buscando la mejor opción en cuanto a las ofertas, entre las que se destaca la ansiada cerveza que se expende en diferentes sitios bajo carpas azules en su mayoría y donde al mismo tiempo se puede degustar una buena ración de pollo frito. Cerca, se escucha música mexicana: un mariachi con la tradicional vestimenta de estos conjuntos, hace gala de sus dotes interpretativas. En Granma existe un mariachi en cada municipio, debido al alto interés de la población de esta provincia por la música del pais azteca. En este caso actuaba el de un municipio cercano a Bayamo: Jiguaní que también trajo grupos de danza y cantantes de diversas manifestaciones. En horas de la tarde ya la cantidad de personas superaba lo estimado por los organizadores de la feria, que este año, tiene participación internacional con la presencia de varios países, entre ellos, Costa Rica y Venezuela. En el mismo recinto se realizan actividades de equitacion con representaciones de varias provincias del país, al tiempo que desde un avión se lanzaban los paracaidistas en un espectáculo que llama la atención de la mayoría de los asistentes. Al caer la tarde, comienza el éxodo desde la Feria hasta el hogar, pero la vida sigue. Hay más para el horario nocturno. En la calle José Antonio Saco, entre José Martí y Carlos Manuel de Céspedes, con la calle Donato Mármol por el medio, se desarrolla el Sábado de la Cubanía. Una expresión de la voluntad de las autoridades para ofrecerle a la población bayamesa la posibilidad de compartir en familia y con los amigos. Se trata de restaurantes al aire libre que tienen un menú variado, acompañado con cerveza, ron y licores, aparte de música en vivo que comúnmente es ejecutada por el Organo El Mambisito. Pero no queda ahí la cartelera de opciones. En la calle García se instalan mesas con juegos pasivos como el ajedrez y la dama para aquel que desee pasar un tiempo en esos menesteres. Al mismo tiempo abren sus puertas dos instalaciones muy asediadas por la población: La dulcería Fin de Siglo y el Mercado La Cabalgata. La dulcería ofrece diversos productos, además tiene estantes para la venta de helados al por mayor, o para ingerir inmediatamente, como las paleticas revestidas de chocolate al precio de tres pesos, leche condensada, dulce de leche elaborado en la ciudad y en un agradable envase, quesos, mantequilla, y bolsas de cereales. El Mercado La Cabalgata resiste una extraordinaria presión, pues entre sus ofertas están paquetes de galleta de sal, galleticas de dulce, palitroques, sorbetos, botellas de jugo de tomate, frijoles enlatados, comino, orégano, diversas jamonadas, jamón, filetes de pescado, masa de croqueta, camarón, refrescos, rones, licores. Este sábado, como en todos los fines de semana, Bayamo abre en la noche el Museo de Cera, con figuras relevantes en tamaño natural como Benny Moré, Carlos Puebla, Rita La Caimana, Sindo Garay, entre otras, y se prepara la que corresponde a ese gran artista que es Bola de Nieve. Al lado de este museo se encuentra el Acuario, pequeño pero muy hermoso, exhibiendo peces de diferentes partes del mundo. También está la cremería La Luz, con helados de la variedad Coppellia que son la delicia de muchos, a unos metros está la sede de la Casa del Joven Creador, un espacio para el desarrollo de las actividades de pintores, cantantes, bailarines, músicos que pasan buenos momentos en la sala de video o en el patio con las presentaciones de ellos mismos. Otra opción es el hermoso Piano Bar de la ciudad de Bayamo. Limpio, bien diseñado, con ofertas al alcance de los que allí acuden y buena música, con descargas de artistas de la provincia. Pero lo mas sorprendente para mí fue llegar a la Plaza de la Revolución, bautizada así por el Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes al tomar la ciudad el 20 de enero de 1868. Allí en la amplia explanada frente a la estatua del Prócer y el busto de Perucho Figueredo, autor de nuestro Himno Nacional, centenares de jóvenes bailaban ritmos nuestros y foráneos, como expresión de alegría en libertad en un fin de semana que ya parecía suficientemente bien aprovechado por todos. Así estaba la Ciudad de Bayamo este sábado 22 de noviembre de 2008. No hubo momento para la tristeza, solo campeó por sus respetos la risa de un pueblo que no se deja aplastar ni por huracanes ni por la fuerza de algunos hombres que pretenden segar este sueño.
