El otoño de la vida, nos espera a cada uno de nosotros; es algo inevitable como la salida y puesta del sol. Para quienes no tienen familia llegada esta etapa, se crearon los asilos, donde pueden recibir una atención integral y garantizar una buena calidad de vida para estos años, tal y como sucede en el Hogar de Ancianos Padre Acevedo, ubicado en el reparto Caymari de esta ciudad.
Santiago Torres González, es uno de los ancianos que reside permanentemente en el Padre Acevedo, junto a otro hermano y a su madre de 108 años. Él con su trabajo ha logrado convertir una pequeña porción de tierra en un huerto, que parece más un jardín, donde crecen lechugas, plátanos y otras hortalizas y frutales, todos cuidados con un esmero y dedicación inigualables.
“Me gusta trabajar, esa siempre ha sido mi vida. Primero y durante 33 años trabajé en la empresa cañera La Demajagua y hoy aquí, en este hogar, y con ello me siento bien y además cumplo un compromiso con Fidel de quedarme en Manzanillo. Aquí no me maltratan y recibo lo que necesito y por ello contribuyo con mi trabajo”, dijo a este espacio Torres González.
Santiago no es el único, en esta instalación de la salud hoy se albergan 152 ancianos, de ellos 126 con permanencia total y 26 en plazas días, quienes “reciben todas las atenciones que merecen, a través de la asistencia médica y de enfermería las 24 horas, así como una dieta balanceada según las patologías que presentan cada uno”, expresó Amparo Camejo Torres, trabajadora social del centro
Explicó además que los ancianos disponen, entre otros, de departamentos de fisioterapia y de ergoterapia, responsabilizados con la rehabilitación y la realización de trabajo físico preventivo, para evitar que se encamen. También hacen labores sociales, como las agrícolas en un pequeño huerto, clases en la universidad del adulto mayor, confección de artículos artesanales y actividades culturales y recreativas.
“El hogar de ancianos Padre Acevedo de Manzanillo, cuenta para el cumplimiento de sus objetivos con 261 trabajadores. Entre ellos 12 médicos, 75 enfermeras y 15 técnicos de la salud, así como personal de servicios generales, quienes laboran por garantizar una calidad de vida de estas personas mayores, en correspondencia con las exigencias de la sociedad que construimos”, señaló la Doctora Odalis Quevedo Mompié, directora de la instalación.Como saludo al aniversario 52 del triunfo de la Revolución este centro asistencial recibe una reparación general, que incluye impermeabilización del techo, repello y pintura de los pasillos, de las salas, enchape y otras acciones en los baños de hombres y mujeres, de los comedores y la cerca perimetral, entre otros objetos de obra.
Ya se concluyeron los trabajos en varios departamentos, como los de Recursos Humanos y de Contabilidad, en las salas de mujeres y hombres válidos, baños de impedidos y los comedores grandes para ancianos y ancianas.
Suelen decir que la vejez no es una alegría. No obstante, León Tolstoi, por ejemplo, afirmaba que “al contrario, en la vejez avanzada corre una vida más preciosa, más necesaria para uno mismo y para otros”.Pero para eso hace falta que el hombre o la mujer en el ocaso de su vida no se sientan menoscabados, ni pierdan el interés por su existencia. Y eso se logra, sin dudas, en el Hogar de Ancianos Padre Acevedo, de Manzanillo.
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