Escrito por Rosanne Batista Freire |
L
os
carnavales son, probablemente, las fiestas de mayor popularidad y
tradición en la historia de la humanidad, de cuyo origen existen varias
versiones.
Se dice que los antecedentes del carnaval
surgieron con los primeros seres humanos, con sus máscaras y bailes
rituales. Para muchos historiadores los orígenes de estas fiestas se
remontan a la antigua Sumeria, hace más de 5000 años, de donde se
extendió a Egipto y al Imperio Romano, pasando luego a toda Europa.
Otros sostienen sin embargo que esta celebración data del siglo VI a.c. y
proviene de la antigua Grecia, de los rituales paganos a Baco, el dios
del vino, en los que las personas, con el rostro cubierto por máscaras,
realizaban danzas típicas, entonaban cánticos, bebían, y rendían honores
a la imagen del Dios que acompañaba la procesión desde un suntuoso
carro lleno de gente que bailaba alrededor de la estatua, nombrado
carrus navales, de donde se dice surgió la palabra Carnaval.
Otras versiones aseguran que el término
proviene del latín carnelevarium que significa “quitar la carne”, lo que
versa de la prohibición religiosa de consumir carne durante los
cuarenta días de la cuaresma, antes de lo cual se realizaban estas
fiestas en que las personas podían comer toda la carne que quisieran a
fin de prepararse para los 40 días del ayuno.
En Cuba la palabra Carnaval tuvo otras
acepciones tales como carnestolendas, antruejos, mascaretas, empleadas
también en otras partes del mundo. En sus inicios tenían un sentido
religioso, asociado a las celebraciones de la Iglesia y los santos. Como
en el resto del continente estas fiestas fueron traídas a la Isla por
los colonizadores, a partir del siglo XV. Se dice que la primera
celebración asociada al carnaval en el país fue hacia 1585, durante los
días del Corpus Christie y la Epifanía o Día de Reyes, en que los
esclavos eran autorizados por sus amos a organizar danzas y marchas por
toda la ciudad. El 6 de enero los cabildos de las distintas etnias
africanas realizaban una procesión por las calles de la ciudad
acompañados de sus cantos y danzas hasta llegar a la sede del gobierno,
para felicitar al Capitán General y pedir el obsequio del aguinaldo.
Se dice que “el origen de este «carnaval
negro» ha provocado varias discusiones: unos opinan que los negros
imitaban a la tropa que pedía el aguinaldo el 6 de enero acompañada de
pitos, tambores y cometas; mientras otros entienden que los negros
festejaban al rey negro Melchor, santo que por ser de su raza habían
adoptado como su patrono celestial. Fernando Ortiz se inclina a pensar
que los negros imitaban la costumbre practicada por los esclavos del rey
en América, quienes acudían a pedir el aguinaldo al representante de su
amo. Opina Don Fernando que: «Con el tiempo acudirían los mismos
esclavos, solicitados quizá por los gobernadores que encontraban así un
modo de sostener una fiesta popular y captarse las simpatías de los
esclavos en general...”
Estas fiestas tenían características
disímiles según la región donde se realizaran y las clases sociales.
Así, en las zonas rurales era costumbre mezclar los elementos religiosos
propios de estas fiestas con los de las festividades campesinas. Se
sumaban entonces a lo ya común paleas de gallos, serenatas, argollas y
el juego de dominó.
Por su parte los blancos efectuaban su
fiesta en tiempo de cuaresma fundamentalmente, con bailes y paseos, los
que se repetían durante los domingos “de piñata”, “de la vieja” y “del
figurín del entierro de la sardina”, aludiendo a antiguas tradiciones de
la colonia.
El primer baile de carnaval registrado en
el país se produjo en el año 1833. Después de esta fecha los distintos
salones y teatros de La Habana comenzaron a ser el escenario principal
de estas celebraciones. También las principales avenidas como la Calzada
de la Reina y la Alameda de Paula, entre otras, acogían a hombres y
mujeres que se dedicaban a pasear, las unas, en coches y quitrines
engalanados; los otros, generalmente disfrazados, andaban a caballo o a
pie.
Estos paseos evolucionaron durante la época
republicana. Con el tiempo se creó un jurado que otorgaba los premios
desde una glorieta. La primera noticia de un carnaval estructurado y
organizado más o menos como se realizan hoy data de 1902, cuando por
medio de un mandato alcaldisio se reguló el itinerario de la fiesta.
Los carnavales con mayor tradición en el país son los de Santiago de Cuba, Camagüey y La Habana.
Sobre los carnavales de Bayamo existen
pocas referencias. Tradicionalmente estas fiestas populares se realizan
en la localidad en el mes de agosto, acompañadas de música, cerveza y la
exquisita comida criolla. Durante cuatro días bayameses y visitantes
disfrutan de el típico desfile de carrozas y comparsas, la actuación de
orquestas, áreas bailables, juegos, congas para los más alegres y
cabarets para aquellos que prefieren pasarlo más tranquilo, y no se
puede dejar de mencionar el muy popular paseo en coche por la ciudad.
Personas de todas las edades se entremezclan entre risas y bromas cada
año para hacer de los carnavales de Bayamo la más importante y esperada
celebración popular de la localidad.
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Editado desde la ciudad de Bayamo, Cuba, por el periodista David Rodríguez Rodríguez.
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lunes, 7 de noviembre de 2011
LOS CARNAVALES: UNA ANTIGUA TRADICION
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