Autor: David Rodriguez
Autor: David Rodriguez
martes, 18 de noviembre de 2008
EXSULTEN
La noche se impuso a la lluvia y los acordes no habituales para los oídos bayameses se escucharon, llegando a todos los presentes, como un hálito de vida, como una demostración de que cuando hay corazón no hay música vieja ni nueva, sino buena música.
El nerviosismo de los integrantes del grupo era evidente, pues a pesar de cumplir este mes un año de integrado, esta sería la gran prueba de fuego y para su presentación escogieron a la Escuela de Artes Plásticas Osvaldo Guayasamín de la Ciudad Monumento Nacional.
La música del medievo surgió de los instrumentos en manos de jóvenes artistas, empeñados en no dejar en el olvido una de la etapas más florecientes en la que dejaron su impronta notables maestros del pentagrama.
Disfrutamos de Mozart, Bach, Handel, Vivaldi. Fue un desfile de sonidos que cautivó a la audiencia, que silenciosa asistía a este acto. Fue algo así como el parto de lo bello en cuerdas, flauta, oboe y voces que pasearon por los viejos monasterios.
Trece son los integrantes del grupo, graduados de las escuelas de música y del Instituto Superior de Arte. Todos con una vocación profesional que los eleva en cuanto a rigor y especialización en un propósito que puede resultar raro en nuestro entorno, pero que se agradece.
Llegaron, actuaron y convencieron con un repertorio difícil y en el que no faltó, entre tantas luminarias, el cubano Esteban Salas para que fuera más agradable la velada.
El Renacimiento, el Barroco, la Edad Media, se nos presentaron con imágenes sonoras, sustentadas en la música de viejas generaciones, traída hasta el presente por hombres y mujeres nuevos.
En una ciudad tan antigua como Bayamo, que guarda tantas referencias de la historia, la música de Exsulten se paseó por las calles húmedas en una noche que se impuso a la lluvia, del brazo de las interpretaciones de este grupo, que ya comenzó a caminar para ser siempre el presente.
Autor: David Rodríguez
El nerviosismo de los integrantes del grupo era evidente, pues a pesar de cumplir este mes un año de integrado, esta sería la gran prueba de fuego y para su presentación escogieron a la Escuela de Artes Plásticas Osvaldo Guayasamín de la Ciudad Monumento Nacional.
La música del medievo surgió de los instrumentos en manos de jóvenes artistas, empeñados en no dejar en el olvido una de la etapas más florecientes en la que dejaron su impronta notables maestros del pentagrama.
Disfrutamos de Mozart, Bach, Handel, Vivaldi. Fue un desfile de sonidos que cautivó a la audiencia, que silenciosa asistía a este acto. Fue algo así como el parto de lo bello en cuerdas, flauta, oboe y voces que pasearon por los viejos monasterios.
Trece son los integrantes del grupo, graduados de las escuelas de música y del Instituto Superior de Arte. Todos con una vocación profesional que los eleva en cuanto a rigor y especialización en un propósito que puede resultar raro en nuestro entorno, pero que se agradece.
Llegaron, actuaron y convencieron con un repertorio difícil y en el que no faltó, entre tantas luminarias, el cubano Esteban Salas para que fuera más agradable la velada.
El Renacimiento, el Barroco, la Edad Media, se nos presentaron con imágenes sonoras, sustentadas en la música de viejas generaciones, traída hasta el presente por hombres y mujeres nuevos.
En una ciudad tan antigua como Bayamo, que guarda tantas referencias de la historia, la música de Exsulten se paseó por las calles húmedas en una noche que se impuso a la lluvia, del brazo de las interpretaciones de este grupo, que ya comenzó a caminar para ser siempre el presente.
Autor: David Rodríguez
lunes, 17 de noviembre de 2008
SALUSTIANO LEYVA
De retorno a Bayamo de una inolvidable estancia en Baracoa, la hermosa Ciudad Primada de Cuba, el compañero de viaje me propuso entrar a Playitas de Cajobabo, un minúsculo punto de la geografía guantanamera, que entraría en mi historia personal de manera definitiva.
Resulta que en una humildísima vivienda habitaba un hombre que para mi hubiera resultado muy común, a no ser por la historia que allí me contó, con voz muy queda y casi carente de visión Salustiano Leyva.
