Jamás caerá en el olvido aquel que hizo tanto por su tierra, el que se despojó de la riqueza, que se sumó a la lucha sin discusión alguna, un hombre de su talla puso su nombre al servicio de la patria
Es uno de aquellos que se empeñó en darle luz a las tinieblas que ensombrecían a Cuba, donde el látigo imperaba por encima de la razón que no existía, solo para los que manchaban los amaneceres.
Quizás no hubo otra forma de expresar el amor a lo propio que no fuese levantarse contra el dominio colonial para encauzar los sentimientos en busca de ese sol de la independencia nacional.
Constituye una gloria para Bayamo haber experimentado el nacimiento de un niño que vio la luz envuelto en el oropel más exquisito de aquella época, convulsa, estremecida por el rechazo a los peninsulares.
Una gloria porque aquel niño, que con el paso fue madurando su
carácter y ya adulto, sumado a la insurrección que él había preparado junto a otros patricios, se convirtió en uno de los fundadores de la nación.
Grande fue ese excepcional bayamés que decidió jugarse la vida por una causa justa cuando pudo haber disfrutado de su fortuna dándose los placeres que esta pudo proporcionarle aquí o en el extranjero.
Pero su corazón lo puso al lado de la justicia, la lealtad, el
altruismo y el compromiso asumido en los albores del levantamiento de la formidable fecha del 10 de octubre de 1868.
Para un bayamés escribir sobre este hijo de la ciudad es un honor, una razón para no olvidarle nunca, porque desde el ejemplo que de él irradia se toman las fuerzas para seguir adelante con sus ideas de soberanía.
Nuestra ciudad le rinde perpetuo homenaje en el mausoleo que guarda sus restos en el Retablo de los Héroes porque él, Francisco Vicente Aguilera y Tamayo es un paradigma para los cubanos.
Luchó por la libertad en Cuba como en el extranjero, adonde fue en busca de recursos financieros para la lucha, pasó muchas necesidades en Nueva York pero nunca usó el dinero con fines personales.
Cuando deseemos buscar a un hombre íntegro, honesto, leal a la causa cubana por la independencia y la libertad, un defensor de la moral y de los mejores sentimientos humanos, encontraremos a Pancho Aguilera.
El 23 de junio de 1821 nació para orgullo de los bayameses un
arquetipo de hombre digno de ser imitado por sus valores genuinos y por ese amor que prodigó siempre a esta ciudad que hoy lo recuerda.
Estamos celebrando los 197 años del nacimiento del prócer Francisco Vicente Aguilera y Tamayo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario