La cruzada mediática contra Cuba alcanza los límites de la fantasía, manipulación informativa y medias verdades, todo sustentado en suposiciones y criterios de cubanólogos que no han pisado territorio nacional en decenas de años, pero que se sienten e$timulados para decir lo que quieren aquellos que pagan.
Ya Eduardo Galeano había dicho que a Cuba sus enemigos la miran a través de una lupa, sobredimensionando cualquier hecho que aquí ocurra, como si no hubiera suficientes razones para mirar hacia donde realmente hay flagrantes violaciones de los derechos humanos.
Hace poco un mercenario, campeón olímpico en huelgas de hambre, desarrolló un prolongado ayuno pues quería morirse, suicidarse, en un intento de echar sobre la Revolución Cubana la culpa de su fallecimiento.
No se sabe ahora mismo cuantos artículos, comentarios, entrevistas, opiniones, se publicaron para satanizar al Gobierno de la Isla y magnificar al ¨¨héroe¨¨, que tiene muchos deseos de morirse, pero asegurándose un sitio de honor dentro del ¨¨martirologio¨¨ mercenario.
La hipocresía de esos medios de prensa, especialmente de Europa y Estados Unidos es evidente pues dicen defender los derechos humanos, elevan a la categoría de ¨¨estrella¨¨ a un vividor de la industria del anticastrismo, soslayan la cruel situación del antiterrorista Gerardo Hernández y ocultan al mundo el pavoroso descubrimiento de la fosa con más de dos mil cadáveres en Colombia.
¿Es que dos mil cadáveres hallados en un país, no son suficientes para que esa noticia ocupe los principales titulares de los informativos de todo el mundo?
¿Es que el ayuno del mercenario, probadamente mercenario, tiene más importancia que el descubrimiento en Colombia de esa tumba común con restos de ciudadanos del país sudamericano?
¿Por qué se le oculta al mundo ese hecho de profunda sensibilidad humana y se sobredimensiona hasta el absurdo, el ayuno del mercenario?
¿Por qué la prensa occidental y la Unión Europea, escandalizadas ante la huelga de hambre del mercenario, no se manifiestan y condenan a Estados Unidos por torturar a Gerardo Hernández, un luchador antiterrorista, privándolo de sus derechos como prisionero político en el Imperio?
¿Es que la Unión Europea no se ha enterado de ese abuso que se comete contra Gerardo y prefiere mirar para Los Alpes?
En el caso de Gerardo se cometen otras violaciones que debieran ser atendidas por Amnistía Internacional y todas esas instituciones que se dedican en el mundo a auscultar el respeto a los derechos humanos.
¿Será que en este mundo unipolar los hombres dignos tienen que bajar la cabeza ante la prepotencia, y el abuso del Imperio y sus seguidores europeos?
¿Por qué el diario español El País no le ha dedicado una línea a Gerardo Hernández Nordelo, siendo este un hombre que combatió el terrorismo desde la misma entraña de la mafia de Miami?
¿Por qué los Gobiernos de Europa no han condenado la violación a la que es sometido el antiterrorista cubano?
¿Por qué le abren sus páginas a los mercenarios de la Isla para que destilen todo su odio contra la Revolución Cubana, sostenida por la inmensa mayoría de la población?
Evidentemente hay una enorme dosis de hipocresía en la posición de la prensa y los Gobiernos del Viejo Continente en relación con Cuba, que sufre el criminal bloqueo norteamericano, que afecta directamente a la población de la Isla.
Gerardo Hernández no ha podido ser doblegado por sus carceleros, desde la celda que es el hueco, reducido espacio al que ha sido confinado de manera criminal e injusta, seguirá con la estrella en la frente, donde la llevan los hombres y mujeres dignos de la Tierra.
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