Yo que desconocía su vinculación con la lucha por nuestra independentista del yugo español, quedé asombrado ante la magnitud de la noticia y a partir de ese instante, comprendí la razón por la cual mi amigo, sabedor de mi interés por la historia, me había llevado hasta ese sitio.
Salustiano estaba sentado en un balance, con su sombrero de yarey, las manos con sus largos dedos, casi ni se movían, parecían que estaban pegadas a los huesos.
Y así, sin sobresaltos, dijo que había conocido a José Martí y a Máximo Gómez el 11 de abril de 1895. Era un niño pero guardó bien en su memoria las imágenes de los dos próceres, quienes arribaron en un pequeño bote a la playa contigua para comenzar la “”guerra necesaria””.
Salustiano desgranó los recuerdos de aquel encuentro. Caracterizó a Martí como un hombre de mediana estatura y a Gómez, con una estatura superior. Ambos brillarían para siempre en el panorama libertario cubano.
Aquel anciano se sentía feliz al poder contar esa historia que lo eterniza junto a las figuras de tan grandes hombres, pero su contacto con esa historia no terminaría con aquel encuentro.
Ochenta y un años después se produciría otro acontecimiento en su vida que lo marcaría también como parte de esa misma historia: En 1976 recibirá la visita de Fidel, con quien sostuvo una animada charla.
Le habló al Lider de la Revolución sobre José Martí y Máximo Gómez, ya casi no veía y solo después pudo descubrir que quien le preguntaba una y otra vez, era el propio Fidel.
Salustiano falleció el 17 de septiembre de 1981. Partió de este mundo llevándose el calor de las manos de José Martí, Máximo Gómez y Fidel Castro.
Yo tengo la dicha de guardar también el calor de las manos de Salustiano Leyva, ese campesino de Playitas de Cajobabo que vivió en dos siglos y pudo conocer a tres hombres de reconocido prestigio universal.
A mi amigo, Aris Cuza Rueda, quien me llevó hasta ese sitio sagrado de la Patria, según palabras de Eusebio Leal, le agradezco su interés para que yo conociera a Salustiano Leyva.
Resulta que en una humildísima vivienda habitaba un hombre que para mi hubiera resultado muy común, a no ser por la historia que allí me contó, con voz muy queda y casi carente de visión Salustiano Leyva.
Yo que desconocía su vinculación con la lucha por nuestra independentista del yugo español, quedé asombrado ante la magnitud de la noticia y a partir de ese instante, comprendí la razón por la cual mi amigo, sabedor de mi interés por la historia, me había llevado hasta ese sitio.
Salustiano estaba sentado en un balance, con su sombrero de yarey, las manos con sus largos dedos, casi ni se movían, parecían que estaban pegadas a los huesos.
Y así, sin sobresaltos, dijo que había conocido a José Martí y a Máximo Gómez el 11 de abril de 1895. Era un niño pero guardó bien en su memoria las imágenes de los dos próceres, quienes arribaron en un pequeño bote a la playa contigua para comenzar la “”guerra necesaria””.
Salustiano desgranó los recuerdos de aquel encuentro. Caracterizó a Martí como un hombre de mediana estatura y a Gómez, con una estatura superior. Ambos brillarían para siempre en el panorama libertario cubano.
Aquel anciano se sentía feliz al poder contar esa historia que lo eterniza junto a las figuras de tan grandes hombres, pero su contacto con esa historia no terminaría con aquel encuentro.
Ochenta y un años después se produciría otro acontecimiento en su vida que lo marcaría también como parte de esa misma historia: En 1976 recibirá la visita de Fidel, con quien sostuvo una animada charla.
Le habló al Lider de la Revolución sobre José Martí y Máximo Gómez, ya casi no veía y solo después pudo descubrir que quien le preguntaba una y otra vez, era el propio Fidel.
Salustiano falleció el 17 de septiembre de 1981. Partió de este mundo llevándose el calor de las manos de José Martí, Máximo Gómez y Fidel Castro.
Yo tengo la dicha de guardar también el calor de las manos de Salustiano Leyva, ese campesino de Playitas de Cajobabo que vivió en dos siglos y pudo conocer a tres hombres de reconocido prestigio universal.
