Acabo de leer las respuestas que el presidente norteamericano hizo llegar a Yoani Sánchez, la que se disfraza con pelucas, la que intenta formar un escandalillo declarando haber sido golpeada y secuestrada, aunque luego aparezcan videos con los testimonios de los médicos por ella consultados, que la desmienten de punta a cabo.
Asombra, y uso tal palabra para ser benévolo, que este polémico Premio Nobel de la Paz, tan ocupado que debería estar en los asuntos que aquejan a su país, se dedique a responder a temarios de alguien escasamente conocido en esta Isla, a pesar de sus numerosos premios. Asombra tanto como los propios premios conferidos a Yoani en una casi meteórica entrega, con quien no han podido competir figuras, esas sí de indiscutible relevancia a nivel mundial, que han tardado décadas y más en obtenerlos.
Tanto es el asombro, que algún mal pensado pudiera interpretar este y los otros gestos como una muy bien armada estrategia para potenciar a dicha figurilla, construida por el grupo Prisa y sus acólitos por indicaciones de Washington, y a la vez reiterar lo que ya los cubanos sabemos sobre Obama: mucho ruido, y pocas nueces –que lo digan los hondureños.
Obama da inicio a su texto felicitando a Yoani por el premio María Moore Cabot, que recién le confirieron “por promover –dice Barack- el entendimiento mutuo en las Américas mediante tus reportajes.” Pareciera que el entrevistado tiene mala memoria, porque tal entendimiento mutuo fue promovido por Raúl Castro y no por Yoani, casi desde el mismo momento en que resultó electo presidente de Cuba.
Casi a renglón seguido, acota el entrevistado “Tu blog ofrece al mundo una ventana particular a las realidades de la vida cotidiana en Cuba”. ¡Y qué particular! -precisaría yo-, tanto, que solo logra ver el lado oscuro de la cotidianidad en esta Isla, como los aquejados de obstrucción arterial, que solo permite la visión unilateral.
En el mismo párrafo introductorio añade también el líder del partido demócrata que “El gobierno y el pueblo estadounidense nos unimos a todos ustedes en anticipación del día que todos los cubanos puedan expresarse libre y públicamente sin miedo ni represalias.” Pregunto, ¿Y es Yoani la voz autorizada para indicarle a Obama que los cubanos no podemos expresarnos libremente?, ¿es ella quien puede dar pruebas de represalias? No deseo que me represente y hable por mis inquietudes e insatisfacciones quien protagoniza lamentables showcitos mediáticos y necesita del soporte de un par de muletas –remember Valladares- para convencer de su “desamparo”.
La pregunta con que inicia su cuestionario habla por sí misma de las aguas en que ella nada como un pez: “Durante mucho tiempo el tema de Cuba ha estado presente tanto en la política exterior de los Estados Unidos, como entre las preocupaciones domésticas, especialmente por la existencia de una gran comunidad cubano-americana. Desde su punto de vista, ¿en cuál de los dos terrenos debe ubicarse este asunto?”.
Podría ser la interrogante formulada por una ciudadana uzbeca o de las islas Polinesias, tan ajena parece estar a esta importante problemática cubana. Con razón -lo demuestra su enfoque- se insisten en la necesidad de conocer la historia patria para poder defender la tierra donde se ha nacido. No es la comunidad de inmigrantes cubanos la que ha propiciado la presencia del llamado Tema Cuba, sino el muy añejo diferendo entre ambos países, que data de siglos y se ha traducido en políticas genocidas como el bloqueo. Han sido las propias Naciones Unidas y no Yoani Sánchez quienes llaman la atención sobre este tópico, condenándolo por aplastante mayoría desde hace años.
La respuesta a tan sesgada interrogante, es para sonreírse, en el mejor de los casos. Copio un fragmento: “Nuestros compromisos de proteger y apoyar la libre expresión, los derechos humanos y un estado de derecho democrático tanto en nuestro país como en el mundo también rebasan las demarcaciones entre lo que es política doméstica y exterior.” Ni siquiera hace falta vivir esclavo de los titulares para darse cuenta de que para ellos, rebasar la política doméstica en muchos casos se hace sinónimo de injerencia y más. ¿No será que han rebasado demasiado las demarcaciones en los casos de Irak y Afganistán, por ejemplo?
Está claro que el propósito de Obama cuando invoca facilitar mayor contacto con el pueblo cubano nada tiene que ver con el cubano de a pie. En su mira están aquellos en quienes confían para minar desde adentro a la Revolución. Para ellos, el mayor contacto y apoyo. La propia SINA en sus acciones contra Cuba se ha encargado de precisar qué es para Estados Unidos pueblo cubano: los ocho millones que dimos el voto a nuestro gobierno no estamos entre los “elegidos” por Norte.
Esos mayores contactos por los que aboga Barack en la respuesta, evidentemente dejan fuera a los necesitados de medicamentos. Y ni siquiera le propiciaron pronunciarse acerca de las pérdidas millonarias que ha sufrido esta nación caribeña a causa del bloqueo; muchísimo menos se le deja espacio, obvio, para que al menos intente una excusa acerca de los terroristas confesos que andan suelto por Miami.
“¿Cuáles serían las condiciones previas que impondría su gobierno para iniciar un diálogo?”, pregunta Yoani Sánchez en su cuarto round. ¿Impondría? Es decir, primero tendríamos que cumplir con una serie de exigencias para que luego los presidentes pudieran dialogar.
Desde el principio es notable la intencionalidad de la bloguera. Un guión bien preparado, que tal vez no partió de su iniciativa, y habría que investigar cuándo y por qué vía llegó el cuestionario a manos del señor presidente y retornó luego a las de Sánchez. También sería muy interesante conocer las razones por las que él decide contestar justamente a Yoani, una persona cuya credibilidad siempre dudosa, se ha vuelto especialmente endeble en las últimas semanas.
Cuando inicié la serie Yoani Sánchez, Negroponte y Montaner ¿Proyecto blog?, nunca imaginé disponer de nuevos elementos, probatorios de que no estamos ante una construcción mediática cualquiera. Desde el 2008 con Negroponte, hasta este 19 de noviembre de 2009 con el espaldarazo dado por Obama, queda evidenciado que el gobierno de los Estados Unidos se ha empeñado a fondo en mover una ridícula marioneta frente a los ojos del mundo. Un solo detalle pasaron por alto: las eficaces tijeras cubanas que sabrán cortar sus hilos.
Yohandry Fontana
La Habana
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