Sábado 22 de noviembre. La mañana abrió sus luces con muchas nubes, algo fría, pero hermosa como siempre. Comenzaba un nuevo dia y las personas despertaban poco a poco. Algunos que no tienen obligaciones laborales este día, se quedan mas tiempo en la cama. Los demás, entre los que me encuentro, tienen que dejar la almohada y salir a sus respectivas actividades. Hay muchas opciones para este sábado. En la mañana abría sus puertas la Feria Internacional Granma 2008 en el Parque de Recreacion de ese mismo nombre en la Ciudad de Bayamo. Desde bien temprano los amantes del rodeo, el coleo, las exposiciones de animales, los gallos, y aquellos que simplemente van a pasar un buen rato, se agolpan en la entrada del recinto cuya entrada cuesta dos pesos. Ya en el interior del recinto ferial todo es movimiento. Los vendedores de alimentos por cuenta propia ya tienen instalados sus kioskos en sitios que creen bien situados para los que vienen y van, buscando la mejor opción en cuanto a las ofertas, entre las que se destaca la ansiada cerveza que se expende en diferentes sitios bajo carpas azules en su mayoría y donde al mismo tiempo se puede degustar una buena ración de pollo frito. Cerca, se escucha música mexicana: un mariachi con la tradicional vestimenta de estos conjuntos, hace gala de sus dotes interpretativas. En Granma existe un mariachi en cada municipio, debido al alto interés de la población de esta provincia por la música del pais azteca. En este caso actuaba el de un municipio cercano a Bayamo: Jiguaní que también trajo grupos de danza y cantantes de diversas manifestaciones. En horas de la tarde ya la cantidad de personas superaba lo estimado por los organizadores de la feria, que este año, tiene participación internacional con la presencia de varios países, entre ellos, Costa Rica y Venezuela. En el mismo recinto se realizan actividades de equitacion con representaciones de varias provincias del país, al tiempo que desde un avión se lanzaban los paracaidistas en un espectáculo que llama la atención de la mayoría de los asistentes. Al caer la tarde, comienza el éxodo desde la Feria hasta el hogar, pero la vida sigue. Hay más para el horario nocturno. En la calle José Antonio Saco, entre José Martí y Carlos Manuel de Céspedes, con la calle Donato Mármol por el medio, se desarrolla el Sábado de la Cubanía. Una expresión de la voluntad de las autoridades para ofrecerle a la población bayamesa la posibilidad de compartir en familia y con los amigos. Se trata de restaurantes al aire libre que tienen un menú variado, acompañado con cerveza, ron y licores, aparte de música en vivo que comúnmente es ejecutada por el Organo El Mambisito. Pero no queda ahí la cartelera de opciones. En la calle García se instalan mesas con juegos pasivos como el ajedrez y la dama para aquel que desee pasar un tiempo en esos menesteres. Al mismo tiempo abren sus puertas dos instalaciones muy asediadas por la población: La dulcería Fin de Siglo y el Mercado La Cabalgata. La dulcería ofrece diversos productos, además tiene estantes para la venta de helados al por mayor, o para ingerir inmediatamente, como las paleticas revestidas de chocolate al precio de tres pesos, leche condensada, dulce de leche elaborado en la ciudad y en un agradable envase, quesos, mantequilla, y bolsas de cereales. El Mercado La Cabalgata resiste una extraordinaria presión, pues entre sus ofertas están paquetes de galleta de sal, galleticas de dulce, palitroques, sorbetos, botellas de jugo de tomate, frijoles enlatados, comino, orégano, diversas jamonadas, jamón, filetes de pescado, masa de croqueta, camarón, refrescos, rones, licores. Este sábado, como en todos los fines de semana, Bayamo abre en la noche el Museo de Cera, con figuras relevantes en tamaño natural como Benny Moré, Carlos Puebla, Rita La Caimana, Sindo Garay, entre otras, y se prepara la que corresponde a ese gran artista que es Bola de Nieve. Al lado de este museo se encuentra el Acuario, pequeño pero muy hermoso, exhibiendo peces de diferentes partes del mundo. También está la cremería La Luz, con helados de la variedad Coppellia que son la delicia de muchos, a unos metros está la sede de la Casa del Joven Creador, un espacio para el desarrollo de las actividades de pintores, cantantes, bailarines, músicos que pasan buenos momentos en la sala de video o en el patio con las presentaciones de ellos mismos. Otra opción es el hermoso Piano Bar de la ciudad de Bayamo. Limpio, bien diseñado, con ofertas al alcance de los que allí acuden y buena música, con descargas de artistas de la provincia. Pero lo mas sorprendente para mí fue llegar a la Plaza de la Revolución, bautizada así por el Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes al tomar la ciudad el 20 de enero de 1868. Allí en la amplia explanada frente a la estatua del Prócer y el busto de Perucho Figueredo, autor de nuestro Himno Nacional, centenares de jóvenes bailaban ritmos nuestros y foráneos, como expresión de alegría en libertad en un fin de semana que ya parecía suficientemente bien aprovechado por todos. Así estaba la Ciudad de Bayamo este sábado 22 de noviembre de 2008. No hubo momento para la tristeza, solo campeó por sus respetos la risa de un pueblo que no se deja aplastar ni por huracanes ni por la fuerza de algunos hombres que pretenden segar este sueño.
Autor: David Rodriguez
Autor: David Rodriguez
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