A mi amigo, Aris Cuza Rueda, quien me llevó hasta ese sitio sagrado de la Patria, según palabras de Eusebio Leal, le agradezco su interés para que yo conociera a Salustiano Leyva.
viernes, 14 de noviembre de 2008
LA ORIGINAL DE MANZANILLO
Lleva en su alma todo el amor de su pueblo de tabaqueros, pescadores y zapateros.
Lleva la impronta de la poesía de Navarro Luna como símbolo de una cubanía asentada entre palmeras y el salitre de su bahía.
Lleva además todos los sonidos que la rodean, todos esos cantos nacidos entre los cañaverales y los cafetales y las insondables profundidades de una música que ya dejó de ser de ellos para alzarse como propiedad genuina del patrimonio nacional.
Para ellos este momento significa un punto de partida, esa nave cuyo capitán no descansa buscando nuevos horizontes, no tiene puerto de atraque, siempre tendrá la vía abierta en todos los mares para continuar la ruta iniciada hace ocho lustros.
Podría ser denominada Guardiana Musical del Guacanayabo, por donde jamás entrarán las perturbadores sonoridades carentes de lo bello, por allí, como celadora de lo bueno, se erige como muro infranqueable, defendiendo nuestra cultura como lo que es: Escudo y Espada de la Nación.
Cuántas personas en este mundo, el cercano y el de más allá de nuestras costas habrán disfrutado de sus ritmos?
Cuántas personas habrán encontrado la felicidad, disfrutando de sus presentaciones?
Son millones, y en su extenso andar están reflejados todos los pueblos y ciudades de la Isla, que vibra al compás de sus interpretaciones, que se mueve, que aplaude, que los identifica como auténticos embajadores.
Manzanilleros de pura cepa, nunca han pensado alejarse de ese terruño bañado por el sol del Caribe, no podrían vivir fuera de ese espacio, les faltaría el oxígeno que el pueblo les regala, como recíproca acción ante tanta demostración de amor certificada por los años.
Vale entonces el propósito de adueñarnos de la efemérides, vale porque ellos, han derramado mucho sudor para alcanzar la cúspide del éxito, vale porque los sentimos propios, como hermanos que nos dan como saludo una buena pieza musical.
Este puede ser un recuento a la manera de un cronista atenazado por el tiempo, pero en pocas palabras no se plasman todas las imágenes que adornan su trayectoria.
Sirvan entonces estas palabras, nacidas al calor de sus 45 años, como homenaje para los que todos los días regalan a los cubanos una muestra de humildad, disciplina, de talento y de amor para la tierra que los vio nacer.
Felicidades para la Orquesta Típica Original de Manzanillo.
Autor: David Rodriguez
Lleva la impronta de la poesía de Navarro Luna como símbolo de una cubanía asentada entre palmeras y el salitre de su bahía.
Lleva además todos los sonidos que la rodean, todos esos cantos nacidos entre los cañaverales y los cafetales y las insondables profundidades de una música que ya dejó de ser de ellos para alzarse como propiedad genuina del patrimonio nacional.
Para ellos este momento significa un punto de partida, esa nave cuyo capitán no descansa buscando nuevos horizontes, no tiene puerto de atraque, siempre tendrá la vía abierta en todos los mares para continuar la ruta iniciada hace ocho lustros.
Podría ser denominada Guardiana Musical del Guacanayabo, por donde jamás entrarán las perturbadores sonoridades carentes de lo bello, por allí, como celadora de lo bueno, se erige como muro infranqueable, defendiendo nuestra cultura como lo que es: Escudo y Espada de la Nación.
Cuántas personas en este mundo, el cercano y el de más allá de nuestras costas habrán disfrutado de sus ritmos?
Cuántas personas habrán encontrado la felicidad, disfrutando de sus presentaciones?
Son millones, y en su extenso andar están reflejados todos los pueblos y ciudades de la Isla, que vibra al compás de sus interpretaciones, que se mueve, que aplaude, que los identifica como auténticos embajadores.
Manzanilleros de pura cepa, nunca han pensado alejarse de ese terruño bañado por el sol del Caribe, no podrían vivir fuera de ese espacio, les faltaría el oxígeno que el pueblo les regala, como recíproca acción ante tanta demostración de amor certificada por los años.
Vale entonces el propósito de adueñarnos de la efemérides, vale porque ellos, han derramado mucho sudor para alcanzar la cúspide del éxito, vale porque los sentimos propios, como hermanos que nos dan como saludo una buena pieza musical.
