Es
probable que como ciudadano que camina por las calles de Bayamo, se haya
cruzado con un coterráneo que no acostumbra a decir qué responsabilidades tiene
en el deporte del boxeo.
Este
deporte es uno de los más seguidos por los aficionados cubanos y aunque sube al
ring muy a menudo, lo hace para impartir justicia entre los contendientes.
Su
carrera ha sido de mucho sacrificio, desde tempranas épocas el boxeo fue la
disciplina que decidió abrazar y a este deporte le ha consagrado los mejores
años de su vida.
Me refiero a Juan Ramón Milán Ponce, uno de los tres árbitros internacionales
cubanos que ostenta la categoría de tres estrellas, que es la máxima en el
arbitraje.
Como
árbitro internacional ha participado en decenas de competiciones nacionales e
internacionales, entre estas Juegos Olímpicos, Panamericanos y Campeonatos
Mundiales.
Hombre
de hablar pausado, respetuoso y muy justo sobre el cuadrilátero, se ha ganado
la simpatía de quienes le conocen, tanto en el barrio como en otros sitios
donde es conocido.
Cuando
está representando a Cuba en eventos internacionales se esfuerza para hacer el
mejor trabajo posible, consciente de lo que significa el nombre de cubano en
cualquier parte del mundo.
Milán
es un hombre del boxeo y no hay duda de que sufre cuando en una pelea no gana
el que mejor lo hizo sobre el cuadrilátero, poniendo de manifiesto la ética que
defiende.
Los
bayameses podemos estar orgullosos por contar entre los ciudadanos destacados,
con Juan Ramón Milán Ponce, un árbitro respetuoso de su trabajo y de la afición
que lo observa impartiendo justicia en cada pelea de boxeo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario