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sábado, 16 de enero de 2010

SOBRE LOS FALLECIDOS EN EL HOSPITAL PSIQUIÁTRICO DE LA HABANA

El Ministerio de Salud Pública cubano difundió una nota informando que en el Hospital Psiquiátrico de La Habana (que cuenta con dos mil quinientas camas) se produjo un incremento anormal de la mortalidad de los pacientes (en total, 26 fallecidos) vinculado a las bajas temperaturas y “factores de riesgo propios de los pacientes con enfermedades psiquiátricas, el natural deterioro biológico debido al envejecimiento, infecciones respiratorias en un año donde esta enfermedad muestra un comportamiento epidémico y las complicaciones de afecciones crónicas presentes en muchos de ellos, fundamentalmente cardiovasculares y cáncer” (sic). El Ministerio añadía que investigará las deficiencias y los responsables serán llevados ante un juez.


Pocas horas antes de hacerse pública esa nota, el oportunista y mercenario Elizardo Sánchez Santacruz, alias “el Camaján”, denunció el hecho a las agencias de información, indicando que los pacientes habían muerto por hipotermia, y enfatizando que lo ocurrido era “un absoluto contrasentido en un país marcadamente tropical”. Este pobre hombre, venido a menos, hace gala de una gran torpeza: parte de un dato objetivo para deformarlo, pero todo el mundo se da cuenta de sus maniobras. La noticia ha sido difundida, ampliamente, en los medios occidentales con titulares tendenciosos, que predisponen a creer que todo sucedió en un día.

De la nota del Ministerio, se desprende que los enfermos no murieron de frío en el sentido literal del término (como dice Elizardo), pues relaciona lo ocurrido con un factor meteorológico prolongado y las patologías que ya padecían los enfermos. El “Camaján” sabía, y no lo dijo, que en Cuba el frío continuo es inusual, que se trata de un país pobre, con escasos recursos y enormes dificultades derivadas, en su mayoría, de un bloqueo que dicen no es real, pero que Estados Unidos se niega a levantar. También silencia el hecho de que, tanta gente hospitalizada en un solo recinto debe provocar graves complicaciones en el cuidado y control de ese tipo de pacientes. Estoy convencido de que ese detalle será analizado por las autoridades cubanas.

Dicen que comparar es odioso, pero suele dejar en evidencia a la hipocresía. Al contrario que en Cuba, en el opulento y rico Occidente no hay nada que investigar en la muerte de mas de 200 personas a causa del frío (26 de ellas en Gran Bretaña, una de las mayores potencias del mundo), y lo peor es que aún queda invierno y que todos los años sucede lo mismo en las “democracias que hacen felices a los pueblos”. No es mi intención eximir culpas con lo que digo a continuación: Los fallecidos en La Habana estaban bajo techo, con un mínimo de atención y se exigirán las responsabilidades que correspondan. Los del mundo rico, estaban tirados en la calle y nadie pagará por sus muertes, ni por las que están por llegar.

Tomado de http://jmalvarezblog.blogspot.com/

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