Este puede ser un recuento a la manera de un cronista atenazado por el tiempo, pero en pocas palabras no se plasman todas las imágenes que adornan su trayectoria.
Sirvan entonces estas palabras, nacidas al calor de sus 45 años, como homenaje para los que todos los días regalan a los cubanos una muestra de humildad, disciplina, de talento y de amor para la tierra que los vio nacer.
Felicidades para la Orquesta Típica Original de Manzanillo.
Autor: David Rodriguez
sábado, 8 de noviembre de 2008
LYNN: CON LUZ PROPIA
Mientras Paloma acercaba sus vientos para herir a la Isla tan castigada por la naturaleza, una voz, como aleteo de mariposa fecunda, inundaba de buen gusto el recinto, erigiéndose como valladar ante el inminente peligro.
La bella mujer cantó con tanto vuelo, que pudo haberlo hecho sin el formidable acompañamiento que tuvo, salido de talentosas manos, que nos hicieron viajar por ese mundo mágico de la música, en un frenesí que hizo mas dulces nuestras almas.
Tensión, nervios en franco movimiento, quedaron reducidos a la nada. Un público, quizás inesperado por ella, le devolvió la calma a sus angustias y entonces le brilló el sol con el que iluminó a todos los presentes.
Fue una de esas noches en la que el arte alcanzó el esplendor de lo auténtico, llevándonos por los insospechados vericuetos que solo el espíritu hecho música puede engendrar.
Cálida la presencia en el escenario. Sobria. Sin estridencias. Sin lentejuelas. Solo sonido y voz, luces y amor, aplausos y recuerdos colmaron el teatro, que abrió sus puertas para registrar un hecho ya inolvidable.
Hermosa presentación de una artista que por esas cosas de la vida jamás pensó iniciar esa trayectoria, que de cerca le llegaba, pero que al mismo tiempo le imprime su impronta para felicidad de quienes apreciamos su manera de expresar.
Las palabras sirven en la medida en que expresen la veracidad de los hechos. En esta ocasión esas palabras, esos hechos, plasmados en una actuación memorable, cobran fuerza y dimensión, cobran prestigio y altura.
Anoche, una vez más, la música, la poesía, el talento y una voz respetable y hermosa, nos hicieron crecer, nos hicieron llorar, nos hicieron mejores personas.
He ahí el éxito de ese concierto en el Teatro Bayamo, en el que Lynn Milanés, despojada de prejuicios y ataviada con luz propia, se nos mostró tal cual es, manifestando con su actuación que si se parece a alguien es a ella misma.
Autor: David Rodriguez
La bella mujer cantó con tanto vuelo, que pudo haberlo hecho sin el formidable acompañamiento que tuvo, salido de talentosas manos, que nos hicieron viajar por ese mundo mágico de la música, en un frenesí que hizo mas dulces nuestras almas.
Tensión, nervios en franco movimiento, quedaron reducidos a la nada. Un público, quizás inesperado por ella, le devolvió la calma a sus angustias y entonces le brilló el sol con el que iluminó a todos los presentes.
Fue una de esas noches en la que el arte alcanzó el esplendor de lo auténtico, llevándonos por los insospechados vericuetos que solo el espíritu hecho música puede engendrar.
Cálida la presencia en el escenario. Sobria. Sin estridencias. Sin lentejuelas. Solo sonido y voz, luces y amor, aplausos y recuerdos colmaron el teatro, que abrió sus puertas para registrar un hecho ya inolvidable.
Hermosa presentación de una artista que por esas cosas de la vida jamás pensó iniciar esa trayectoria, que de cerca le llegaba, pero que al mismo tiempo le imprime su impronta para felicidad de quienes apreciamos su manera de expresar.
Las palabras sirven en la medida en que expresen la veracidad de los hechos. En esta ocasión esas palabras, esos hechos, plasmados en una actuación memorable, cobran fuerza y dimensión, cobran prestigio y altura.
Anoche, una vez más, la música, la poesía, el talento y una voz respetable y hermosa, nos hicieron crecer, nos hicieron llorar, nos hicieron mejores personas.
He ahí el éxito de ese concierto en el Teatro Bayamo, en el que Lynn Milanés, despojada de prejuicios y ataviada con luz propia, se nos mostró tal cual es, manifestando con su actuación que si se parece a alguien es a ella misma.
Autor: David Rodriguez
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