¿Sabrá el Comité de Protección de Periodistas si Ubaldo logró conseguir por fin trabajo como grastronómico? |
Por M. H. Lagarde
Y mientras los asesinatos de periodistas en países como México y Honduras no parecen importarle mucho a nadie, un reporte del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) asegura que un total de 67 periodistas en el mundo fueron obligados al exilio en los últimos 12 meses.
Como era de esperarse, en el reporte se destacan países como Irán y Cuba, cada uno de los cuales envió a 18 periodistas al exilio durante el último año, de acuerdo con el CPJ.
Según CPJ Cuba liberó a periodistas de prisión para forzarlos a abandonar el país”.
Tal afirmación del "estudio" encierra dos mentiras. La primera, fue desmentida recientemente por la iglesia cubana que, en nombre del Cardenal Jaime Ortega, aseguró que los presos liberados que viajaron a España, nunca fueron presionados al destierro.
La aseveración de la iglesia cubana fue apoyada incluso por el grupo mercenario Damas de Blanco, conformado por las esposas de los presos liberados, quienes declararon a la prensa extranjera acreditada en La Habana:
"Muchos pensaron que era la única opción de poder salir de la prisión estar allá y al ver que otros están, han pensado eso, pero en realidad el preso que diga que lo obligaron, está mintiendo porque la prueba está en los 13 que están aquí en Cuba (...)", señaló la líder del grupo Laura Pollán.
La otra mentira del CPJ consiste en acreditar como "periodistas" a un grupo de mercenarios cuyo único aval en el oficio, en el mejor de los casos, es el de ostentar un título entregado por la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana para repetir, a pie juntillas, en emisoras del gobierno norteamericano, la política editorial anticubana de Washington.
El mejor ejemplo de la "capacitación" profesional de los mercenarios liberados por el gobierno cubano que viajaron, por su expresa voluntad, a otros países, fue el del "periodista" José Ubaldo Izquierdo, quien, luego de su "exilio" en Chile, se le ofreció un trabajo como reportero en una emisora de radio de ese país en el cual duró solo una semana.
Según dijo: “Pensé que mi trabajo no resultaría fructífero, ya que hay tres profesionales íntegros de la información y yo hice periodismo en Cuba, pero no soy graduado, por lo que no me sentí competente”.
Igual de incompetente resulta, por cierto, el desinformado "estudio" del llamado CPJ. ¿Quiénes lo redactaron serán periodistas?
Tomado de Cambios en Cuba
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